Taiwan Today

Tras concluir la Primera Guerra Mundial, Japón trata de saciar sus deseos imperialistas procurando extender sus dominios sobre toda Asia. El primer objetivo de los japoneses fue apoderarse de China, considerada nación débil y clave para el control de la masa continental asiática. Bajo estos siniestros designios, los japoneses sabotean parte del Ferrocarril de Manchuria del Sur y conducen una emboscada contra los ejércitos chinos del Noreste el 18 de septiembre de 1931. Para febrero de 1932, las tres provincias chinas de Manchuria , eran formalmente ocupadas por los japoneses. Para Japón, Manchuria era considerada como región vital estratégica y económicamente. Y a partir de septiembre de 1931, el gobierno japonés termina, paso a paso, la conquista de Manchuria y establece un régimen títere conocido como Manchukuo. China no estaba preparada para contener una tal agresión. Se adoptó en aquel entonces la estrategia de cambiar espacio por tiempo para reorganizar el ejército nacional y consolidar la infraestructura y la economía nacional. Los japoneses, al poner mano a tan ricas y fértiles tierras y viendo la débil reacción de China, desatan sus bajas pasiones por conquistar toda China. Sus bien organizadas incursiones los hacen avanzar rápidamente hasta llegar cerca de las puertas mismas de Peiping. En la noche del 7 de julio de 1937, los japoneses preparan otro avance más hacia el territorio chino. Bajo pretexto de buscar uno de los suyos que se había perdido en el curso de una maniobra durante el día, tropas japonesas incursionan en territorio chino y abren fuego contra la guarnición china estacionada en Lukouchiao (mejor conocido como el Puente de Marco Polo). El intenso tiroteo que se produce en Lukouchiao marca el inicio de las hostilidades abiertas entre China y Japón. Tras el incidente del Puente de Marco Polo, el Consejo de Defensa Nacional de la República de China, bajo la dirección del generalísimo Chiang Kai­-shek, decide el 7 de agosto del mismo año la resistencia armada contra la agresión militarista del Japón. Es también la fecha gloriosa que marca la contraofensiva en repuesta a la animosidad generada por los militaristas japoneses, sus persecusiones y continuas invasiones por casi medio siglo desde la firma del Tratado de Shimonoseki en 1895. La heroíca Guerra de Resistencia contra Japón es una dura epopeya para la joven República de China. La misma le ocasiona millones de víctimas e incalculables daños materiales y espirituales. Obliga a la nación china a consagrar todos sus esfuerzos en la lucha para mantener su determinación a ser libre y soberana. Los ocho largos años de guerra ocasionaron la virtual suspensión de casi todas las actividades económicas, comerciales y culturales del país. Pero, gracias a los sacrificios del pueblo entero, a la tenacidad del Gobierno Nacional, al coraje moral del Generalísimo Chiang Kai-shek y el apoyo por parte de las naciones aliadas, la República de China triunfó finalmente sobre el Japón, logrando una de las grandes victorias de la II Guerra Mundial. Desgraciadamente, los comunistas chinos se aprovecharon de la guerra y desarrollaron secretamente sus fuerzas en medio de la turbulenta situación en que se encontraba la nación china. Bajo su intriga de "70% de los esfuerzos para expandir el partido comunista, 20% de los esfuerzos para hacer tratos con el Kuomintang y 10% de resistencia contra los japoneses", los comunistas llegaron a amasar tal poderío que se declaran en abierta rebelión tras concluir la sangrienta guerrra contra el Japón. Así, se consume la ignominiosa división del país. Las hostilidades que surgieron a raíz del incidente del 7 de julio de 1937, conocido como el incidente del Puente de Marco Polo, fueron un evento trágico para China, que trajo consecuencias desastrosas no sólo para China, sino que también para Asia y el mundo entero. En este año se conmemora justamente el cincuentenario del incidente del Puente de Marco Polo. En memoria de todos aquellos que ofrendaron sus vidas en aras de la Patria, Chino Libr. Magazine presenta estos documentos históricos como recordatorio de un vergonzoso incidente que no debe repetirse más en la historia de la humanidad. □