07/05/2024

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Taiwán Hoy

LUCHANDO POR UN FUNCIONAMIENTO MAS ECOLOGICO

01/11/2011
Una subestación de electricidad en ITRI. Ahorrar energía es considerada la manera más efectiva de reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Tanto el sector público como el privado en Taiwan brindan más recursos a las compañías para mejorar su eficiencia energética.

El 18 de enero de 2010, el Gabinete de la República de China (Taiwan) dio a conocer su meta de reducir las emisiones de dióxido de carbono del país al nivel de 2005 en el 2010. El objetivo se traduce a la reducción de -quizás 87 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono en 10 años. “¿Cómo lo va a lograr el -Gobierno? Es sin duda una tarea muy difícil”, dice -Richard Ju-chia Kuo, líder jefe del proyecto del Centro de Servicios -Tecnológicos del Instituto para Investigaciones sobre -Tecnología Industrial (ITRI, siglas en inglés) y director ejecutivo del Equipo para Servicios de Eficiencia Tecnológica bajo el Ministerio de Economía (MOEA, siglas en inglés).

En los últimos años, el Gobierno ha trabajado en una serie de medidas para la conservación de energía, dice Kuo. Estas incluyen la construcción de una red inteligente, la expansión de las redes de transporte público y el suministro de apoyo técnico para mejorar la eficiencia energética. También ha considerado un ajuste del precio de la energía y la imposición de impuestos sobre la energía y el carbón. Entre estas medidas, el líder del proyecto dice, ayudar a las empresas a reducir el consumo energético debería ser una prioridad. “Ahorrar energía es la manera más efectiva de reducir las emisiones de dióxido de carbono”, dice. “Hay una gran necesidad del servicio eléctrico en Taiwan”, agrega. “Hay más de 1 millón de compañías registradas… Si puede ayudarlas a mejorar su eficiencia energética, podremos prevenir alrededor de 12 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono [durante los próximos 10 años]”. Según las estadísticas del Buró de Energía del MOEA, se registró una -reducción de 7,25 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono, de los niveles proyectados para 2010, excediendo la meta para el año de 5,63 millones de toneladas.

Los servicios de energía han sido ofrecidos esporádicamente por -algunas agencias gubernamentales desde 1979. En mayo de 2010, el -Gabinete consolidó muchos de estos recursos bajo el Equipo de Servicio -Tecnológico para la Eficiencia -Energética del MOEA. La fuerza de trabajo consiste en seis unidades de -servicio principales diseñadas para ayudar en los proyectos de construcción ecológica y cinco tipos de -industrias u organizaciones – compañías manufactureras, comerciales y de la industria energética, así como escuelas y pequeñas y medianas empresas. Los miembros del equipo de servicio incluyen empleados del ITRI, la Fundación del Servicio Industrial de Taiwan, el -Centro de Construcción y -Arquitectura de Taiwan, la Fundación de Productividad Ecológica de Taiwan y varias compañías asesoras privadas sobre ingeniería y tecnología. El equipo ofrece inspecciones, análisis y consultas sobre energía, gratuitas, para las compañías interesadas en la conservación energética y también ayuda a las empresas que han sido identificadas por el Buró de Energía como consumidoras de “-demasiada” energía.

Cuando se trata de la ley, actualmente no hay límites sobre el consumo energético de las compañías y las emisiones de gases con efecto invernadero, según  Yu Teng-yaw, presidente de la Asociación de Compañías de Servicios Energéticos de Taiwan (TAESCO, -siglas en inglés) y director ejecutivo de la Fundación para la Productividad Verde de Taiwan. “La única reglamentación que es severa es la Ley sobre Gestión Energética”, dice Yu. La ley exige que los usuarios que tienen capacidad de contratar electricidad de más de 800 kilovatios durante las horas picos, reporten su uso energético y los planes de conservación anualmente al Buró de Energía, o pueden ser multados NT$150.000 (US$5.200). Actualmente se exigen informes de alrededor de 4.000 de estas compañías que consumen mucha energía en Taiwan. El Buró de Energía se orienta hacia estas compañías y les brinda servicios para conservar la energía, pero no se imponen penas a los que no logran bajar su consumo energético. Según Kuo, de ITRI, la falta de un mecanismo de aplicación significa que los servicios ofrecidos por el equipo de energía del MOEA son clave para la meta que tiene el Gobierno de reducir el uso de energía. “Ofrecer servicios energéticos puede considerarse una manera pragmática de ayudar a lograr las metas gubernamentales sobre la emisión de dióxido de carbono”, dice Kuo.

De hecho, el equipo de servicio recibió una enorme respuesta en su primer año de operaciones, según Kuo. “Visitamos 3.141 compañías por todo Taiwan y ayudamos a reducir sus emisiones combinadas de dióxido de carbono en 735.000 toneladas”, dice. “Además, realizamos 180 seminarios y sesiones de entrenamiento profesional para compañías interesadas y realizamos más de 10.000 consultas telefónicas”. Kuo cita el ejemplo del Taipei 101, el rascacielos más alto de Taiwan, que cuenta con una gran cantidad de tiendas y oficinas. El dice que el Taipei 101 comenzó a recibir consultas sobre energía de las agencias gubernamentales en 2009. Con la instalación y utilización de controles de sensores infrarrojos y reemplazando las tradicionales lámparas incandescentes con los más nuevos tubos fluorescentes T5 y diodos emisores de luz (LED), el edificio puede ahora ahorrar 4,23 millones de kilovatios-hora de electricidad por año. La cantidad se iguala a la reducción en los costos de electricidad en alrededor de NT$12, 42 millones (US$430.000) y emisiones de dióxido de carbono en casi 3.532 toneladas.

Para las industrias que emplean mucha energía, el Gobierno ha dado asistencia prioritaria para un número de empresas propiedad del estado, tales como CPC Corp. Taiwan, la compañía de petróleo administrada por el Estado, China Steel Corp. (CSC, -siglas en inglés), con sede en Kaohsiung, y Taiwan Power Co. Por ejemplo, en 2005, esa ayuda incluía el entrenamiento de empleados para establecer sus propios equipos de gestión de gases con efecto invernadero. Las -tripulaciones internas tienen la misión de supervisar el uso de energía de la compañía, lo que mejora continuamente la eficiencia energética y -reduce las emisiones de gases con efecto invernadero.

El Taipei 101 ahorra ahora casi US$430.000 en costos de electricidad anualmente, siguiendo las recomendaciones de ahorro energético de varias agencias gubernamentales.

Un ejemplo verde

“Como suministrados de materiales industriales, China Steel Corp. ha desempeñado un papel activo en la protección medioambiental a medida que buscamos obtener el mejor uso de los recursos y servir como modelo para otras empresas que utilizan mucha energía”, dice Chang Shi-long, vicepresidente asistente de la Oficina para Asuntos Energéticos y Medioambientales, del CSC. Los esfuerzos del CSC -incluyen intensificar los controles de calidad para reducir el índice de productos defectuosos –tener que rehacerlos se traduce en mayor uso de energía– junto con la optimización de los sistemas de iluminación, aire acondicionado y otros. También ha desarrollado acero de alta resistencia, y peso ligero que reduce el monto de la energía usada por máquinas hechas de acero. “Por ejemplo, si se usa acero para el metal -laminado de un automóvil, el peso -total de automóvil puede reducirse en un 10 por ciento, y por lo tanto, reducirse así su consumo de energía en un 6 por ciento”, dice Chang. “En 2010, la energía promedio necesitada para producir una tonelada de palanquilla era 5.672 mega calorías, 16 por ciento -menos que lo que se necesitaba cuando le compañía comenzó a operar en 1971”, dice.

Además de los servicios energéticos patrocinados por el Gobierno, la aparición de compañías de servicios de energía (ESCOs, siglas en inglés), a principio de 2000, brinda  a las empresas locales otra opción para buscar soluciones para el ahorro de energía. Poco después del inicio de una ESCO, las firmas en el campo comenzaron a introducir un modelo comercial de -Estados Unidos, que es diseñado para reducir el riesgo de aquellos que compran servicios energéticos. “En el pasado, los clientes tenían que hacer inversiones de capital primero para recibir los servicios, lo que significa que tenían que -soportar riesgos e incertidumbre porque no verían ningún resultado hasta que el trabajo estuviese terminado”, dice Eric Huang, director del Nuevo Proyecto para el Desarrollo Comercial con Trane Taiwan, una de las primeros y más grandes ESCOs en el país. “Pero, bajo el nuevo modelo -comercia, la ESCO y el cliente firman un contrato que garantiza que la mejora será realizada para generar suficientes ahorros energéticos para pagar por el proyecto”, explica, agregando que la ESCO es responsable de financiar el proyecto y tiene que -pagar cualquier déficit a sus clientes si falla lograr la -actuación prometida.

Esta medida crea una situación donde ambas partes se benefician, según Huang. “Por un lado, reduce el riesgo del cliente, y por otro lado, la ESCO es capaz de distinguirse de los competidores a bajo precio, ofreciendo servicios de alta calidad que pueda lograr una actuación más alta”, dice Huang. Según él, el ingreso anual combinado del sector las ESCOs ha crecido a alrededor de NT$3 mil millones (US$103 millones) en promedio durante los últimos años. En comparación con los servicios brindados por el Gobierno, dice Huang, los servicios de una ESCO profesional no solamente incluyen una auditoría y consultas preliminares, sino también el suministro y la instalación de equipos para ahorrar energía. Huang dice que una ESCO que afirma brindar soluciones energéticas completas debería estar equipada con conocimientos en “por lo menos tres campos de conocimientos: tecnología de aire comprimido, sistemas de aires acondicionado y sistemas de control de poder-demanda”.

Aún con la garantía del ahorro de energía de una ESCO, Huang señala que la mayoría de las empresas locales “todavía dudan a la hora de invertir en la eficiencia de la energía”, atribuyendo la situación al relativamente bajo -precio de la electricidad de Taiwan. Como resultado, Huang observa, la mayoría de las empresas que han -elegido comprar servicios de una ESCO hasta ahora son grandes empresas en las industrias fabricantes de  semiconductores, paneles planos, electrónicos y celdas solares, ya que sus costos de energía representan un gran porcentaje de sus costos de operación. “Es todo sobre reducir los costos”, dice Yu de TAESCO. Huang indica que el cliente de -Trane Taiwan, Au Optronics Corp. (AUO, -siglas en -inglés), uno de los principales fabricantes de paneles de cristal líquido de Taiwan. “AUO pretende reducir su uso de electricidad en un 10 por ciento este año. Eso es -alrededor de 55 millones de kilovatio horas de electricidad, que es -alrededor de un ahorro de NT$400 millones (US$13,8 millones) en su cuenta de electricidad anualmente”, dice  Huang.

Sin embargo, la tendencia ha -comenzado a cambiar para incluir nuevas industrias en los últimos dos o tres años, según Huang, quien ha -visto que más hospitales y hoteles están buscando los servicios de ESCOs. Estos son dos empresas que necesitan aire acondicionado las 24 horas del día, los siete días de la semana”, dice Huang. El explica que como el aire acondicionado y la iluminación son dos principales fuentes de desechos energéticos para la mayoría de las empresas, los hospitales y hoteles están tomando más conciencia de la necesidad y buscando maneras de mejorar su eficiencia energética.

Las obleas para circuitos integrados en exhibición en la sede de UMC en Hsinchu. UMC dice que sus clientes han mostrado un mayor interés sobre la cantidad de energía que usa la compañía para producir estas obleas.

Demanda por servicios energéticos

Según Huang, para Trane Taiwan, el ingreso ganado del suministro de servicios energéticos representa actualmente entre el 5 y 15 por ciento del total de ingresos de la compañía, y el resto viene del negocio regular de -suministrar sistemas de aire acondicionado. A pesar de eso, Huang dice que el mercado para las ESCOs está -creciendo. “Todavía hay amplio espacio para que la industria de las ESCOs crezca y se expanda en Taiwan”. Por ejemplo, si las instituciones financieras están dispuestas a involucrarse en sociedades, o contratos, entre las ESCOs y sus clientes, financiando sus proyectos de servicios energéticos, esto liberaría más fondos que las ESCOs pueden usar. “Ayudaría al mercado de ESCOs a ser más activo, y les daría más capacidad de llevar a cabo más proyectos y brindar servicios a más compañías”, dice Huang.

Al mismo tiempo, Yu, de TAESCO, cree que la calidad y el desempeño -general de las ESCOs locales tienen que mejorar. “Actualmente hay alrededor de 5.000 compañías registradas como ESCOs en el país. Pero ninguna agencia gubernamental es responsable de -revisar qué tipo de servicios ofrecen”, dice Yu. El agrega que si el Gobierno exigiera que las ESCOs tuviesen licencia, eso ayudaría a que más empresas reciban servicios energéticos de -calidad, ya que podrían identificar con más facilidad los suministradores de servicios cualificados.

Por otra parte, Chang, de CSC, está instando la promulgación de la Ley para la Reducción de Emisiones de Gases con Efecto Invernadero (GGERA, siglas en inglés) a fin de brindar más incentivos para las compañías locales. Cuando la ley entre en vigor, explica Chang, las empresas que emiten un volumen más bajo de gases con efecto invernadero del permitido, recibirán créditos de carbono que pueden ahorrar para el uso futuro o comerciar en el mercado. La Administración para la Protección Medioambiental redactó la ley en 2006, y ha sido enviada a la Legislatura para mayor revisión. Se -espera que la ley sea aprobada y entre en efecto a finales de este año como muy pronto.

En cuanto a los contenidos de GGERA, Ray Peng, de la Asociación para la Información Medioambiental de Taiwan, de carácter no gubernamental, dice que los grupos medioambientalistas están aún luchando con el Gobierno sobre varios detalles de la ley. “El Gobierno debería establecer un objetivo claro de -emisiones de dióxido de carbono en la ley para que la meta no pueda cambiarse fácilmente. De esa manera, el -Gobierno trabajará más agresivamente para alcanzar el objetivo”, dice Peng, quien es editor en jefe del Centro de Información Medioambiental de la -asociación. El dice que el éxito del -mecanismo de comercio de emisiones de carbono depende de la estipulación en la ley de un objetivo junto con un sistema de cuotas, que -determine las -reducciones esperadas en las diversas industrias.

 

Siguiendo la huella de carbono

En lugar de suministrar servicios energéticos, que el sector privado es capaz de hacer, Peng dice que el Gobierno debería dirigir sus recursos para ayudar a compañías, especialmente las empresas pequeñas y medianas, para rastrear las huellas de carbono de sus productos. Esto puede hacerse mediante el subsidio del costo para obtener la verificación de huella de carbono –una verificación hecha por un tercero independiente de las emisiones de gases de invernadero generada durante la fabricación.

Otra manera que ayudaría a las compañías taiwanesas para trabajar agresivamente en la conservación energética sería imponer impuestos a la energía, dice Peng. “Los impuestos [pagados por las empresas] no deberían estar basados solamente en sus ingresos porque esto no refleja los impactos externos [que sus operaciones han causado] en el medio ambiente”, explica. En lugar de ello, el Gobierno debería imponer impuestos por energía u brindar reducciones arancelarias según los resultados del ahorro energético de la compañía, sugiere. -Algunas discusiones sobre la posible imposición de un impuesto sobre la energía en Taiwan desde que el Ministerio de Finanzas (MOF, siglas en inglés) propuso por primera vez la idea en 2006, pero el proyecto de ley está aún siendo escrito por el MOF, y tendría luego que ir al Gabinete y la Legislatura para mayor revisión.

A pesar de todo, algunas empresas locales han visto más allá de las reglamentaciones gubernamentales y hacen esfuerzos para conservar la energía con la esperanza de lograr un desarrollo más sostenible y elevar su imagen corporativa. “Además, para los accionistas, clientes y empleados, consideramos tanto el medio ambiente y la sociedad como nuestras partes -interesadas”, dice Sun Shih-wei, director ejecutivo de United Microelectronics Corp. (UMC, siglas en inglés). La compañía es una de las plantas de fundición de semiconductores líderes en el mundo, con sede en Taiwan, que ha procurado reducir las emisiones de los gases con efecto invernadero desde 1999.

Según UMC, los clientes han mostrado un mayor interés en cuánta energía consume la compañía y el monto de emisiones de dióxido de carbono generado en la producción de una oblea de circuito integrado, por ejemplo. Esto motiva a la firma a continuar esforzándose por lograr mayor eficiencia energética a fin de ganar competitividad en el mercado mundial, dice Sun. El gigante fabricante de semiconductores ha ganado el reconocimiento internacional por sus esfuerzos en el ahorro energético, obteniendo un lugar en el Indice de Sostenibilidad de Dow Jones (DJSI, siglas en inglés) del 2008 al 2010. Cada año el DJSI usa un cálculo de sostenibilidad que incluye criterios económicos, medioambientalistas y sociales para clasificar el primer 10% de las compañías de entre las más grandes 2.500 firmas en el Indice de la Bolsa de Valores Mundial Dow Jones.

“Con miras al futuro, los precios de electricidad sólo se elevarán, haciendo a las empresas más vulnerables al costo de la energía”, dice Sun. “En lugar de resistir el cambio, UMC ha elegido convertir la posible crisis en una oportunidad”.  Yu, de TAESCO, cree que GGERA debería -incluir un mecanismo que rastree el volumen de emisiones de dióxido de carbono que las empresas han reducido en el pasado y convertir los montos en créditos de carbono que pueden usar en el futuro, en lugar de otorgar los créditos de carbono solamente a aquellos que conservan la energía después que entre en vigor la ley. “Eso  motivaría a las compañías a comenzar a ahorrar energía ahora, antes de que la ley haya -entrado en vigor”, dice Yu. 

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