07/05/2024

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EL TRASPASO DE LAS TRADICIONES ARTESANALES: LA COMUNIDAD E-WANG DE YILAN

01/03/2015
Baldosas talladas registran las ocupaciones tradicionales del antiguo Yilan.

¿Cómo fue que el espíritu comunitario en E-Wang, distrito de Yilan en el noreste de Taiwan, rescató las antiguas artesanías de una inminente extinción?

Los pobladores chinos han comenzaron a desarrollar la zona de Yilan en el noreste de la isla de Taiwan hace unos 200 años. Durante los siglos siguientes, los pioneros y sus descendientes construyeron cinco templos principales en la parte occidental del antiguo centro de la ciudad de Yilan. La construcción de todos estos templos contribuyó a convertir el área en un centro religioso. También permitió el apogeo de los artesanos locales, incluyendo carpinteros, tallistas de madera, muralistas y artistas del papel. Muchos de ellos se asentaron en la vecindad, convirtiéndose en valiosos ciudadanos de la comunidad E-Wang.

Fomentando el entusiasmo

Lin Ming-hsin, el jefe de la comunidad desde 2003, quien también funge como presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Comunidad E-Wang, señala que hace una década la comunidad E-Wang era una parte bastante descuidada de Yilan. Sin embargo, con el paso de los años, los esfuerzos de sus ciudadanos la han convertido en un modelo para la nación. Ahora prístina, ha ganado una medalla de bronce en la categoría A (comunidades con menos de 20 mil habitantes) de los Premios Internacionales a las  Comunidades Sostenibles.

Lin agrega que el gran cambio se debe a los esfuerzos de sus propios habitantes. Tras establecer la asociación para el desarrollo de la comunidad, Lin comenzó a planificar actividades orientadas hacia los ancianos y las amas de casa. Entre las primeras, se incluyeron clases de computación, panadería y ejercicios aeróbicos, enfocadas para que los habitantes se volvieran más activos en E-Wang. Fue durante estas actividades, que Lin se dio cuenta que muchos ancianos de la comunidad habían sido maestros artesanos; mientras que otros se lamentaban por el deterioro en el que había caído la que una vez fue una próspera vecindad.

Poco a poco, fue creciendo la conciencia comunitaria, y Lin organizó toda la información para concentrar la renovación de la comunidad en las artesanías y los ancianos.

“Mi meta era que las artes tradicionales y los ancianos se convirtieran en el tema de nuestro redesarrollo”, explica. Con ese plan en mente, buscó asesoría de un profesor experto en el tema. Para su sorpresa, dicho profesor le dijo, “Hay un terreno baldío a la orilla del río. Convence al dueño para que te lo done, construye un centro comunitario y listo”.

Decepcionado, Lin decidió que él junto a otros residentes de la comunidad se ingeniarían una estrategia por ellos mismos.

Tras lograr éxito creando un fuerte sentido comunitario, Lin comenzó a realizar reuniones regulares sobre la seguridad y el entorno de la vecindad, y continuó recolectando información sobre las artes y los artesanos locales. A pesar de tener sólo título de bachillerato, aprendió a usar computadoras, preparó documentos y planificó proyectos.

De vuelta a las artes

En la primera reunión para tratar el desarrollo comunitario, un ciudadano local mencionó a un profesor de la Universidad Nacional de Educación de Changhua, que era oriundo de E-Wang y competente en pintura e instalación artística, quien contribuyó a crear una estrategia.

Dicho profesor, Chen Shih-chiang, del Departamento de Arte de la mencionada universidad, y quien cursó un postgrado en la Universidad de Nueva York, ya había organizado varias exhibiciones de instalaciones artísticas en el centro y sur de Taiwan. Cuando Lin acudió a él para pedirle consejo, Chen estuvo inmediatamente de acuerdo en ayudar.

“Pintaba cuadros de templos, festivales y escenas callejeras cuando era alumno de primaria”, recuerda el profesor Chen, agregando que “mi destino era regresar”. El dice que aunque los vendedores ambulantes y los templos que pintaba cuando niño todavía existen, los estudios de talla en madera y pintura que solían verse a lo largo de la calles ya desaparecieron. Tras ver esos cambios, Chen aprecia aún más los bienes culturales que han permanecido a través del tiempo.

Cuando volvió a E-Wang, comenzó a trabajar con la asociación para el desarrollo a fin de restaurar la comunidad de 200 años de antigüedad. El proyecto eliminó la basura y escombros alrededor del pozo, reutilizando algunas rocas y botellas para repavimentar y decorar los alrededores; de este modo, se recuperó el pozo. “Los locales solían sacar agua de aquí cuando era un niño. Una vez que obtuvimos agua del grifo, empezamos a olvidarnos del pozo”, explica Chen.

Con el rescate del pozo, los residentes comenzaron a disfrutar de la renovación de los objetos dilapidados alrededor de su comunidad. También prestaron más atención a los eventos comunitarios y organizaron actividades para realizar limpiezas cada mes. Las actividades para limpiar las calles de la vecindad son muy concurridas.

Los murales del maestro artesano Tseng Shui-yuan son producto de las destrezas transmitidas a través de cuatro generaciones de su familia.

Chen también logró que la comunidad se involucrara en el programa “Intervención del arte en el espacio” iniciado por el Consejo para los Asuntos Culturales (ahora Ministerio de Cultura) en 2009. El animó a los artesanos ancianos para que tomaran sus herramientas a fin de decorar con muestras de artesanías locales las paredes sin utilizar. Como resultado, sobre una pared de 100 metros de longitud se exhiben ahora un mapa en madera grabada de la comunidad, un mural de baldosas talladas, y un mapa pintado del área tal como solía ser. Esta combinación de artesanías tradicionales y arte moderno convirtió la que una vez fue una pared descuidada en un espacio para exhibiciones de arte, del que la gente local se siente orgullosa.

Sobre esta base, la comunidad ha iniciado un programa de voluntariado para que los residentes se conviertan en guías locales. Ahora, cuando los visitantes pasan por la pared, los locales informan orgullosamente: “nuestros abuelos hicieron todo ésto”.

Una década de desarrollo comunitario

A principios de 2014, se realizó una exhibición de murales en el Jardín Conmemorativo Yang Shi-fang en la Comunidad E-Wang. Tseng Shui-yuan, un muralista que se jubiló hace más de 20 años, tomó nuevamente sus pinceles y creó Los cuatro reyes celestiales para que se exhibiera en la muestra. Tseng también permitió la exhibición de una colección de dibujos realizados por varias generaciones de artistas de su familia, con la esperanza de que la sociedad aprecie el valor de esta forma artística que se está desvaneciendo poco a poco.

Usando esta misma estrategia, la comunidad fue encontrando a artesanos locales y descubrió una gran cantidad de “dragones ocultos”, incluyendo pintores de cerámica, artistas de laca, tallistas de madera, artistas del bordado, y fabricantes de flores de papel.

“Podía darme cuenta que íbamos por buen camino con sólo mirar los rostros de la gente”, señala Lin, agregando que el verdadero cambio comenzó cuando en 2008 la basura y los desperdicios desaparecieron, y las obras de arte de los residentes empezaron a aparecer por todas partes.

Con el paso del tiempo, los residentes comenzaron a identificarse con estas obras de artes y a verlas como tesoros de su comunidad. Motivada por los buenos resultados, en 2010 la Asociación para el Desarrollo comenzó a usar el Jardín Conmemorativo Yang Shi-fang para realizar una exhibición anual de artesanías de la comunidad. En 2012, inició un proyecto llamado “galería de artesanos” con el propósito de ayudar a los artesanos a rediseñar y redecorar sus estudios y escaparates. También se creó un mapa que muestra la ubicación de los artesanos en toda la ciudad de Yilan a fin de guiar a los turistas.

En 2013, el gobierno del distrito invitó a Lin y sus socios de la comunidad, a organizar toda la información disponible en un folleto, y presentarlo a los Premios Internacionales a las Comunidades Sostenibles. El esfuerzo no sólo les hizo ganar la medalla de bronce en la Categoría A, sino también un Premio del Criterio a las Artes, Cultura y Patrimonio.

“Los precios de los bienes raíces aumentaron un 30 por ciento después de ganar el premio”, comenta riendo Lin, agregando que ahora se ven agentes de bienes raíces indagando la vecindad en lugares donde nadie solía ir. Los premios han creado un vínculo entre los residentes, quienes comparten el orgullo de su zona.

La comunidad ahora está expandiendo sus esfuerzos conservacionistas en materia de cultura a toda la zona del centro antiguo de Yilan, recolectando información sobre los artesanos mayores, produciendo historias orales y filmes documentales, así como forjando un “triángulo de hierro” para el turismo artístico de Yilan. Asimimo, está aunando esfuerzos con el Centro Nacional de las Artes Tradicionales y el Museo Lanyang para que los artesanos dicten clases y realicen exhibiciones.

La industrialización y la producción en masa han reemplazado los artículos hechos a mano. Pero ahora, con nuestros maestros artesanos desapareciendo rápidamente, el interés del público en las destrezas tradicionales y los productos artesanales se ha renovado, permitiendo que las nuevas generaciones incluso la comunidad internacional puedan apreciar su belleza.

Tras haber experimentado buenas y malas épocas, los residentes de la comunidad E-Wang están ahora compartiendo sus artes tradicionales con una nueva generación y marchando hacia el futuro con su frente en alto.

 

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