03/05/2024

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El Doble Diez: Nuestro día nacional

01/11/1984
Foto de CHEN MIN-JENG La marcialidad de los soldados y los vivos colores de las banderas, en un vivo contraste de gallardía y color.
A principios del mes de octubre de cada año, el escenario que domina las principales calles de Taipei, se ilumina con luces de varios colores. Luces de gas neón iluminan la noche con festivas de­ coraciones, tanto en los edificios, los árboles, como en las pasarelas. Este alegre panorama es en anticipación al aniversario de la república más antigua del Asia, la República de China. Cada año, el gobierno central realiza un desfile cívico o militar, contando con la participación de 250.000 personas, para celebrar el Día Nacional -El Doble Diez- (10 de octubre). Para las organizaciones patrocinadoras, todo esto implica una gran responsabilidad y un trabajo enorme, mientras que el desfile constituye una fantasía patriótica y un símbolo de unidad para el público. A las 6:30 horas de ese día todo se encontraba muy tranquilo, en esta ciudad de más de dos millones de habitantes. En nuestro camino hacia la Plaza Presidencial, encontramos unos estudiantes en espera del autobús, algunos vendedores ambulantes empujando sus carretas y muy pocas otras señales de actividad. Las principales calles de la ciudad que suelen permanecer atestadas de tránsito, ahora se encontraban vacías, para permitir el paso del desfile. A las 7:00 horas, en la Plaza Presidencial, algunos trabajadores se encontraban haciendo los últimos preparativos, dejándolo todo nítido y en orden. Las estaciones de radio y televisión empezaban a instalar sus respectivos equipos. El viento soplaba suavemente a través de la gran plaza vacía; solamente el sonido de "probando...probando" rompía ocasionalmente el silencio. A cientos de metros de la plaza, en el Parque Chieh Shou, miles de globos de colores y palomas esperaban el espectacular momento de su lanzamiento. A las 9:45 horas, unos trompetistas -llevando uniformes de color azul claro­ entraron a la plaza, seguidos por una enorme bandera nacional, siendo recibidos todos ellos por las notas de "Amo a la República de China", interpretada por la banda de la Escuela de Preparación Militar Chung-cheng. A continuación, la banda de demostración del Ministerio de la Defensa empezó a interpretar música marcial, mientras algunos guardias de honor de las fuerzas armadas de la República de China hacían su ingreso a la plaza. A las 10:00 horas, se escuchó el resonar de unas trompetas y al mismo tiempo, una formación de aviones del Escuadrón de Aviación de las Fuerzas Aéreas irrumpió en el cielo, emitiendo humo de colores: un saludo al Presidente Chiang Ching-kuo y a los participantes en el desfile. El presidente del Yuan Legislativo, Nieh Wen-ya, presidió la ceremonia; tanto los representantes de chinos de ultramar como los buscadores de libertad que llegaron al país recientemente, pronunciaron sus respectivos discursos. En su discurso del Día Nacional, el Presidente Chiang Ching-kuo hizo un llamamiento a los chinos tanto del interior como del exterior del país, para unir sus esfuerzos en contra de los comunistas chinos para que de esta manera, nuestros compatriotas del Continente puedan conseguir lo antes posible la libertad. "Estamos conscientes de que nuestra lucha en contra del comunismo y en pro de la recuperación nacional, es una competencia directa entre los Tres Principios del Pueblo y el Comunismo y que para ganarla, debemos apegarnos vigorosamente a la justicia y hacer lo mejor que esté de nuestra parte por practicar un gobierno humanitario", declaró el Presidente. En ese momento, se lanzaron al aire miles de palomas -como símbolo de libertad- junto con miles de globos de colores. Luego prosiguió el desfile festivo, con la presentación de la danza de un inmenso dragón por el centro de Taipei ya través de la plaza. El desfile estuvo dividido en cuatro grupos: militar, estudiantil, de chinos de ultramar y de grupos locales de los diferentes niveles de vida. Dicho desfile describió las aspiraciones del pueblo chino, su deseo por sobreponerse a las dificultades, su autodependencia y su determinación por alcanzar la unificación de China bajo los Tres Principios del Pueblo: los principios gobernantes establecidos por el Dr. Sun Yat-sen, padre fundador de la República. El primer grupo lo constituían cadetes de las academias militares y unidades de las fuerzas armadas y de las guarniciones de las islas de Quemoy y Matsu. Estos simbolizan la fuerza y el espíritu de defensa nacional de la República de China. El segundo grupo lo formaban grupos estudiantiles de diferentes niveles educativos. Estas "semillas" de la República de China -alertas, vivos, con su espírilu en alto- representan el futuro. El tercero, integrado por grupos de los diferentes niveles de vida de la isla, quienes pusieron de manifiesto su alto espíritu como base de la vitalidad y la prosperidad de su país. Finalmente el cuarto grupo, constituido por miembros de organizaciones cívicas y culturales, evidenció el estilo de vida feliz, pacífico y próspero de esta sociedad. A la 1:30 de la tarde, las organizaciones privadas realizaron una variedad de presentaciones en la plaza: artes folklóricas, danzas del dragón y del león, acrobacias tradicionales chinas, así como otros eventos artísticos y culturales. Por la noche, a la orilla del río Tamsui, la magia y el colorido de los fuegos artificiales cerraron con broche de oro dichas celebraciones. □

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