07/05/2024

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EL MACACO FORMOSANO, VIVO Y ALEGRE

01/07/2010
Un aviso en la Plaza Fongbo advierte a los visitantes de las posibilidades de infectarse con el virus herpes B como resultado del contacto íntimo con los monos.

Un documental sobre los macacos formosanos introduce el mono nativo de Taiwan al mundo y hace un llamado para mantener cierta distancia entre la especie y los humanos.

Chien Yu-chun luchó por mucho tiempo para filmar los macacos formosanos en el pueblo Ershui en el Distrito Changhua, en el centro de Taiwan. A pesar de sus esfuerzos para crear la comunicación con quizás la especie no humana más inteligente en Taiwan, se dio cuenta que no era tan fácil acercársele a los simios. “Creo que se debe a que los agricultores de frutas han sido hostiles con ellos”, dice sobre la actitud vigilante de los monos hacia los humanos. “Usted sabe, esos monos se comen las cosechas y les causan pérdidas”.

Los monos huyen apenas ven al camarógrafo, dejando a Chien incapaz de filmar algo, conformándose con sólo ver los animales desde la distancia. “Quería poder filmar algo de calidad, y no hacer acercamientos a los monos desde lejos”, dice. “Además, necesitaba estar cerca de ellos para grabar sus sonidos”. Después de muchos intentos en vano para relacionarse con los monos, el camarógrafo finalmente tuvo la idea de quedarse en el bosque con ellos todo el día y ponerse ropas de color verde. La estrategia funcionó, y Chien pudo capturar la vida de los animales desde cerca —su alimentación a tempranas horas de la mañana, sus siestas en la tarde, y otras actividades juguetonas de vez en cuando.

El macaco formosano, vivo y alegre, el libro de Chien, fue seleccionado para revisión en el 32º Festival Internacional Cinematográfico de Vida Silvestre (IWFF, siglas en inglés) celebrado en Montana en Estados Unidos en 2009. El documental de 24 minutos sobre los macacos de Taiwan ganó tres premios en el festival, incluyendo Mención de Honor por Cinematografía. La principal razón de ese honor, según Chien, fue que los monos al final lograron comportarse como si él no estuviese allí, permitiéndole obtener un registro íntimo de sus vidas.

Por comisionar a la compañía de Chien para producir el filme, la Oficina Forestal del Distrito de Nantou bajo la jurisdicción del Buró de Asuntos Forestales, ganó una Mención de Honor por Contenido Científico, así como un lugar en la lista de filmes cortos para el Premio de la Agencia Gubernamental del IWFF, que se otorga a los candidatos del sector público por el apoyo que brindan a los filmes sobre vida silvestre. El macaco formosano, vivo y alegre fue agregada también a la biblioteca cinematográfica permanente de IWFF y será mostrada en eventos relacionados con la ecología en Estados Unidos.

Antes del filme de Chien, los macacos formosanos nunca recibieron mucha atención fuera de su tierra natal. Sin embargo, en Taiwan, la gente ya se había preocupado de la necesidad de proteger a los monos, que son una especie endémica y los únicos primates, excepto los humanos, en la isla. Hace casi 30 años, el Buró de Asuntos Forestales bajo el Consejo de Agricultura (COA, siglas en inglés) destinó un área de reserva de 94 hectáreas para los monos en el pueblo Ershui en la parte sur de un llano conocido como la Terraza Bagua.

En 1989, la Ley para la Conservación de la Vida Silvestre clasificó los monos como una especie rara y valiosa en el segundo grado en un sistema de clasificación de tres grados, con el propósito de proteger los animales en Taiwan. Sin embargo, en 2006, la reserva de la Terraza Bagua fue abierta para otros usos, mientras que la Oficina Forestal del Distrito de Nantou, que tiene jurisdicción sobre áreas boscosas de gran parte del centro de Taiwan, creó una pequeña sala de exhibición en Ershui dedicada a dar a conocer esta especie al público. La oficina de Nantou comisionó el filme de Chien para su uso en la sala de exhibición, que es operada ahora por una organización no gubernamental llamada Asociación para el Desarrollo Industrial Visitas de Placer del Distrito de Changhua. El macaco formosano, vivo y alegre comenzó a exhibirse en la sala en 2008.

“El nacimiento de la sala de exhibición tiene mucho que ver con la aparición de la tendencia hacia el ecoturismo en Ershui y otros pueblos de los alrededores”, dice Lin Oun-chiang, jefe de la Sección de Recreación y Conservación, de la Oficina de Asuntos Forestales del Distrito de Nantou. El área se conocía por sus piedras para tinta de calidad –usadas para moler astillas de tinta sólida– encontradas a lo largo del río Zhoushui. La campaña de Ershui para atraer más visitantes, recibió un impulso en 2000, cuando se empezó a hacer propaganda de los lugares turísticos en los alrededores de la Línea Jiji, una línea ferroviaria de 30 kilómetros que se usaba originalmente para transportar maquinaria y madera. Más recientemente, Ershui se dio a conocer gradualmente por un sendero cerca de la vecindad de Plaza Fongbo, donde los excursionistas pueden ver fácilmente los macacos formosanos.

 

El nivel de protección de los macacos formosanos fue disminuido del segundo al tercero en la clasificación de tres grados para los animales protegidos de la Ley para la Conservación de la Vida Silvestre en 2008.

Sin embargo, a medida que se dan más contactos entre hombre y mono, también han ocurrido algunas tensiones entre ambas especies, un asunto que se relata en la segunda mitad de El macaco formosano, vivo y alegre. Chang Shih-wei, investigador asistente en el Instituto de Investigaciones sobre Especies Endémicas en Jiji, del COA, dice que el alimento es la principal razón de la tensión entre las personas y los monos. “Está bien ofrecer alimento a las ardillas o aves, pero es otra cosa si se la ofrece a monos”, dice. De hecho, los macacos formosanos no sólo son muy diestros e inteligentes, sino que cada mono es capaz de imitar las acciones de otros monos que obtienen exitosamente comida de los seres humanos. Una vez que los macacos se acostumbran a obtener alimento de los humanos, la mayoría perderá el interés en buscar comida en la naturaleza. Según Chang, un macaco hembra normal pesa típicamente no más de seis kilogramos, pero el que ha aprendido a obtener alimento de los humanos puede llegar a pesar hasta 17 kilogramos.

El verdadero problema es que estos monos “mimados” son capaces de rogar, acosar e incluso atacar a los humanos por alimento. Este problema se agrava por el hecho de que los macacos son huéspedes naturales del virus herpes B, que puede transmitirse a los humanos a través del contacto. Si no se trata, los humanos infectados con este virus sufren normalmente de disfunción neurológica que va en aumento y un índice de mortalidad de más del 70 por ciento.

Ataque por bocadillos

El asunto de alimentar a los monos es especialmente serio en lugares como el área Tataka, del Parque Nacional Yushan. Tataka se encuentra a una altitud de 2.600 metros y muchos senderistas hacen una breve parada de descanso cuando van hacia la Montaña de Jade, el pico más alto de Taiwan. Los monos en Tataka han perdido prácticamente el temor por los humanos y se han vuelto agresivos en búsqueda de alimento. El área del Parque Shoushan en la ciudad de Kaohsiung está pasando por un problema similar, y los reportajes de senderistas atacados por macacos no son extraños.

En el pueblo de Ershui, la situación es menos preocupante, porque los voluntarios se han encargado de educar a los turistas en el área de la Plaza Fongbo durante muchos años, según Chen Pi-chin, director de Asociación para el Desarrollo Industrial Visitas de Placer del Distrito de Changhua. “Los monos se comportan mejor aquí”, dice. En otros lugares, saltan directamente sobre su cabeza, o se agitan si escuchan el sonido del cierre de una bolsa”. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los voluntarios, el fenómeno de gente alimentando a los monos continúa en Ershui.

De manera similar, los voluntarios en Tataka han solicitado a los turistas que no alimenten a los monos durante más de 10 años, pero el problema continúa. En respuesta, la Sede Principal del Parque Nacional Montaña de Jade, y un equipo de voluntarios llamado Brigada Montaña de Jade, realizaron una conferencia en febrero en la que los participantes discutieron un proyecto que tiene el fin de prevenir que los turistas alimenten a los monos. La Brigada Montaña de Jade tiene planificado fortalecer los patrullajes de guardabosques en el parque para hacer efectiva la prohibición de no alimentar a los macacos, imponiendo multas de hasta NT$3.000 (US$94). El Gobierno de la Ciudad de Kaohsiung también está entrenando voluntarios con el objetivo de educar a los visitantes sobre los efectos negativos de alimentar a los monos.

 

Los monos se comportan comparativamente bien en la vecindad de Plaza Fongbo en Ershui, uno de los lugares de Taiwan donde las especies se ven con frecuencia, según los voluntarios locales que patrullan el área.

Asimismo, para muchos agricultores de frutas, los macacos son un gran dolor de cabeza. “¿Qué voy a hacer con estos monos?”  pregunta molesto una agricultora en la película de Chien. “Vienen aquí y arruinan mi huerta, cogiendo las frutas antes de que maduren. Y causan daños al techo de mi casa”,  agrega, mirando hacia las tejas rotas del techo.

Tras haber jugado al escondite con los monos, Chien señala que los agricultores de fruta se quejan a menudo de las travesuras de los primates, aunque también hablan de lo divertido que pueden ser. Según el camarógrafo, estos agricultores le brindaron mucha información útil sobre los monos, sin la que la película hubiese sido mucho más difícil de filmar. “Me dijeron cuándo bajaban de la montaña para buscar frutas y dónde podía encontrarlos”, dice Chien. En este aspecto, los agricultores fueron más colaboradores que las disertaciones doctorales sobre la especie que leí antes de comenzar a filmar”.

De hecho, a la mayoría de los agricultores no les importa compartir parte de sus cultivos con los monos, dice Chen Chi-jung, jefe de la Estación Zhushan de la Oficina Forestal del Distrito de Nantou, que ha mantenido un registro de los monos en Ershui desde hace décadas. “Lo que molesta realmente a los agricultores es la manera cómo desperdician el alimento”, dice Chen. “A menudo, los monos sólo le dan unas cuantas mordidas a la fruta, y luego, cogen otra pieza”.

Sin embargo, Chien Yu-chun sugiere que la gente trate de entender que los humanos han invadido zonas ocupadas por los monos. “Los monos no hablan”, dice. “No pueden decirnos qué piensan sobre esto”.

Mayor contacto

Es difícil decir cuántos macacos hay hoy día en Taiwan. La encuesta más reciente fue realizada por el Instituto para la Investigación de Especies Endémicas hace alrededor de 10 años y resultó en un cálculo apenas aproximado de 140.000 a 380.000. En vista del mayor número de casos en los que entran en contacto con los humanos, Chen cree que  el número de macacos formosanos está aumentando. “Aparte de los humanos, los leopardos nublados eran el único enemigo natural de los macacos, pero ya no”, Chen dice que estos felinos, se han extinguido casi totalmente de Taiwan. Sin el leopardo nublado, la cadena alimenticia ha cambiado a favor de la supervivencia de los macacos formosanos.

Chang Shih-wei, investigador del COA, dice que la prohibición de 1991 de talar madera en los bosques naturales de Taiwan ha sido crucial para la supervivencia de los macacos. La protección ofrecida por la Ley para la Conservación de la Vida Silvestre, que prohíbe la matanza de monos bajo la mayoría de las circunstancias, también ha jugado un papel en la recuperación de esta especie.

Con un incremento de las interacciones entre humanos y macacos, la evidencia anecdótica parece indicar que la población está también aumentando. De cualquier manera, la posición protegida del macaco bajó de nivel de la segunda a la tercera categoría de animales protegidos en 2008.

“Pero seguirán protegidos sin importar el motivo porque son la única especie primate no humana en Taiwan”, explica Chen Chi-jung.

Los agricultores y cultivadores locales tienen legalmente permitido matar macacos si perjudican sus cultivos, siempre que informen de sus intenciones a las autoridades competentes con antelación. Pero los macacos en Taiwan suelen tener mejor suerte que sus parientes en otros lugares. En Japón, los monos han sido identificados como un problema serio que plaga las plantaciones de árboles madereros y los campos de los agricultores. Según Chang, del COA, Japón ha establecido cuotas de cacería de monos, con el resultado de que más de 10.000 macacos mueren en manos de los humanos cada año.

Aunque no hay cuotas en Taiwan, aparentemente no hay una cura segura para los dolores de cabeza que los monos causan a los agricultores.  Se han probado varios medios no letales para reducir los daños causados por los macacos, incluyendo la utilización de triquitraques y colocando los radios a alto volumen.  Los que cultivan plantas costosas, toman medidas más costosas, pero humanas, tales como las redes electrificadas sobre sus huertas. “Las redes no son mortales”, dice Chang. “No mata a los monos”.

Al final, es un asunto difícil y complejo para equilibrar las necesidades humanas y las de las especies endémicas de monos. Los agricultores sufren pérdidas por culpa de los monos, pero los humanos están “ocupando” áreas donde los macacos han vivido durante milenios. “Desde el punto de vista ecológico, son los humanos los que perturban la vida de los monos. Ellos cultivan fruta y té en lugares habitados por los macacos”, señala el narrador de El macaco formosano, vivo y alegre, agregando que “es tan difícil que los monos resistan la tentación de la deliciosa fruta”. Para Chien, la solución al problema es obvia, y a través del filme espera educar a otras personas sobre la necesidad de desarrollar una relación más saludable entre los humanos y los monos.

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