07/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Instituciones a filo cortante

01/05/1989
Desde inicios de la década de los setenta, el sector agrícola de la economía ha estado declinando sostenidamente en importancia relativa al crecimiento de la industria y el comercio. En 1952, el 52.4 por ciento de la población de Taiwan era agrícola: hoy día, es el 20 por ciento y sigue bajando. Esas cifras tienen un impacto dramático en el número de jóvenes que aún sienten algún interés por cultivar o dedicarse a otras faenas agrícolas. El apoyo educativo para la agricultura ha sido profundamente afectado por esos mismos cambios. Muchas escuelas vocacionales que habían sido formadas originalmenle para el desarrollo agrícola están enfrentándose a críticas por estar fuera de moda. Pero cierta escuela vocacional superior con programas de tres años, no tiene que preocuparse de la falta de relevancia: la Escuela Provincial Vocacional Agrícola e Industrial de Taoyuan. Esta respetada institución, situada en el corazón de la ciudad de Taoyuan, a 14 millas al occidente de Taipei, ha permanecido al tanto de los desarrollos agrícola e industrial, y frecuentemente ha sido una líder en la introducción de mayor sofisticación y diversificación en ambos campos. El campus de unas 24 hectáreas, está repleto de viejos sauces, jardines floridos y huertos interrumpidos por cultivadoras y tractores de granja. Esta escuela fue fundada por los japoneses en 1938 como una de las muchas instituciones que ofre­cían un programa de cinco años de entrenamiento agrícola para estudiantes del bachillerato. Cuando Taiwan fue reintegrada a la República de China después de la guerra, el gobierno añadio programas a nivel básico y avanzado al curriculum de la escuela. Lee Chang-po (李章伯), ex-director de la Vocacional de Taoyuan de 1946 a 1949. se recuerda de las dificultades que tuvo que enfrentarse en aquellos años: "Cuando tomamos la escuela de manos de los japoneses, muy pocos maestros podían hablar mandarín. Este era un problema serio ya que el gobierno lo había declarado lenguaje oficial de instrucción. Claro está, una lengua común es esencial para el desarrollo social de nuestro país, pero nuestro campus reflejada el estado general de la comunicación en la isla en aquellos tiempos. Usted podía escuchar la gente hablando taiwanés, hakka, japonés, casi de todo menos mandarín. Nos pasamos seis meses llenando los puestos con miembros del personal que hablasen mandarín". La República de China logró su desarrollo socio-económico de la posguerra en Taiwan con una serie de planes gubernamentales. El primer plan procuró la restauración de la producción agrícola e industrial (1945-1953), y fue seguido por otro que enfocaba en el desarrollo de la agricultura para apoyar la industria (1953-1968). En 1969 vino un cambio en las prioridades con un plan para el desarrollo de la industria para apoyar la agricultura. Durante el primer plan, las escuelas agrícolas tales como la Vocacional de Taoyuan, absorbieron muchos más estudiantes que las otras instituciones vocacionales. En 1956, el énfasis vocacional cambió a las escuelas comerciales, y desde 1960, las escuelas industriales han pasado a ocupar el primer lugar. Hoy día, la mitad de las escuelas vocacionales superiores en Taiwan son industriales. En 1967, la Vocacional de Taoyuan terminó con su programa a nivel de primer ciclo de secundaria, en línea con la puesta en marcha del sistema de educación gratuita y obligatoria por 9 años en Taiwan. A medida que la economía fue cambiándose hacia la industria, la escuela respondió con la adición de departamentos relevantes en ingeniería y otros campos relacionados a su curriculum agrícola. Hoy día, existen 11 departamentos en su programa diurno: cuatro departamentos agrícolas, en Administración de Granjas, Horticultura, Industria Ganadera, y Ciencia de Veterinaria, así como siete departamentos industriales, en Mecánica General, Mecánica Automotriz, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Química, Reparaciones mecánicas, y Moldeo. Las clases son frecuentemente suplementadas con empleos relacionados fuera del campus durante las vacaciones de verano e invierno. Lu Li-fu (呂理福), un exalumno de por sí, es actualmente el director y hace hincapié en que los estudiantes deben hacer más que simplemente aprender sus oficios. El dice que ellos necesitan "pensar, preguntar escuchar, leer, hablar, escribir y hacer". Lu piensa que el agrocomercio será cada vez mús vital en el mundo del futuro, y por lo tanto vale la pena una posterior expansión en los programas educativos. El espera hacer de la Vocacional de Taoyuan en un modelo dentro de esta área. Dos meses después de asumir a su cargo, él creó un mercado dentro del campus donde los estudiantes pueden vender lo que ellos mismo hayan cultivado. Los artículos incluyen huevos, ver­ duras procesadas, plantas en macetas, flores, y arroz. Los estudiantes de otras escuelas han solicitado permiso para traer sus productos al centro también, y Lu tiene en mente expandir la instalación para acomodar varios productos especializados de otras escuelas agrícolas de la parte norte de Taiwan. Pero se intenta lograr mucho más que simplemente ganar dinero. "Debemos integrar la producción y el mercadeo de los bienes agrícolas", dice Lu. "Deseo que los estudiantes se acostumbren al manejo de ambas áreas, de manera que mi programa los pone al cargo de todos los aspectos: producción, administración, mercadeo, teneduría de cuentas, contabilidad, y distribución de ganancias. Nuestros precios son un tanto más bajos que los precios de mercado, de modo que el negocio no va mal. Los estudiantes del Club 4-H administran los ingresos" Otra instalación especial en la escuela es un invernadero hidropónico para cultivar verduras. El director mismo es un experto en esta campo. "Hemos trabajada en el invernadero por dos años", nos dice. "Los productos que son cultivados usando los hidropónicos (también denominado nutricultivo) son un artículo caliente en el mercado ahora debido a que maduran pronto y están totalmente libres de pesticidas. En uno de nuestros proyectos, estamos dando asistencia técnica a la Prisión de Taoyuan, donde se cultivan verduras en esta forma. Los prisioneros están ahora cosechando sus propias verduras". Para familiarizar más a los estudiantes con el sector comercial de la agricultura y darles la mayor cantidad de experiencia posible, la Vocacional de Taoyuan conduce programas de cooperación con las empresas locales. Los estudiantes trabajan para las companías con salarios normales. Tales programas incluyen proyectos bajo comisión, siendo un ejemplo un proyecto de dos años para "dar verdor" que ha sido iniciado por el Departamento de Horticultura del Aeropuerto Internacional Chiang Kai-shek. El presupuesto para el trabajo fue de US$33.000, incluyendo un extensivo programa de cultivo y de control de pestes de huertas. La Vocacional de Taoyuan tiene un estándar tan alto que una gran parte de sus graduados prosiguen la educación superior en vez de ser inmediatamente empleados. Los maestros y administradores raramente dan asistencia a los graduados que deciden comenzar a trabajar sin más demora. La reputación de la escuela le da a sus graduados una fuerte entrada en el mercado laboral. "En el año pasado, 40 por ciento de nuestros graduados han entrado en la universidad", dice Lu. "Y muchos de los que han fracasado en el éxamen conjunto de admisión universitaria, tratarán de nuevo este año. Como la mayoría de los padres pueden costear dichos estudios hoy día, no existen razones del porqué los estudiantes no deban probar de nuevo (después de otro año de preparación especial y cursos de repaso). El año pasado, ¡no tuve ningún graduado para recomendarle a los dueños de granjas locales'" Lu sostiene que un pequeño número de escuelas vocacionales superiores serán probablemente suficientes para satisfacer las necesidades del futuro. "Tomando en cuenta las tendencias actuales, yo no creo que necesitamos hacer diferencia entre la educación general y la educación vocacional hasta la edad de primer ciclo de secundaria", nos dice. "Un tal cambio en el sistema irá a ajustarse mejor a las necesidades modernas". A pesar del cambiante estado de la agricultura en Taiwan, Lu sigue optimista acerca del futuro. "El panorama en la agricultura sigue siendo vasto", dice. "Si enfocamos más en técnicas refinadas que están libres de contaminación, así como alta tecnología y campos tan avanzados como la ingeniería genética y los métodos hidropónicos, la agricultura ofrece muchas oportunidades de seguir esta carrera. Ciertamente no veo que vaya a declinar el papel de mi escuela". El Colegio Ming Chuan, primer colegio comercial femenino fundado en la República de China, está situado a la falda de la Montaña Yangming cerca del Grand Hotel en el norte de Taipei. Los edificios del campus están ubicados en una acentuada pendiente en medio de abundantes árboles y arbustos. Los visitantes tienen que presentar primero su identificación a los guardias que están en la entrada, y después a subir una serie de escaleras, siempre rodeados de cientos de jóvenes muchachas. El campus es elegante y bien equipado, un hecho que sorprendería a cualquiera que lo haya visto en 1957, cuando era inaugurado por primera vez. Pao Teh-ming (包德明), directora, fundadora, y ardiente fcmenista: fundó Ming Chuan como institución privada que no solamente cultivaría una fuerza de trabajo comercial para el país, sino también subiría el status social de la mujer. "Este no era un concepto popular en aquel tiempo, de modo que teníamos que depender en préstamos con intereses extremadamente altos al principio", explica ella. "Cuando se inauguró la escuela, tenía solamente cuatro departamentos, y las instalaciones eran muy modestas. Pero, a través de los años, el número de estudiantes ha crecido rápidamente. Nuestra matrícula original era de 300. Cinco años después, subió a 1.350. El cuerpo estudiantil ahora sobrepasa los 11.000. Hoy, cobramos una cuota mucho más razonable y ofrecemos instalaciones mejores que aquellas de esos primeros días". Ming Chuan ofrece tres programas académicos: un programa de cinco años para graduadas de primer ciclo de secundaria; un programa de tres años para graduadas de bachillerato; y un programa nocturno especial de cuatro años para graduadas de bachillerato. Los cursos están agrupados en los departamentos de Banca y Seguros, Contabilidad y Estadística, Comercio Internacional, Administración de Empresas, Ciencias del Secretariado, Diseño Comercial, Turismo, Informática y Comunicaciones de Masa. "Las alumnas deben obtener cerca de 170 créditos en los cursos profesionales dentro de los tres años, cerca de 60 créditos más que los requeridos por el Ministerio de Educación", recalca Pao. "Pero esos créditos extras son gratuitos. Hay un pesado horario de entrenamiento en técnicas para manejo de computa­doras, mecanografía, contabilidad, telex, ábaco y estadísticas. Las estudiantes del Departamento de Ciencias del Secretariado, por ejemplo, tienen que escribir a máquina con por lo menos 55 letras por minuto. Y damos prioridad a las lenguas extranjeras a través del inglés obligatorio, y la selección usual del japonés o español." El sistema de TV a colores de circuito cerrado ayuda a que la enseñanza de idiomas sea más efectiva. Cada curso requiere tres horas de conversación y entrenamiento audiovisual por semana, junto con tareas de gramática, lectura y redacción. "Se exige a las estudiantes escribir un informe semanal en inglés, además de uno en chino, con no menos de 800 palabras", añada Pao. "Con un programa tan vigoroso, nuestras graduadas gozan de una tasa de 100 por ciento de empleo. La mayoría van al mundo de los negocios, y algunas pocas van incluso al exterior para proseguir estudios de posgrado". Ming Chuan instaló su primer estudio de TV en 1978 a un costo de US$250.000. Se construyeron dos más para programas de enseñanza y para ofrecer experiencia práctica para los estudiantes que estudian comunicaciones de masa. Lee Chuan (李銓), subdirector y decano académico, fue responsable por la planificación e instalación del sistema de educación audiovisual, y se siente orgulloso de su eficiencia. "Desde 1986, todas las aulas de clase han sido conectadas al sistema de TV", explica Lee. "Cada una de las 170 aulas están equipadas con por lo menos dos televisores bajo control del centro de computadoras. El sistema sirve para un propósito doble: actúa como un instrumento de enseñanza, y forma un lazo de comunicación entre el estudiantado y las autoridades de la escuela. Con un equipo de administración más pequeño que aquel de otras escuelas, es una necesidad. Como conveniencia extra, las alumnas no se distraen con el ruido de los altoparlantes como ocurre en otras escuelas, ya que todos los mensajes son enviados y recibidos a través del sistema". El colegio está también fortaleciendo sus programas educativos a través de la computarización. A inicios de 1968, la escuela formó un centro de computadoras, ahora denominado el Centro de Administración de Informática, que posee un super sistema de minicomputadoras, un sistema Wang 2200T, 200 microcomputadoras de ocho bytes, y 150 computadoras personales de 16 bytes. Ming Chuan es una de las cuatro mejores escuelas de Taiwan que preparan personal adiestrado en computadoras. Todas las alumnas, no importan si se especializan o no en computadoras, deben tomar cursos de computación. Los proyectos de cooperación tanto con el sector público como prvado añade profundidad al curriculum del colegio. Los socios externos en esas actividades incluyen al Banco de la Ciudad de Taipei y la Corporación Radioemisora Cheng Sheng. El Departamento de Diseño Comercial ha producido inclusive los empaques para productos de la Corporación Taiwanesa del Azúcar y el Buró del Monopolio de Tabacos y Vinos de Taiwan. "Tenemos nuestros propios banco, revistas, radioemisora y estaciones de TV en el campus", dice Pao. "Existen proyectos de largo plazo que incluyen la administración de hoteles, firmas de diseño comercial y compañías editoras". Más de 40.000 mujeres de han graduado de Ming Chuan en las últimas tres décadas, pero durante el mismo período por lo menos unas 100 han sido expulsadas por haber violado las regulaciones de la escuela. La directora Pao insiste en un disciplina estricta, y ha ganado una reputación entre los padres de familia por sus métodos tradicionales. Los uniformes de escuela y el pase de lista, algunas veces conducidos por la directora misma, son obligatorios. Llegar con cinco minutos de retraso a una clase es considerado como una ausencia, y 45 ausencias en un semestre constituye base para una expulsión automática. A las alumnas que sorpredan copiándose en los exámenes son sujetas a expulsión. Aunque la mayor parte de las escuelas en Taiwan han eliminado la prohibición de bailes estudiantiles, Pao sigue prohibiéndolos al menos que sean aprobados previamente por las autoridades de la escuela. "No tengo otra alternativa que poner en vigor reglas estrictas", dice ella. "Tengo que responder ante los padres de familia, y sus actitudes finalmente dan forma a la política de la escuela". Si bien los colegios superiores y universidades de Taiwan confieren títulos a los estudiantes después que hayan terminado cuatro años de estudios, Ming Chuan solamente puede ofrecer un programa de tres años que otorga un certificado. De allí que un gran número de alumnas tratan de transferirse a universi­dades durante su segundo año. En 1965, las autoridades educativas aprobaron un proyecto para elevar a Ming Chuan a la categoría de instituto tecnológico de cuatro años, pero no se ha tomado acción alguna debido en parte a los planes previstos en la estructura educativa local. "Los programas de dos años y cinco años son suficientes para entrenar el potencial humano para entrar en trabajos que requieran una tecnología de nivel intermedio; y las universidades y colegios superiores preparan aquellos que irán a los empleos de alta tecnología", indica Pao. "En Taiwan, se deben establecer más institutos tecnológicos de cuatro años, o mejorar las instituciones de tres años que están bien administradas". Ming Chuan es obviamente una de las escuelas "bien administradas", y después de más de dos décadas de lucha por la acción gubernamental, "su situación ha sido solucionada por fin", dice Pao. "Definitivamente vamos a ser elevados a instituto de cuatro años en el próximo verano" El Instituto Nacional de Tecnología de Taiwan (INTT), fundado en 1974, tal vez no sea bien conocido entre los mayores colegios superiores y universidades, pero es el pináculo de la educación vocacional y técnica en la República de China. Muchos de los 8.800 exalumnos del INTT ocupan posiciones claves en los sectores comercial e industrial. El instituto ha ofrecido programas con grado de M.A. desde 1979, y programas Ph.D. desde 1983. Un indicativo seguro de la calidad educativa en el INTT es que la mayoría de los estudiantes ya han recibido tres ofertas de trabajo antes de graduarse. La competencia por admisión en los programas normales y de posgrado del INTT es dura, con una tasa de admisión de uno en seis solicitantes. La actual matrícula está un poco por encima de 4.000. El instituto, que había sido originalmente establecido para entrenar tecnólogos en vez de ingenieros, tiene programas de dos años y cuatro años para optar por un grado. Comparado con su vecino en el centro de Taipei, la Universidad Nacional de Taiwan (UNT), su campus de 10 hectáreas es modesto. El instituto consiste de un poco más de unos pocos edificios altos y algunos pedazos de áreas verdes. Pero los estudiantes miran hacia el curriculum, no la decoración. Hay ocho departamentos: Administración industrial, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Textil y de Polímeros, Ingeniería Cilvil, Ingeniería Química, Ingeniería Elétrica y Administración de Empresas, así como una Escuela de Posgrado de Ingeniería y Tecnología. El INTT asume naturalmente un en­ foque orientado hacia la tecnología con énfasis especial en la aplicación práctica. Pero el Dr. Shih Yen-ping (石延平), director del INTT, también cree que en el curriculum debe haber más que cursos técnicos. "Se requiere que los estudiantes completen un mínimo de 10 créditos en artes liberales en el lapso de dos años, de modo que tengan una sólida base en humanidades, ciencias sociales y lenguas, no solamente en temas técnicos", nos dice. El grueso de los graduados del INTT entran en las pequeñas y medianas empresas, y las estadísticas nos muestran que el 70 por ciento de ellos reciben el mismo salario inicial que aquellos graduados de colegios y universidades generales. Treinta y seis por ciento de ellos ganan inclusive más. Ellos son bien recibidos en el mercado laboral debido a que el entrenamiento que reciben en el INTT los cualifican inmediatamente para el trabajo. El éxito del instituto ha estimulado las ideas acerca de la imitación. "El Gobierno está estudiando la posibilidad de establecer más institutos como el INTT en las partes central y sur de Taiwan", dice Shih. Por buenas ratones. La reputación del INTT, y los beneficios obvios que proporciona al mercado, están alentando a un creciente número de graduados de primer ciclo de secundaria a buscar un entrenamiento técnico y vocacional más alto. Muchos estudiantes en el campus ya son gerentes de empresas, debido a que el instituto ofrece un programa para optar por un grado a graduados de primer ciclo de secundaria que ya están trabajando. Los estudiantes tienen seis años para completar este programa, obteniendo un B.S. en ingeniería. "Nuestra política de hacer hincapié en la aplicación práctica más que en los colegios y universidades generales, atrae a muchas per­ sonas, y algunos estudiantes están deseosos de sacrificar un salario mayor por empleo de tiempo completo para así tener una oportunidad educativa", dice Shih. Todos los estudiantes en el INTT están bajo tremendas presiones, especialmente en el programa de dos años. Toma un excepcional volumen de trabajo para ganar los 72 créditos requeridos para fin del segundo año, debido a que el curriculum incluye extensivas aplicaciones de laboratorioy fábrica. "Se requieren de cuatro créditos para crear la habilidad del estudiante para trabajar independientemente", nos dice Shih. Aparte, el INTT acepta proyectos de investigación por contrato del Consejo Nacional de Ciencia y el Instituto de Investigación de Tecnología Industrial. Los estudiantes participantes son divididos en grupos de investigación de dos o tres miembros y son orientados por un instructor. En esta clase de programa, muchos de ellos pasan la mayor parte de sus vacaciones de verano e invierno en nuestros laboratorios, centro de computadoras o fábricas que funcionan las 24 horas diarias. Existen similares oportunidades de aplicaciones prácticas tanto para los miembros de la facultad como los estudiantes. Por ejemplo, el instituto ofrece servicios al Gobierno y el sector privado a través de su Oficina de Tecnología y Cooperación. Acepta proyectos de investigación por contrato, propuestas para programas de entrenamiento en el trabajo, y ayuda a preparar seminarios o conferencias sobre ingeniería y administración. El INTT también tiene una variedad de centros de investigación, incluyendo su Centro de Automatización y Control, y el Centro de Tecnología y Ciencias de Materiales. Los mismos ayudan a estimular la interracción en varios campos técnicos que benefician a la industria local. Debido a que el INTT fue el primer instituto de tecnología en la República de China, no tuvo antecedentes locales en que orientarse. Pero esa desventaja se transformó en un beneficio a largo plazo. La escuela puede pasar por encima de muchos pesos tradicionales que existen en otras instituciones nacionales, y ofrece un curriculum más flexible. Los profesores y directores de departamentos gozan de más libertad para arreglar los cursos. Durante su fase inicial, se tuvo que pedir la colaboración de profesores de la UNT para llenar los vacios en su personal docente. Pero la facultad ha crecido desde entonces, y hoy día es excelente. La edad promedio de los instructores es 37 años, de manera que a veces, ¡resulta difícil distinguir profesores de alumnos! Los estudiantes pueden incribirse en 25 clubes de campus, todos ellos gratuitos. Pero pocos muestran mucho interés por las actividades extracurriculares. Apenas hay suficiente tiempo para estudiar, y ni hablar de participar en un club. Los estudiantes generalmente fijan sus miradas en una meta específica, y trabajan incesantemente para alcanzarla. "La mayoría de los estudiantes tienen experiencias tanto militares como de trabajo, de modo que ellos conocen cuán necesario resulta adquirir conocimientos apropiados para una futura carrera", explica un miembro de la facultad. "Los instructores no necesitan empujarles mucho: ellos se imponen una disciplina total sobre sí mismos". El INTT, el Colegio Ming Chuan, y la Escuela provincial vocacional agrícola e industrial de Taoyuan han creado cada uno una sólida reputación en base a cursos fuertes y bien enseñados que van directamente conectados al mercado laboral. El entrenamiento a mano y énfasis en el desarrollo de técnicas relevantes hacen que los graduados de esas escuelas sean especialmente flexibles en sus habilidades para hallar empleo y ajustarse personalmente a los cambiantes requerimientos de trabajo. Esas escuelas actúan como modelos concretos para otras instituciones, y demuestran como el sistema de educación técnica y vocacional puede trabajar efectivamente para satisfacer las demandas de la base económica rápidamente cambiante de la isla. □

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