05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Programando el potpourri

01/09/1990

"Dallas" fracasó, pero las series norteamericanas, tales como "MacGyver", "Alf" y "Los Siete Magníficos", así como otros programas televisivos extranjeros siguen en el aire.

A finales de la década de los 60, un pelotón de desaliñados soldados nortea­mericanos era acogido con entusiasmo una vez a la semana tanto en los hogares, como en los puestos de tallarines calle­jeros. La gente se dirigía a los afortu­nados hogares o tiendas que contaban con un televisor en blanco y negro, que entonces escaseaban en la isla, para mirar el programa "Combate", una serie de acción sobre Europa del arte durante la Segunda Guerra Mundial.

Los soldados norteamericanos eran extremadamente atractivos. Eran va­lientes y apasionados luchadores de la li­bertad y después de un considerable ten­sión y subterfugio siempre lograban de­rribar a los nazis. Debido a que "Combat" había resultado ser un gran éxito en la televisión norteamericana, la gerencia de la Empresa de Televisión de Taiwan (TTV) lo seleccionó para su emi­sión en Taiwan. Apoyado por los subtí­tulos en chino, el programa fue de un éxito arrollador. Aunque la serie ha desa­parecido de la pequeña pantalla desde hace mucho tiempo, "Combat" sigue es­tando en la cota más alta de la lista de los programas favoritos de televisión en Taiwan y demuestra ser uno de los pro­gramas extranjeros que más éxito han gozado en Taiwan.

En realidad, cuando la empresa TTV se convirtió en la primera cadena de tele­visión en la isla en 1961, tuvo una fuerte dependencia de los programas impor­tados durante la primera década. Antes de que la Compañía de Televisión Chi­na(CTV) fuera establecida como la segunda cadena en 1969, aproximada­mente el 50% de los programas de TTV eran importados, principalmente desde Estados Unidos. De acuerdo con las in­formaciones provenientes de la TTV, la competencia ayudó a reducir la importa­ción hasta el 32,9% hacia 1970. Al año si­guiente, el Sistema de Televisión China (CTS) se convirtió en la tercera estación de televisión comercial de Taiwan y esa situación perdura hasta el presente.

La limitación de equipos, creatividad y experiencia técnica al principio impidió a las tres compañías de televisión produ­cir programas con excepción de los tele­diarios y los educativos. A causa de la falta de experiencia en la presentación de programas extranjeros de televisión, las cadenas omitieron las necesidades de tra­ducir los matices del idioma y la cultura del país de origen para las audiencias lo­cales. Los telespectadores tuvieron poca alternativa, excepto conformarse con los subtítulos que, con frecuencia, solían ser confusos, en caso de que los hubiera.

Alrededor de 1976 había 2,6 mi­llones de aparatos de televisión en Taiwan, uno por cada seis personas (muy por encima de 1,5 aparatos para cada cien familias en 1974). Por aquel en­ tonces, se intensificó la competencia por captar a los telespectadores, obligando así a las estaciones a tener en cuenta no solamente lo que sus telespectadores querían ver, sino que su papel era más como productor que como importador. De ahí que el número de programas localmente producidos se incrementó gra­dualmente ocupando el tiempo de emi­sión que con anterioridad había estado dedicado a programas extranjeros.

Uno de los programas autóctonos más exitosos de los primeros tiempos era "Ching-Ching", una serie dramática de la CTV que empezó en 1969. Esa serie de emisión diaria de 30 minutos de duración se anotó un sonoro éxito debido a que los temas que trataba tenían cierta resonancia entre los resi­dentes taiwaneses: cataclismo, disloca­ción y separación a causa de la Segunda Guerra Mundial y la dominación comu­nista del continente chino. La historia se enfocaba en una jovencita en busca de su madre, después de que las dos se separa­ran en un viaje a Taiwan. La programa­ción constaba de 102 capítulos y terminó con la feliz reunión de la madre y la hija. La serie resultó ser un éxito rotundo y contribuyó a traer la programación china al tiempo televisivo predominantemente dedicado a programas extranjeros (de 8 a 11 de la noche), dando prueba de que los telespectadores apreciaban los programas de carácter local.

A pesar del logro alcanzado por "Ching-Ching", las cadenas no dejaron de importar programas. Durante la década pasada, utilizaron programas ex­tranjeros para llenar las fisuras de progra­mación y hasta los espacios de tiempo de mayor audiencia en sus emisiones que duraban de 13 a 18 horas diarias (con ex­cepción de los telediarios de la mañana, la emisión dura por lo general, desde el mediodía hasta la 1 o 2 de la madrugada). Según el Sr. James Jiang, director de la división de cine del CTS: "Importar pro­gramas como éstos tiene cierta habilidad para retener sus audiencias".

Programas extranjeros de todo tipo, desde películas de acción y suspenso hasta comedias y ciencia ficción, cuentan con fieles aficionados. Por ejemplo, las tres brillantes detectives en "Los An­geles de Charlie", que eran admiradas más por su sex-appeal que por sus habili­dades de investigación, han causado tanta emoción en Taipei como en Chi­cago. Las audiencias en Taiwan se fami­liarizan tanto con las telenovelas clásicas estadounideses tales como con "I Love Lucy", "Misión Imposible", "FBl" y "Star Trek" (Viaje por las galaxias) y con algunas series de éxito, tales como "El Hombre de los Seis Millones de Dó­lares", "La Mujer Biónica", "El Crucero del Amor" y "Tres Son Multitud".

"Preferimos comprar programas apasionantes con ritmo rápido y acción", señaló el Sr. Rex Liu, jefe de la sección del programa del Departamento de Cine de la CTV. En la lista de las series de éxito de dicha estación, se incluyen "Hawaii, Cinco-0", "Star-sky y Hutch" , y "FBI". Las recientes adquisiciones de "Knight Rider" y "Misón del Deber" se colocaron en el cuarto y noveno puesto entre los 10 programas favoritos del año pasado, de acuerdo con una encuesta efectuada por United Advertising Co. (véase recuadro adjunto). Aunque "Knight Rider" fue cancelado por NBC en los Estados Unidos, la CTV continúa reestrenándola e incluso ha emitido al­gunos de sus episodios más de tres veces. Las series de acción y fantasía siguen atrayendo a una cuarta parte de los telespectadores durante su emisión. ¿Por qué?, el Sr. Liu encogiéndose de hombros dijo, "A la gente joven le encanta."

La audiencia en Taiwan tiene prefe­rencia por las historias de amor las tele­novelas, los seriales dramáticos y las co­medias de payasadas. Pero la programa­ción norteamericana popular de estas ca­tegorías no siempre tiene éxito en Taiwan. Por ejemplo, series como "Dallas", (TTV) y "Dinastía" (CTV) consiguieron ganar una pequeña audien­cia, pero los extravagantes estilos de vida de sus protagonistas y su sofisticada avaricia por el dinero y el poder parecían demasiado irreales para la mayoría de los telespectadores. Asimismo, es verdad que el hábil montaje de las telenovelas norteamericanas ha causado impacto en la pequeña pantalla china.

El CTS, ha tenido más suerte con "The Mount Royal" una serie dramática canadiense, debido a que su orientación cuadra mejor con los ideales de la ética tradicional china. "Se pone menos én­fasis en la avaricia y lucha por el poder y más en las obligaciones sociales y con­venciones", dijo Jing. El CTS ha obte­nido éxito con la serie dramática y fantás­tica "La Bella y la Bestia", la cual ganó la simpatía sobre todo por parte de las mu­jeres de buen nivel educativo.

Tal como las telenovelas estadouni­denses, altamente comercializadas, las miniseries de mayor valor intelectual de producción norteamericana tampoco están bien traducidas. "Procuramos in­troducir programas de alta calidad y 'The Lonesome Dove' ha sido indudablemente una miniserie muy buena", añadió Jiang. Pero la reacción de la audiencia nos desilusionó. "The Lonesome Dove", fue galardonada con el premio Emmy 1989-1990 como la mejor minise­rie, pero para los telespectadores de Taiwan era difícil de aceptar porque no poseía los ingredientes usuales de un Western- pistolas, infracciones de la ley y un sheriff honrado. Y si eso no fuera su­ficiente cuando el CTS estrenó "War and Remembrance", tampoco atrajo a mucha audiencia.

La escasa audiencia a las miniseries ocurrió nuevamente en 1986, esta vez in­cluyendo" arte y Sur" y "Vientos de Guerra", a pesar de que el grupo de te­lespectadores que siguieron estas miniseries era pequeño: no obstante, se alcanzó el nivel de público deseado por los programadores: tenía un alto nivel educa­tivo, era de habla inglesa y la mayoría de estos telespectadores eran mujeres. Los programadores de la televisión no llega­ron a comprender por qué estas minise­ries norteamericanas habían sido despre­ciadas por los telespectadores locales, dada su popularidad en muchas partes del mundo.

"Según algunas informaciones obte­nidas, las dos miniseries eran poco atrac­tivas sólo para un 7% de nuestros teles­pectadores", señaló Jiang. Pero era difícil para la estación conseguir los detalles sobre la audiencia porque el teléfono era el único instrumento usado para la en­cuesta. Como el programa empezaba entrada la medianoche, la encuesta por te­ léfono no era fácil.

Sin embargo ha habido algunas his­torias exitosas. La fulminante serie ame­ricana "Raíces" quizás fuera un instru­mento eficaz para establecer confianza en las miniseries norteamericanas. Los telespectadores reaccionaron ante "Raíces", importada por la CTV, con el mismo entusiasmo que con anterioridad la serie causó en la TV norteamericana, aunque la historia se enfocó en pro­blemas que parecían distantes de la expe­riencia china. La popularidad local de que gozó la serie se atribuía a su fama en los Estados Unidos, a la producción téc­nica de alta calidad y a su propia historia. El hecho de que el programa se dio ín­tegro, sin ningún corte, contribuyó a su aceptación.

"Las teleseries con temas univer­sales son más apetecible para nuestros telespectadores", dijo Liu. Pero los tipos, niveles y criterios de programación están en manos de los proveedores. Aunque las redes de Estados Unidos son mayores exportadores de programas de televisión, tienen un amplio e indepen­diente mercado en su propio país; como el objetivo principal de la televisión nor­teamericana consiste en entretener y educar al público norteamericano, la programación siempre refleja los asuntos, anécdotas y novedades que actualmente acontecen en los Estados Unidos.

A través de los años, las comedias han sido el pilar de la programación esta­dounidense, ocupando cerca del 40% del espacio de mayor audiencia (de 7 a 11 de la noche, en Estados Unidos). programas de concursos, variedades, noticias, cine, programas de entrevistas, deportes y se­riales llenan el 60% restante. En Taiwan, los reestrenos de comedias, tales como "Tres Son Multitud", "The Ropers" y "El Cruceros del Amor" siguen apasio-nando a una multitud de jóvenes, parti­ cularmente estudiantes universitarios y angloparlantes. Pero el frecuente uso de expresiones norteamericanas por sí mismo es un inconveniente en atraer a más público. Los subtítulos en chino no son capaces de eliminar todas las barreras del idioma y la cultura.

Algunas comedias importadas han tenido más amplia aceptación por el pú­blico. El CTS ha tenido especialmente buena suerte con una de las comedias norteamericanas favoritas, "El Show de Bill Cosby". Se ha situado en el sexto lugar en la cota de los diez programas extranjeros favoritos durante el año 1989. La emisión de "¿Quién Manda a Quién?", también por el CTS, está obte­niendo aún mejores resultados, ya que se sitúa en el quinto lugar. Cuando apare­cieron los primeros episodios de ambas series en inglés con subtítulos en chino, las dos comedias inmediatamente gana­ron muchos telespectadores. Entonces el CTS empezó a doblarlas en mandarín y la posición de su aceptación ascendió. Cuando Bill Cosby y el resto de su reparto hablaban chino, los telespectadores les encontraban más accesibles y les era más fácil identificarse con la familia de la comedia. La comedia hasta infundía un efecto similar al ideal de la unión de la fa­milia tan arraigado en la tradición china.

Una gran parte de esta aceptación de "El Show de Bill Cosby" como "¿Quién Manda a Quién?" se debe al resultado de su creativo doblaje, que incluye vivas expresiones equivalentes en mandarín. Este excelente nivel de doblaje también se encuentra en "Alf", traída a Taiwan por la TTV. Mientras que las gracias del peludo estraterrestre en una típica fami­lia estadounidense se doblan en manda­rín, se nota otra marcada diferencia. Dado que la voz de Alf en su cinta sonora original es baja y trinante, en la versión en Taiwan, la voz se mantiene masculina, pero es alegre y traviesa y ha quedado más adaptada al carácter simpático de Alf.

Es bastante sorprendente que las tres cadenas de televisión no emprendie­ran el doblaje regular hasta finales de los años 80. El proceso de traducción requiere mucha precisión e imaginación y es un trabajo tedioso. Pero el doblaje ha contribuido mucho a incrementar el número de telespectadores. "La mayoría de los programas televisivos importados son doblados porque queremos hacerlos llegar a cada telespectador", dijo Michael C.S. Hsiang, jefe de la sección Interna­cional del Departamento de Comercio de la TTV. "Y por este medio podemos llegar a la gente que no posee un alto nivel de educación".

Hsiang añadió que la TTV pocas veces importa dos o tres programas alta­mente calificados en la televisión nortea­mericana. Estos programas casi siempre son comedias y poseen tantos matices tí­picos norteamericanos, que hasta las per­sonas que pueden hablar inglés encuen­tran dificultad en seguir el diálogo. "Estos programas han de emitirse con la cinta de sonido original porque se perde­rían espacios si son traducidos".

"Hechizo de Luna", hizo un primer esfuerzo y también fracasó al no conse­guir una numerosa audiencia. Fue do­blada en mandarín, pero el doblaje no pudo reflejar el verdadero carácter del programa. La TTV, ha obtenido mejores resultados de "Será Justicia", que se emite en inglés con subtítulos en chino. Esta serie ha atraído a un pequeño, pero leal grupo de aficionados de habla inglesa y profesionales de grado superior.

Cada año, representantes de las com­pañías de televisión acuden al Festival del Cine en Cannes y a las Audiciones del Programa de Televisión de Los An­geles, California, para comprar pro­gramas. Dado que la comercialización es el principal criterio, los compradores no se muestran particularmente aventureros en su selección. Limitan sus preferencias a los programas que ya han alcanzado po­pularidad en el mercado de los Estados Unidos.

"Nosotros rara vez compramos pro­gramas por adelantado, porque exigimos la garantía de buenas respuestas por parte de los telespectadores", señaló Jing. A veces existen algunos productos que a nuestro juicio podrían tener buena acogida, por parte de nuestros telespectadores. Pero si las tres principales redes de Estados Unidos los rechazan, es mejor olvidarnos de ellos. No podemos darnos el lujo de hacernos cargo de los costos de producción. Jiang también in­siste en que no existe una norma fija y estricta para determinar la selección. "A veces el riesgo y la suerte se entremez­clan", añadió.

A pesar de ello, algunos programas norteamericanos arrolladores han fraca­sado en Taiwan. La CTV., recientemente escogió dos series de alta clasificación "Cheers" y "Los Años Dorados", pero no ha podido superar la barrera cultural que implican. No hay bares de amigos en la vecindad de Taiwan, como aparecen en "Cheers", y las damas de edad que aparecen en la televisión local están con­cebidas como símbolo de inteligencia, respetabilidad y honor, no la sensualidad que encarna a las señoras de "Los Años Dorados".

Sin embargo hubo altas expectativas. "Los Años Dorados" fue inicialmente emitida en las horas de mayor audiencia televisiva durante la semana, pero ense­guida fue cambiada a la medianoche del domingo, más tarde a la medianoche del sábado y finalmente a la medianoche del miércoles. "Cheers" fue cancelada des­pués de su primer capítulo.

Entre las tres estaciones, los pro­gramas seleccionados por la TTV han de­mostrado estar mejor clasificados. La serie canadiense tales como "Mi Secreto Identidad", y las norteamericanas" Mac­ Gyver" y "Head of the Class" se emiten consecutivamente desde las 8 a las 10 de la noche del sábado, cuando la audiencia televisiva está en pleno auge. En un prin­cipio, la selección de estos programas fue considerada como arriesgada, ya que en los Estados Unidos o se consideraban bajas en popularidad o estaban fuera de la clasificación. Por ejemplo, "MacGy­ver", principalmente dirigido a la au­diencia de los adolescentes y las mujeres norteamericanas, apenas se situaba en el lugar número 50 en la clasificación Niel­sen. Pero su emisión en Taiwan es algo expectacular. Ningún otro programa ha sido capaz de desafiar su posición número 1 en popularidad.

El éxito de esta serie doblada en mandarín, ha hecho a su protagonista Ri­chard Dean Anderson el héroe de los adolescentes y estudiantes universitarios. Los estudiantes guardan un máximo res­peto por MacGyver, según una reciente encuesta efectuada por una escuela superior, respecto a las figuras más respe­tables desde el pasado hasta el presente (el Dr. Sun Yat-sen fue denominado como la figura más respetable en el pasado). Los adolescentes toman a Mac­Gyver como un hombre ingenioso, caba­lleroso y valiente en su enfrentamiento con constantes desafíos. Se opone a la violencia, cree en la ley y es encantadora­mente divertido. También posee una ini­gualable habilidad de salir de cada situa­ción peligrosa con una fascinante huida, valiéndose de cualquier cosa que en­ cuentre al alcance de su mano.

MacGyver, también es un líder de la moda del campus y ha contribuido mucho a incrementar la venta de los za­patos deportivos de caña alta Nike, los za­patos atléticos que se pone aun cuando no persigue a los maleantes. Otros pro­motores han subido al mismo carro ven­diendo Jeeps (MacGyver tiene uno) y una bebida deportiva llamada "Su Pau", que puede traducirse como "carrera fácil". Los promotores de esta bebida portiva cuentan con la popularidad de MacGiver para hacer publicidad por la imagen de su producto y estimular la venta. La compañía gastó US$350.000 en Los Angeles para filmar un comercial con Anderson. El se acerca a ayudar a dos bellas y jóvenes chicas cuyo vehículo se ha estropeado. Después de conocer el fallo del coche, MacGiver saca una lata de "Su Pao", quita el anillo y lo utiliza para resolver el problema mecánico. Esta publicidad es muy bien acogida en Taiwan e indica una creciente conciencia sobre la posible rentabilidad que se pueda extraer de los programas popu­lares de TV.

Aunque cuesta considerablemente menos comprar un programa extranjero que producirlo localmente, las tres esta­ciones han empezado a limitar su depen­dencia de programas importados. Por lo general adoptan un lanzamiento similar en su emisión semanal de programas ex­tranjeros: dos películas, cinco seriales, in­cluyendo una serie de acción, una mini­serie y de 5 a 7 de dibujos animados."

Los programas populares localmente producidos ya están desplazando a los programas extranjeros, y el Gobierno también ha promulgado reglamentos para restringir la importación hasta un 30% del tiempo total de emisión, aunque las tres estaciones de televisión actualmente sólo utilizan los programas impor­tados para ocupar un promedio del 12 al 20% del tiempo de emisión. El CTS, por ejemplo, con los programas locales casi ha podido cumplir su proyecto durante los últimos tres años. Los importados ocupan sólo del 10 al 15% del tiempo de emisión y representan menos del 8% del ingreso de la emisora. Los programas ex­tranjeros, seguirán su presencia aquí, pero no serán tan decisivos para la pro­gramación, ni afectarán al éxito de las ca­denas como antes. Aunque unos pocos programas de éxito se ponen en el aire en las horas de mayor audiencia, la mayoría están programados para emitirse en las horas de audiencia periférica, des­pués de las 11 de la noche.

Sin embargo, los dibujos animados son otra historia. Cada canal estación da todos los días un promedio de una hora y media de dibujos animados, y Taiwan tiene fuerte dependencia de importación de todos los programas de dibujos ani­mados. "La animación mucha habilidad técnica", señaló Jiang, "y los costos de producción son considerablemente altos. En vista de estos costos deshorbi­tantes, el CTS dejó de lado sus planes de producir dibujos animados.

Los programas de dibujos animados emitidos en la televisión de Taiwan pro­vienen de los Estados Unidos, Japón y varios países europeos. Debido a que los niños son los principales telespectadores, el Gobierno ha establecido restricciones sobre los tipos de dibujos animados que las estaciones pueden emitir. El 50% de los dibujos animados se supone que son suaves, no violentos, tales como "Los Pitufos", "The Muppet Babies", "Little Rascals" y los de la producción de Walt Disney. Otra mitad puede ser de acción o de ciencia ficción, tales como "The Mighty Robots", "Ironmam 28" y "The Lone Ranger" .

Aunque los Estados Unidos es la principal fuente importadora de dibujos animados, los niños de aquí tienen gustos diferentes del de los norteameri­canos. Por ejemplo, "Charlie Brown", que emite CBS, en los Estados Unidos durante el tiempo de mayor audiencia, no ha resultado atractivo para muchos jóven es telespectadores en Taiwan. Pero los clásicos tales como "Popeye", "Daniel el Travieso", "Mickey Mouse" y "Superman" se han convertido en grandes favoritos. Entre los que reciente­mente han resultado exitosos se puede incluir "She-ra", "He-man", "Rambo" y "Super Seven ".

En el pasado, Japón era el proveedor de un abrumador número de dibujos ani­mados. La puerta estaba abierta a los di­bujos animados japonesa después de que las estaciones de televisión agotaran el suministro norteamericano. "Nos encon­trábamos con escasez", añadió Liu, "Por lo tanto el Gobierno permitió la im­portación de los dibujos animados japo­neses, siempre que éstos no exaltaran la cultura japonesa". Sin embargo, los di­bujos animados eran controvertidos porque predominaban la violencia y las explosiones. "Si realmente no existen muchas alternativas en el mercado", en­fatizó Liu, "La CTV prefiere reestrenar los buenos dibujos animados como, por ejemplo, los producidos por Walt Disney".

A fin de prevenir la fuerte influencia de los dibujos animados japoneses, en 1984, el Gobierno dispuso que los di­bujos animados importados de Japón no podrían pasar de un tope del 50% de los totales importados. Mientras que los pro­gramadores estaban buscando nuevos proveedores de dibujos animados que fueran inmediatamente comercializables y aceptables para los niños, el CTS logró una de sus mejores compras, cuando introdujo la famosa figura del dibujo "El Pitufo" (Smurf) y el resto de su pueblo a los niños locales. Las aventuras de "Los Pitufos" han tenido hondo eco entre los niños de todas las partes, empezando por Bélgica, cruzando Europa y los Estados Unidos y ahora Taiwan.

Las estaciones están esforzándose por diversificar sus fuentes de adquisi­ción tanto de los dibujos animados ex­tranjeros como de los programas televi­sivos. Aunque los programas autóctonos demuestran un creciente nivel de com­plejidad, los programadores continúan manteniendo sus ojos bien abiertos a los programas que han resultado exitosos en términos de su popularidad. Similar a otros aspectos de la economía de Taiwan, la diversificación de mercado está a la orden del día. Las estaciones están buscando programas exitosos más allá de Estados Unidos, incluyendo Canadá, Europa y Australia. Por ejemplo, uno de los que han obtenido más éxito lanzado por la TTV., "Mi Se­creto Identidad" proviene de Canadá, lo mismo que "The Mount Rayal" del CTS. A diferencia de la débil reacción ante otras miniseries, los telespectadores se han entusiasmado por "Return to Eden" que la TTV ha traído de Australia.

Las encuestas sobre la audiencia in­dican que los programas extranjeros juegan un importante papel y que segui­rán teniedo su presencia en Taiwan. Estos programas llenan las lagunas en la programación y añaden diferentes pers­pectivas y dimensiones a la jornada de programación; así mismo contribuyen a crear una audiencia mas internacionali­zada -una compensación atractiva. □


La cota de los programas extranjeros

POR IRENE YEUNG

Para conseguir la audiencia de tele­vión, "MacGyver" no necesita a "Sled­gehammer" para jugar contra "Mani­mal", aunque este último está situado delante de "Knight Rider". Para descu­brir quién está debajo de "¿Quién Manda a quién?" en la lista, pregunte a cualquiera en "El Show de Bill Cosby". Aquí no hay problema de "Identidad Se­creto", porque "Alf" está disfrutando un completo" Tour of Duty" en el metro a pesar de "Growing Pains".

Desde el año 1974, dos veces al mes, United Advertising Co., la compañía de publicidad más grande de propiedad local en Taiwan, despachó cerca de 1.200 cuestionarios para calificar el grado de reacción de los telespectadores a los pro­gramas televisivos, incluyendo los importados.

Los telespectadores en el área del norte, que es la más densamente poblada en Taiwan, incluyendo Taipei, recibe el 47% de los cuestionarios. Estos cuestio­narios, que se envían a las familias de di­ferentes ingresos en villas, pueblos y ciudades, están diseñados para incorporar las respuestas por separado de cinco miembros de cada familia. El sistema de distribución se basa en las informaciones gubernamentales sobre la población deli­neando el ingreso, la edad, la educación y sexo. De los 1.200 cuestionarios, apro­ximadamente de 400 a 500 son devueltos y completados, lo que representa un total de 2.250 persona que responden. □


Exportación de Programas

POR IRENE YEUNG

Dado que casi la mitad de los 30 mi­llones de chinos de ultramar entienden el mandarín, da la impresión de que los programas de televisión de Taiwan tienen un inmenso potencial para ven­derse en los mercados extranjeros. Pero no es así, dijo el Sr. Joe Lee, jefe de la Sección Internacional de la Empresa Cul­tural de la CTV, una compañía subsidia­ria de la mencionada estación. "Conside­ramos nuestro ingreso derivado de la venta de programas en el extranjero, como un valor excedente," señaló Mi­chael C.S. Hsiang, jefe de la Sección In­ternacional del Departamento Comercial de la TTV está de acuerdo con esta afir­mación, pero es un poquito más opti­mista porque ha estado vendiendo pro­gramas de la CTS a clientes extranjeros durante más de 20 años. "Nuestro in­greso anual derivado de las ventas en el exterior, es pequeño comparado con lo que hemos obtenido del mercado local", expresó. "Hemos hecho US$ 360.000 en 1989, pero la suma se está incremen­tando constantemente". Según las últimas estadísticas disponibles, durante 1986 y 1987, la TTV exportó aproxima­damente 2.600 horas de programas a Es­tados Unidos, Canadá, Malasia y Singa­pur, con un promedio de US$ 200 por hora.

Dos series de acción, "Pao Piao" y "El Juez Pao", causaron un gran impactó en Hong Kong en 1975. La primera emitió 256 episodios y la segunda tuvo 350. Pero Hong Kong siempre es más proveedor de programación que compra­dor. Por ejemplo, la entusiasta reacción de los telespectadores al serial dramático de kung fu, "Chu Liu-hsiang" emitido por la CTV en 1982, preocupó en serio a los productores locales de televisión hasta tal extremo que las tres estaciones tuvieron que ponerse de acuerdo en ex­cluir los seriales de Hong Kong de los espacios de mayor audiencia. La competi­ción con los progrmas locales y la ame­naza hacia los talentos locales fue dema­siados grande. Pero los programas de Hong Kong siguen encontrándose fácil­mente en las tiendas de video, en donde hay impresionantes colecciones de se­riales hongkoneses para alquilar, y los programas continúan su popularidad. Similarmente, la mayoría de los programas de televisión de Taiwan grabados en video, se encuentran en el extranjero.

Hong Kong es un aplastante compe­tidor en los mercados internacionales. Además de su amplia variedad dispo­nible, los vídeos producidos en Hong Kong son siempre doblados en dos dia­lectos chinos: cantonés y mandarín. También se hacen versiones en tres idiomas del sureste asiático: vietnamita, tailandés y laosiano. Como consecuen­cia, las series de acción por las cuales la industria televisiva de Hong Kong se ha hecho famosa se venden muy bien en casi todos los mercados del video domés­tico y poseen una numerosa clientela entre los chinos de ultramar.

Sin embargo, la presencia de los pro­gramas televisivos de Taiwan en el su­reste asiático no pueden ser ignorados. "Tenemos agencias en cada país del su­reste asiático, excepto en Indonesia", dice Lee. "Malasia, con más de 4 mi­llones de chinos, representa un gran mercado. Pero el mercado en Tailandia está disminuyendo". Una ventaja que la televisión de Taiwan todavía no ha con­seguido es la lingüística. La mayoría de los chinos de ultramar en el sureste asiá­tico emigraron de Fukien, razón por la cual son fieles seguidores de los pro­gramas producidos en taiwanés fukienés. Pero la programación local en taiwanés sólo se emite aproximadamente dos horas diarias, eso no basta para generar mucho volumen en sus ventas exte­riores. Aunque algunos de estos pro­gramas se exportan, su limitado número no resulta significativo.

Los telespectadores en el exterior prefieren seriales dramáticos y expec­táculos de variedad. Es por eso que uno de los programas más exitosos ha sido la serie dramática en mandarín "Jardín Profundo" producido por el CTS. Es un romance moderno basado en una novela best seller escrita por la popular novelista Chiung Yao. Ha sido emitida por Asia Te­levision Limited (ATV) en Hong Kong y por la Singapore Broadcasting Corporation (SBC). La serial finalmente fue hecha en video-cassete, pero estaba tan solicitada que los aficionados tuvieron que esperar meses para comprar o alquilar copias. La exportación de espectáculos de variedad ha convertido a unos cantantes en es­trellas y se han hecho famosos incluso fuera de las comunidades chinas en el su­reste asiático. Debonair Wen Chang tiene su propio programa, y la joven pareja cantante Wang Chieh y Fang Wen Lin ha conquistado a innumerables afi­cionados entusiastas y mucho espacio en las revistas de espectáculos.

Aunque Singapur y China continen­tal también producen programas televi­sivos, apenas representan una amenaza en el mercado internacional - por lo menos, ahora todavía no lo son. Por otra parte, China continental se está convir­tiendo en un consumidor de los programas televisivos de Taiwan, a pesar de que produce dramas de impresionante calidad. "El comercio de este rubro a través de un tercer país ha totalizado aproximadamente US$60.000", señaló Hsiang. La cifra es decepcionante porque una provincia que compra videos des­pués de emitirlos los vende a las emi­soras de televisión en otras provincias. "Los programas televisivos son bienes de capital en el continente", expresó Hsiang.

Tampoco se ha hecho mucho dinero en el mercado estadounidense. La Com­pañía Internacional de Comunicación Audiovisual (IAVC), situada en San Francisco, es una agencia de propiedad taiwanesa que tiene los derechos exclu­sivos de distribución de los programas te­levisivos taiwaneses en Canadá, Estados Unidos y Sudamérica. IAVC selecciona programas de las tres estaciones, les pone la etiqueta y vende cada capítulo di­rectamente a las cadenas a US$70 por cada uno. De esta manera, ni se puede hablar de rentabilidad ni derecho de copia ya que las tres estaciones y los estu­dios independientes que producen estos programas parecen contentos con sólo exponer sus programas. Como Lee dijo, "El mercado de Taiwan es suficiente­mente grande como para sostener el de­sarrollo de la industria televisiva local. No dependemos de las exportaciones para apoyar nuestra producción".

Pero el mercado exterior continuará expansionándose, dado que el número de los emigrantes chinos a diferentes partes del mundo continúa creciendo. Sobre los mercados futuros de la televi­sión de Taiwan, Lee indicó, "Ahora hemos intensificado nuestras relaciones económicas con Africa, Europa y hasta con Indonesia, que son mercados aún inexplorados. Vamos a tener que trabajar más". □

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