03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

El bombardeo de Quemoy

01/09/1988
Hace 30 años se inició con un bombardeo masivo de artillería, la batalla del "23 de agosto" entre los comunistas chinos y las fuerzas de la República de China sobre la isla de Quemoy (o Kinmen).

Después de 44 días de bombardeo intensivo, los comunistas se dieron cuenta que la isla y sus tropas de la República de China no estaban determinadas a capitular. Por otra parte, la Séptima Flota de los Estados Unidos estaba posicionada en el Estrecho de Taiwan y amenazó con una fuerte represalia por cualquier invasión ya sea de la isla o de la misma Taiwan.

El hostigamiento de artillería continuó por otros 20 años (con proyectiles que estallaron en los días "impares"), pero la decisión ya estaba tomada: las fuerzas civiles y militares de la República de China estaban determinadas a luchar hasta el fin y para las fuerzas comunistas el costa de superar tal tenacidad, fue demasiado grande.

Durante el aniversario de la batalla en agosto pasado, los veteranos de la República de China de este conflicto pudieron recordarlo como un trabajo bien hecho y como un símbolo continuo de la resolución de la República de China para resolver el bloqueo de la agresión comunista en el Estrecho de Taiwan.

En base a informes de Inteligencia en lo relativo a los masivos movimientos militares y al reforzamiento en el continente chino al otro lado de Taiwan, el 17 de julio de 1958 el Ministerio de Defensa Nacional de la República de China ordenó la cancelación de permisos para todo el personal militar, puso a las fuerzas armadas en estado de alerta en época de guerra y en Kinmen, el área de defensa de primera línea, se hicieron intensos preparativos de guerra.

Evidentemente, las fuerzas militares comunistas se habían mobilizado y transferido al área costera de la Provincia de Fukien y tanto a lo largo de la línea férrea de Yinghsia, como de las carreteras costeras, se observó un intenso tráfico. Fue estimado que más de 189.000 tropas, respaldadas por 370 piezas de artillería se posicionaron al otro lado del Estrecho frente a Kinmen.

Por lo menos 267 aviones se colocaron en los aeropuerto directamente en­ frente de Kinmen y dentro de 745 millas náuticas de Taiwan, los comunistas desplegaron un total de 1.842 aviones, incluido 1.335 aviones de reacción. Los vuelos de entrenamiento y las actividades de reconocimiento por parte de los aviones de combate MIG-15 y MIG-17, empezaron muy pronto a ser más frecuente .

El 29 de julio e estacionaron bombarderos en el aeropuerto de Shanghai. Precisamente después de ese mediodía, cuatro Thunderijets fueron alacados durante una misión de patrullaje de rutina sobre el Estrecho de Taiwan por parte de cuatro aviones comunistas de combate MIG-17. Uno de ellos fue derribado y otro sufrió serios daños. Los comunistas organizaron también dos flotas navales y ambas se trasladaron cerca de Fukien. Por lo menos 17 buques de guerra y 21 barcos torpedo tenían su base en los puertos de Fukien.

Posteriormente, el 3 de agosto, el primer ministro soviético Nikita Krushchev y Mao Tse-tung concluyeron cuatro días de conversaciones secretas en Pekín. Fue emitido entonces un comunicado conjunto para denunciar a Estados Unidos y al Reino Unido como "enemigos de la paz y la democracia". La mayoría de observadores consideran que la acción militar contra Kinmen y Matsu fue realmente el principal tópico de este encuentro entre los dos líderes comunistas, especialmente conforme se trasladaron rápidamenle pesadas piezas de artillería hacia los emplazamientos ya construidos opuesto a Kinmen. A esto fueron seguidos despliegues marítimos de aire, mar y tierra, que indicaron que estaba por estallar una crisis en el Estrecho de Taiwan, pisándoles los talones a la crisis del Oriente Medio.

"Los periodistas extranjeros ya presentían que se aproximaba algo muy serio", escribió Lawrence Chang (張廣基), importante periodista de ese entonces, quien cubrió toda la batalla para NBC news. El 6 de agosto, el Ministerio de Defensa de la República de China anunció que las fuerzas armadas de la nación habían alcanzado un estado de emergencia de preparación para el combate "ante la súbita intensificación de la tensión a través del Estrecho de Taiwan".

El 13 de agosto, tuvo lugar una escaramuza de ocho minutos entre Sabrejets de la República de China y aviones de combate MIGs comunistas. No se reportó daño alguno en ninguno de ambos lados. El mismo día se hicieron sonar en Matsu, siete vcces, las alarmas de alaque áereo y al día siguiente, los Sabrejets de la República de China encontraron y sostuvieron un combate con ocho aviones cazas MIG-17 al sur de Matsu y derribaron dos de ellos. La balalla se extendió sobre el nivel del mar conforme las unidades navales de la República de China se enfrentaron con siete cañoneras comunistas, de las cuales hundieron tres y dañaron una.

El 20 de agosto, el Generalisimo Chiang Kai-shek llegó a Kinmen y al Pequeño Kinmen, para inspeccionar los preparativos de defensa, sólo tres días antes de que empezara la batalla.

Veintitrés de agosto de 1958: día soleado y con cielo despejado. Desde muy temprano, los campesinos se encontraban en sus campos. Todo parecia tranquilo, pero los puestos de observación informaron que al otro lado del Estrecho, se había quitado la cubierta de las piezas de la artillería comunista. Todos los puestos habían recibido instrucciones de mantener una estrecha vigilancia.

Por la tarde continuaba la tranquilidad bajo un sol refulgente. Luego, a las 6:30 p.m. en la tierra y el aire estalló un poderoso estruendo.

"Estábamos cenando cuando repentinamente se deja escuchar un ruido atronador", recuerda Wang Kui-ying, quien en ese entonces era capitana de las unidades del cuerpo femenino del ejercito estacionadas en Kinmen. "Lo siguiente que puedo recordar es que en nuestros tazones tuvimos mucho más ingredientes" -dijo- y agregó: "la explosión parecía haber hecho añicos al mundo", pero no obstante que el bombardeo fue "ensordecedor", no la asustó. "los nuevos reclutas le temían a los bombardeos, mientras que los viejos soldados, a las ametralladoras", afirmó. Como soldado con experiencia, sólo al escuchar su sonido sabía si una bomba iría a pasar sobre su cabeza o a estallar cerca.

Pero lo que Wang no sabía en ese entonces era la intensidad del bombardeo: durante las primera dos horas de la batalla estallaron sobre la pequeña isla más de 25.000 disparos de artillería y el bombardeo continuó constantemente durante toda la noche. En el primer día, los comunistas hicieron estallar 57.000 disparos.

Seis minutos después del bombardeo inicial por parte de los comunistas, las fuerzas de artillería de la República de China contraatacaron con fuego de artillería, iniciándose oficialmente la batalla que más tarde sería conocida como "23 de agosto". En el primer día de lucha, las bajas en Kinmen alcanzaron aproximadamente 200, recuerda Wang, "pero esa fue la mayor pérdida durante todo el período; posteriormente sólo hubo unas cuantas".

Probablemente la mayor pérdida fue la muerte de tres subcomandantes de la guarnición de Kinmen, los generales Chao Chia-hsiang (趙家驤), Chi Hsing­-wen (吉星文) y Chang Jieh (章傑). El ministro de Defensa Yu Tai-wei, quien también se encontraba en Kinmen, fue levemente herido. "Esto lo supimos mucho después", dijo Chang, de NBC.

Para hacer el incidente más dramático Yu retornó inmediatamente a Taipei y les solicitó a los altos funcionarios de las embajadas en la República de China, que se reunieran con él en el aeropuerto. "Esto era muy extraño, puesto que el Sr. Yu nunca había hecho antes algo similar", recuerda Chu Hsi-ning (朱西寧), soldado convertido en escritor y que posteriormente escribió una novela en dos volumenes sobre la batalla del 23 de agosto. "Y allí apareció enfrente de todos con manchas de sangre sobre todo el rostro" -continuó- "siendo así como se inició toido. Fue entonces cuando el embajador de Estados Unidos ante la República de China quedó plenamente convencido que la lucha era de verdad". Con el bombardeo, los comunistas habían empezado su intento por aislar la isla, invadirla y luego trasladarse a Taiwan y Pescadores.

Más de 70 periodistas de los medios de comunicación mundial más importantes empezaron a cubrir la batalla y el mundo empezó rápidamente a darse cuenta lo que los comunistas tenían en mente. El Secretario de Estado Norteamericano John Foster Dulles, emitió una declaración en forma de carta dirigida al Sr. Thomas Morgan, presidente del Comite de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes:

"Nos encontramos más bien preocupados por la evidencia del reforzamiento de los comunistas chinos al que usted se refiere. Ello sugiere que podrían tratar de apoderarse por la fuerza de las islas de Quemoy (Kinmen) o Matsu, que como usted sabe, han estado continuamcnte en manos de la República de China y durante los úlitimos cuatro años los lazos entre estas islas y Formosa se han vuelto más estrechos y ha aumentado su interdependencia. Considero que esto podría ser bastante peligroso para todos si se asume que si los comunistas chinos intentaran cambiar esta situación por la fuerza y trataran ahora atacar y buscar conquistar estas islas, esto podría ser una operación limitada y me temo que constituiría una amenaza para la paz del área. Espero y creo que eso no irá a ocurrir".

El 27 de agosto, Estados Unidos anunció que se había ordenado el traslado desde el Mediterráneo de un portaviones y cuatro destructores, para reforzar la Séptima Flota norteamericana y el presidente Eisenhower indicó: "los Estados Unidos no van a abandonar su responsabilidad para con la República de China."

Al día siguiente, el Departamento de Estado norteamericano declaró: "Esta amenaza directa y el bombardeo masivo de Quemoy vino como un decidido recordatorio del militarismo y agresivo expansionismo de Pekín y contrasta directamente con las repetidas declaraciones de sus intenciones pacíficas."

El 29 de agosto la Armada norteamericana anunció que el portaviones Midway había sido enviado de Honolulu para reforzar la Séptima Flota de Estados Unidos y Wilber Brucker, Secretario del Ejército norteamericano llegó a Taiwan al día siguiente, precisamente cuando los comunistas chinos proclamaron que estaban extendiendo sus límites de aguas territoriales a 12 millas. Esto fue considerado una clara provocación a la flota norteamericana que se encontraba cruzando el Estrecho de Taiwan.

Tanto Estados Unidos como el Reino Unido rechazaron esta extensión de aguas territoriales. El 5 de septiembre, Christian Herter, Subsecretario de Estado Norteamericano, indicó en un discurso preparado para la reunión anual de la Asociación Norteamericana de Cicncia Política: "No obstante que en los últimos meses los comunistas han en­ fatizado la subversión y penetración por media de los canales económicos, políticos y psicológicos, su principal instrumento de expansión en Asia ha sido la fuerza. Por eso, su actual recurso de la fuerza debe verse no solamente a la luz de Taiwan y de las islas mar adentro, sino que también ante la posibilidad real de su extensión a estas nuevas naciones del Sudeste de Asia, así como Corea."

Herter agregó que el ataque militar por parte de los comunistas fue "un asunto relacionado directamente con las naciones libres del continente asiático", así como "también una gran preocupación para los habitantes de las Filipinas" y concluyó que "los comunistas chinos tenían una meta: dominar y controlar a sus vecinos del Lejano Oriente".

Dos días más tarde, la Séptima Flota escoltó triunfalmente a Kinmen la provisión de barcos de la Armada de la República dc China. Por otra parte, el Gral. Curtis Le May, Subjefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, llegó a Taipei para sostener conferencias de alto nivel con los líderes chinos y norteamericanos acerca de la defensa de Taiwan. Al día siguiente se iniciaron al sur de Taiwan los primeros ejercicios Sino- Norteamericanos de desembarco anfibio, conocidos como" Land Ho".

El 10 de septiembre, la Unión Soviética y los comunistas chinos conjuntamente repitieron sus advertencias a Estados Unidos que el "agresor" debía permanecer fuera del área. Pero el mismo día, el pesado crucero norteamericano Los Angeles se unió a la Séptima Flota para defender Taiwan, mientras que en Guam, el Almirante Harry Felt, Comandante en Jefe del Pacífico de Estados Unidos, dijo: "La Séptima Flota Norteamericana devolverá golpe por golpe a los comunistas chinos si los rojos inician el fuego".

A pesar de la condena de parte de los demás países de la región, particularmente Corea y las Filipinas, así como las demás naciones alrededor del mundo, el bombardeo continuó en un promedio de 12.000 disparos diarios sobre la isla. Sin embargo existió un combate más estrecho con los comunistas que el intercambio de fuego de artillería a través del Estrecho. Como los comunistas estaban tratando de cortarle a la isla todos los refuerzos, se produjo un constante hostigamiento por mar y aire.

Del 14 de agosto al 5 de octubre la Armada china destruyó siete cañoneras y dañó otras dos en el brazo de mar cercano a la isla de Matsu. Durante el mismo período tuvieron lugar otras cuatro batallas marítimas cerca de Kinmen y fue hundido un total de 19 torpederas comunistas. Mientras tanto, la Armada china sufrió la pérdida en esa área de doce marinos y un carguero.

Para proteger Kinmen y los islotes que la rodean, la Fuerza Aérea de la República de China envió un total de 8.361 vuelos y se enfrentó con aviones comunistas 14 veces, consiguiendo victorias en 11 de los encuentros. Los pilotos de la República de China derribaron 31 aviones enemigos y causaron daños a otros seis, en tanto que solo perdieron dos de sus propios aviones de combate ante el fuego enemigo y otro en un aterrizaje forzoso.

La provisión logística de la isla durante los 44 días de batalla no fue una misión fácil. La Armada y la Fuerza Aérea de la República de China le proveyó a Kinmen 350 toneladas diarias de suministros. En el término de sólo un mes, la Fuerza Aérea completó 15 lanzamientos aéreos, proveyéndole a los de­fensores aproximadamente 1.790 toneladas de material. En igual número de embarques, la Armada llevó a la isla 3.862 toneladas de provisiones.

Los periodistas sufrieron bajas, al igual que los valientes hombres que defendieron Kinmen. Seis perecieron en un trágico incidente mientras estaban siendo transportadas las provisiones a la isla, como informó Chang Kuang-chi: "Cuando la decimoséptima tanda se estaba retirando, el Coronel Lee a bordo de un LST gritó que sería la última... cuatro reporteros brincaron dentro del LVT, seguidos por otros cuatro... con dos toneladas de provisiones, cuatro soldados y un coronel a bordo, luego, súbitamente aparecieron otros ocho periodistas más".

El pequeño navío pronto se vio envuelto en problemas: el motor del LVT dejó de funcionar y se hundió. El trabajo de rescate por parte del Coronel Lee y sus soldados fue inútil; seis reporteros desaparecieron. Okuto Tadao de la agencia de noticias Kyodo nadó a la costa, mientras que Yen Chung del Youth Warrior Daily fue arrastrado por el mar y no fue rescatado sino hasta más de 30 horas después. Desde entonces, Yen no ha vuelto a comer pescado. 'Así como ellos no me comieron, yo tampoco lo hare', dice.

De todas formas, para cuando se reforzaron las fuerzas de combate de la República de China, las cosas en Kinmen no quedaron muy tranquilas. Por otra parte, para evitar la pérdida de civiles, aproximadamente 6.150 habitantes muy jovenes y viejos fueron evacuados a Taiwan. Este intento fue considerado como una demostración de la determinación gubernamental de permanecer dentro de Kinmen y no dejarles a los comunistas ni el más mínima pedazo de terreno. A pesar de la relocación, las pérdidas de civiles fueron sustanciales. Las estadísticas recopiladas después de la batalla mostraron que fue destruido un total de 2.649 viviendas; otras 2.397 sufrieron daños y 80 civiles perdieron la vida.

Luego de la expiración del cese de fuego, los comunistas lo extendieron a otras dos semanas. Pero el conflicto estaba muy lejos de terminar; el 25 de octubre los comunistas anunciaron que podría observarse un "cese de fuego por unos cuantos días", lo cual significaba que en los "días siguientes" continuarían los bombardeos. Estos empezaron y se prolongaron durante los 20 años siguientes, hasta que el 15 de diciembre de 1978 Estados Unidos reconoció a Pekín. Durante ese entonces, en Kinmen estallaron aproximadamente un millón de granadas que mataron a otras 162 personas e hirieron a otras 800. Así­ mismo quedaron dañadas o destruidas otras 9.000 viviendas.

"Pero la victoria estaba de nuestro lado", dice el escritor Chu Hsi-ning, señalando su novela Notas sobre el 23 de agosto. La República de China destruyó 131 piezas de artillería comunista, 67 posiciones de artillería, 118 puestos de observación, campos y depósitos de municiones y aproximadamente 80 camiones y buques. En siete encuentros marítimos, fueron hundidos 26 botes comunistas, mientras que otros nueve, así como dos barcos, sufrieron serios daños. Las 12 batallas aéreas presenciaron el derribamiento de 31 aviones comunistas y posiblemente otros siete. El intento comunista de un bloqueo probó ser inútil y "mostró que éramos lo suficientemente fuertes para aferrarnos a nuestro propio campo, a pesar de la presión internacional por arrancarnos a Kinmen y Matsu", dice Chu.

La comunidad internacional trato una vez más de persuadir al Generalisimo Chiang de abandonar las dos islas, pero él replicó: "Estamos peleando hasta el último de nosotros... No le daremos a los comunistas ni siquiera una pulgada de terreno, puesto que Kinmen y Matsu constituyen parte de la defensa de Taiwan y Penghu".

"Lo que es más significativo", continúa Chu, "es que nuestras fuerzas de­ mostraron gran capacidad para aceptar los desafíos, permanecer firmes y controlar la situación". La exitosa defensa probó lo que son capaces de hacer las fuerzas de la República de China y "eso es en verdad lo que hace a los comunistas pensarlo dos veces antes de intentar atacar otra vez". □


La Isla Bastión

POR WANG CHIEN-HUI

Kinmen (金門), conocida también como Quemoy, es uno de los dos complejos de isla cercanos a la costa, pertenecientes a la Provincia de Fukien, bajo la soberanía de la República de China en Taiwan. Localizada precisamente fuera de la costa de Fukien y dominando el Estrecho de Taiwan, tanto Kinmen como Matsu son estratégicamente importantes para la defensa de Taiwan y las Pescadores (Penghu).

Ambas islas están bajo jurisdicción de una comisión administrativa militar local por razones de seguridad y sirven como puestos de avanzada para controlar las actividades militares en China conlinenlal.

El complejo de Kinmen, localizado a 118.24° longilud Este y 24.27° latitud Norte, comprende 12 islotes que cubren un área de 161.40 kilómetros cuadrados fuera de la costa sudeste de la Provincia de Fukien. La distancia más corta entre Kinmen y el territorio en poder de los comunistas, es sólo mayor de dos kilómetros. La isla domina una posición clave al bloquear la boca de la bahía de Amoy sobre el continente chino a solamente 18 millas náutica de distancia. Su posición geográfica se ajusta bien con su nombre de Kinmen, que significa literalmente "puerta dorada".

La isla llegó a ser habitada por primera vez en el siglo II, cuando seis familias cruzaron el mar desde el centro de China para escapar de una guerra. Su historia más remota fue conocida nuevamente cuando la guerra se extendió a sus costas 17 siglos más tarde, conforme la pequeña isla tuvo que enfrentar la responsabilidad de bloquear las tropas comunistas invasoras que trataban de invadir Taiwan.

A partir de la dinastía Tang (618-907 d. C.), Kinmen ha sido conocida como un "lugar de ensueño sobre el mar", cuando cada vez más y más pobladores del continente chino llegaron a cultivar la tierra y a criar animales, convirtiendo una zona desierta en una tierra prospera.

No obstante ser una isla montuosa, Kinmen cuenta actualmente con 6.340 hectáreas (1 hectarea =2.47 acres) de tierra cultivable que produce en su mayor parte sorgo, batatas, cacahuetes, cebada y verduras. La combinación de plantaciones de sorgo y un abundante suministro de arcilla de porcelana constituyen dos de las principales fuentes de ingresos locales: el famoso licor de sorgo Kaoliang de Kinmen y los artículos de porcelana y cerámica.

La destilería de Kinmen tiene una producción anual de aproximadamente 3 millones de kilogramos, el 70 por ciento del cual se vende a Taiwan, con el resto ya sea comercializado localmente o exportado. La Fábrica de Porcelana y Cerámica de Kinmen es la mayor fabricante de porcelana y cerámica de la República de China, con una producción anual que excede los 2,5 millones de piezas.

Los ricos recursos marinos alrededor de Kinmen hacen de la pesca otra fuente importante de ingresos para sus habitantes. En Kinmen hay aproximadamente 2.700 pescadores y más de 200 botes pesqueros y sampanes. La pesca anual excede las 4.000 toneladas métricas.

Su población total es mayor de 45.000 habitantes, excluyendo al personal militar. En 1987, el producto nacional bruto de la isla fue de NT$3.800 millones y el ingreso per capita alcanzó NT$83.280 (US$2.871).

El 24 de octubre de 1949 Kinmen atrajo por primera vez la atención de los medios de información mundial, cuando los comunistas enviaron 28.000 tropas para invadir la isla. Las fuerzas de la República de China repelieron el ataque comunista, le inflingieron numerosas pérdidas al enemigo y capturaron aproximadamente 7.000 de ellos en Kuningtou, en la costa noroeste de la isla.

La batalla de Kuningtou marcó un hito significativo en la causa anticomunista de la República de China. Luego de sufrir varios otros fuertes golpes en su fracasado ataque a la isla, los comunistas alteraron sus tácticas al bombardear la isla desde la relativa seguridad del continente chino.

En 1954, los comunistas hicieron llover sobre Kinmen 17.243 granadas de artillería. Al fracasar en su intento por hacer sacudirse la fortaleza, los comunistas trataron de subyugar a los defensores con un enorme bombardeo intensivo que se inició cuatro años más tarde, el 24 de agosto de 1958. Durante los 44 días siguientes, la isla fue inundada con más de medio millón de granadas explosivas de artillería pesada. Durante ese período los comunistas hicieron estallar un total de 571.959 granadas explosivas y 3.424 obuses de propaganda.

El 17 de junio de 1960, para celebrar la visita a Taiwan del presidente de Estados Unidos Dwight D. Eisenhower, los comunistas hicieron estallar en Kinmen 85.965 granadas y dos días después, cuando abandonó la isla, hicieron estallar también otras 88.978 granadas.

El bombardeo continuó en forma ininterrumpida, si bien a niveles reducidos, durante los siguientes 20 días, estallando cerca de un millón de granadas en ese obstinado puesto de avanzada. Finalmente, el 15 de diciembre de 1978, cuando Estados Unidos estableció lazos diplomaticos con los comunistas, finalizó el bombardeo regular. A partir de entonces sólo han tenido lugar en la isla bombardeos ocasionales, para recordarles tanto a los civiles como a los militares, acerca de la continua amenaza que se cierne tan estrechamente al otro lado del mar. □

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