06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

El papel en China.

01/09/1986
Huesos, conchas, bambú y seda eran los primeros "papeles" de China.

Hace dos mil años atrás, durante el Período de los Estados Guerreros en China, el bien letrado Hui Shih (惠施, primer ministro del Estado de Liang), era uno de los mejores amigos de Chuangtzu. Este último, por haber criticado posteriormente a Hui Shih por su clásico taoísta, logró sin querer, darse a sí fama histórica.

El amor que tenía Hui Shih por los libros fue legendario, durante toda su vida. Y por buenas razones. Cada vez que él viajaba, él se sentía obligado a llevar consigo todos sus libros-y no eran sólo dos maletas, sino cinco carretas tiradas por bueyes. El dicho chino milenario, "conocimiento rico como cinco carretas tiradas por bueyes" aun persiste en nuestros días para denotar lo conocedor que es alguien.

Sin embargo, en actualidad la cantidad de material de lectura en las cinco carretas tiradas por bueyes de Hui Shih es probablemente menor que los libros de un estudiante de secundaria. Los viejos libros de los tiempos de Hui Shih estaban compuestos de pesadas "páginas" de bambú atadas entre sí por trozos de cuero. El muy anunciado invento del papel por los chinos (un poco antes de la era cristiana) aun distaba mucho en el futuro. Esto iría, finalmente no sólo a permitir una forma de transporte más conveniente de las colecciones de libros de un lugar a otro, sino que afectaría masivamente al desarrollo de la civilización china en primer lugar, y posteriormente al occidental.

El desarrollo del conocimiento histórico y las culturas avanzadas está obviamente ligado a la existencia de sistemas escritos. Basados en descrubrimientos arqueológicos en la provincia de Honan hacia fines del siglo XIX, se sabe que existío un sistema de escritura china bastante desarrollado durante la Dinastía Shang, más de 3.000 años atrás. Los materiales en los cuales se hallaron esas inscripciones antiguas incluyeron huesos escapulares de ganado, y caparazones de tortugas, de allí que se deriva su nombre "escritura de caparazones y huesos". Los usos de la escritura antigua estaban limitados exclusivamente a la nobleza, no sólo debido a que los comunes en la China antigua no podían darse el privilegio de estudiar, sino también debido a que la preparación de las caparazones de tortugas y escápula de las vacas requerían un proceso difícil y tedioso que estaba fuera del alcance de la mayor parte de las personas.

Como el escribir se convirtió en algo más común, hubo necesidad de mayores cantidades de material conveniente para escritura, lo que trajo eventualmente el empleo del bambú, que se tornó en el material más popular desde el Siglo VIII A.C. hasta el invento del papel.

La notable era china que se inició en el Siglo VIII A.C. es conocida como el Período de Primavera y Otoño, una época de gran crecimiento filosófico e intelectual que marcó los nacimientos de ambos, Confucio y el filósofo taoísta Laotzé. Tanto para los propósitos gubernamentales como la diseminación de las filosofías que estaban en boga en aquel tiempo, el rol de la escritura aumentó rápidamente en importancia.

Como se mencionó anteriormente, las varillas de bambú fue uno de los materiales de escritura más comunmente vistos; y fueron usadas principalmente para anotar edictos del gobierno y conceptos filosóficos notables. Aunque eran más prácticos que los huesos y las caparazones de épocas anteriores, obviamente estaban lejos de ser lo ideal.

En primer lugar, la preparación de las varillas no era algo fácil. Después de cortar el bambú a tamaño adecuado, se debía remover la cáscara externa; acto seguido se sometían las varillas a un secado por fuego para evitar que se pudrieran o fuesen atacados por insectos. Un determinado número de varillas de bambú eran atadas para formar un "libro", sobre el que se labraba de igual manera que en los huesos y caparazones o se escribía con un pincel. Obviamente que el número de caracteres que se podía grabar o escribir en una varilla era sumamente limitado y el bulto final era grande.

Las cinco carretas tiradas por bueyes con libros de Hui Shih existió en un tiempo en que la escritura adquiría cada vez más importancia, y donde todas las obras escritas probablemente no llenarían ni siquiera la mitad de una maleta si fueran transcriptas a papel.

Aunque el bambú era abundante en muchas regiones de China, el trabajo que se necesitaba para preparar las varillas puso tales libros fuera del alcance de las personas comunes. Consecuentemente, muchos brillantes (pero pobres) letrados que aspiraban a mejores conocimientos se hallaban a sí mismos usando materiales tan ordinarios como hojas de plátano secas para practicar la caligrafía china, así como para tomar apuntes.

Debido a la escasez de libros, cuando un letrado de aquel período llegaba a tener entre sus manos un buen texto en bambú, él lo copiaba primeramente en su propio cuerpo o vestido y después, al regresar a casa, lo transcribía a cualquier material disponible. Se dice que las casas de algunos letrados tenían las paredes, puertas e inclusive los platos y otros artículos de madera llenos de escrituras.

China fue finalmente consolidada por el Primer Emperador de Chin en el año 221 A.C., después de más de 300 años de continuas guerras internas. Para evitar que se repitiera el feudo interno que trajo la caída de la Dinastía Chou Occidental y la fragmentación de la nación, el Emperador Chin abolió el sistema feudal chino, confiriendo todo el poder al gobierno central.

Los gobernantes de varias provincias, que el emperador había nombrado en lugar de los existentes estados feudales, tenían responsabilidad de reportarse ante el emperador en forma regular. Se tiene registrado que en promedio, el Emperador Chin tenía que leer unas 120 libras chinas de informes diarios, y que nunca se iba a dormir sin antes haber terminado de revisarlos todos. Esto pareciera fuera de la capacidad humana, pero se explica si se toman en cuenta los pesados libros de varillas de bambú que se usaban entonces.

El territorio de China durante esa época fue el mayor que hubo bajo un sólo gobernante, y el "papeleo" de la administración de un tal reino agresivamente centralizado debió ser tremendo. Durante el corto período de su reino, sólo quince años en el trono, el Emperador Chin no pudo crear una alternativa que reemplazara a las pesadas varillas de bambú, pero si logró unificar las varias formas de lenguaje escrito que existían en la China feudal.

Tradicionalmente, el invento del papel se le acredita a un cortesano que vivió durante mediados del período Han Oriental, Tsai Lun (蔡倫), que era un eunuco que sirvió al Emperador Hanho. Tsai Lun vio la necesidad de tener un material de escritura que fuera conveniente y económico para los volúmenes de correspondencias, informes y registros oficiales de la corte imperial Han, que eran más numerosos que durante la Dinastía Chin. Se dice que él experimentó con muchos materiales diferentes, llegando finalmente a descubrir un papel económico basado en fibras vegetales. Por eso, se le acredita frecuentemente el invento del papel.

Sin embargo, el hecho es que el papel existió en China mucho antes que Tsai Lun. A consecuencia del inicio de las grandes excavaciones arqueológicas en China hacia fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, se han producido conflictos entre los registros populares y las duras evidencias arqueológicas.

Las excavaciones en la antigua capital china de Sian han desenterrado un pedazo de papel que data del Han Occidental, probando conclusivamente que la existencia del papel en China antes de la época de Tsai Lun. Pero, si Tsai Lun no fue el inventor del proceso de la manufactura del papel, entonces, ¿Cómo y cuándo se inició la manufactura del papel en China? Igual interrogante se cierne sobre el origen de la seda.

La seda y el origen del papel en China son inseparables. En realidad, la seda fue usada en forma muy limitada como material de escritura para los tiempos que las varillas de bambú eran ampliamente usadas. A través de la mayor parte de la historia china, hasta el siglo XX, los decretos imperiales se hacían sobre seda amarilla. En vez, el uso de la seda como material de escritura estuvo limitado a la familia real debido a su costo prohibitivo.

Los subproductos de la producción de la seda fueron las materias primas para el primer papel, o sea las pupas del gusano de seda que sobraban debido a que eran demasiadas duras como para hilarse, así como los cabos de las pupas que no servían para los hilos. Esos desechos eran procesados para un propósito muy diferente, se les remojaba y calentaba para remover las resinas, y después se batía la mezcla hervida para romper las fibras. La pasta resultante era enjuagado en el río sobre un sedazo de bambú y después el sedazo con su contenido eran secados al sol. Una vez secos, esos desechos procesados podían ser usados como rellenos en colchas, chaquetas, etc. Las ventajas que ofrecían eran su liviano peso y propiedad caliente.

Al quitar del sedazo de bambú este batido seco de seda, quedaba un muy delgado residuo de cortas y resinosas fibras de seda que se juntaban entre sí. Alguien se le debe haber ocurrido la idea de sacar cuidadosamente este delgado filme de fibras que tenía la forma del sedazo de bambú, y usarlo para escribir sobre el, naciendo así el primer papel en China. El carácter chino para denotar papel, chih (紙), utiliza el radical de seda (絲), proclamando así su origen.

Aunque el principio básico de la producción de papel era conocido, sin embargo, el uso de fibras de seda era impráctico desde el punto de vista de ambos, el costo y la limitada cantidad disponible. Los chinos se percataron posteriormente que otros tipos de fibras usadas en la manufactura de tejidos también contenían fibras cortas que eran útiles para la fabricación del papel. El pedazo de papel hallado en Sian y que ha sido fechado del período Han Occidental, fue hecho con fibras de cañamo, que obviamente probó que era más económico que la seda.

Si todo lo anterior disminuye la gloria que por algún tiempo tuvo Tsai Lun como inventor del proceso para la fabricación de papel, él sigue venerado, sin embargo, por sus contribuciones a su posterior refinamiento. Para tiempos de la Dinastía Han Oriental, hubo necesidad de una forma aún más económica de producir papel. Tsai Lun experimentó con retazos de tela, viejas redes de pesca, corteza de árbol y todo lo que tuviera fibras vegetales y que pudiera ser convertido en papel. Por ejemplo, los materiales a ser usados en la manufactura de papel deberían en primer lugar ser sumergidos en agua para que se descompusieran naturalmente, de modo que se pudiera sacar después las fibras más fácilmente. Esta descomposición natural, sin embargo, era muy lenta. Tsai Lun evitó este proceso al machacar con un gigantesco mortero sus materiales para romper las fibras, reduciendo en gran medida el tiempo de procesamiento y logrando aumentar notablemente la producción.

Como se desconocen en la posteridad los nombres que los fabricantes de papel que antecedieron a Tsai Lun, y como sus contribuciones al avance de las técnicas de manufactura del papel fueron grandes, de allí que los reportes populares indudablemente continuan mencionando su nombre como el inventor del papel, aun cuando sepamos que el papel existío antes.

En los 200 a 300 años que siguieron a Tsai Lun, la fabricación de papel vió un posterior mejoramiento en términos de ambas, la calidad del producto y la economía en su producción. Un cambio mayor en las técnicas de producción aumentó grandemente la capacidad de producción. Durante los tiempos de Tsai Lun, un sedazo de bambú era necesitado por cada hoja de papel hecho. Cuando la delgada capa de material fibroso en forma de pasta era distribuida sobre el sedazo de bambú y quedaba como un filme uniforme, se la dejaba secar al sol. Después del secado, el papel era suavemente pelado del sedazo. Muchos sedazos se necesitaban para hacer una limitada cantidad de papel, y se perdía mucho tiempo en el secado.

Este paso se cambió. En vez de dejar que el papel se secara en los sedazos, se le removía aun húmedo dándole vuelta a los sedazos y apilando los papeles aún húmedos para secarlos al calor indirecto del fuego. Para ahora, el trabajador en vez de esperar medio día o más para que se secara el papel en el sedazo, podía sacar hojas tras hojas de papel de un sólo sedazo. Esto hizo que el papel se convirtiera en una cosa más económica.

También, se le dío más atención a la calidad del papel después que se fijó una producción más económica. Materiales como el lino y la corteza de la morera reemplazaron a los materiales más crudos y el resultado fue un papel mucho más fino que antes. Además, las técnicas de producir papel coloreado, mediante el uso de pigmentos vegetales, se volvió común durante esta época.

Uno de los más grandes calígrafos de China, Wang Hsi-chih (王羲之), fue muy activo durante esta época; y en las pocas obras que aun se conservan de él en actualidad, uno puede ver que la producción del papel en China ya había alcanzado un nivel considerablemente aceptable.

Mientras continuaba creciendo la demanda de papel en China, la llegada de la imprenta con bloques durante los inicios de la Dinastía Tang (618-907), hizo subir vertiginosamente dicha demanda. La imprenta con bloques llegó a su apogeo después de la Dinastía Tang. El establecimiento concurrente de un gobierno civil basado en los letrados (que llegó a florecer durante la Dinastía Sung) sacó la demanda de todas las proporciones anteriormente conocidas. Si bien las técnicas de producción ya habían alcanzado la cumbre de su eficiencia (dada la tecnología que posiblemente poseían en esos días), lo que más se necesitaba eran los materiales para la fabricación del papel. Los chinos, mirando hacia el pasado, encontraron un material viejo y muy familiar, el bambú, que se había convertido en unas de las cosechas más prolíficas en China. Y obviamente, una fuente barata y accesible de material para satisfacer la demanda del papel en la China de aquel entonces.

Siguiendo a la Dinastía Sung, la imprenta de tipos móviles entró en uso y los materiales impresos se vieron más ampliamente distribuidos, pero no hubieron mayores cambios en las técnicas o materiales en la manufactura del papel hasta la llegada de la producción moderna por máquina.

Una clara y básica explicación ilustrada de las técnicas de fabricación de papel aparece en el libro Tien Kung Kai Wu (天工開物) de la Dinastía Ming, por un técnico agrícola brillante, pero algo desconocido, Sung Ying-hsing (宋應星).

Su descripción brevemente sería: (1) Las tiernas estacas de bambú son limpiadas de sus hojas y colocadas en un estanque de agua corriente para que se remojen y enjuaguen por un período de cien días. (2) Las estacas de bambú remojadas son cocidas con cal en una olla de piedra por ocho días y ocho noches. (3) Después de hervida, la mezcla es vertida en un gran mortero y machacada hasta que se convierta en pasta. (4) La pasta de papel es derramada sobre un sedazo de bambú, que se sacude en el agua para distribuir el residuo en una capa fina y uniforme. Este es el paso más difícil y crucial; los artesanos de esta fase requieren de muchos años de experiencia antes que puedan lograr una distribución uniforme de la pasta sobre el sedazo. (5) El sedazo es sacado del agua, escurriéndose el exceso de agua, se le invierte y manipula de tal forma que el papel caiga del sedazo y se apilan tales hojas una sobre otra. (6) Después que se haya producido una cantidad fija de papel, se coloca una tabla de madera sobre la pila de papel y se le aplica peso mediante una piedra para exprimir la humedad. (7) Es sorprendente, esas hojas no se pegan una con otra; todo lo que falta es pelarlas una por una y colocarlas a secar en un horno a fuego lento. Una vez seco, se saca el producto acabado para ser empacado y embarcado.

Esta técnica, la culminación de siglos de ingenuidad china, ha permanecido sin cambiar hasta los tiempos modernos. Aunque la mayor parte del papel que se usa en la República de China para periódicos, libros de texto, novelas, etc. se produce en forma masiva ahora, el papel para la mejor caligrafía china y otros usos especiales aun se produce por el método antiguo. (Véase desripción que acompaña el texto)

Aunque más de 1.000 años han pasado desde que apareció por primera vez el papel en China, la primera fábrica de papel de Europa, en Francia, no apareció sino hasta en 1157. Este proceso que revolucionó la cultura fue pasado a los franceses via los árabes, quienes aprendieron de los chinos cuatro siglos antes.

En el año 751, durante la guerra contra las fuerzas de la Dinastía Tang, los árabes tomaron prisioneros de guerra chinos, entre los cuales habían hombres conocedores de las técnicas de la fabricación del papel. De vuelta a la entonces capital de Samarkand, ellos le enseñaron a sus captores la técnica.

Para el siglo XIII, la fabricación de papel era ya común en Europa. Para el siglo XIX, algunos europeos creían que el papel había sido inventado por los alemanes o los italianos. Para fines del siglo XIX, un profesor europeo corrigío el concepto indicando que provenía de Samarkand en el siglo VIII. Seis años después los estudios lo convincieron que el papel se había originado en China. Los descubrimientos arqueológicos de principios de siglo en las regiones de Sinkiang y Kansu en China confirmaron completamente sus puntos de vista.

No sólo fueron los chinos los primeros en hacer papel, sino que la calidad de sus papeles finos no fueron nunca superados en Europa antes de la era moderna. Aún los papeles modernos, hechos a máquina con procesos químicos empiezan a deteriorarse después de 20 a 50 años, mientras muchos libros de la Dinastía Sung, hace más de 1.000 años, permanecen en excelentes condiciones muy a pesar de su edad. Una principal razón de la durabilidad del viejo papel chino es que los materiales empleados, tales como el bambú y el lino, están menos sujetos al cambio por contacto con el aire y el clima que la pulpa de madera que eventualmente se convirtió en la principal materia prima para hacer papel en Europa.

El Rey de Suecia, durante una visita a China en 1933, quedó tan impresionado de los libros que vió conservados en el Museo Nacional del Palacio, que propuso un esfuerzo de cooperación entre las industrias de fabricación de papel en China y Suecia.

De su accidental hallazgo como un subproducto de las fibras de seda en el fondo de un sedazo de bambú hace más de 2.000 años, el invento chino del papel no sólo ha revolucionado la cultura y civilización de China, sino que también de todo Occidente. El papel y los materiales impresos ya se han convertido en papel integral de nuestras vidas, resultando difícil imaginarnos sin ellos. Lo más notable de todo es que, inclusive la revista que está ahora en sus manos, es un legado directo de aquellos chinos de antes. □

Popular

Más reciente