04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Lugares ideales para el estudio

01/07/1985
Foto de CHEN MIN-JENG
La sensación de compañerismo rompe el frío aislamiento que constituye el mayor obstáculo para estudiar, siendo esto precisamente lo que estas salas de estudio ofrecen, muy diferentes de la frialdad de las escuelas y de los dormitorios solitarios en el hogar. C.Y. Young, un joven de 17 años de edad, alzó la vista y observó a su alrededor; sin embargo, su mente no divagó por mucho tiempo. Aunque se sentía atrapado, era debido a su propia decisión; por lo que rápidamente volvió a concentrarse en la página que tenía frente a él. C.Y. era sólo uno entre los más de sesenta estudiantes que hacen uso de la Casa Blanca, un sótano que sirve como salón de estudio, localizado en la Avenida Roosevelt de Taipei. En la Casa Blanca y otros salones de estudios similares, los estudiantes de Taipei pueden pasar sus horas de estudio o de recreo en la forma que más les plazca. Los salones de estudio son instituciones únicas, que desafían simples explicaciones: Cuando le pregunté a un amigo, "¿Qué lugar es este?" Como toda respuesta, me dijo: "Conócelo por tu propia cuenta." Dentro de los salones, los estudiantes se encuentran callados y estudiosos, debido a que se aproximan los exámenes finales. Para el mes de julio estos salones se llenan de estudiantes, debido al altamente competitivo examen universitario de admisión, o sea la puerta de entrada para las universidades en la República de China. Durante dicha época, los estudiantes llegan por la mañana muy temprano, para ocupar un lugar en esos salones, pagando una cuota mínima de NT$50 (US$1.25), generalmente desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche. Ocupan el espacio justo, con una lámpara de escritorio individual, pueden tomar todo el té que deseen y disfrutar posiblemente de alguna música de fondo, en un ambiente con aire acondicionado. Es posible poder ordenar también bocadillos y café, pero pocos hacen uso de ese servicio. En un fin de semana normal, la atmósfera de esos salones es bastante diferente: permanecen llenos, pero a la vez bulliciosos y relajados. Libres de la presión de los exámenes, los estudiantes suelen permanecer allí; la cuota es la misma, pero pasan el tiempo jugando ajedrez chino, conversando y leyendo ya sea por placer o por su propio gusto. En la Casa Blanca, conocí a S.T. Lin, recién graduado de la Universidad Nacional Normal de Taiwan. Con una amplia sonrisa indicó que todavía solía venir aquí "con bastante frecuencia". Descubrí que Lin casí formaba parte del inventario y que la Casa Blanca había llegado a convertirse en su propia casa a través de los siete años de estudio que había pasado en Taipei. Tanto a él como a su círculo de amigos se les podía localizar allí por teléfono muy fácilmente. La Casa Blanca era para ellos como su club privado, con la única restricción que tenían que respetar los derechos de los demás, especialmente durante la época de exámenes. Lin descubrió este lugar siendo un estudiante de secundaria, bajo su nombre original Nuestro Café; por ser un forastero en Taipei, llegó a sentirse muy a gusto allí. Nuestro Café fue el primero de los salones de estudio de dicha área; actualmente existen más de una docena. Empezó como un servicio social para los estudiantes de Taipei, prestado por la Iglesia Metodista. Al trasladarse hacia los terrenos de la iglesia cercana, el dueño actual de la Casa Blanca remodeló el lugar, dándole el nuevo nombre bajo la administración de la actual gerente, señorita T.K. Wu. Obviamente, ella es poseedora de una personalidad que hace promover buenos clientes, siendo éste el éxito de que disfruta la Casa Blanca; aunque la seriedad de su rostro inspira respeto, cual­ quiera que la conoce no duda en consultarle sobre asuntos ya sean privados o de estudios. Para los problemas que no puede resolver, cuenta siempre con una variedad de referencias o recursos para poder ofrecérselos a los estudiantes. Generalmente se trata sencillamente del problema de encontrar estudiantes de niveles más altos para poder enseñar. Los estudiantes con problemas emocionales exigen más tiempo y cuidado. Otro salón de estudio que ha hecho notables concesiones por su espacio es el Salón del Estudiante, localizado también en un sótano sobre la Avenida Roosevelt, directamente frente a la entrada principal de la Universidad Nacional de Taiwan. Con su bajo techo, no cuenta con el gran espacio de Nuestro Café, pero dispone de 27 mesas individuales más grandes; C. P. Chen, el propietario ha cuidado muy bien de la decoración del salón; la señorita S. I. Ho, de 19 años de edad manifestó el aprecio por estos esfuerzos cuando la interrumpí para hablarle. Solía hacer uso de otro salón de estudio llamado Inko al otro lado de la misma avenida. S.I. Lin, la gerente de entonces, pasaba mucho tiempo ayudánsdole en sus estudios; pero al cambiar dicho lugar tanto de nombre como de propietario, Ho extrañó el ambiente familiar, por lo que decidió estudiar en casa por su propia cuenta. Posteriormente con los exámenes nocturnos de admisión para las universidades nacionales, se dio cuenta entonces que no podía estudiar en casa, debido a los programas de televisión o a cualquier otro tipo de distracciones que le impedían concentrarse, por lo que se dirigió entonces al Salón para estudiantes debido a su ambiente tranquilo. "Aquí puedo estudiar durante doce horas diarias, lo que en casa me tomaría una semana y al final del día me siento bien", comentó. "Tiene mucho que ver el tranquilo ambiente de este lugar, para mí lo más importante es la ausencia de distracciones." Sin embargo, la mayoría de estudiantes chinos prefiere un ambiente más bullicioso. Me dí cuenta de eso en el Hsin Ko, donde la música de fondo era bastante alta y se hacía caso omiso de los rótulos donde decía "No fumar". Hsieh Shu-chi, quien se encontraba allí para sus exámenes de medio año expresó que no había podido estudiar mucho, debido a que su vecino fumaba demasiado y el humo le irritaba los ojos; sin embargo, dijo que disfrutaba bastante de la música. No muy lejos de allí, en el sexto piso del edificio contiguo, se encuentra El Salón Tranquilo, donde los cuartos se encontraban iluminados con luz natural que penetraba a través de los grandes ventanales, una sensación diferente a la de los otros salones de estudio. Los Young, los nuevos dueños, abrieron dicho lugar hace unos pocos meses y han atraído ya una gran clientela formada por grupos con un promedio de edades más variado. Uno de ellos de 53 años, era un profesor universitario, mientras que el otro, Peng Jen-chi de 20, dijo que venía acá con mucha frecuencia y que le gustaba mucho el ambiente claro y limpio. Además de los salones de estudio, los Cuerpos Juveniles de China han establecido también otros lugares similares, uno en el mismo vecindario y otro en el corazón de Hsimenting, en la ciudad de Taipei. Sin embargo, por estar orientados más para la recreación, cuentan con ambientes menos atractivos para el estudio, siendo muy populares como lugares de reunión para la Juventud. Los estudiantes generalmente atribuyen el éxito de los salones de estudio al hecho de que están bien administrados, siendo más que lugares de recreación lugares favoritos de estudio. □

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