04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Los Pantanales

01/11/1986
La lucha para salvar Kuantu En una encapotada, húmeda y fría mañana de diciembre, un residente por mucho tiempo en la República de China y ávido observador de aves, John Geddes caminaba por encima de un dique en el pantanal de Kuantu, respirando el aire fresco en medio de la calma esplendorosa de una amanecer costeño. El pasearse en este tranquilo pantanal ha sido un pasatiempo favorito de Geddes durante los 27 años que lleva viviendo en Taiwán. Aquel día mientras miraba alrededor de figuras y movimientos familiares en el paisaje, él notó la presencia de un extraño. Tomando los binoculares para una mirada más de cerca, Geddes hojeó su libro de referencia, Las Aves de Taiwán, para encontrar alguna evidencia que identificara al extraño visitante. Arriesgándose, él finalmente formó una hipótesis. Lo que vió Geddes fue causa de júbilo entre los que aprecian las aves acuáticas, ya que había identificado una bandada de ibises, que revisitaban a Taiwán tras una ausencia de 20 años. El incidente levantó los ánimos de los ecologistas en la República de China que luchan por salvar el medio ambiente, por la protección de parques naturales, que son pedazos especiales de paisajes que rodean la urbe industrializada de Taipei. La preocupación a nivel nacional por la protección del medio ambiente está floreciendo rápidamente. Las aves acuáticas migratorias, los manglares en peligro, y las áreas de parque para estudio y observación del medio ambiente están ahora recibiendo una consciente consideración muy a pesar de las fuertes presiones de parte de intereses que están en conflicto. La historia aún está desenmarañandose, pero la reserva del pantanal de Kuantu es una victoria mayor en la apreciación y entendimiento de la naturaleza por el hombre. A medida que la luz de los cielos occidentales cae detrás de la Montaña de la Diosa de la Merced (Kuanyin), el río refleja un paisaje luminoso, monocromo y cubierto de juncos. Situado inconspícuamente a unas cuantas millas al sur del estuario en la ciudad de Tamsui, el pantano ya ha sido subdividido por un dique para control de inundaciones que fue construido para proteger las tierras de cultivo en las riberas del río. El resto del área húmeda, sin embargo, ofrece un habitat maravilloso a cerca de 200 especies de aves migratorias y residentes, pequeñas criaturas anfibias, y las hierbas de tolerancia salina que son nativas de la ecología de los pantanos. Especias únicas, como la muy rara garza china y el ibis, también visitan este sitio de descanso en su migración. Los ecologistas señalan que Kuantu es el último habitat de pantano que queda en Taiwán. Ellos reclaman que durante los últimos diez años, siete habitats únicos de aves se han perdido por proyectos de desarrollo y 117 especies de aves han sido desplazadas. El área del pantanal de Kuantu es un paraje irremplazable y en peligro. Y los especialistas en medio ambiente, incluyendo muchos miembros activos de la Sociedad de Vida natural de Taipei, han ingeniado acordemente una campaña para el "Parque nacional del pantanal de Kuantu". Ellos han propuesto dejar que la sección del pantano en la desembocadura del río quede silvestre y abierto, mientras se desarrollan las tierras dentro del dique para crear un área de recreo y una reserva para aves. Se ha propuesto también un modesto centro para visitantes, senderos naturales y un área de observación de aves. Toda la reserva estaría administrada como un área para la conservación de la vida silvestre, y se agrandaría una laguna existente para atraer más aves acuáticas. Los ecologistas tienen que enfrentarse a un proceso lento y difícil para llevar adelante sus esfuerzos. En el caso de Kuantu, la situación se ve complicada por varios factores, aun cuando el gobierno municipal de Taipei declaró en septiembre de 1983, al pantanal un santuario para aves. Por un lado, los campesinos que aún poseen tierras allí, esperan vender dichas tierras para obtener buenas ganancias. Varias obras, incluyendo un puente tratan de utilizar el área. La decisión de convertirlo en un santuario ha paralizado todas futuras posibilidades de desarrollo o construcción en dicha área, pero los campesinos y dueños de tierra están muy disgustados. En protesta, muchos de los interesados que viven cerca han usado el "santuario" como un basurero. Esto ha traído contaminación que termina creando un paisaje que no es agradable ni para los humanos ni para las aves. Un esfuerzo público concertado está ahora tratando de convencer al gobierno municipal que tiene que actuar para convertir las tierras de cultivo en parques. Es notable que ahora los ecologistas de la República de China están pidiendo directamente por más compromisos de parte de la industria, de los agricultores y del público en general para que conserven los habitats naturales, antes de que sean una pérdida permanente. Todo parece indicar ahora que los ecologistas ganarán la aprobación para crear un parque y reserva del pantanal de Kuantu. Y ciertamente, este será un caso ejemplar de la creciente preocupación de la República de China por el legado natural en la isla. □

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