05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

El maravilloso mundo submarino de Taiwan.

01/09/1986
Un cazador submarino describía al mar como su "nevera personal". Decía: "siempre que siento hambre por los mariscos, me zambullo y lo consigo". Pero, cierto día, él quedó sorprendido al observar que ya no seguía siendo como antes. Este que se consideraba un "matador inmiserdicorde" llegó ese día a descubrir en su campo de caza submarina, que el anteriormente abundante área marina -la gran extensión de los mares nutrientes del globo no son proveedores ilimitados que pueden satisfacer los instintos predadores del hombre. La pesca excesiva y la contaminación, llegó a darse cuenta, se están llevando terribles cuotas. ¿Cómo podría él, un ávido buceador y explorador de los paisajes marinos, continuar participando en la destrucción? Así, Steve Shieh Shin-shi guardó su arpón submarino y tomó la cámara. El tomó la determinación de no sacar algo más sustancial que imágenes fílmicas de los vulnerables mares. "Mis cámaras realmente me enseñan cosas que nunca hubiera aprendido en la caza", nos dice ahora este miembro de la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (APID). "Mientras más me dedico a la fotografía submarina, más aprendo a gozar de las bellezas del mar, y entonces, más cuenta me doy de la importancia de conservar los recursos marinos". Los arrecifes que constituyen la mayor parte de la costa este de Taiwán y la medianamente elevada topografía de la costa occidental tienen un efecto diferente en los flujos de las corrientes costeras. Añadiéndose a esto, las diferencias de las estaciones y las variantes corrientes oceánicas calientes y frías ofrecen condiciones específicas, en áreas marinas que de otra forma hubieran sido iguales, favoreciendo diversas variedades de vida marina. Gracias a más de diez años de exploraciones fotográficas en las costas de la nación, los que estamos siempre por encima del nivel del mar, también podemos compartir su deleite ante los maravillosos espectáculos del mundo submarino. Los colenterados, conocidos comunmente como corales, abundan en los fondos marinos de Taiwán en multiples formas y colores. De los esqueletos límpios de estos animales, los artesanos locales hacen preciosos ornamentos y piezas de joyería. Pero las vidrinas de las joyerías palidecen en comparación con las exhibiciones coralinas que nos muestran los mares. En las aguas pocas profundas entre las curvas de la bahía Nanwan, el golfo más al sur de Taiwán, interminables muestras de coral blando ofrecen fantásticas vistas a los visitantes que viajan en botes con fondo de cristal. La magnificencia de esta exhibición, de acuerdo a Shieh, difícilmente se encuentra en otra parte del mundo. Cerca de 300 metros al sudeste de Shanshui Li, un barrio de la ciudad de Makung en las Islas Pescadores o Penghu, existe una selva de blandos abanicos marinos con una extensión de 300 metros de longitud y 40 metros de ancho. El profesor Tan Tien-hsi de la Universidad Nacional de Taiwán calcula que tiene unos 600 años de existencia. La "selva de abanicos" se expande por todo el fondo del mar a profundidades de 66 a 100 pies en aguas cristalinas convirtiéndose en un excelente local para el buceo y la exploración. En otra isla a poca distancia de Taiwán, la isla de Hsiaoliuchiu, una "selva de abánicos marinos" de similar magnificencia surge en aguas de profundidades de 47 a 52 metros. Desafortunadamente, muy profunda para el buceo. Además, varias colonias de corales de magnitud menor, pero también de igual belleza, están esparcidas en otras localidades en las costas de Taiwán. Los corales vienen en todas las formas y colores. La Dendronephthya gigantea se parece a las borlas de las animadoras en un juego deportivo, con colores que van desde rojo al amarillo, blanco y gris. El Alcyonium gracillimum es astral, con numerosas "estrellitas" rosadas colgando de sus ramas. Otros corales se parecen a disminutos crisantemos con sus alargados polipos amarillos. Las especies de Polythoa, cambian mucho de formas aun cuando sean blancas. Cuando hay fuertes corrientes, se recogen en "hongos". Cuando el mar está calmado, se extienden sus tentáculos pareciéndose a paraguas. Algunos corales que en el fondo de los mares forman los arrecifes se parecen nada menos que un verde césped invitándonos a echar una siesta, pero cuidado con sus células punzantes y fatales. Los pensamientos de mar ofrecen un excelente refugio para los peces de coral que cohabitan allí, tales como los apogónidos, ya que los enemigos de esos peces, temerosos de las células punzantes, no se atreven a entrometerse. El pez, siendo limpiador simbiótico de los corales, se alimenta de las emanaciones de las partículas de víctimas que los corales no pueden digerir. Los corales de la familia Poritidae poseen tallos robustos, con pequeños tentáculos radiantes en su tope, como las pequeñas manos de los bebés, pero son verdaderos instrumentos adaptados para capturar peces incautos. Las variadas formas de otros corales quedan claramente descritas al referirse al coral cuerno de ciervo, el coral lechuga y el coral cerebro. Los abanicos de mar, naturalmente no pueden ser confundidos. Grupos de corales rojos conforman precisamente ese agregado en forma de abanico que se suele apreciar al sumergirse. Estas gorgonias que pueden alcanzar más de dos metros de altura, son objetos predilectos de los coleccionistas. La gente frecuentemente rompen las ramas. Pero los abanicos de mar blandos, aun cuando no atraen a los coleccionistas de corales, son vulnerables a las destructoras fuerzas de la naturaleza, tanto las fluctuaciones del agua, así como de animales predadores, tales como la estrella de mar espinosa y los gusanos de mar. Así, la enorme cantidad de abanicos marinos de dos a tres metros de altura en Penghu demuestra que es un habitat ideal para ellos. En sí es una vista muy rara. En aguas poco profundas muchas veces vemos densos plumajes de color blanco. Si por curioso los tocamos, sentiremos una picazón, son los pólipos del colenterado del género Aglaophenia. Otros pólipos se disfrazan bajo la forma de arbustos, ramas "florecientes", etc. Entre ellos se destacan el coral fuego, de­ nominado así por el enorme y quemante escozor. Si se desea ver un monstruo del espacio, está la medusa, también un colenterado. Aunque no sea realmente peligrosa para el ser humano, sin embargo no es una amiga. Anualmente, muchos nadadores son atacados por los nematocitos en los meses de primavera y verano en Taiwán, especialmente del "soldado portugués" o fisalia. Aun siendo terribles al tacto humano, las medusas son un espectáculo excepcional. Transparentes y con luminoscencia, se parecen a los platillos voladores. Y en las noches, se convierten en verdaderos "bombillos de lámpara" de los mares. El pez payaso, en los ojos del fotógrafo Shieh, es la especie marina más cómica que existe localmente. "Ellos juegan contigo", sostiene Shieh; algunas veces, un pez payaso se queda golpeando su mascarilla, tal vez viendo sorprendido su imagen duplicada en el vidrio. Si se desea hallar este pez, primero busque las anémonas de mar. Estas últimas se hallan adheridas a las rocas a dos o tres metros debajo del nivel del mar. El feliz pez payaso se halla confortablemente en casa entre las anémonas. Como los pensamientos de mar y los apogónidos, las anémonas de mar ofrecen protección y alimentos al pez payaso, mientras que éste sirve de aseador. Para efecto de protección, el pez payaso elige su refugio en anémonas que sean de color similar. Otras anémonas de mar son móviles, tales como la Calliactis polypus, y se adhieren a conchas vacias. Cuando un cangrejo ermitaño se esconde en una de estas conchas, la anémona puede viajar y al moverse, caza pequeñas presas que inmoviliza con sus tentáculos. El cangrejo también queda invitado a la comida. Algunas anémonas de mar se asemejan a unas tetillas. Al ser tocadas se arrugan hacia adentro. Algunas veces echan chorros de agua. Pero cuando el transparente camarón aseador se pasea encima de ellas, no ocurre tal reacción. De acuerdo al profesor Tan Tien-hsi, esto se debe a que las feromonas, que son una especie de compuestos químicos que tienen estos camarones, garantizan una "amistad" mutua. La Cerianthus filiformis es tal vez la única anémona de mar que habita en los lechos arenosos del mar. Los numerosos tentáculos que sobresalen de una base cilíndrica, son sumamente delgados y largos, oscilando entre las corrientes de agua como cientos de cintas multicolores. Para estabilizarse a sí misma, esta anémona de mar penetra con la base de cuerpo unos 60 cms. dentro de la arena. Los buceadores que desean llevarse una de dichas anémonas de mar a casa como recuerdo, pronto se cansan de estar cavando sin fin. Los gusanos tubiformes con sus patrones y colores vistosos, son los "fuegos artificiales" ornamentales del fondo del mar. La mayor parte de estos gusanos crecen entre las formaciones coralinas a unos 10 metros de profundidad. Así no resulta difícil ver aquí un abanico de plumas de color blanco con tinte marón, allá una fuente de agua multicolor, más allá una flor con pétalos de colores profundos, y tal vez hasta un pavo real orgulloso. El gusano tubiforme más espectacular lo es aquel que tiene forma de "torre en espiral", con numerosas "plumas" colocadas en forma de escalera en espiral alrededor de un soporte. Con sus vívidos colores en azul, amarillo, blanco, rojo, gris e inclusivo en multicolor, parecieran obras mágicas de las hadas. Tan bellas y delicadas criaturas cuyos colores muchas veces se adaptan al medio ambiente en que viven, atraen a peces que tratan de alimentarse de ellas. Para protegerse a sí mismos, un gusano tubiforme puede retraer su corona plumosa (que se asemeja a los "fuegos artificiales") en su tubo para escapar de sus enemigos. Como los gusanos tubiformes están fuertemente incrustados en grandes secciones coralinas, resulta difícil transplantarlos a otros medios artificiales. De allí que la mejor forma de contemplarlos es a través de los barcos con fondo de cristal en las áreas del Parque Nacional Kenting. Una diversión inevitable al ir a las playas es recoger conchas. Los intrincados patrones de las conchas de caracoles son un atractivo especialmente para los niños. Pero, también son recolectadas para hacer collares o simplemente como adornos. Estas inofensivas conchas que recogemos en las playas, cuando están vivas no son tan dóciles. Los cónidos, que son una variedad muy resplandeciente, son en su mayoría venenosos. Las heridas que inflingen ciertos cónidos grandes pueden ser inclusive fatales para el ser humano. Los coleccionistas deben tener especial cuidado del peligro potencial de estos extraordinariamente hermosos moluscos. La Ovula ovum tiene un distintivo "manto" blanco y negro con marcas hexagonales. Este hermoso cauríes un feroz destructor de un hermoso coral blando. Cuando uno de estos cauríes se alimenta de la blanca carne del coral, hay un contraste de blanco y negro. Pero este contraste desaparece cuando la cámara de Shieh asusta al caurí y retrae su manto negro a una concha tan blanca como el coral. Como la Ovula ovum, la mayoría de los cauríes vivos que pertenecen a la familia Cypraeidae, se hallan envueltos en los lóbulos de sus mantos. Así protegidas, las conchas de los cauríes tienen generalmente un lustre brillante con hermosas configuraciones. En tiempos pasados, las conchas de los cauríes se utilizaban como moneda. En Taipei, a veces encontramos en sus tiendas, las grandes, decorativas e interesantes conchas en forma de araña del Lambis scorpius. Esta especie al convertirse en adulto, produce una concha con extraños cuernos. En la mitología griega encontramos al trompetero de los mares, Tritón, con una corneta hecha de una gran concha. Esta concha pertenece a la familia Cymatiidae, y fue históricamente usada como especie de corneta en los antiguos ejércitos chinos. Los chinos la conocen como la "Concha de la Ley". Esta "Concha de la Ley" (tritón) es un formidable enemigo de un notorio destructor de los corales, la estrella de mar espinosa. Los vastos arrecifes coralinos en Oluanpi, en la punta sur de Taiwán, se deben a la presencia de gran número de estos cazadores de estrellas de mar. Las estrellas del mar, erizos de mar, pepinos de mar y los ofiuros son todos equinodermos de apariencia poco atractiva. El único pariente hermoso lo es el lirio de mar. Como lo indica su nombre, el "lirio de mar" implica una figura atractiva. Durante la era paleozoica (395 a 570 millones de años atrás), los lirios de mar eran exhuberantes. A través de los años se han evolucionado para convertirse en más exquisitos. Generalmente tienen la forma de helechos, con multiples colores. Shieh Shin-shi cree que la riqueza en tonos y formas de los lirios de mar en el área de Taiwán es única en el mundo. Obviamente, se han convertido en excelentes modelos para su cámara. Los corales, pólipos, anémonas de mar, gusanos tubiformes y los lirios de mar conforman un verdadero jardín submarino, donde abundan una multitud de invertebrados exponiendo toda una gala de colores. Numerosos camarones, cangrejos y peces aseadores hacen el papel de "jardineros", limpiando y comiéndose a parásitos y desperdicios que echarían a perder tales jardines. Tales "jardineros" son bastantes humildes, el camarón Periclimenes es casi totalmente transparente y casi invisible. Pero también pueden ser elegantes y vistosos, como el camarón coralino de bandas, Stenopus hispidus, cuyas bandas en blanco y rojo resaltan cada vez que inspecciona su nicho. El fotógrafo Shieh ha levantado el velo de los mares para revelar ante los que permanecemos en tierra las maravillas del atractivo mundo submarino. Recientemente, se está dedicando a revelar una Atlántida local y legendaria, una misteriosa ciudad o castillo submergido alrededor de la isla del Pozo del Tigre en el Archipielago de Penghu. Aunque sus esfuerzos se encuentran aun en una etapa preliminar, sus seguidores esperan que traerá adicionales revelaciones de las bellezas de la herencia humana en la naturaleza, y tal vez, también en la historia. □

Popular

Más reciente