04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Inválido, pero no inútil.

01/09/1986
Un caso de desarrollo individual. Un joven paralizado desde la cintura hacia abajo, aprende a escalar montañas y nadar en el mar. Un niño con daño cerebral aprende a sostener una pluma y a escribir caracteres chinos. Lo que parecería ejemplos de una serie de milagros, es en realidad solamente una parte de la vida diaria en el Hogar de la Victoria, una institución creada para los niños lisiados en Pingtung, al sur de Taiwán. Este hogar no alberga a aquellos que entran en la demasiada común imagen pública de los jóvenes minusválidos o lisiados (cualquiera sea la denominación que le guste): "pesos no deseados, miserablemente inútiles, quienes están agradecidos solamente por alguna compasión pero no reclaman una participación en la vida normal". El Hogar de la Victoria es, en vez, el nombre realmente auspicioso para una institución que ha declarado la guerra a esta imagen tan generalizada. Los efectos del polio, parálisis cerebral, distrofia muscular y accidentes mutilantes son un reto aquí, no una identificación. Un reto agraciado con la victoria sobre su propia desesperación ... y sobre el impulso más sencillo, la rendición. Wang Shen-chuan, de 16 años, fue víctima del polio cuando tenía cinco años, quedando sus pies paralizados. El nunca será capaz de caminar sin usar abrazaderas de acero y muletas. Para distancias mayores, la silla de ruedas es su única alternativa. El no tiene oportunidad de crecer, compartiendo el gozo y la excitación de las actividades de campo con otros niños de su edad. Pero hace un par de años atrás, se le confrontó deliberadamente con un reto que nos haría pensar dos veces a la mayoría de nosotros, escalar la Montaña del Jade en Taiwán, el pico montañoso más alto del Este Asiático. "Yo creía que la idea era totalmente loca. Pero mis maestros e instructores aquí me dijeron continuamente que no me pusiera demasiado serio con esto, que hiciera lo mejor a mi alcance y gozará de lo que viniera. Así, decidí ir tras eso", se recuerda Wang. Antes que nada vino la cualificación: Unos 40 jóvenes impedidos intentaron hacer una caminata por la Carretera transversal isleña; solamente ocho de ellos fueron identificados como aptos para la escalada. Seguidamente, los futuros alpinistas fueron enviados al Hospital de la Universidad Nacional de Taiwán para pruebas físicas específicas. Y aunque las pruebas mostraron que sus fuerzas individuales eran inadecuadas dentro de las normas estandares, ninguno de ellos deseaban desistir de la idea. En un día de noviembre de 1984, los ocho iniciaron su larga escalada al pico de 3.997 metros. Imagínese a Usted escalando pronunciados precipicios con muletas: tendría que sostener todo su peso con sus brazos. Usted deberá observar constantemente dónde poner cada muleta. Cuando un precipicio es muy pronunciado, tendrá que echarlas hacia atrás, o su alto centro de gravedad lo haría caerse. Ellos nunca llegaron alcanzar la cima, pero terminaron la escalada después del primer día en Paiyun, a 3.528 metros. Ellos también sabían que tenían una señal victoriosa, nadie quedó desilusionado. "Lo importante para nosotros era hacer lo mejor que se pudiera, hicimos mucho más de lo que habíamos hecho anteriormente. Y antes, no conocíamos nuestras limitaciones. Ahora sabemos que realmente excedimos a lo que estabamos acostumbrados", dice Wang. Este año, un grupo de jóvenes del Hogar de la Victoria están tomando un curso de buceo. Dos veces por semana, la piscina que se usa normalmente solamente para terapia física, toma aspecto de un centro para entrenamiento de hombres-ranas. La natación siempre ha sido un ejercicio ideal para aquellos que no pueden usar sus piernas. "Tenemos fuertes brazos y espaldas para compensar, y el buceo es aun más fácil que la natación, debido a que no tenemos que pensar en mantenernos en balance cuando nuestras cabezas están abajo", dice un joven. Retos aun mayores están viniendo. Este año, se tiene programado un campo de supervivencia en el campo -un "ejercicio" en conjunto que no es sólo una prueba de la habilidad física, sino también un semillero de auto-confianza y espíritu de lucha. La campaña anti-polio en la República de China en Taiwán ha sido éxitosa: los nuevos casos son raros. El enfoque hacia el polio ha sido ahora dirigido hacia la rehabilitación de las anteriores víctimas, generalmente jóvenes o inclusive mayores, quienes han tenido hasta ahora muy poco entrenamiento. El Hogar de la Victoria trata, primero de cambiar totalmente la auto-imagen que estos niños tienen. El escalar montañas y bucear son formas de mostrarles que ellos no están del todo condenados a vivir de un consumo pasivo, y también para demostrar este hecho a toda la sociedad en sí. Cuando el polio atacó a Wang Shen-chuan, su familia no sabía qué hacer. Un niño que no camina no puede ir a la escuela, y ni esperar que algún día encontrará algún trabajo remunerador. Ahora, Wang va a la escuela todos los días gracias al bus de servicio del Hogar de la Victoria y ciertas modificaciones menores en los edificios de una escuela secundaria cercana. Y en cuanto a su manutención en el futuro, ya no hay dudas en esto. Su ejemplo beneficia a otros grupos de niños lisiados que han venido al Hogar de la Victoria. Tal vez el grupo que más rápidamente crece es aquel de los niños con parálisis cerebral y otros niños con daños cerebrales que reducen el funcionamiento adecuado de sus habilidades físicas. En la República de China en Taiwán, y en la mayor parte de otras naciones, menos del 0,5 por ciento de los recién nacidos son minusválidos. No hay por el momento cura para la parálisis cerebral, solamente hay formas de entrenar a las víctimas de acuerdo a sus capacidades particulares. El hecho es que se consideran a todos los niños con parálisis cerebral como retardados mentales. Algunos de ellos lo son, pero por lo menos una mitad de ellos tienen una inteligencia "normal" o "cercana a la normal", e inclusive hay algunos que son extraordinariamente inteligentes y dotados. Todo lo que ellos necesitan, sin tomar en cuenta su grado de incapacidad, es educación. Claro está, las escuelas regulares no están equipadas para enseñar tales niños, quienes no pueden ni sostener una pluma, que posiblemente nunca aprendan a hablar y que de cualquier forma se comportan "extrañamente". El Hogar de la Victoria está ahora haciendo esfuerzos para colocar estos niños con parálisis cerebral dentro del alcance de la educación en las escuelas normales. Yang Che-yu, de 8 años, por ejemplo, ha estado por un año en el Hogar de la Victoria. En su arribo, él tuvo que llenar todos esos años en que no aprendió casi nada, ni siquiera él comer por sí mismo. Ahora, él aprende por un par de horas diarias ante una computadora especial, nuevas palabras e inclusive ya puede componer pequeños cuentos para demostrarle a todos que él si puede: Había una vez un pequeño conejo blanco llamado Shau-wa. El era muy orgulloso. Cierto día fue donde la tortuga y le pidió correr juntos. El pequeño conejo blanco corrió muy rápido. El llegó a una estación de gasolina y se quedó descansando. Yang Che-yu no puede hablar apropiadamente, y la computadora es la principal fuente que tiene para su pensamiento. Esta también muestra su progreso en una forma exacta. Con las computadoras convirtiéndose cada vez más en un instrumento de la sociedad moderna, Yang tiene excelentes perspectivas para estar al tanto de los conocimientos y cerrar la brecha que existe entre él y los otros niños. Dándole cierto tiempo, incluso podría avanzar más rápido debido a su familiaridad con las computadoras. El director del Hogar de la Victoria, Kan Liu, que era un ingeniero de carreteras antes de llegar aquí, considera que aún queda un largo trecho que recorrer en tales programas. "Todo tiene que ver con un cambio de actitud en nuestra sociedad. Estamos sólo iniciando el camino hacia nuestro fin. Estoy seguro que veré alumnos del Hogar de la Victoria obteniendo un PhD en el futuro." La lista de necesidades del Hogar de la Victoria es larga en actualidad, necesitando más recursos para su educación regular, terapia física, audio-terapia y terapia ocupacional. El hogar se dedica activamente en los esfuerzos por recolectar fondos necesarios para sus programas. Como los cambios que ha visto, el Hogar de la Victoria está solamente probando sus capacidades. Los retos mayores aun están por verse. □

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