09/05/2024

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La moda de Yu Fong-chih: La transformación de los trajes

01/09/1984
Una alusión hecha en Chuang Tzu (un libro de más de 100.000 caracteres chinos -fábulas en su mayoría- escrito por Chuang Chou, un taoísta contemporáneo de Mencio) relata los detalles de un sueño: Chuang Chou soñó que él mismo era una mariposa, una mariposa que revoloteaba, feliz consigo misma y haciendo lo que le complacía. Sin embargo, al despertarse, no sabía con exactitud si era él, Chuang Chou, el que había soñado que era una mariposa o si era él, una mariposa, la que había soñado que era Chuang Chou. Por el contrario, cuando el diseñador Lu Fong-chih, el 'fundador de Yu Fong Fashions, escogió a las mariposas como motivo principal para su último desfile de modas con diseños chinos, estaba seguro acerca de la identidad de las criaturas rojas, verdes y azules que había colocado en la textura del lino de su serie Verano 1984. Un conjunto en color blanco puro ostenta una simplicidad de corte claro. Un vestido ajustado al cuerpo, hasta la rodilla de largo, ofrece un cuello bajo, semi-almidonado y una atrevida falda con una abertura de hasta 10 pulgadas de largo: es indiscutiblemente una variación del "traje nacional" de la dama china, el sensual y ajustado chi pao, cuyas líneas claras forman una curva hasta el cuello almidonado. El derivado de Lu está acompañado por pantalones blancos, con un poco de sabor vietnamita. Un ancho cincho con mariposas azules, hacen juego en una aplicación de cuero en forma de corazón bajo el cuello. Rivalizando con la llamativa simplicidad del conjunto blanco, se encuentra una combinación compleja y elegante, con un toque gitano, un modelo que es una combinación occidental y oriental. La falda en forma de sombrilla, color rojo tinto, remata en la parte inferior con un color verde esmeralda y entre el ruedo y la falda roja, una angosta orilla de color azul. La blusa, estilo chaleco, con un ancho cinturón de color azul, ofrece un marcado contraste de colores. Luego, quizás más apegado al significado de la doctrina filosófica china, todo el resto de la colección transmite mensajes de moda unidos por mariposas de colores contra un fondo blanco, por donde aflora la imaginación del diseñador. Una realización del sueño de la moda de Lu, esta serie es un intento también de anotar su concepto sobre "la belleza oriental". Esta línea está en juego con una tendencia popular en los círculos internacionales de la moda aún expandiendo la inicial promoción del modisto japonés Kenzo Takada en París hace ocho o nueve años. Todas las variaciones actuales de Lu, sean o no aceptables, representan sus intentos por efectuar un moderno giro en los símbolos tradicionales de las modas con herencia china. Hasta no hace mucho tiempo, la mayoría de chinos así como de occidentales, asumían equivocadamente que el legado de la tradicional moda china estaba definido por el chi pao, un término que significa "traje de la bandera." Sin embargo, este estilo llegó a China llevado por los manchúes, quienes invadieron China en el siglo XVI. El pueblo manchu estaba dividido en ocho grupos, cada uno con su propia bandera o chi. Cada "bandera", como fue llamado el grupo, incluía su propio complemento no solamente de los guerreros, sino también de sus subordinados. Pelearon y vivieron juntos bajo su chi y fueron identificados de acuerdo con su color. Para los chinos, los manchúes fueron conocidos como "hombres de la bandera" (chi jen: hombres que vivían bajo la bandera). Los manchúes fueron originalmente una raza nómada y sus muchachas eran tan salvajes y fuertes como los hombres y lo mismo montaban a caballo, cazaban o cocinaban. Cuando los manchús gobernaron la Ciudad Prohibida de Pekín, una de las cosas que hicieron fue feminizar a sus mujeres. Regulaban estrictamente los diseños de sus vestidos, zapatos y rebozos para que así, las muchachas manchúes no pudieran aparecer usando pantalones largos. Tampoco podían menear sus cabezas abruptamente sin que cada vez, recibieran latigazos por las múltiples borlas que colgaban de sus sombreros nuevos. Los nuevos trajes les llegaban hasta los dedos de los pies, cubriendo todo el cuerpo; al lado derecho, tenía una abertura que atravesaba la parte derecha de la blusa hasta llegar al cuello. Esta moda especial fue conocida por los chinos como los trajes (pao) del pueblo chi, convirtiéndose en chi pao. No fue sino hasta la primavera de 1927, durante la época de la Expedición al Norte del Presidente Chiang Kai-shek contra los señores de la guerra en que el chi pao conquistó los corazones de las damas de China. En los últimos años, la creciente preocupación por todo lo occidental ha causado una gran disminución de los trajes tradicionales. Actualmente, las mujeres chinas de las generaciones adultas, por regla general, usan el chi pao solamente en ocasiones formales o ceremoniales. El personal femenino de los negocios de turismo o los restaurantes usan también el seductor chi pao, dando una impresión de la uniformidad del estilo del pasado en la ropa china; actualmente, los estilos chinos están enraizados en los miles de años de la historia de la moda y son muy ricos en su variedad de formas. Lu, de 32 años, se refirió así a sus estilos: "Ellos, de ninguna manera, representan un tipo del estilizado chi pao, un renacimiento de nuestros recientes trajes 'clásicos'. Están inspirados en los atavíos de las dinastías chinas, casi olvidados por la mayoría de personas y son característicos y bellos. Los adornos antiguos y los cortes tradicionales han sido adaptados a los modernos conceptos de diseños y estilos de moda." También indicó que China ha tenido, por largo tiempo, sus teorías acerca de la combinación de colores: un sistema preciso de cotejo de colores originado en el Período de los Estados en Guerra (403-221 a.C.) y que se prolongó aproximadamente por 800 años. Los cinco elementos -tierra, madera, oro, fuego y agua- están asociados a los colores amarillo, verde, blanco, rojo y negro en combinaciones de acuerdo a sus relaciones místicas. "El fuego da origen a la tierra", por lo que los vestidos rojos tienen una orilla amarilla; "la madera origina al fuego," por lo que los vestidos verdes deben tener una orilla roja y así sucesivamente. Fácilmente puede agregarse un sabor chino a los diseños de estilo occidental si los arreglos de colores chinos antiguos son aplicados apropiadamente. Al contrario, el sabor chino se opacaría en un estilo chino si los colores son occidetales. En el desfile de modas del otoño e invierno del año pasado, realizado en el Almacén Sesame de Taipei, Lu enfatizó los experimentos de colores, usando variaciones en azul, café y morado en las orillas, con elegancia occidental. Es una prueba que aún espera madurarse. El joven Lu, introvertido y conservador, nunca pensó en el diseño de modas como una carrera, cuando aún era estudiante de arte occidental en la Universidad de Cultura China. "Simplemente por hacer dinero y poder proseguir mis estudios en el extranjero, empecé aplicando las técnicas a ropas deportivas," recordó Lu. La entusiasta respuesta del mercado estableció su jornada subsiguiente hacia el diseño de alta moda. A través de ilustraciones llenas de color en una revista ya fuera de circulación, pudimos examinar los primeros trabajos de Lu. Una belleza ascendente, retratada desde un mural de las cuevas de Tunghuang, en contraste contra un fondo color naranja plateada claro. Una serie de accesorios con sabor chino -pulseras de jade traslúcido, pines platea­ dos con campanillas, aretes de oro en forma de dragón- formaban parte de la nostálgica fantasía de estos diseños. Inspirado por la moda en algodón modelado aquí en 1975 por la reina norte­ americana del algodón, algunos de los trabajos posteriores de Lu presentaban un sabor aborigen. Brazaletes primitivos, collares y pulseras de madera tallada revivieron la aurora tranquila de selecciones de colores fuertes. Lu, se unió posteriormente al diseñador Pan Dai-li para establecer De Mode Fashion Company, una sociedad resultante de sus sentimientos coherentes acerca de los estilos chinos. La subsiguiente cooperación, que duró poco más de tres años, estuvo marcada por la elegancia especial que Lu le inyectó a De Mode. Lu produce ropa que refleja su propio carácter: enfático, sano, brillante, ortodoxo e imparcial. □

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