05/05/2024

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DESPUES DEL TIFON MORAKOT

01/09/2010

El Gobierno y las organizaciones no gubernamentales han trabajado rduamente para ayudar a los supervivientes a reconstruir sus vidas después del devastador tifón, pero todavía queda mucho por hacer.

Después de pasar por el patio de recreo de la Escuela Secundaria Shanlin en el Distrito de Kaohsiung, en el sur de Taiwan, se observa hilera tras hilera de casas construidas ordenadamente. Las paredes son todas del mismo gris y hay un pequeño jardín en el frente de cada casa. En los terrenos vacíos contiguos a las casas se ven estatuas de los voluntarios de la Fundación Budista Tzu Chi, que ayudaron a construir las residencias. En la entrada de la comunidad, dos piedras enormes están grabadas con las frases “Vi a alguien enterrado en la tierra que había sido arrastrado por el deslizamiento”, y “Gracias a Tzu Chi por construir un nuevo hogar para mí y brindarme un lugar donde quedarme”.

Estas son escenas de la Granja Yuemei en el pueblo Shanlin, una zona residencial que ahora es el hogar de más de 1.800 supervivientes del tifón Morakot, que arremetió contra Taiwan a principios de agosto de 2009, y provocó la muerte de cientos de personas, así como pérdidas de miles de millones de dólares en daños a la propiedad. El 11 de febrero de este año, 756 viviendas habían sido terminadas en las 59 hectáreas de Yuemei, donde alrededor de 540 familias han sido reubicadas. La mayoría de las viviendas estaban originalmente ubicadas en los pueblos Namaxia, Jiaxia, Maolin, Taoyuan y Liugui en el Distrito de Kaohsiung. El 11 de febrero marcó el fin de la primera fase de los esfuerzos para ofrecer vivienda permanente en Yuemei a los supervivientes de Morakot. El número de casas que será construido en la segunda fase en Yuemei dependerá de los resultados del proceso de solicitud que se lleva a cabo.

El 25 de junio de este año, 4.082 hogares de todas las zonas de Taiwan afectadas por el tifón habían solicitado vivienda permanente. Durante su espera,  muchos miembros de estas familias se mudaron a casas alquiladas en áreas más seguras, se quedaron con sus parientes, o estuvieron residiendo en alojamientos temporales.

El margen de tiempo y la construcción por etapas de las viviendas permanentes para los que se quedaron sin vivienda tras Morakot, varía de sitio en sitio, así como del proceso de solicitud de cada lugar. El 25 de junio, la construcción inicial había concluido en tres áreas, incluyendo las 756 residencias en la granja Yuemei, 30 en el pueblo Taimali, Distrito de Taitung, en la parte este de Taiwan; y seis en el pueblo Gaoshu, Distrito de Pingtung, en el sur de la isla. Entre tanto, según el Consejo para la Reconstrucción Post-Desastre de Morakot (MDRC, siglas en inglés) bajo el Yuan Ejecutivo, se espera que la primera fase de construcción de otras 856 viviendas permanentes en los distritos de Nantou, Chiayi, Tainan, Kaoshiung, Pingtung  y Taitung, termine de construirse a principios de agosto de este año.

Esfuerzos combinados

Gran parte de la aldea Xiaolin en el pueblo Jiaxian quedó enterrada por dos deslizamientos que ocurrieron durante el tifón Morakot. De las 300 familias que sobrevivieron, 58 se trasladaron temporalmente a viviendas provisionales construidas cerca de la Granja Yuemei alrededor de octubre del año pasado, mientras que muchas de las restantes familias se trasladaron a casas alquiladas en el Pueblo Shanlin. Gracias a los esfuerzos combinados del Gobierno y las organizaciones de ayuda, se esperaba que 90 viviendas estuvieran terminadas para los supervivientes de Xiaolin en la cercana aldea Wulipu, en el Pueblo Jiaxian, a finales de julio de este año. Además,  59 hogares de Xiaolin se encontraban entre las 540, cuya solicitud fue aprobada para alojamiento permanente en Yuemei, según el Buró de Obras Públicas bajo el Gobierno del Distrito de Kaoshiung.

“Algunos de los residentes de Xiaolin se mudarán a viviendas en Wulipu, y algunos han elegido vivir en la Granja Yuemei”, dice Chern Jenn-chuan, subdirector ejecutivo de MDRC. “Pero la mayoría de ellos prefiere construir en otro lugar cerca de la Granja Yuemei”, dice, en cuanto al sitio donde los evacuados de Xiaolin ocuparon viviendas temporales poco después del desastre. Las 145 familias que prefieren el sitio han presentado una propuesta al gobierno local, pero ninguna decisión oficial ha sido alcanzada hasta julio de este año.

“Desde que ocurrió el desastre, hemos acompañado a los aldeanos mientras se han esforzado en recuperar su vida normal. Entendemos completamente y respetamos sus pensamientos, y admiramos su persistencia en la conservación de su cultura pingpu-siraya”, dice Steven Chen, secretario general de la Sociedad de la Cruz Roja de la República de China. La Cruz Roja brindó respaldo financiero para la construcción de las viviendas en Wulipu, y ha mostrado su disposición a construir viviendas permanentes para los hogares que han optado por viviendas temporales cerca de Yuemei.

“Queremos volver a construir nuestras calles y las escenas familiares de nuestra aldea aquí”, dice Son Yan-cheng, oriundo de la aldea Xiaolin. “Otras víctimas aún pueden volver a su pueblo, pero nosotros no tenemos un lugar dónde volver”. Queremos que nuestras casas sean construidas al estilo de nuestra cultura, en lugar de que todas sean iguales como en la Granja Yuemei”, expresa Tsai Song-yu, portavoz de la Asociación de Auto-ayuda de Xiaolin, con respecto al lugar. “Esperamos que el gobierno local, las agencias de ayuda y nuestros aldeanos puedan llegar a un consenso sobre esto después de las negociaciones”.

 

Viviendas bien alineadas, construidas por la Fundación Budista Tzu Chi para los supervivientes del tifón Morakot en la Granja Yuemei, distrito de Kaohsiung.

Según el Estatuto Especial para la Reconstrucción después del Desastre de Morakot, promulgado en agosto de 2009, los residentes de “distritos especiales” evaluados como inseguros para vivir están sujetos a la reubicación obligatoria a zonas menos peligrosas. Sin embargo, en la práctica, el Gobierno ha permitido a los residentes volver a sus casas en los distritos especiales, pero les han informado que solamente se realizarán reparaciones limitadas en las calles y sistemas de acueducto y eléctricos en esas áreas. Por lo tanto, los aldeanos afectados por el desastre enfrentan la difícil decisión de regresar a sus pueblos damnificados en las montañas, que tienen un futuro incierto, o establecerse en viviendas permanentes en las áreas llanas. Según el MDRC, 72 por ciento de todos los supervivientes de Morakot son aborígenes, muchos de los cuales están acostumbrados a vivir en las áreas montañosas del sur de Taiwan, y no en las llanuras o zonas urbanas.

Las encuestas de campo de las áreas afectadas por Morakot y las negociaciones entre los funcionarios locales y los supervivientes, continuaron durante varios meses después del tifón. Una vez terminadas las encuestas en noviembre de 2009, la definición del término “inseguro” como se le denominan a los distritos especiales fue –y todavía es, en algunos casos– bastante polémica. “En ocasiones les he dicho a las víctimas que su casa era segura, pero ellos dicen que no he visto una grieta en tal pared y me dicen que tienen miedo de vivir allí”, dice Chern, del MDRC. “Otras veces, cuando les digo que su casa es insegura para vivir, entonces me dicen que sus casas están bien”.

Estas disputas han retrasado los esfuerzos de repoblación, dice Chern. “Todavía estamos trabajando para confirmar la ubicación de las áreas afectadas para poder destinar viviendas permanentes a quienes las necesitan”, dice. “Necesitamos terminar para poder informar a las organizaciones no gubernamentales, cuántas casas hay que construir”.

Muchos de los que han elegido trasladarse a las viviendas permanentes en las llanuras, lo hacen para aprovechar las mejores oportunidades laborales y un ambiente de aprendizaje más estable para sus hijos, dice Chern, agregando que muchos niños fueron obligados a cambiarse a otras escuelas después del desastre. “Les preocupa que si se quedan en la montaña, sus hijos tendrían que volver a enfrentar la misma situación si ocurre otro desastre”, dice.

En cambio, los que han insistido en regresar a su pueblo también tienen buenas razones. Por ejemplo, los operadores de hostel Gu Xiu-hui y su esposo Tharngalu Sumuku se encuentran entre las diez familias en la aldea Adiri, pueblo Wulai en el Distrito de Pingtung, que decidieron volver a sus casas en las montañas después del desastre. Gu dice que ella y su esposo volvieron a Adiri, a pesar de haber sido incluido como uno de los distritos especiales inseguros, porque sólo se sienten cómodos viviendo en las montañas. “Disfrutamos la vida simple aquí”, dice. La pareja cree que regresar a su pueblo es un paso importante hacia la eventual reconstrucción de la aldea.

A pesar de su apego a Adiri, los diez hogares en la aldea están al tanto de su peligro potencial, que es el motivo por el que están planeando usar sus propios recursos para construir un refugio en las afueras del distrito especial para uso durante la época de tifones, que es de junio a septiembre. Aunque no están ubicados en los distritos especiales designados, hay planes para otros refugios en las aldeas de Labuane y Kudrengere en el pueblo de Wulai, así como en la aldea Tjalja-avus en el pueblo de Laiyi, en el distrito de Pingtung.

Chern  Jenn-chuan dice que aunque los residentes de los distritos especiales tienen libertad de volver a sus aldeas, una vez que se da la alarma de un tifón, tendrán que evacuar a lugares más seguros. Según la Ley para la  Protección y Prevención de Desastres, las oficinas de los pueblos tienen el derecho de movilizar a la policía y miembros del ejército para que brinden asistencia y se lleve a cabo la evacuación. “Sabemos que muchas áreas afectadas por Morakot están demasiado frágiles para resistir más daño ahora, motivo por el que solicitamos a la Comisión para la Protección y Prevención de Desastres, y a los aldeanos, a mantenerse muy alertas durante la época de tifones”, dice Chern.

Junto a las casas, muchos caminos en las áreas montañosas del sur de Taiwan quedaron destruidos tras Morakot. Sólo se puede llegar a algunas aldeas a través de un solo camino, que de quedar cerrado incomunicaría a la gente del pueblo, porque es la única vía de transporte, reservada para el servicio de emergencia vía helicóptero. Según MDRC, el tifón dañó ocho secciones de las autopistas provinciales en los distritos de Chiayi, Kaohsiung, Nantou, Pingtung y Taitung. Las obras de reparación continúan en estas secciones, con la promesa del MDRC de que concluirán las obras a finales de 2011.

Uno de los logros en el camino hacia la reconstrucción fue la reapertura del puente Jiaxian el 26 de junio este año. El puente cruza el río Nanzixian, y la principal vía que conecta a Jiaxian con las autopistas provinciales Nº 20 y  Nº 21 en el distrito de Kaohsiung. El antiguo puente de concreto colapsó durante las inundaciones causadas por el tifón Sinlaku en 2008, mientras que el puente temporal que se había construido, fue derrumbado por Morakot. El nuevo puente es una estructura fuerte de tres arcos de acero que mide 21 metros de ancho y está pintado de color violeta claro en representación al color del taro, un manjar de Jiaxian.

El puente Jiaxian es una de las historias de éxito del trabajo de reconstrucción, algunos caminos devastados por Morakot nunca serán restaurados al mismo nivel de funcionalidad que tenían antes del tifón. Según Hung Shi-yi, técnico especialista para el Departamento de Construcción de Infraestructura del MDRC, hay siete caminos en el área afectada por Morakot que recibirán solamente “mantenimiento mínimo”, porque están ubicados en áreas geológicamente sensitivas, y conectan aldeas en los distritos especiales que no son seguros. En el caso de una lluvia fuerte o terremotos en el futuro, el departamento cree que los caminos podrían sufrir más daño, y sería muy costoso y difícil, si no imposible, que el Gobierno pueda reconstruirlos de manera que soporten esos desastres.

La sección de la Autopista Provincial Nº 21 que une a Xiaolin con Namaxia, por ejemplo, fue construida a lo largo del río Nanzixian. Las lluvias torrenciales de Morakot provocaron el desbordamiento del río, inundando grandes extensiones de la autopista, mientras que otras partes quedaron tapiadas con lodo. El MDRC ha decidido restaurar las áreas dañadas de la autopista a un nivel básico, dejándolas sin pavimentar y sólo un canal ancho. Sin embargo, los residentes del área han expresado sus preocupaciones sobre el limitado plan de reconstrucción. Por ejemplo, Istanda Huson, jefe del pueblo de Namaxia, dice que le preocupa que los autobuses de turistas no puedan  viajar por el camino angosto, así como el efecto en el transporte de productos cultivados localmente a los centros poblados. Parte de Namaxia está ubicada en un distrito especial.

La reconstrucción de otros caminos, que sirven a partes del área más pobladas que fueron afectadas por el tifón, será más completa, pero también tardará más tiempo. La sección de la Autopista Provincial Nº, que une la aldea Qinhe y la aldea Meilan en el pueblo de Taoyuan, por ejemplo, pasa a lo largo del río Laonong, y fue severamente dañada por las inundaciones. Un camino alterno temporal reemplazará la sección dañada, mientras el MDRC construye uno permanente, que será pavimentado y tendrá por lo menos dos canales.

Trabajos a largo plazo

Aparte de la vivienda y las vías de acceso, muchos supervivientes de Morakot que estaban obligados a dejar sus pueblos —y por ende, sus trabajos—también necesitan empleos. Para ayudar a los que han elegido reubicarse, Foxconn Electronics Inc., con sede en Taiwan, uno de los fabricantes más grandes de componentes de computadoras del mundo, ha establecido una granja de productos ecológicos a fin de brindar trabajar a largo plazo a los supervivientes que viven en la Granja Yuemei y en el pueblo Shanlin. La granja de 60 hectáreas está ubicada a sólo 800 metros de las recién construidas viviendas permanentes en Yuemei.

En junio de este año, 93 trabajadores habían sido contratados por la granja. Esta medida procura emplear a 300 trabajadores para finales de este año, dice Chou Chun-chi, propietario de la Granja Orgánica Tenha en el distrito de Tainan, sur de Taiwan. Tenha fue contratada por Foxconn hasta 2016, a fin de ayudar a desarrollar los canales de venta y brindar educación en técnicas de cultivos orgánicos. Foxconn tiene planes de comprar todo el producto de la granja Yuemei durante los dos primeros años de sus operaciones, dice Chou.

 

El presidente Ma Ying-jeou inspecciona los productos locales en la Granja Yuemei el 26 de junio de este año.

Chern, de MDRC, dice que 17 otras empresas se han unido a la iniciativa de Foxconn para brindar oportunidades de trabajo a las víctimas de Morakot. Los trabajos temporales de seis meses o un año de duración también son ofrecidos por el Gobierno del Distrito de Kaohsiung, aunque todos estos cargos terminarán en diciembre de este año. Chang Ji-cheng, empleado en la granja orgánica Yuemei, indica que la naturaleza del corto tiempo de los trabajos gubernamentales ha llevado a muchos supervivientes de Morakot a rechazarlos, a favor de los empleos permanentes.

Los trabajadores de todo el pueblo Alishan en el distrito Chiayi, uno de los destinos turísticos más populares de Taiwan, también sufrieron a causa de Morakot. Por ejemplo, desde el momento del tifón hasta el 25 de junio de este año,  los autobuses grandes de turistas no podían llegar a Alishan debido al daño que el tifón causó a la Autopista Provincial Nº 18. La autopista permitió el acceso de vehículos y camiones durante este período, pero estaba en malas condiciones y sólo se podía utilizar un canal en algunas secciones. Además, el Ferrocarril de la Montaña Alishan quedó fuera de servicio después del tifón, y reinició sus operaciones en junio de este año. Dos de las tres líneas del tren están ahora abiertas.

En ausencia de autobuses y trenes llenos de visitantes, el turismo en el área ha sufrido mucho. Según el Gobierno del Distrito de Chiayi, el número de turistas que visitó Alishan se redujo a 180.000 entre enero y marzo de este año, en comparación con casi 600.000 durante el mismo período en 2009.

Morakot devastó también el Parque Ecológico Danayiku, establecido por los aborígenes tsou en la aldea Saviki, del pueblo Alishan. Ubicada en un valle a lo largo del río Danayiku, las inundaciones ocasionadas por Morakot enterraron el parque bajo una gruesa capa de rocas y arena. El parque fue establecido en 1995, después que los locales dedicaron 5 años de esfuerzos a la protección de la vida silvestre y la disminución de la contaminación del área. Sus esfuerzos tuvieron éxito porque el entorno del valle se volvió más limpio y una especie de pez conocido entre los tsou como el yosku aulu, que vive solamente en agua sin contaminación, reapareció en el río. El parque ecológico y la belleza del río impulsaron la industria turística de la aldea Saviki, que generó un ingreso anual promedio de casi NT$10 millones (US$312.500) del turismo entre 1995 y 2008.

Las malas condiciones de las carreteras afectaron el negocio del turismo de Saviki. La Calle Distrito 129, que enlaza Saviki a las aldeas de Niahosa y Cayamavana en el pueblo Alishan, y el puente Shanmei fueron destruidos por Morakot. El camino se ha vuelto a abrir ahora, pero sólo hay un cruce temporal sobre el río Danayiku. La mayor parte se mantiene en pobres condiciones, con enormes acumulaciones de arena que disminuyen la velocidad del trabajo de reconstrucción.

Para ayudar a los locales que viven cerca de Saviki a ganarse la vida, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC, siglas en inglés), el fabricante de semiconductores más grande del mundo, ayuda a promover los productos agrícolas del área. La compañía planifica la construcción de instalaciones locales para el procesamiento de tallos de bambú y té –dos de los principales productos agrícolas de Saviki. Para estimular el sector del turismo, TSMC presta asistencia a los propietarios de hosteles del área cuando solicitan licencias para sus negocios, porque algunos operaban sin éstas antes de Morakot, comenta Chern Jenn-chuan, del MDRC.

Con el Estatuto Especial para la Reconstrucción Post-desastre Morakot que expirará a finales de 2011, Chern dice que su agencia está ahora “compitiendo contra el tiempo” para satisfacer las necesidades de los supervivientes. Para el Gobierno y el MDRC, hay aún mucho trabajo por hacer con la reconstrucción de viviendas, caminos y economías locales. La tarea más importante del Gobierno es continuar comunicándose con las víctimas de Morakot en cuanto a la reubicación y la reconstrucción de la aldea. Esto es vital porque es difícil para los ciudadanos que han pasado su vida en las montañas, adaptarse a condiciones muy diferentes en las llanuras. “Respeto las decisiones de los otros aldeanos de vivir en las zonas llanas”, dice Gu Xiu-hui, de la aldea Adiri. “Ellos aceptaron vivienda allí, pero algún día querrán volver a Adiri. La meta común de los aborígenes es luchar por el futuro desarrollo de Adiri”.

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