05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

CALOR Y MAS CALOR

01/11/2011
El transporte es responsable de una séptima parte de las emisiones de carbono de Taiwan, que es la razón por la que la política gubernamental da prioridad ahora a la promoción del transporte verde.

Aunque entorpecido por su exclusión de algunas organizaciones internacionales, Taiwan comparte la responsabilidad en la lucha contra el cambio climático global.

Los hechos son realistas: la información recolectada de miles de estaciones que supervisan tanto la tierra como el mar de todo el mundo durante el último siglo muestra un aumento en la temperatura mundial de alrededor de 0,7 grados Celsius, según las estadísticas del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés). Entre tanto, la información reunida por el Buró Central del Tiempo de Taiwan muestra que la temperatura promedio de la isla se elevó en 1,1 grados Celsius durante el mismo período. En otras palabras, mientras que el mundo se está calentando, Taiwan se está calentando aún más.

El clima global es un sistema intrincado que depende de muchas influencias. Aun así, el trabajo de los climatólogos se ha visto desafiado y los que niegan el calentamiento global se han vuelto más vociferantes, la mayoría de los estudios científicos verosímiles han concluido que el principal factor que ocasiona el cambio climático es la actividad humana. Un ejemplo de la posición mayoritaria puede verse en Cambio Climático 2007, que es el cuarto y último informe relacionado, publicado por IPCC, que incorpora el trabajo de 2.500 científicos de más de 130 países. El informe concluye que los humanos son seguramente los responsables de la elevación de las temperaturas del mundo, en gran medida debido a la mayor producción de gases de efecto de invernadero que atrapan efectivamente el calor en la atmósfera, en lugar de permitir que se extienda hacia el espacio.

Los esfuerzos en todo el mundo para contrarrestar el calentamiento global vienen ocurriendo durante aproximadamente las últimas dos décadas. Una de las acciones claves tomada fue el establecimiento de la Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas en 1992 (UNFCCC, siglas en inglés), que hace un llamado al mundo para lograr la “estabilización de las concentraciones de gases con efecto de invernadero en la atmósfera a un nivel que prevendría la interferencia antropogénica con el sistema climático”.  El próximo hito ocurrió en 1997 cuando la UNFCCC adoptó el Protocolo de Kioto, que exige que las naciones industrializadas reduzcan sus emisiones de gases de invernadero a un promedio de 5,2 por ciento por debajo del nivel de 1990 para 2012. El acuerdo se ha convertido en la guía general para las reducciones de emisiones, ya que contiene reglas claves para cuantificar y supervisar los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de -invernadero e importantes mecanismos basados en el mercado que permiten la mitigación rentable de esas emisiones. Actualmente, hay una participación casi universal de 195 países en la UNFCCC, y 191 estados más la Unión Europea han ratificado el Protocolo de Kioto.

Taiwan no es miembro de las Naciones Unidas, por lo que no es parte de UNFCCC ni signatario del Protocolo de Kioto. Sin embargo, eso no ha impedido que el país reconozca la tendencia global del desarrollo ambientalmente sostenible. En 1998, pocos meses después del Protocolo de Kioto fuera adoptado por la UNFCCC, en Taiwan se celebró su primera Conferencia Nacional sobre Energía, que hacía un llamado por la conservación energética y el uso acelerado de energía limpia, así como emisiones de gases de invernadero reducidas. Luego, en respuesta a la entrada en vigor del Protocolo de Kioto en 2005, en Taiwan se celebro su segunda Conferencia Nacional sobre Energía ese año, haciendo un llamado por energía renovable mejorada, conservación y educación sobre la energía. Desde entonces se han celebrado algunas otras conferencias nacionales sobre energía o desarrollo sostenible.

En los años siguientes a la primera Conferencia Nacional sobre Energía,  en Taiwan se han revisado varias de leyes y reglamentaciones con el fin de estimular la conservación energética y las reducciones de emisiones de carbono. Por ejemplo, la revisión de 2002 del Estatuto para el Mejoramiento de las Industrias concedió incentivos financieros y deducciones arancelarias para las empresas que invirtieran en equipos o tecnologías para la conservación de la energía. Ese estatuto -expiró en 2010, pero los incentivos y deducciones arancelarias continúan en el siguiente Estatuto para la Innovación Industrial.

Desafortunadamente, las conclusiones alcanzadas en las conferencias y las medidas tomadas hasta ahora no han resultado muy efectivas para estimular la conservación y reducir las emisiones. Las estadísticas del Buró de Energía (BOE, siglas en inglés), por ejemplo, muestran que el consumo anual de energía de Taiwan aumentó de 80 millones KLOE (equivalente a kilolitros de aceite) en 1998 –el año de la primera Conferencia Nacional sobre Energía– a 111 millones en 2005, el año de la segunda conferencia. En 2010, en Taiwan se consumieron 120 millones KLOE.

Turbinas de viento en la isla adyacente de Penghu. La topografía y el clima de Taiwan tienen el potencial de convertir la energía eólica en una fuente viable de energía renovable.

Combustibles altos en carbono

El creciente consumo energético de Taiwan es problemático porque el 90 por ciento de la energía de la isla deriva de los combustibles fósiles, tales como carbón, aceite y gas natural, los cuales, todos desprenden emisiones de carbono sustanciales cuando se queman. Liu  Shaw-chen es uno de los 2.500 científicos que contribuyeron con el Informe sobre -Cambio Climático 2007 del IPCC, así como -investigador en el Centro de -Investigaciones para los Cambios Ambientales de la Academia Sínica, el principal instituto de investigaciones de Taiwan. Liu indica que Taiwan es responsable de casi el 1 por ciento de las emisiones de carbono en el mundo. Aunque el 1 por ciento pareciera insignificante, de hecho es una de las emisiones más altas del mundo en base a cada persona, ya que la población de Taiwan representa solamente el 0,3 por ciento de la población total del mundo.

Liang Chi-yuan, presidente de la Institución para la Investigación -Económica Chung-Hua, e investigador en el Instituto de Economía de la Academia Sínica, está de acuerdo en que la pesada dependencia en combustibles fósiles en el sector energético es una de las razones claves detrás del aumento de las emisiones de carbono, ya que más del 60 por ciento de las emisiones de Taiwan son producidas en el proceso de generar electricidad. En promedio, Taiwan emite 0,63 kilogramos de dióxido de carbono por cada kilovatio-hora de electricidad generada. Según Liang, ese nivel es más alto que cualquier otro país, tales como 0,52 kilogramos en Estados -Unidos; 0,42 en Japón y 0,44 en Corea del Sur.

Lo que es aún más alarmante es que las emisiones de carbono per cápita de Taiwan aumentaron de 8,5 toneladas en 1998 a 11,1 toneladas en 2005, y a 11,5 toneladas en 2007. La recesión mundial logró reducir el desarrollo económico en 2008 y 2009, lo que a su vez provocó que las emisiones de carbono per cápita de Taiwan se redujeran en esos dos años. En 2009, las emisiones de carbono per cápita fueron de 10,4 toneladas, pero con la recuperación de la economía en 2010, las emisiones incrementaron otra vez a 11 toneladas. “Ese es uno de los niveles de emisiones per cápita con mayor crecimiento en el mundo”, dice Liu. “Cuando muchos países han hecho un enorme esfuerzo para reducir sus emisiones y algunos ya han visto resultados, esto da a Taiwan una mala imagen”.

Después de la primera Conferencia Nacional sobre Energía, las metas de reducir las emisiones fueron expuestas y discutidas en varios foros. En 2008, poco después de la toma de posesión del presidente Ma Ying-jeou, el Gobierno estableció formalmente estas metas en las Directrices para el Desarrollo de Energía Sostenible. Las directrices, que pretenden reducir las emisiones de dióxido de carbono al nivel de 2005 para el año 2020, y al de 2000 en el año 2025, presentan los primeros objetivos oficiales cuantitativos para la reducción de los gases de invernadero en Taiwan. “A pesar de ser metas ambiciosas, pueden lograrse con determinación y la fuerza de todo el país”, dijo el presidente Ma en su discurso de inauguración de la -tercera Conferencia Nacional sobre Energía en 2009.

El próximo paso ocurrió en 2010, cuando varias agencias gubernamentales trabajaron juntas para desarrollar el Plan Maestro sobre la Conservación Energética y la Reducción de Emisiones de Gases de Invernadero, un plan de acción para poner en efecto las metas de la administración. El plan incluye 10 programas importantes que pretenden alcanzar las metas de la reducción de emisiones de los gases de invernadero establecidas en las Directrices para el Desarrollo de Energía Sostenible. También hace un llamado por la mejora de la eficiencia de energía y el aumento del porcentaje de electricidad generada de fuentes bajas en carbono, del actual 24 por ciento al 55 por ciento en 2025. Además, el plan maestro tiene el objetivo de mejorar la eficiencia de energía reduciendo la intensidad de la energía de Taiwan, una medida de la cantidad de energía que utiliza un país para producir una unidad de PIB, por lo menos en dos por ciento al año. La meta es una reducción del 25 por ciento en 2015 y un 50 por ciento de reducción en 2025.

Steven Shen, ministro de la Administración para la Protección Ambiental, señala que Taiwan está siguiendo la estrategia de los tres pasos para controlar las emisiones de gases con efecto invernadero. El primer paso se está tomando actualmente y requiere la puesta en marcha del inventario e informe obligatorios de las emisiones por los fabricantes. Luego, vendrá la adopción de un sistema comercial de emisiones locales y estándares de eficiencia en Taiwan, mientras que el paso final será adherirse a los estándares de las Naciones Unidas vía un mecanismo de fijación de límites máximos, o  un esquema comercial de compensación de emisiones.

La Cuarta Planta Eléctrica Nuclear bajo construcción. La energía nuclear, aunque es una atractiva fuente de energía baja en carbono, no costosa, sigue siendo un asunto controvertido debido a la seguridad y gestión de desechos.

Opción nuclear

La fuente más controvertida de energía baja en carbono es obviamente la energía nuclear. Actualmente, Taiwan opera seis reactores nucleares en tres plantas eléctricas, y dos reactores más están en construcción. En 2010, las plantas de energía nuclear generaron casi el 17 por ciento de la electricidad de Taiwan. El investigador Liang Chi-yuan calcula que en comparación con la generación de la misma cantidad de electricidad vía plantas de energía térmica convencionales, las cuatro plantas nucleares de la isla producen casi 47 millones -toneladas menos de emisiones dióxido de -carbono cada año.

El problema con la energía nuclear es, por supuesto, que produce desechos radioactivos —otro tipo de emisión peligrosa— y han surgido preocupaciones en el mundo desde que ocurrió el desastre nuclear en Fukushima, Japón. A pesar de todo, Liang recalca que sin la energía nuclear, la meta del Gobierno de aumentar el porcentaje de energía baja en carbono en la red de energía eléctrica al 55 por ciento en 2025 sería imposible de lograr. “Un aumento en el suministro eléctrico de Taiwan de las fuentes nucleares es solamente una alternativa realística al uso de combustibles fósiles, y ése es el porqué el Gobierno ha recomenzado la construcción de la cuarta planta eléctrica nuclear de la nación”, dice. “Cuando comienza operaciones, la planta generará muy poco gas con efecto de invernadero, y continuará siendo una fuente continua y estable de energía”.

Mientras se enfatiza el importante papel de la energía nuclear, Liang reconoce que Taiwan necesita también cultivar más recursos energéticos renovables. Aprobada por el Yuan Legislativo en 2009, la Ley para el Desarrollo de Energía Renovable, establece el objetivo de aumentar la capacidad de generación de electricidad renovable de la isla entre 6.500 y 10.000 megavatios dentro de 20 años. En 2009, Taiwan generó 2.278 megavatios, o 5,8 por ciento del total de capacidad de generación instalado, de recursos renovables, según la Compañía de Electricidad de Taiwan (Taipower). La ley también exige que el Gobierno destine fondos para reforzar  la industria de energía verde, ya sea brindando subsidios para la instalación de instalaciones generadoras de energía renovable y apoyando a los productores de energía renovable mediante la elevación del precio de compra obligatorio para la electricidad que venden.

A pesar de la aprobación de la ley, el progreso en el desarrollo de las fuentes de energía renovable se mantiene lento. Liang dice que Taiwan enfrenta varios obstáculos inherentes en su búsqueda por el desarrollo de fuentes de energía limpia. Por ejemplo, los ríos de la isla son demasiado cortos y rápidos para la generación hidroeléctrica, mientras que su área de terreno es demasiado pequeña para la generación de biomasa a fin de alcanzar economías de escala, él indica. Estos obstáculos naturales hacen que la energía generada de recursos renovables sea cara y errática en términos de suministro.

El impacto de la aprobación de la Ley para el Desarrollo de Energía Renovable también ha sido abrupto por lo que algunos jugadores de la industria ven que los subsidios son demasiado bajos como para estimular el desarrollo de fuentes renovables. La empresa InfraVest Wind Power Co., con sede en Alemania, la única compañía privada que ha invertido en la generación de electricidad eólica en Taiwan, por ejemplo, decidió detener sus inversiones en infraestructura en la isla en 2010.  Comenzando en 2000, la compañía gastó más de NT$10 mil millones (US$345 millones) en la instalación y gestión de 88 turbinas de viento generadoras de electricidad en Taiwan, lo que no tuvo éxito para generar ganancias. Yuni Wang, vicepresidenta de la compañía, señala que el costo de producción para generar una kilovatio-hora de electricidad eólica es entre NT$2,6 y $2,8 (US$0,089 y 0,096), pero el Gobierno sólo tiene permitido pagar NT$2,4 (US$0,082) por kilovatio-hora conforme la Ley para el Desarrollo de Energía Renovable. “Los recursos eólicos de Taiwan son buenos y la energía eólica es muy funcional, pero no hay forma de que un operador privado pueda sobrevivir con ese bajo precio de compra”, dice, agregando que Alemania paga alrededor de NT$4,4 (US$0,15) por kilovatio-hora de electricidad generada por energía eólica de operadores privados, mientras que incluso China continental paga NT$2,9 (US$0,10).

El bajo precio de compra de la electricidad procedente de fuentes renovables se refleja en los precios generales de la baja energía de Taiwan. Actualmente, aunque los índices diferentes se aplican dependiendo del tiempo de consumo, la cantidad y el uso, el precio promedio de un kilovatio-hora de electricidad en Taiwan es aproximadamenteNT$2,7 (US$0,093). El precio ha aumentado un poco durante las dos últimas décadas y no es solamente más barato que en países más desarrollados, tales como Japón y Singapur, sino que también es menos caro que los países en vías de desarrollo como Filipinas y Malasia.

No sólo el bajo precio de la energía inhibe el crecimiento de la energía renovable, tampoco hace mucho para promover la conservación energética. “El precio es demasiado bajo para brindar el incentivo adecuado para los hogares, empresas e industria para usar electricidad de manera más eficiente”, dice Liu Shaw, de la Academia Sínica.

El presidente Ma Ying-jeou planta un árbol de ciruelo el Día del Arbol en marzo de este año para llamar la atención hacia la necesidad de reducir las emisiones de carbono.

La política de los bajos precios

Para la mayor parte, los precios baratos de la electricidad en Taiwan se remontan a las operaciones de las compañías patrocinadas por el estado. CPC Corp., Taiwan, el mayor suministrador de petróleo del país, y -Taipower, que posee el 75 por ciento de la capacidad de generar electricidad de Taiwan, y todas sus capacidades de transmisión y distribución, son ambas administradas por el Gobierno. De este modo, las dos compañías han estado sujetas a frecuentes demandas públicas para la intervención gubernamental cuando aumentan los precios del carbón, aceite y gas natural. Absorber estos aumentos puede ayudar a los consumidores a mantener bajos precios, también estimula a los individuos y empresas a usar más energía, que produce más emisiones de gases con efecto invernadero. Cualquier partido político gobernante que permita que los precios de la energía aumenten para igualar los índices del mercado internacional, arriesgaría perder votos en las próximas elecciones.

Según Liu, la mejor manera de estimular la conservación es liberalizando el mercadeo energético y privatizando las compañías de electricidad del Estado, lo que eliminaría al Gobierno de la ecuación y permitiría que los precios se establezcan solamente por el mercado.

Entre tanto, el Gobierno ha tomado varias medidas con el fin de reducir la gran dependencia de Taiwan en las fuentes de energía altas en carbono, así como las altas emisiones de gases con efecto invernadero per cápita. Por ejemplo, la Ley para la Gestión de la Energía fue enmendada en 2009 para exigir la elevación de los estándares sobre eficiencia energética –el método más efectivo y más económico de reducir emisiones con efecto invernadero – para los productos del hogar, vehículos automotores y maquinaria de fabricación. Otras medidas estimulan el desarrollo de materiales de construcción verde, edificios ecológicos e industrias verdes, tales como las que producen celdas solares e iluminación LED de bajo poder. El Gobierno también estableció una fuerza de trabajo para ayudar a que las grandes y pequeñas empresas promuevan la eficiencia energética. Además, se implementaron proyectos para educar a los estudiantes sobre la conservación energética y la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero. Por ejemplo, muchas de las escuelas de Taiwan han adoptado un programa de “lunes vegetariano” porque la producción de alimentos a base de plantas, produce menos emisiones de gases con efecto invernadero que las que fabrican productos a base de carnes.

Las estadísticas del BOE muestran que la implementación de estas medidas ayudaron a estimular la eficiencia energética de Taiwan en 2010 en un 4 por ciento sobre el nivel de 2009, duplicando el índice de mejora esperado por el Gobierno que era del dos por ciento. Las malas noticias es que las estadísticas del Gobierno muestran también que el consumo energético general del país y las emisiones de dióxido de carbono aumentaron el año pasado.

Como un país isleño, Taiwan es especialmente sensible al calentamiento global, y Taiwan está también calentándose más rápidamente que el resto del mundo. Ambos factores indican la necesidad de tomar medidas oportunas. El investigador Liu Shaw-chen es uno de los que hace un llamado de urgencia, señalando que el dióxido de carbono permanece en la atmósfera entre 50 y 80 años. Por lo tanto, si las emisiones de gases con efecto invernadero continúan elevándose, y si las opiniones de 2.500 científicos expertos en el clima son correctas, Taiwan enfrentará una ola de calor que durará por generaciones. En vista de la posibilidad de que ocurra esto, tomar medidas para reducir las emisiones para reducir la emisiones de gases con efecto invernadero, no pueden comenzar demasiado pronto.

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