04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Dos deliciosas frutas de Taiwan

01/11/1985
Cuando la otoñal "estación de lloviznas y de maduración de fruta..." llega al pequeño pueblo de Hsinpu, trae con ella la única cosecha "incolora" de placamineros; única porque a la lozana fruta color amarillo-naranjado no se le permite madurar. Hsinpu y especialmente su distrito de Hancon (literalmente Agujero de la Sequía), es famoso por el procesamiento de esta fruta verde, en secos manjares, con un sabor muy especial. Puesto que un prerequisito para el procesamiento del secado de los placamineros es la temperatura seca, "Hsinpu" obtiene su sustento de este inconveniente climático para la mayor parte de estilos de vida. En la estación de procesamiento de otoño, la escasez de lluvias en Hsinpu, asegura el sabor más delicioso para los placamineros secos. Bajo las ventajosas circunstancias del distrito, es muy natural que a través de los años, la mitad de la población de Hancon haya estado ocupada en esta industria tradicional. De acuerdo con estimaciones aproximadas, el 95 por ciento de los placamineros secos, disponibles en los mercados de Taiwan proceden de este pequeño pueblo en el municipio de Hsinchu. Los mismos placamineros crecen en locales dispersos alrededor de la isla; Hsinpu no es el principal productos de placamineros frescos. En la munificente calidez del otoño, los cultivadores transportan grandes cargas de placamineros verdes a los mercados de Hsinpu; los comerciantes llegan a los mercados antes de la aurora, para asegurarse de poder hacer la mejor selección. En esta época las frutas se magullan en el transporte o tienden a madurar demasiado rápido, por lo que es necesario examinarlas para su procesamiento posterior, ya sea en placamineros "secos" o "jugosos". El procesamiento de cada tipo es relativamente sencillo: Para obtener placamineros secos: se vierte una gota de lejía en medio del cáliz, arriba de cada placaminero verde y se guarda la fruta así tratada bien cubierta, durante tres días y noches y eso es todo: los verdes y duros placamineros se convierten en frutas secas y dulces. Para obtener placamineros jugosos: los placamineros verdes se remojan en agua durante tres o cuatro días; el sabor acre y amargo de los placamineros verdes desaparecerá, conservando en cambio su buen sabor y verde color. Sin embargo, las dos variedades de placamineros procesados descritas arriba, están muy lejos de ser tan populares como los placamincros verdes secos, cuyo valor económico es también mucho más bajo. Para los placamineros verdes secos: primero se les quita el cáliz (en Hsinpu esto se hace con un pequeño cuchillo con mango de madera). El cáliz debe ser quitado con mucho cuidado, pues de no ser así, esto reducirá el valor del producto final. Por lo general esta labor es ejecutada por los niños de las familias que se dedican a este proceso. El siguiente paso consiste en pelar las frutas, lo que exige una destreza más sofisticada. Normalmente las mujeres suelen hacerlo, tomando el placaminero verde con la mano izquierda, manipulándolo especialmente y cortándolo, con la derecha. Sosteniendo las cáscaras, se redondea la fruta con los dedos de la mano izquierda. Las mujeres con más destreza, ejecutan esta tarea sin interrupción. Las cáscaras se utilizan como combustible o fertilizante, luego de que se secan con el sol. Los ahorrativos habitantes del campo no suelen desperdiciar nada. Para secarlos, los placamineros verdes, una vez pelados y redondeados, son colocados en canastas de bambú de un metro de circunferencia; cuando están llenas, se colocan sobre percheros también de bambú. En agradables temperaturas de cielos despejados, los placamineros verdes, luego de tres días empiezan a ablandarse y a cambiar de color tornándose café claro. Es en esta etapa cuando las frutas secas se preparan para el mercado; los trabajadores las amasan y aplanan con los dedos. Este proceso tiene lugar generalmente durante la noche y es conocido por los trabajadores como "proceso de masaje". En cualquier momento durante este proceso, el clima húmedo podría echar a perder toda la cosecha, haciendo enmohecer las frutas secas. Para asegurarse en contra de este desastre -ya sea de la lluvia o de la alta y excesiva humedad­ los productores han construido en sus patios hornos de secado, los que parecen pequeñas cabaña hechas de tierra y alineadas con estantería de bambú. En el centro de dicho horno se excava un agujero, en donde se enciende el fuego. Si se hornean los placamineros verdes en esto horno por un tiempo más largo, puede acelerarse no sólo su secado, sino también evitarse la humedad. Sin embargo, este proceso nunca ha producido la más alta calidad de las frutas seca. De acuerdo con los expertos, el horneado generalmente da como resultado una condición en la cual los placamineros son "secados por fuera pero no por dentro", con una gran pérdida de sabor. "El sabor obtenido por la luz del sol -según los experimentados comerciantes- es la única clave para asegurar la máxima calidad de los placamineros. Cualquier otro procedimiento sólo conduce al fracaso." Lleva aproximadamente diez días procesar los placamineros verdes secos, desde el proceso de pelarlos hasta el secado u horneado. En base a los precios actuales cada 2.400 gramos de placamineros verdes tienen un costo de NT$44, los cuales pueden procesarse en 600 gramos de placamineros secos y vendidos en NT$100 (US$2.50). Descontando los costos misceláneos, los productores obtienen una ganancia de NT$30 por cada 600 gramos. En la estación de otoño, un productor puede ganar NT$300.000 (US$7.500), lo que representa una suma considerable para los diligentes pobladores. Durante mucho tiempo, Taitung, al oriente de Taiwan, ha permanecido aislado económicamente, encontrándose muy lejos de los principales centros de población de la isla. Una de estas razones, fue por las las líneas férreas; hasta hace poco tiempo sólo existía una angosta línea muy antigua. Al llegar a estar mejor integrado con la economía de la isla y con el moderno sistema de comunicaciones, es de esperarse que Taitung habrá de convertirse en una nueva frontera, tanto para el desarrollo económico, como para el turismo. Su desarrollo económico está obteniendo cierto estímulo, gracias al cultivo de la fruta de la pasión, paihsiang en chino, o literamente, fruta de las 100 fragancias. El nombre occidental "fruta de la pasión", es por el parecido de las partes de la flor, con las heridas, la corona de espinas, etc., relacionadas con la crucifixión de Jesucristo. Hasta hace pocos años los pobladores le prestaron poca atención al posible valor de la misma. Posteriormente, una firma suiza destacó altamente el jugo de dicha fruta, haciendo ver su amplio campo de fragancias. Desde entonces se ha venido cultivando con cierta... pasión. Sólo durante el lapso de seis meses, se establecieron aproximadamente 200 hectáreas de terrenos de frutas de la pasión, lo que promete un brillante futuro para las aldeas otrora estancadas. Cheng Cheng-yung, profesor de Horticultura de la Universidad Nacional de Taiwan, quien visitó Taitung en un viaje de campo, comentó: "El área de plantación aumentó en forma tan rápida, que el suministro de cogollos no podía satisfacer la demanda." La segunda mitad del año es la estación de cosecha para esta fruta híbrida de la pasión. Hace algunos años las fábricas de jugos firmaron contratos comprometiéndose a pagarle a los agricultores US$0.18 por kilogramo de frutas. Pero como otros procesadores se encontraban buscando estas frutas, su precio se triplicó. Aunque la pulpa no puede comerse, su jugo ofrece la fragancia de muchas clases de frutas. Como bebida, es diluida cinco veces. El jugo es usado también como condimento para dulces, helados y postres. La demanda mundial para el jugo es de aproximadamente 250.000 toneladas anuales de jugo puro; sin embargo el suministro es de sólo la mitad. La mayoría del jugo procede de Hawai, Australia, Brasil y Africa del Sur. "Si procediéramos apropiadamente, podríamos abrir entre 3000 y 5000 hectáreas de huertos de frutas de la pasión y ganar US$250 millones anuales, de los cuales la cuarta parte iría a los bolsillos de los agricultores de Taitung", expresó el profesor Cheng, agregando también el temor de que dicha fruta podría tener el mismo ciclo de auge y fracaso experimentado por las industrias de hongos, espárragos y piñas. La producción no planificada dañó a Taiwan como líder mundial en cuanto al provisionamiento para los mercados de estos productos. La fruta de la pasión es llamada también granadilla y fue introducida a Taiwan entre 1901 y 1907. La fruta de la pasión silvestre se encuentra en las laderas por debajo de los 1.000 metros. La mayoría de variedades silvestres, cuando maduran, cambian al color morado. A los niños traviesos les gusta jugar con ellas, lanzándoselas uno al otro, por lo que las llaman "bombas". En 1964 fue introducida una nueva variedad de Hawai y plantada en el centro de Taiwan. El jugo fue embarcado primero a los Estados Unidos, antes de ser enlatado. La variedad amarilla ofrece más fruta que la variedad de color morado y es más jugosa. Como crece por debajo de una altitud de 500 metros, necesita fecundación artificial, lo que aumenta los costos de producción. En 1975 el horticultor Lin Ying-ta, intentó hacer un injerto de las variedades morada y amarilla, produciendo cientos de semilleros, pero todas fueron destruidas por un virus, excepto una, la que fue llevada por su asistente, Teng Yung-hsing, plantándola bajo el alero de su residencia en el poblado de Chaochow, municipio de Pingtung. La planta sobreviviente creció vigorosamente y produjo muchas frutas, obteniéndose la primera cosecha en mayo de 1976. Los cogollos fueron llevadas a la Estación Experimental de Horticultura de Fengshan para su propagación. Cuando Teng Yung-hsing se inscribió en la Universidad Nacional de Taiwan, llevó también varios cogollos para propagarlos en la granja de la universidad. Las vides pronto cubrieron toda una baranda de bambú. Por ese tiempo, todas las plantas de la variedad amarilla que crecían en el centro de Taiwan habían sido destruidas por un virus. En 1979, el agricultor Li Tsan-tien, se dirigió a Taipei para visitar a su hijo, que era asistente del profesor Cheng Cheng-yung, solicitándole su ayuda plara resolver el problema de la fruta de la pasión. El profesor le dio cuatro cogollos de plantas de la granja experimental de la universidad, incitándolo a que probara sembrarlas en Taitung. Inesperadamente las plantas crecieron exuberantemente y dieron más frutos que la variedad amarilla. El agricultor destinó un acre para su plantación y envió parte de su cosecha a una fábrica, procesándola para jugo. La calidad fue excelente y los pedidos se multiplicaron. Tres años después, el agricultor cultivó 200.000 semilleros para plantarlos sobre 200 hectáreas. Lin Kuo-jung, técnico de la Estación Experimental de Agricultura de Taitung, en la provincia de Taiwan, explicó que la mayor producción tiene lugar en los meses de junio, agosto, octubre y diciembre, pero la calidad de la de este último mes es la mejor. La fruta de la pasión es verde durante el período de crecimiento y no tiene que cortarse, puesto que cae por sí sola cuando ya está madura. Los agricultores recolectan dicha fruta cada 10 días. De las 700 a 800 hectáreas de fruta de la pasión existentes en Taiwan, aproximadamente 500 se encuentran en el municipio de Taitung. De las frutas de Taitung, el 70 por ciento es híbrido y el resto es de la variedad amarilla. Muchos cultivadores de naranjas y piñas, las han cambiado por la fruta de la pasión. El profesor Cheng asienta: "El problema actualmente no es cuánto podamos cultivar, sino cuánto tiempo podremos mantener la calidad. Los compradores ofrecerán altos precios solamente para el jugo de alta calidad." Existen varias formas de garantizar su buena calidad. Primero, los árboles deben mantenerse sanos. El profesor Cheng teme que la propagación de semilleros ha sido demasiado rápida y además, que han sido distribuidos a los agricultores algunos materiales inferiores. En segundo lugar, los agricultores deben saber lo que están haciendo. No deben dejarse atraer por los precios y cortar las frutas verdes de los árboles. En tercer lugar, las fábricas de procesamiento deben clasificar cuidadosamente la fruta y no adulterar su jugo. Finalmente, los institutos de investigación y experimentación necesitan continuar sus estudios. Si pueden desarrollarse mejores variedades, esto habrá de producir mejores ganancias tanto a los cultivadores, como a los procesadores. □

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