04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Igual oportunidad de educación

01/05/1989
Por muchos años, los estudiantes ciegos y sordos en Taiwan eran deliberadamente separados del resto de los otros estudiantes, de sus comunidades, e inclusive de sus propias familias. Unas pocas escuelas suplementarias con pocos fondos reunían a todos los minusválidos juntos, y las necesidades por programas de educación especial eran generalmente ignoradas por el público.

Pero los cambios mayores en el sistema educativo de la República de China a partir de los años sesenta han traido consigo numerosas oportunidades para los niños que están en desventaja. Escuelas separadas para los ciegos y sordos están actualmente funcionando, y ofrecen clases académicas y vocacionales especiales para miles de niños.

A pesar del mejorado ambiente educativo, los graduados de esos programas especiales permanecen aparte de la corriente principal, calificados por la sociedad como casos de caridad y asumiendo erroneamente que ellos son incapaces de funcionar por sí mismos.

En 1989 se conmemora el Centenario de la primera escuela para ciegos y sordos en Taiwan. y los líderes en educación especial esperan que este año traerá un aumento sustancial del despertar público y entendimiento de los minusválidos. Como indica el presente artículo, ya existe una infraestructura educativa mejorada, pero existen tantos obstáculos como oportunidades hayan esperando a los estudiantes no aventajados después que entran en la sociedad.

El horizonte para los ciegos e impedidos visualmente ha mejorado sorprendentemente en los últimos anos. El Gobierno ha expandido sus fondos para los programas de educación especial y la filosofía educativa sobre la cual descansan. Muchos estudiantes ciegos asisten ahora a clases especiales en escuelas regulares, un desarrollo especialmente alentador debido a que integran dichos estudiantes dentro del sistema educativo general.

El Dr. Chang Hsun-kao (張訓誥), profesor de Educación Especial en la Universidad Nacional Normal de Taiwan (NTUN, sus siglas en inglés), cree fuertemente en el concepto de "colocar en la corriente principal" o integrar los minusválidos en la sociedad normal tanto como sea posible. "Los niños parcialmente ciegos pueden gozar del ambiente escolar, y los niños normales pueden aprender a entender a los visualmente impedidos", nos explica. "Solamente cuando el minusválido sea completamente incapaz de funcionar en este ambiente que recurrimos a enviarlo a escuelas especiales".

Taiwan tiene tres escuelas especiales para los ciegos, cada uno de ellos dividido en niveles de escuela primaria, secundaria y bachillerato. Esas instituciones dan instrucción, actividades extra­ curriculares, e instalaciones opcionales para internado para más de 300 estudiantes. El énfasis de tales escuelas radica en preparar estudiantes para integrarlos en la sociedad.

La Escuela para Ciegos de Taipei es un típico ejemplo. El director, Yen Cheng-hsiao (葉正孝), está de acuerdo con Chang en que los estudiantes minusválidos deben aprender a funcionar en un ambiente normal. "No les tratamos como objetos de pena", dice él. "Nuestra meta es formar en ellos la autoconfidencia y ayudarles a adaptarse a una vida social normal. También les enseñamos habilidades vocacionales de manera que puedan sobrevivir como miembros productivos de la sociedad".

La escuela estimula el contacto con personas de todos los niveles por medio visitas de clase, actuaciones musicales, y una variedad de otras actividades. Una visita a la escuela revela aulas de clase que resuenan con voces de niños energéticos que preguntan o hablan en voz baja cuando creen que la maestra no puede oirles. Mientras algunos estudiantes están estudiando ciencias de computadora o inglés, otros están jugando en el patio, incluyendo baloncesto. Para esos estudiantes, la pérdida de la visión no es equivalente a perder el optimismo.

En una clase de Geografía, por ejemplo, los estudiantes aprenden acerca de Europa central, guiados por un mapa en código Braille con fronteras nacionales en alto relieve. Cuando la discusión enfoca en Alemania. Berlín en particular, un estudiante grita: "¡Oye, estoy sintiendo el Muro de Berlín!"

Los maestros sirven como puente indispensable entre el estudiante y la sociedad. Para comunicarse con los alumnos y calificar sus tareas, todos los instructores deben aprender el sistema Braille de matrices de seis puntos que permiten que los ciegos leen mediante el tacto (aunque en cada país, los símbolos denotan diferentes palabras). También hay lenguajes Braille por separado para la música, taquigrafía, y matemáticas superiores.

Desafortunadamente, nunca hay suficientes instructores calificados. El actual entrenamiento que se requiere para enseñar en una escuela especial para ciegos incluye por lo menos dos años de experiencia docente en una escuela pública regular, y un año de entrenamiento especial en el Colegio Normal de Tainan. Aquellos maestros que conducen clases especiales en escuelas regulares han tomado por lo menos 20 horas de educación especial en la NTNU. El sistema de apoyo de la universidad sigue inadecuado, pero Yeh dice que se establecerán eventualmente departamentos de educación especial adicionales a nivel universitario para reclutar y entrenar más maestros.

Las escuelas también carecen de instalaciones adecuadas para los estudiantes. Aunque muchos de los estudiante reciben asistencia financiera, los fondos gubernamentales y equipos educativos aún no equiparan sus entusiasmos o necesidades. "Necesitamos de todos, desde lentes de aumento y libros parlantes hasta sofisticadas máquinas de aumento para lectura, artefactos Optacon (para convertir material impreso en Braille), y computadoras Braille", recalca Yeh. "Pero la mayor parte de este equipo avanzado debe ser importado desde Japón a altos precios debido a que no hay compañía local que posee la tecnología para producirlo".

Yang Chen-lung (楊振隆), director de estudios de la Escuela para Ciegos de Taipei, añade que los materiales impresos también escasean. Taiwan no tiene una organización central de impresión equivalente a la Casa Editorial Americana para Ciegos. Pocos hombres de negocio desean publicar material Braille debido a que el proceso de impresión es tedioso y requiere mucho tiempo y esfuerzo humano. Complicando este problema, algunos equipos Braille que son útiles en otros países, son inadecuados para la lengua china. Un ejemplo es la computadora parlante que comunmente se usa para ciegos en los EE.UU. Esas máquinas no pueden dominar los cuatro tonos del chino hablado.

Las oportunidades educativas para los visualmente impedidos más allá de la secundaria son limitadas, otro resultado de los limitados recursos. Aunque el Ministerio de Educación administra una éxamen especial de admisión universitaria para ciegos, y uno aparte para sordos, solamente cinco o seis solicitantes por año entran en una de las tres escuelas que aceptan estudiantes con esos impedimentos.

Un ciego graduado de la Universidad Tamkang en 1984 piensa que las universidades tienen prejuicios en contra de los impedidos y por lo tanto no están al tanto con ofrecerles instalaciones adecuadas. "Cuando estaba en la escuela", dice, "tenía que grabar muchos de mis propios libros o pedirle a mis amigos para que me ayuden debido a que hay tan pocos libros en Braille. Algunas veces los profesores no me permitían grabar sus clases. ¿Qué podía hacer yo?"

A pesar de tales fallas sustanciales, Taiwan en realidad se compara favorablemente con la mayoría de las naciones asiáticas. Muchas naciones en la región, incluyendo China continental y algunas naciones en vías de desarrollo en el Sudeste de Asia, casi no poseen escuelas, programas o servicios especiales que sean meritorios. Japón y Corea del Sur son excepciones. El Profesor Chang de la NTNU explica que en Japón, cada distrito tiene una escuela para los ciegos -un total de 70 en todo el país. El panorama local no es tan bueno. "Como resultado, Taiwan está tratando de reclutar especialistas entrenados en el exterior para que ayuden en sus programas educativos especiales", nos dice. "También, en junio tenemos planes de crear una red de computadoras para los ciegos, uniendo China continental, Hong Kong y Taiwan".

Los servicios para ciegos fuera de las escuelas también necesitan un extensivo mejoramiento. Solamente un puñado de bibliotecas poseen materiales de lectura en Braille, y lo que existe es insignificante en todo sentido. Chang estima que no hay más de 2.000 volúmenes, incluyendo duplicados, en la sección de Materiales para Ciegos de la Biblioteca Central. El alcance de esos volúmenes es más bien estrecho, con aguda escasez de materiales en historia, geografía y filosofía. Más aún, no hay perros centinelas en Taiwan que ayuden a las personas ciegas no acompañadas.

Incluso si todas esas deficiencias fuesen corregidas, sería aún difícil integrar a los ciegos en la corriente principal de la sociedad. Algunas familias tradicionales con miembros ciegos rehusan aceptar la asistencia gubernamental, o incluso permitir que sus familiares ciegos salgan de casa. Otros creen que solamente la familia debe cuidar por los miembros de la familia. Además, existe una amplia discriminación en los sitios de trabajo. Algunos dueños de empresas citan la salud o la seguridad como excusas para excluir solicitantes de trabajo ciegos que califican para los puestos que se ofrecen. "La gente sencillamente no entiende a los ciegos, y ellos no confían en sus habilidades", dice el Profesor Chang.

Cheng Lung-shui (鄭龍水), es ciego, y sin embargo asistió a escuelas regulares desde primaria hasta la universidad. El es ahora editor de la revista Echo, una publicación mensual que se edita para los ciegos. A pesar de su limitado presupuesto, Cheng y sus asociados tienen más de 1.000 suscriptores. La revista mensual viene con dos cintas cassettes, y en las palabras de Cheng, "trata de construir un puente entre la gente ciega y aquellos que son normales, así como intenta preservar la cultura china".

Si bien muchas personas ciegas trabajan como adivinadores, tipógrafos, músicos, y afinadores de piano, un gran número permanece desempleado. De acuerdo con el Profesor Chang, la tasa de desempleo es casi el 20 por ciento para los ciego adultos, comparado con el 2 por ciento entre todos los adultos en Taiwan. La mayoría de ellos terminan trabajando en salas de masajes, sitios no considerados como de buena reputación para trabajar en la isla. Los masajistas ciegos ganan un ingreso decente, pero existen pocas oportunidades para romper este molde. Además, ellos se enfrentan a la competencia. Hace algunos meses, un grupo de manifestantes ciegos organizaron una manifestación en contra del uso generalizado de masajistas eróticas. Esta es una protesta legítima debido a que en Taiwan solamente los ciegos están legalmente autorizados para trabajar en las salas de masajes.

"Es muy importante que la gente ciega se sienta aceptada", dice Chang. La aceptación depende en gran parte a un buen sistema de educación especial y la sensibilidad pública hacia las necesidades especiales de los impedidos. Si bien el progreso es lento, aún no hay abogados, doctores e ingenieros ciegos trabajando en Taiwan, tal como existen en los EE.UU. y Japón.

Los programas de educación especial para los impedidos del oído, al igual que los ciegos, tuvieron un lento comienzo en Taiwan, pero fueron acelerados en los años sesenta y setenta. Colocar los ciegos y sordos en escuelas separadas permitió que los administradores reestructurar los programas y definir las metas más claramente. Además, los educadores eventualmente permitieron que los parcialmente sordos se matriculasen en programas especiales en escuelas públicas ordinarias. Actualmente, solamente aquellos niños que han sufren de una severa pérdida de la audición asisten a escuelas especiales. Hoy, las instalaciones y servicios para sordos en Taiwan son superiores a la mayor parte de las naciones asiáticas.

Los maestros en las cuatro escuelas para sordos de la isla hacen hincapíe en el desarrollo del buen carácter, el enriquecimiento del conocimiento general y el entrenamiento en técnicas vocacionales. Como sus colegas en las escuelas para sordos, los maestros tienen que aprender técnicas de comunicación especial, en este caso lenguaje de señales. Cursos de educación especial en este campo se ofrecen en la NTNU y el Colegio Normal de Changhua.

Una feliz diferencia con la situación de la enseñanza en las escuelas para ciegos es que hay un excedente de maestros calificados. De acuerdo con Han Fu-jung (韓福榮), un administrador de la Escuela Municipal para Sordos de Taipei, "es muy difícil obtener un trabajo como maestro (de una escuela para sordos) debido a que hay muchos solicitantes". Aquellos afortunados que en­ cuentran una vacante, se encuentran a sí en un ambiente escolar lleno de retos pero interesante.

La Escuela Municipal de Taipei, un edificio recientemente renovado con un patio espacioso, acepta estudiantes con edades de tres años hacia adelante, y ofrece alojamiento para quienes viven muy lejos de la escuela. Como sus contrapartes en las escuelas para ciegos, los estudiantes están expuestos desde temprana edad al contacto con gente normal. Cada año, hay numerosos intercambios de eventos atléticos y culturares con otras escuelas de naciones del Pacífico y algunas escuelas locales, como la Escuela Americana de Taipei.

"Se hace diferente énfasis para cada grupo de edades". explica Han. "Para los más jóvenes, estimulamos una comunicación total: discernir sonidos, hablar y lectura de labios". Las aulas de pre­-escolares parecen salas de juegos gigantes, con juguetes, crayones y muchas caras amigas. Muchas madres se sientan detrás, manteniendo su compañía con los niños o ayudándoles a aprender los caracteres básicos. Eventualmente, dice orgullosamente Han, muchos de ellos estarán calificados para ser transferidos a escuelas regulares.

En la mayoría de las clases elementales hay dos maestros, uno para enseñar lenguaje de señas, y otro para el sistema fonético. A pesar que el chino es un lenguaje tonal y fonético, los maestros o alumnos no se sienten desalentados, a pesar que el aprendizaje puede ser más lento y algunas veces un proceso frustante. Textos similares a los que se usan en las escuelas públicas ordinarias complementan los materiales especiales para sordos, y a los estudiantes se les da elogios y pequeños regalos por sus tareas bien hechas. "Es importante ofrecerles a los alumnos más jóvenes un sentido de logro", dice Chang Ming-huei (張明輝), director de la Escuela Municipal de Taipei. "De esta forma, ellos se vuelven más confidentes y luchan por alcanzar un logro mayor".

Existe un alejamiento marcada del entrenamiento académico en el nivel de bachillerato, no debido a que los estudiantes ya no siguen interesados, sino porque es más práctico que adquieran tales técnicas. Las clases vocacionales satisfacen las necesidades y expectativas del estudiante, en línea con el mercado de trabajo. Ciencias de computadoras, técnicas de imprenta, diseño de moda, arte y cocina son los temas más populares. "Tenemos muchos estudiantes con talento", dice el director. "Si entra en una clase de arte, por ejemplo, Usted tal vez no notará que esos estudiantes son impedidos. Y casi todas las cosas en mi oficina -escritorio, silla, sofá, cortinas, mesas, estantes de libros, cuadros, etc.- han sido confeccionados por los estudiantes en esta escuela".

Similar a la situación a que se enfrentan los ciegos, las oportunidades educativas más allá de las escuelas especiales son bastante limitadas para los estudiantes sordos. Menos de 20 estudiantes sordos ingresan en la universidad o colegio superior cada año, después de tomar un examen especial. Y para un grupo tan pequeño, la oportunidad de estudiar fuera del país es por lo general, un sueño, ya que el Gobierno no ofrece becas para que estudiantes sordos estudien en ultramar. Un maestro en la Escuela Municipal de Taipei que se las arregló para estudiar afuera -en el Gallaudet College de Washington, D.C., única universidad para sordos en el mundo- señala que él tuvo que costearse sus estudios. Hablando en lenguaje de señas, él dice que espera que algunos de sus propios alumnos puedan ir al exterior algún día, y que puedan ser ayudados con fuentes externas.

Los graduados de las escuelas para sordos experimentan frustaciones especiales, aunque tal vez no sea de la extensión de aquellas que encuentran los ciegos. Si bien las instalaciones públicas son en un todo satisfactorias, una deficiencia notable es la ausencia de caracteres chinos que acompañen los noticieros de la televisión. (Hay titulares en chino para los programas regulares, pero su propósito original era ayudar a quienes hablan otros dialectos chinos para que entiendan el programa, no para ayudar a los sordos.) Chang dice que los estudiantes de la Escuela Municipal de Taipei algunas veces pasan malos ratos al tratar de obtener trabajos decentes. Con frecuencia se le ofrece a los sordos trabajos mal pagados o en posiciones menos deseables, tales como estar en una línea de ensamblaje de computadoras o barrer las calle. Frecuentemente se les ofrece las tareas que han sido desechadas por la sociedad.

Pero los tiempos están cambiando. El interés público en los sordos parece estar aumentado, impulsado en parte por una reciente opereta de televisión acerca de niños sordos comunicándose con lenguaje de señales y sobreponiéndose a obstáculos personales y sociales. Han dice que muchas y muchas más personas desean ahora aprender el lenguaje de señas. Tantas, que de hecho, ya no hay suficiente espacio en los programas de verano de entrenamiento en lenguaje de señas en la Escuela Municipal de Taipei.

Existen otras formas mediante las cuales la sociedad puede exhibir un mayor entendimiento de los impedidos del oído. Por ejemplo, la cooperación de compañías locales que patrocinen internados para estudiantes sordos podría ayudar a desmantelar muchas barreras. Tales entrenamiento en el servicio podrían mejorar mucho la imagen de una compañía, así como la habilidad y confidencia del internado. Mayor atención de los medios de comunicación y relaciones públicas podría ser de ayuda. Pero tal vez, la mejor esperanza radica en aquellos niños que juegan y estudian con estudiantes parcialmente sordos en las escuelas regulares. A diferencia de las generaciones anteriores, ellos no se sentirán tan apesumbrados con los prejuicios contra los impedidos que siguen en evidencia entre generaciones más viejas.

A pesar de las restricciones financieras durante el período del predesarrollo en Taiwan, los educadores dedicados han logrado crear respetables programas de educación especial para los ciegos y sordos en Taiwan. Pero la relativamente exitosa puesta en marcha de esos programas no sugieren de ninguna forma que debe darse lugar a la complacencia. Se necesitan mejorar las instalaciones y eliminar los estereotipos. Aún queda mucho trabajo por hacer, especialmente con los ciegos.

"La educación especial es una inversión a largo plazo", dice el Profesor Lin Pao-kuei (林寶貴) del Colegio Normal de Changhua. Más aún, es una inversión que beneficia a todos, no solamente a los minusválidos. El director Chang de la Escuela Municipal para Sordos de Taipei, resume esta actitud: "Un mejoramiento en la educación especial también representa un mejoramiento en la educación general". Con un continuo financiamiento, así como la educación del público acerca de los minusválidos, Taiwan podrá un día ser vista por encima de todas las naciones tanto como una líder en la educación especial, como un área donde se ofrecen iguales oportunidades de empleo. □

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