05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

El surgimeinto de la clase media

01/07/1988
Cualquier intento por comprender los cambios estructurales en la sociedad contemporánea de Taiwan tiene que empezar con una mirada de cerca a las fuerzas históricas que han dado forma a la dirección de las actuales transformaciones que están teniendo lugar en la isla. Esto resulta particularmente cierto cuando se investiga la emergencia de la clase media en Taiwan seguida a la Segunda Guerra Mundial. Cuatro eventos históricos fueron cruciales en la configuración del escenario para su desarrollo.

La primera fuerza de largo alcance fue esencialmente restrictiva. Llegó de los cincuenta años de yugo colonial bajo los japoneses desde 1895 a 1945. El lema japonés "Un Japón industrializado, una Taiwan agrícola" indicaba claramente su estrategia de desarrollo, y durante casi todo el período colonial Taiwan estuvo confinada a una economía agrícola primordialmente destinada a apoyar las etapas iniciales de la industrialización del Japón.

Junto con esta política, el gobierno colonial desalentó en forma efectiva cualquier desarrollo sistemático de las industrias locales de Taiwan. Prácticamente no existió promoción del sector industrial sino hasta mediados de los años 30, y para ese entonces era en apoyo de los preparativos que hacía Japón para la guerra. Llegó muy tarde y era muy insignificante como para tener mayor influencia en el surgimiento de cualquier clase social indígena relacionada con las industrias.

Hasta el final del yugo colonial, el poder burocrático y económico estuvo concentrado predominantemente en las manos también burocráticas y corporativas de los capitalistas coloniales japoneses. Casi no dejó lugar alguno para el surgimiento de clase nueva alguna que pudiera posicionarse entre los relativamente pocos gobernantes coloniales japoneses y la vasta mayoría, la población agrícola taiwanesa. Los terratenientes lo­ cales eran la única clase indígena "protegida" y "cuidada", y estaban apoyados por los japoneses como parte de su exitoso plan para promover el crecimiento agrícola de Taiwan. Pero la clase de los terratenientes no era de ninguna forma una clase intermedia recién emergente en la Taiwan colonial y el crecimiento de la clase media no agrícola en el sentido contemporáneo solamente se produjo después que los japoneses abandonaron la isla.

Cuando Taiwan fue reintegrada a China en 1945, la estructura social allí permaneció siendo agrícola con un sistema de tenencia de la tierra que servía como fuente primaria para las divisiones de clases. El terrateniente y la clase media dominaban el tradicional liderazgo local en el campo con algunos limitados intereses comerciales que se extendían a municipios y ciudades, mientras que los campesinos arrendatarios como aparceros, casi no tenían ningún poder político o económico. Era una estructura social esencialmente inestable que transcurrió desde la época de la rendición japonesa hasta cuando el gobierno central de China se trasladó a Taiwan en 1949.

Antes del traslado del gobierno central a la isla, en febrero de 1947 ocurrió un segundo evento histórico de consecuencias desafortunadas a largo plazo. La tragedia, conocida como el incidente del "28 de febrero", tuvo sus raíces en la intranquilidad urbana que empezó inicialmente en Taipei, pero que se expandió finalmente a otros lugares de la isla. Si bien los disturbios comenzaron como violencia desorganizada espontánea en las ciudades y municipios en protesta contra la administración del gobernador provincial, los mismos se desarrollaron prontamente en demandas más extensas.

La respuesta oficial local al desafío a su autoridad no fue conciliadora. Se usaron tropas para aplacar lo que era considerado por los líderes locales como una revolución en potencia, y un gran número de residentes locales murió en el proceso. Este incidente no ha sido recordado gratamente ni por los taiwaneses locales ni por quienes se trasladaron a Taiwan desde el continente. El legado del incidente ha tenido dos sentidos: no sólo causó un distanciamiento en las relaciones entre taiwaneses y continentales que sólo en épocas relativamente recientes ha sido superado en parte, sino que también tuvo un impacto negativo inmediato en la formación de la clase media local después de haberse reintegrado Taiwan a la patria china.

Los comerciantes, profesionales e intelectuales locales fueron algunos de los principales grupos que sufrieron durante el incidente y la eliminación de tantos individuos de estos grupos de la vida política y social disminuyó de nuevo la clase media propia de Taiwan. No se conoce cuántos miembros potenciales de la clase media fueron víctimas del trágico incidente, pero lo crucial desde el punto de vista del desarrollo social es que el incidente no solamente redujo el tamaño de un segmento muy importante de lo que hubiera sido la "columna vertebral" de la clase media en la sociedad taiwanesa poscolonial, sino que también desmoralizó al resto de las élites locales taiwanesas, que a partir de entonces se retiraron de la actividad política y permanecieron esencialmente tranquilas. Sus respuestas ayudaron realmente a restringir más la temprana formación de una clase media en suelo taiwanés.

A fines de 1949 ocurrió un tercer incidente con impacto considerable en el crecimiento de la clase media, cuando el gobierno central se trasladó a Taiwan. Entre las masas de personas que cruzaron el Estrecho de Taiwan se encontraba un gran número de burócratas y profesionales civiles, capitalistas de Shanghai y Shantung y claro está, fuerzas militares. El resultado fue un transplante de clase media desde el continente, compuesto de burócratas civiles y otros profesionales administrativos, quienes comenzaron inmediatamente a desempeñar la mayor parte de funciones tanto en el gobierno como en las empresas estatales.

Un resultado positivo de este flujo de personal fue que llenaron el vacio administrativo formado por la partida de los burócratas coloniales japoneses. Aunque se reclutaron taiwaneses para posiciones más bajas y menos importantes en las restauradas burocracias centrales y provinciales, así como aquellas empresas que fueron tomadas por el gobierno, la expansión de la burocracia estatal, que combinó en efecto los niveles central y provincial en una sociedad isleña, creó nuevas oportunidades para los taiwaneses al añadir una nueva clase de trabajadores de cuello blanco (empleados de oficina) de bajo nivel.

La cuarta fuerza histórica que ayudó a dar forma al surgimiento final de la clase media fue el programa de reforma agraria puesto en práctica de 1949 a 1953, que cambió radicalmente la estructura agraria de Taiwan. Además de un significativo crecimiento inmediato del tamaño de la clase del pequeño terrateniente, la eliminación de la clase de los grandes terratenientes forzó a sus miembros a cambiar sus intereses hacia sectores no agrícolas. Más aún, la segunda generación de los antiguos terratenientes fue forzada de esa manera a concentrarse en otras estructuras sociales dentro de las clases urbana e industrial, con todos los propósitos e intenciones de entrar en la clase media.

Los pequeños terratenientes, quienes en realidad constituían la mayor parte de la clase de los terratenientes incluso antes de la reforma agraria, perdieron completamente su influencia local, tanto política como económica. Tuvieron también un momento difícil al tratar de mantener sus bonos de empresas estatales (que eran parte de las compensaciones del programa gubernamental de reforma) debido a las tentaciones que existían de venderlos a los especuladores de la bolsa a precios muy por debajo de su valor nominal. Su futuro era permanecer en el campo como el resto de los pequeños terratenientes o buscar algo diferente en las ciudades, y sus hijos estaban ciertamente inclinados a buscar otros intereses fuera de la agricultura.

Estos terratenientes que poseían las mayores extensiones de tierra antes de la reforma, experimentaron un beneficio generalmente mayor del programa de reforma agraria. Tuvieron más éxito en transferir sus intereses hacia los conglomerados urbano-industriales, debido en parte a la cuestionable manipulación de algunos valores de la bolsa. Los anteriores latifundistas surgieron finalmente como la primera generación de capitalistas taiwaneses de la posguerra y junto con sus descendientes empezaron a disfrutar del status de una nueva clase emergente, con muchos de ellos convirtiéndose en la siguiente generación de capitalistas locales y entrando en muchas otras posiciones dentro de la clase media y alta.

Resumiendo los papeles que desempeñaron esas cuatro fuerzas históricas en la composición del escenario para el surgir de la clase media local, la estrategia colonialista japonesa y el "Incidente del 28 de febrero" sirvieron para retardar su desarrollo, mientras que el traslado del gobierno central a Taiwan y su programa de reforma agraria tuvieron muchos resultados positivos. Pero, incluso después de efectuada la reforma agraria, hacia mediados de los años cincuenta, el resto de esa década y los años sesenta solamente pueden considerarse como etapas muy primitivas del desarrollo de la clase media. No existía aún la seguridad del surgimiento final de una clase media en el sentido industrial moderno en Taiwan. Su verdadera aparición en forma sustancial no ocurrió sino hasta los años setenta, cuando la industrialización pos-reforma agraria trajo finalmente posteriores transformaciones de clase. Parte integral de esos cambios fue el nacimiento de una verdadera clase media de base amplia.

Industrialización y "manufactura" de la clase media

Tras completarse la reforma agraria, el gobierno central empezó a poner en práctica su primer Plan Económico Cuatrienal.

Extendiéndose de 1953 a 1956, el plan promovió una política de "industrialización sustitutiva de las importaciones" (ISI) como la mejor aproximación para el desarrollo económico de la isla.

La estrategia de la ISI continuó con el segundo plan cuatrienal hasta 1960. Estaba engranado para crear un sector industrial local que produciría los artículos necesitados internamente, desplazando de esa manera la costosa importación de las necesidades básicas. Se introdujo también una política comercial proteccionista para ayudar a facilitar el desarrollo de la industria local. Las industrias locales y la capacidad empresarial fueron de hecho mejoradas durante la fase de la ISI, pero por razones tanto políticas como prácticas, la creación y formación de un genuino sector privado en Taiwan fue encarada en forma lenta y poco dispuesta por el gobierno.

El énfasis ideológico en las empresas estatales tal como lo defendía el Dr. Sun Yat-sen aún influenciaba las mentes de los burócratas estatales, quienes al principio se encontraban poco dispuestos a ser flexibles en sus interpretaciones de las directrices. Además, la misma capacidad limitada del sector privado en la Taiwan de la posguerra, con certeza no se presentó a sí misma como una meta inmediatamente atractiva y viable que llamase la atención del gobierno. Como resultado, las empresas estatales y las industrias privadas de propiedad de los continentales fueron las principales beneficiarias de la estrategia de la ISI, aún cuando ya había surgido la primera generación de industriales taiwaneses locales. De estos últimos, los que dieron la más rápida y favorable respuesta a los proyectos de la ISI iniciados por el gobierno fueron los grandes terratenientes, así como unos cuantos empresarios que todo lo hablan logrado mediante sus propios esfuerzos y que hablan recurrido a empresas capitalistas.

Otro subproducto de la estrategia de la ISI fue la creación de la primera generación de una clase trabajadora industrial urbana en las industrias estatales y privadas. Al mismo tiempo, la clase del pequeño agricultor comenzó a mostrar señales de declinar en tamaño, al igual que los autoempleados y los trabajadores no remunerados dentro de la familia. Simultáneamente, empezó a crecer el número de trabajadores de cuello blanco en el sector privado, uniéndose a los patrones mejores establecidos de crecimiento de los trabajadores de esa clase en la burocracia del gobierno y en las empresas estatales.

El resultado general de la ISI y la expansión de las empresas estatales y la burocracia administrativa del Estado fue el surgir de algo nuevo: una amplia clase media. Esta clase se convirtió en un estrato intermedio, que surgia lentamente entre la clase alta y la rápidamente creciente clase trabajadora.

A partir de los inicios de los años se­ senta, la República de China empezó a enfrentarse a las mayores necesidades del mercado interior y a las crecientes presiones de los EE.UU. en los asuntos económicos. El gobierno central cambió su estrategia de la ISI a otra que hizo hincapié en la "industrialización orientada a la exportación" (IOE) para ayudar a resolver los emergentes problemas económicos.

El enfoque de la IOE, que empezó como un esfuerzo de ensayo y error con pocas expectativas definitivas y claras, enfatizaba la expansión de industrias manufactureras que pudieran aumentar las exportaciones, particularmente hacia los EE.UU. La nueva fase económica empezó con el Tercer Plan Cuatrienal (1961-1964) y se extendió hasta el fin del quinto plan (1969-1972). Fue muy exitosa al promover la rápida expansión del sector privado y lograr un mayor aumento del número de empresarios locales. Hubo una significativa expansión de las pequeñas y medianas empresas que existieron juntas con aquellas mayores, así como con otras industrias que aseguraron una sólida base económica durante la fase anterior de la ISI.

El cambio crucial en las estrategias estatales de desarrollo de la ISI a la IOE no solamente trajo mayores logros y crecimiento económico, sino que condujo también a una mayor transformación incluso de la estructura social de Taiwan. La clase trabajadora industrial urbana creció aún más rápido que antes, concentrándose en el sector privado y se generó una operante y energética clase empresarial. Más aún, durante los años setenta, hubo un claro surgir de una nueva clase media caracterizada por la concentración de profesionales y administradores en los modernos sectores industriales y comerciales. La expansión de la burocracia estatal en los niveles central y local dio por resultado también un aumento de los trabajadores de cuello blanco.

En resumen, las estrategias de desarrollo ISI y IOE dirigidas por el gobierno durante las últimas tres décadas transformaron radicalmente la estructura social de Taiwan que siguió a la reforma agraria. Las estrategias estatales de desarrollo forzaron éxitosamente a la clase de los pequeños terratenientes hacia la clase trabajadora industrial urbana o hacia la clase media, a través de la promoción y expansión de los sectores público y privado. La clase de los pequeños terratenientes dió paso a una emergente clase trabajadora y clase media que constituyen la mayoría de la nueva sociedad capitalista industrializada de Taiwan. Para 1980, sólo el 18 por ciento de la población trabajadora de la isla se dedicaba a actividades agrícolas, de la cual más del 90 por ciento era en realidad "campesinos de medio tiempo."

Al mismo tiempo, la emergente clase trabajadora y la creciente clase media han logrado más visibilidad y están haciendo sentir más sus intereses y puntos de vista en las relaciones clase­ gobierno. En las últimas tres décadas, la clase trabajadora aumentó de menos del 15 por ciento a más del 40 por ciento de la población, mientras que la clase media creció de aproximadamente un 20 por ciento a más del 30 por ciento.

La clase media por sí misma está compuesta por dos partes mayores: la vieja clase media, compuesta por dueños de tiendas y otras propiedades y que han estado en su lugar por décadas y han permanecido estables, con pocas fluctuaciones en tamaño; y la nueva clase media que, como se había indicado, ha experimentado un crecimiento más reciente a pasos acelerados. En los ochenta, la nueva clase media y la vieja clase media totalizan cerca del 20 y del 10 por ciento, respectivamente. La persistencia general de la vieja clase media en Taiwan refleja la naturaleza misma del patrón de industrialización de la isla, que deja considerable lugar para los pequeños y medianos empresarios. Ofrece también alternativas para una movilidad social hacia arriba o hacia abajo, dando una mayor estabilidad al orden social.

Debe señalarse que la mayoría de la clase media, tanto nueva como vieja, ha sido reclutada entre personas que pertenecían anteriormente a clase y status inferiores. Son por lo tanto beneficiarios de la tremenda tendencia de movilización hacia arriba que ha caracterizado el crecimiento económico y el cambio social en la Taiwan de la posguerra. Como resultado, han experimentado nuevos horizontes sociales y tienen enfoques sustancialmente diferentes acerca de sus futuras posibilidades.

Hoy en día, los miembros de las clases más bajas pueden aspirar a posiciones de clase media con algún grado de esperanza de éxito. Esto conduce a una creciente ambición por alcanzar logros, e incluso a un sentir entre los individuos mismos de que ya han tenido éxito en cierta medida. No es por lo tanto sorprendente que en cierto número de recientes encuestas sociales, más del 50 por ciento de los encuestados se identifican a si mismos como pertenecientes a la "clase media" o "estrato medio".

La etapa formativa de la clase media

Como una clase esencialmente nueva que aún está en formación, la característica de la clase media de Taiwan aún no ha sido completamente visible, pero ya han surgido algunos rasgos comunes.

Para empezar, las personas de la clase media desean "asegurar" lo que ya han ganado. Generalmente están muy consciente de la seguridad y tienden a estar ansiosos y nerviosos por mantener el statu-quo, o posiblemente mejorar sus propias posiciones. Aspiran generalmente a posiciones más altas en las escalas social y económica, pero aún no tienen seguro hacia dónde ir. "Jugar seguro" es el lema más común que caracteriza la condición mental y tendencia de comportamiento de la emergente clase media, no importa que sea en los segmentos alto, medio o bajo de la clase.

Políticamente, la clase media tiende a ser "pragmática" al expresar sus posiciones en torno a varios asuntos políticos, pero no deben ser vistos como indiferentes en ningún sentido. Apoyan la reforma política y la democratización, pero la mayor parte del tiempo detrás del escenario, y raramente se paran en la línea de frente para hacer vocear sus demandas políticas. Si bien están orientados hacia la reforma, no son susceptibles a las atracciones radicales. En el pasado, algunos de ellos apoyaron al movimiento de oposición, no debido a que desearan un cambio político drástico sino simplemente porque recibían con agrado la posibilidad de alternativas. Su apoyo a la oposición debe considerarse más como una señal de su insatisfacción con ciertas políticas del gobierno que como expresión de una ideología política completamente diferente.

En los últimos años, hubo un aumento de los movimientos de reforma social, respaldados primordialmente- por miembros de la clase media. Los más importantes comprenden movimientos que se enfocan en los derechos del consumidor, el medio ambiente, los derechos de la mujer y los derechos humanos. Todos demandan cambios sociales en una forma más bien a la vieja moda y son principalmente apolíticos en sus enfoques. Han atraído considerable respaldo público en los últimos años, tal vez en parte debido al enfoque altamente pragmático que han tomado esos diversos movimientos.

Económicamente, los miembros de la clase media de Taiwan trabajan arduamente y tienden a ser "orientados hacia el consumo". Lo último es visto como una forma de mostrar su status económico recién adquirido. Se orientan también hacia metas específicas y las ganancias materiales son vistas como mayores objetivos en la carrera hacia el éxito. Hacen hincapié en un espíritu de "autorrealización", pero aún así envidian a quienes han sido favorecidos por sus padres con apoyo económico y fuerza financiera. Generalmente hablando, aún dependen mucho de la movilización de los recursos familiares y afines para alcanzar sus propias metas económicas. No desaprueban el consumo que llama la atención, y es frecuentemente evidente un grado no pequeño de "vulgaridad" en su comportamiento económico. Debido a que tienen ahora mayor fuerza de consumo, optan frecuentemente por cualquier nueva moda material, pero favorecen o participan con menos frecuencia en las actividades culturales.

Siendo la primera generación que experimenta los estilos de vida de la clase media, frecuentemente se sienten intranquilos, tanto social como culturalmente. Como resultado de una pronta "manufactura" durante el acelerado crecimiento económico, aún no han aprendido a actuar como miembros de la clase media. De hecho, se han convertido en una nueva generación sin orientación parental; nadie les ha enseñado las esperadas habilidades sociales. Incluso el concepto de clase media no les es muy claro, haciendo que su identificación con el término clase media sea superficial.

Pero, hay una creciente consciencia de que en la sociedad existe un buen número de individuos como ellos, lo cual lleva a una mayor participación en varios tipos de las así llamadas "organizaciones cívicas obviamente de clase media". Una participación así ayuda a confortar su ansiedad de status y su incertidumbre. Al unirse a esos grupos "igualitarios", los miembros de la clase media pueden crear y conformar ciertas normas sociales y culturales. La inclinación hacia tales formas de asociación, indica una búsqueda por una identidad social y cultural que sea común a la nueva clase media. La naturaleza formativa de la clase media ciertamente hace surgir la pregunta de cómo y cuándo la actual participación como "miembros de la asociación" irá finalmente a transformarse en una genuina "conciencia de clase".

Volviendo hacia el problema de las relaciones entre las clases, la clase media de Taiwan aún no ha mostrado señales definitivas de coaliciones políticas y sociales con la clase capitalista o la clase obrera. Si bien son bastante ambivalentes hacia los ricos y poderosos, también son simpáticos para con las clases más bajas. Apoyan el ideal de una sociedad igualitaria, pero no están preparados para forjar alianza clara alguna con la clase trabajadora o con los campesinos. Sin embargo, consideran que los ricos y poderosos deben hacer más para lograr que la sociedad sea un lugar mejor para todos.

Una de las razones estructurales de esas actitudes hacia las otras clases puede ser que la mayoría de la clase media está de hecho viviendo un ambiente de "familia multiclase". Sus padres pueden ser viejos terratenientes, trabajadores o campesinos arrendatarios, y pueden tener algunos hermanos o hermanas que están trabajando en líneas de ensamblaje mientras que otros están entre las filas de los empresarios ricos y exitosos.

Debido a esos lazos estrechos y emocionales con personas de otras clases, les resulta más difícil pensar en términos de intereses de una clase específíca. A pesar de la actual forma de la estructura de clase, existe una tendencia hacia una mayor división de clases en torno a líneas más claras, un proceso que aumentará la importancia de la clase media en la dinámica de las coaliciones sociopolíticas de Taiwan.

Implicaciones para el futuro

El surgir de la clase media en los años setenta no atrajo inicialmente mucha atención ni del gobierno ni del público. Para inicios de los ochenta eso cambió, con ese término usado frecuentemente en la prensa y con el sector comercial y los políticos buscando ambos atraer este sector de la población a través de campañas comerciales o políticas. El partido en el poder, así como la oposición, comenzaron un cortejo específico de la clase media, especialmente a través de apelaciones a populares tópicos de reforma. En la última elección nacional, por ejemplo, los candidatos del KMT en el poder trataron de presentarse a sí mismos como "reformadores desde dentro" para poder ganar apoyo y votos, especialmente en las ciudades, mientras que los candidatos de la oposición se presentaron a sí mismos como "fuerzas progresivas desde afuera". Muchos candidatos de la oposición estuvieron ansiosos de no aparecer como radicales inflexibles, sino que por el contrario mostrarle al público, y especialmente a la clase media, que ellos buscan reformas razonables y deseadas y no una revolución.

Resulta interesante observar que, tanto los candidatos del KMT como los de la oposición, reclaman unidad con todos los sectores de la clase media al mismo tiempo que tratan de atraerse a la clase trabajadora y a los pequeños agricultores. Tal vez no sea significativo conocer que todos los políticos son iguales, y que tratan de complacer a todos los interesados siempre y cuando puedan obtener votos; pero es importante ver la tendencia política general de cultivar el apoyo de la clase media, especialmente en los años ochenta. La elección nacional más reciente, celebrada en diciembre de 1986, mostró la racionalidad de una campaña así orientada hacia la clase: en ambos lados del espectro político los que fueron electos son de hecho candidatos que pertenecen a la clase media y que aparecieron como fuertemente orientados hacia los intereses de la misma. Resulta bastante claro que la emergente mentalidad de clase media, con su conciencia reformista, se ha convertido en una poderosa fuerza que está modificando el clima político de Taiwan.

El hincapié que hace la clase media en la reforma no ignora los desafíos políticos del futuro de Taiwan. Sin embargo, los mismos son tomados como hechos que deben ser enfrentados en la vida y, en el peor de los casos, incluso tolerados. La clase media ha tomado por lo menos dos estrategias para enfrentarse a tal incertidumbre. Una es quedar más involucrada en las actividades de reforma interna, tanto políticas como sociales, mediante el abierto apoyo a los pasos hacia una sociedad más justa y democrática. Consideran tales orientaciones como formas de fortalecer la posición de Taiwan frente a las amenazas de agresión desde China continental.

Existe un cierto optimismo en el sentimiento de la clase media, una actitud que alienta en el partido en el poder, así como en la oposición. En las últimas elecciones, algunos intelectuales liberales respaldaron incluso abiertamente a los candidatos del "Partido Democrático Progresista" de oposición. El apoyo de los profesores hacia ese partido, que aún permanece técnicamente ilegal, aligeró dudas en las mentes de algunos votantes de la clase media que originalmente pensaban que los candidatos de la oposición no eran suficientemente confiables. La supresión en el transcurso del año pasado, del Decreto de Emergencia que puso en marcha la Ley Marcial, así como las acciones para legalizar la formación de nuevos partidos, contribuyeron a la aceleración del apoyo abierto de la clase media a reformas políticas adicionales.

La segunda estrategia utilizada por la clase media para enfrentar la incertidumbre producida externamente, sea económica, política o militar, es planificar la huida, la forma de salir del país en un caso dado. En este aspecto, se asemejan a la clase media de Hong Kong. Prefieren no abandonar Taiwan, puesto que se sienten apegados a la tierra, pero no desean ser atrapados en medio de una súbita ruptura de la estabilidad política. Tienen mucho que perder y, por lo tanto, están buscando opciones.

Esta actitud puede ser denominada como la posición de "búsqueda de un camino trasero", que es especialmente popular entre los miembros de la clase media superior, que tratan de emigrar a lugares "más seguros" como los EE.UU., o buscan invertir su capital fuera de Taiwan. Es importante mencionar que las personas de la clase media no están trasladándose físicamente; más bien están "parados en dos botes", con un pie firmemente en Taiwan y el otro en otro lado.

De gran preocupación para la clase media, así como para todas las demás clases de Taiwan, es la cuestión de la relación con China continental (algo que también preocupa a los chinos de Hong Kong, que miran hacia 1997 con cada vez mayor tensión). ¿Qué será del futuro? Hoy en día se discuten frecuentemente tres alternativas: primero, la unificación de China bajo el control de la República de China; segundo, la unificación bajo términos comunistas, con Taiwan como un gobierno local bajo el llamado plan de "una nación, dos sistemas" y tercero, con Taiwan declarán­ dose totalmente independiente de China continental, en una especie de "República de Taiwan".

La primera alternativa es ideal, pero tomaría años o incluso generaciones para completarse. La segunda alternativa preocupa mucho más y es vista como un punto muerto político y social. La clase media no tiene confianza en los pronunciamientos del régimen continental, especialmente después de observar la serie de promesas rotas y actitudes de endurecimiento que ya está ocurriendo en Hong Kong. El esquema de "una nación, dos sistemas" no sólo no es atractivo sino que el futuro, bajo la sombra del yugo comunista, es algo completamente alienante que toda persona sana trataría de evitar.

La clase media tampoco apoya la tercera alternativa. Aquí su tendencia hacia el pragmatismo es especialmente evidente, puesto que entienden completamente los benefícios que han obtenido de los sistemas político y económico establecidos. En los últimos 40 aos, Taiwan ha funcionado esencialmente como independiente "de facto". Existen muchas razones sólidas en contra de tomar acciones formales hacia esa dirección. Por lo tanto, la reacción en torno a los argumentos independentistas es negativa.

Como ninguna de las tres alternativas son aceptadas por la clase media, ¿qué es lo que les queda? El pragmatismo es de nuevo la respuesta. La clase media, en realidad, no está ansiosa de resolver este "problema". Vive en el presente, no en el pasado ni en el futuro, y no piensa que sea necesario hacerse la vida miserable por algo que está fuera de su control. Como resultado, desea un "statu quo", esencialmente sin mayores alteraciones, y tiene esperanzas a largo plazo de que el problema China-Taiwan se resuelva a la larga por sí sólo, sin apartarse de la estabilidad general. Sin embargo, en el presente no hay prisa en este asunto, puesto que preocuparse por él sería un error, porque aún no está madura para una solución.

Pero, el tiempo sí está maduro para enfocar los asuntos internos, puesto que los cambios locales en las estructuras política y social, constituyen mayores preocupaciones para la clase media. Estará más involucrada en todos los aspectos de la transformación interna, reformas que tendrán impacto también en los cambios que están teniendo lugar al otro lado del Estrecho de Taiwan. En este proceso, puede esperarse que la filosofía orientadora siga siendo una forma china de pragmatismo, esencialmente confucianista en acción y taoísta en espíritu, que se sujete a formas de acción ya comprobadas, mientras se considera que en el futuro "el barco se enderezará cuando, finalmente, se acerque al puente", como dice un viejo proverbio chino. Y las incertidumbres se resolverán a su debido tiempo. (El Dr. Hsin-huang Michael Hsiao es investigador becario del Instituto de Etnología de la Academia Sínica de Taipei).

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