27/04/2024

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La ciudad de Catay en miniatura

01/05/1984
La muestra de miniaturas, una labor de nueve años, se encuentra ahora en su etapa final La réplica en miniatura de un templo del Dios de la Tierra, más pequeño que el largo de una mano humana, sirvió de inspiración para hacer una completa "Ciudad de Catay en miniatura", la cual se encuentra ahora en su etapa final en la República de China. Tallada en una escala de l a 25, la miniatura es una copia a escala del templo original y ha servido ahora como ejemplo para las reproducciones liliputienses de más de cuatro incisiones de los famosos y poco comunes edificios chinos en un parque especial llamado "Ventana a China: la Ciudad de Catay en Minia­tura." El encargado de todo este proyecto, Chu Chung-hung, de 36 años, nació en una familia de prósperos contratantes de edificios y quien a temprana edad, sobrevivió a dos serias operaciones, lo cual le hizo pensar que tendría una vida muy corta. Sintiéndose impulsado a actuar rápidamente, trató en primer lugar, de hacer negocios a la edad de 19 años, empezando la crianza masiva de pollos en forma moderna y eficiente y que en corto tiempo, llegó a convertirse en una empresa muy productiva. Teniendo asegurado el éxito de su negocio, su mente inagotable se dirigió hacia algo que tuviese un significado especial para su país. Su plan empezó gradualmente a tomar forma. Según relata Chu, se le ocurrió la idea de una "China en miniatura" después de leer un artículo que describía las recompensas recreativas y culturales que representaban los lugares en miniatura existentes en otros países. Luego viajó al extranjero, visitando varios países para observar sus parques e industrias turísticas en general, trazándose como objetivo principal, visitar los pueblos en miniatura de Holanda y Japón. Al regresar, estaba decidido a hacerlo y persuadió a su familia para hacer inversiones en el proyecto, aunque la idea de una ciudad de Catay en miniatura estaba muy lejos de los razonables objetivos comerciales, principalmente durante las etapas iniciales del plan. En primer lugar, Chu seleccióno a tres personas que estuviesen dispuestos a concentrarse en las miniaturas -los arquitectos Huang Wen-pin, Cheng Yan-ho y Agnes R.C. Chen, quienes ya habían trabajado juntos en el proyecto del Aeropuerto Internacional Chiang Kai-shek, teniendo ahora que miniaturizar sus proyectos. Muchos de los lugares y edificios originales que aparecen duplicados en Ventana a China, como los Jardines de la Familia Lin en Panchiao, han sufrido daños o incluso han desaparecido. El equipo arquitectónico atravesó muchos problemas para estar seguros de poder recrear todos los detalles originales exactamente como éstos eran, tanto en colores como en diseños, investigando los antiguos archivos y entrevistando a personas conocedoras. En el caso de los Jardines de la Familia Lin, se consultó con un pintor, quien trabaja también en templos, para asegura las calidades apropiadas y los balances tadicionales entre yin y yang (masculino y femenino) sobre alternativas de color, tanto para los pabellones como para los jardines. Los árboles reales así como los parques y jardines constituyeron un desafío especial, han cultivado un invernadero completo con musgos especiales y plantas en miniatura, para substituir los arbustos y los árboles normales. Se ha puesto mucho cuidado en cuanto a que los árboles y arbustos que se colocarán alrededor de los edificios sean también realmente en miniatura. El musgo fue empleado en forma abundante, especialmente para realzar la apariencia natural de las colinas y montañas. La búsqueda de materiales históricos y pictóricos necesarios en cuanto a los edificios y jardines del Continente fue una tarea particularmente difícil. Los objetivos comprendieron las áreas turísticas y los edificios de la Ciudad prohibida de Pekín, así como singulares edificios como el edificio de la aldea Hakka en la forma redonda y protectora de una fortaleza, construida hace 300 ó 400 años en la provincia de Fukien. Trabajos como éstos, gustarán especialmente, a quienes han tenido la oportunidad de apreciar construcciones arquitectónicas del Continente a través de libros y películas. Ventana a China está localizada cerca de Chungli, no muy lejos de Taipei, en el camino hacia la represa de Shih Men. Una visita a las personas que se en­ cuentran trabajando en su construcción, revela inmediatamente el enorme placer que muestran por su trabajo. Se encontraban entonces, pintando los detalles de los pequeños techos, plantando pequeños árboles y reviviendo elementos de las antiguas artesanías (incluso en la colocación de los techos curvos de tamaño original, construidos especialmente, de las estructuras del techo del centro de servicio de estilo chino, el cual ofrece un jardín en su verdadero tamaño.) Los arquitectos hicieron notar que la forma de administración de Chu es la contribución principal para la fuerza del equipo. "Es lo suficientemente joven para que podamos discutir con él acerca de cualquier asunto, sobre todo, para ponernos de acuerdo en algo", dijo sonriente el arquitecto Huang Wen-pin. Actualmente -continuó diciendo- una importante característica en la administración de Chu es ponerle atención a los puntos de vista de quienes tienen habilidades especiales o profesionales. Cuando contrata a alguien, le dice que trate de organizar su trabajo por su propia cuenta y que le consulte hasta haber llegado a tomar una decisión. Realmente, la empresa manejada por Chu es libre y de un sólo hombre. Hasta ahora él y los tres arquitectos han tomado todas las principales decisiones a través del contacto directo uno con el otro. No tiene "jefe", puesto que el consejo directivo está formado por miembros de su familia, quienes le han confiado una inversión de US$5 millones. No cuenta ni siquiera con una secretaria. Chu afirmó que esta forma de trabajar le ha ahorrado mucho tiempo. A través de años de ansiosa atención hacia dicho proyecto, Chu ha desarrollado algunos puntos de vista definitivos relacionados con los aspectos tanto artísticos, filosóficos como materiales. "La arquitectura es una expresión directa de la civilización humana y de su progreso", declaró Chu. "Quiero que los edificios de nuestro pequeño mundo sirvan de antecedente, o sea que ofrezcan la impresión de cómo vivió el pueblo durante los distintos períodos de la historia de China. También admitió que "la construcción de Ventana a China, además de ser de su interés personal, ha constituido también un negocio muy interesante." La composición del proyecto completo se diseñó en base a los principios del jardín chino tradicional. Una aproximación nos lleva hacia la recreación del faro de Oluanpi, al extremo sur de Taiwan. A continuación, el visitante llega a un claro, desde donde puede observar una cadena de montañas más allá de las aguas y más distante aún, una torre que se levanta sobre unas cimas todavía más altas. Por lo tanto, el espacio es así "dividido, pero no quebrado." El lugar está también organizado junto con diferentes niveles, con las áreas más bajas en el centro y moviéndose gradualmente hacia afuera, hacia los puntos más altos, las montañas en miniatura que rodean el lugar. Chu y sus arquitectos han creado así un mundo cerrado y separado, en el cual, el visitante podrá saborear no solamente la arquitectura en miniatura en sí, sino que también la estudiada posición de cada elemento, dentro de la extensión de una ciudad de Catay en miniatura. Por supuesto que los niños que­ darán fascinados con Ventana a China. Sin embargo, Chu lo ha diseñado para el verdadero gozo del adulto, no sólo en su exacta reiteración de los principales estilos arquitectónicos y curiosidades sino que también por el papel desempeñado por los visitantes como Gulliver en el encantador mundo liliputiense chino. Los Jardines de la Familia Lin y el Jardín Soochow fueron dispuestos deliberadamente al igual que todo lo demás, para ampliar el deleite de los visitantes. Los jardines están juntos unos con otros, para que así, puedan apreciarse sus diferencias en estilo histórico así como los ambientes "puros" de jardín. Ambos complejos ofrecen representaciones de agua, estructuras pictóricas, agraciadas paredes sinuosas y vegetación cuidadosamente escogida y colocada en forma especial, o sea reuniendo todos los elementos del principal jardín chino. El visitante descubrirá en el Jardín Soochow del Siglo XVI una obra maestra de su clase, elegante y agraciada, no igualada por los Jardines de la Familia Lin; sin embargo, los jardines Lin, creados en 1875 para un acaudalado comerciante, tienen su propio encanto, la elegancia ostentosa de la nueva riqueza del mundo, cuyos esfuerzos para ser "cultivados" son no solamente fácilmente percibidos, sino que son por sobre todo, por demás humanos. Chu guarda un diario en el cual ha escrito lo siguiente: "Los trabajos culturales deben seguir los pasos reconocibles tanto desde el punto de vista académico como del de las personas ordinarias antes de poder afirmar que realmente existen. Solamente estoy ofreciendo el reconocimiento mutuo a una expresión concreta." □

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