05/05/2024

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REVERDECIMIENTO DESDE LAS BASES

01/01/2016
El área de rezonificación de 101 hectáreas en Jiufenzi, sector de Annan, ciudad de Tainan, será transformada en una comunidad de bajo carbono en 2019, resaltando en la construcción sostenible, reverdecimiento del paisaje y uso de energía renovable. (Foto cortesía del Gobierno de la Ciudad de Tainan)
Los gobiernos locales juegan un papel central en la misión de la nación para reducir su huella de carbono.

En octubre pasado, la ciudad de Nuevo Taipei en el norte de Taiwan, se convirtió en el primer municipio de Asia en ser reconocido por su completo cumplimiento de las directrices del Pacto de los Alcaldes, la mayor organización de líderes de ciudades en el mundo comprometida en mejorar la resistencia al cambio climático, bajar las emisiones de gases de invernadero y dar seguimiento a su progreso de manera transparente. “Las ciudades en el mundo ya están actuando –muchas en una forma muy significativa– para reducir las emisiones y adaptarse al cambio climático, pero sus avances con frecuencia no son reconocidos y no son medidos o reportados consistentemente”, según una declaración del Pacto de Alcaldes. “Compartir el impacto de tales esfuerzos e impulsar una nueva acción es imperante, en parte debido a que se ha negociado un nuevo acuerdo sobre el cambio climático en París”.

La 21a Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, siglas en inglés) se llevó a cabo en la capital francesa del 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015, con el objetivo de alcanzar un acuerdo mundial sobre las metas en la reducción de gases de invernadero. La República de China no es miembro de la ONU, y por ende, no es signataria de la UNFCCC. Sin embargo, a medida que la nación procura realizar esfuerzos para lograr la posición de observadora en el ente climático de la ONU, a fin de hacer contribuciones más significativas a los esfuerzos internacionales de lucha contra el cambio climático, las ciudades y distritos en Taiwan están dando grandes pasos hacia la creación de una sociedad de bajo carbono.

Lanzado en la Cumbre del Clima 2014 de las Naciones Unidas, el Pacto de Alcaldes fue inaugurado bajo el liderazgo de tres organizaciones internacionales de gobierno local –Grupo de Liderazgo Climático de Ciudades C40, ICLEI-Gobiernos Locales por la Sostenibilidad, y Ciudades Unidas y Gobiernos Locales– con el apoyo de ONU-Habitat, la principal agencia de asuntos urbanos del ente mundial. Para participar en la coalición, se requiere que una ciudad determine su verdadera emisión de gases de invernadero y establezca metas de reducción, así como la creación de un sistema de medida y un plan de acción, dentro de los tres años siguientes a su registro en el grupo.

Se han instalado paneles solares en el techo de un mercado público en Tainan. Las autoridades locales dan subsidios y alquilan espacio público para incentivar el desarrollo de recursos energéticos renovables. (Foto cortesía del Gobierno de la Ciudad de Tainan)

“Decidimos participar en el Pacto de Alcaldes para hacer hincapié en el compromiso de nuestra ciudad por combatir el cambio climático, así como mostrar nuestra capacidad de actuar en una ambiciosa agenda climática mundial”, dice Chu I-chun, jefe del Centro para Desarrollo de Comunidades de Bajo Carbono (LCCDC, siglas en inglés), bajo el Departamento de Protección del Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad de Nuevo Taipei. “Y estamos orgullosos de haber sido reconocidos como la primera ciudad en Asia que ha logrado amplio cumplimiento”. El LCCDC, establecido en 2007, fue la primera unidad de gobierno local en Taiwan dedicada a promover las reducciones a largo plazo de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

El primer plan de Taiwan para desarrollar y acreditar comunidades sostenibles y de bajo carbono fue delineado en una resolución adoptada en la anual Conferencia Nacional de Energía en 2009. Bajo el esquema, la Administración para la Protección del Medio Ambiente (EPA, siglas en inglés), a nivel de Gabinete, ha sido designada para identificar pequeñas comunidades en todo el país que han desarrollado innovativas iniciativas a fin de reducir las emisiones de carbono. La EPA también ha sido encargada de seleccionar ciudades y distritos modelos de bajo carbono. La agencia ha escogido la ciudad de Nuevo Taipei, junto con el distrito de Yilan, la ciudad de Taichung y la ciudad de Tainan, en el noreste, centro y sur de Taiwan, respectivamente, así como los distritos aledaños de las islas Pescadores (Penghu) y Quemoy (Kinmen), para ser incluidos en este aspecto del esquema.

Hsu Jen-tse, un especialista técnico superior de la Oficina de Integración de Programa de la EPA, señala que el Programa Hogar de Bajo Carbono procura promover la conservación energética, estilos de vida de bajo carbono, energía renovable, reciclaje de recursos, arquitectura y transporte sostenibles, así como reverdecimiento urbano, mediante la sugerencia de planes de acción, ofrecimiento de asistencia técnica y financiera, y formulación de sistemas de evaluación y certificación.

Esas iniciativas han obtenido fuerte apoyo del Gobierno Central y las autoridades locales. “Las entidades a nivel local tienen un papel clave en la lucha contra el cambio climático porque tienen jurisdicción sobre muchas áreas, tales como edificios, transportes y administración de desechos que afectan grandemente el consumo energético y las emisiones de CO2”, explica Hsu. “Ellas también son grandes usuarias de energía y pueden establecer un ejemplo al implementar sus propias medidas sostenibles y adoptar formas energéticas más limpias”.

A través de los años, el Gobierno de la Ciudad de Nuevo Taipei ha estado promoviendo activamente los edificios, la energía y los transportes verdes; así como el reciclaje, los programas educativos abarcadores, los incentivos y las campañas publicitarias. Las agencias municipales también ofrecen orientación política y técnica. Por ejemplo, el LCCDC ha organizado un grupo de expertos en los campos de aire acondicionado, electricidad e iluminación para ofrecer servicios de diagnóstico y consultoría en ahorro energético a negocios, comunidades y escuelas en forma gratuita.

Hasta la fecha, más de 200 estaciones de alquiler de bicicletas YouBike, con unas 5.300 bicicletas, han sido instaladas en la ciudad de Nuevo Taipei. (Foto de Huang Chung-hsin)

Más aún, el centro insta a las villas a establecer estaciones de reciclaje y usar el dinero ganado con sus esfuerzos en proyectos de mejoramiento comunitario y bienestar social. Hasta ahora, más de 300 villas han creado este tipo de depósitos en respuesta a la campaña del gobierno municipal. “Nuestros diversos esquemas han sido diseñados para involucrar establecimientos comerciales, organizaciones privadas y escuelas; es decir, a los miembros de la comunidad en general, y para informarles acerca de pasos fáciles que pueden tomarse para reducir sus huellas de carbono”, dice Chu.

En cuanto a la infraestructura de transporte, el gobierno municipal continúa estableciendo líneas dedicadas a bicicletas, estaciones para recarga de vehículos eléctricos (EV, siglas en inglés) y estaciones para alquiler de bicicletas YouBike, y ofrece subsidios para la compra de buses de baja emisión, así como motocicletas y carros eléctricos. Hasta ahora, una red ciclística de 422 kilómetros, más de 500 estaciones de recarga para EV y unas 200 estaciones YouBike con unas 5.300 bicicletas han sido completadas a través de la ciudad.

Por otro lado, las autoridades municipales se han unido a compañías de servicio energético (ESCO, siglas en inglés) en la instalación de paneles fotovoltaícos (PV, siglas en inglés) en los techos de las instalaciones públicas, así como en la conversión de las señales de tráfico y faroles de calle convencionales a diodos emisores de luz (LED, siglas en inglés) eficientes en energía. El programa ESCO, explica Chu, es un método de financiación de “presupuesto neutral” para la compra, instalación y mantenimiento de tecnologías eficientes en energía en el sentido de que los servicios están basados –ya sea totalmente o en parte– en el alcance de mejoras de eficiencia energética y en la adhesión a criterios del desempeño.

Las acciones tomadas dentro de Nuevo Taipei conllevaron a una disminución de las emisiones de gases de invernadero en la ciudad, de 4,69 toneladas métricas per cápita en 2010 a 4,58 toneladas métricas en 2013. El gobierno local procura reducir aún más las emisiones a los niveles de 2008 para 2016, y a 20 por ciento más bajo que en 2006 para 2026. “Nos sentimos optimistas acerca de lograr nuestras metas de reducción a corto y largo plazo”, dice Chu. “Nuestro optimismo viene de la implementación de estrategias de mitigación a través de todas las áreas posibles dentro de nuestra jurisdicción y de la creciente preocupación y participación pública en esas iniciativas de eficiencia energética”.

De igual manera, el Gobierno de la Ciudad de Tainan ha hecho grandes esfuerzos para recortar las emisiones de carbono en los últimos años. Rose Chu es la secretaria ejecutiva de la Oficina del Proyecto de Ciudad de Bajo Carbono del gobierno municipal, que está a cargo de implementar los planes de reducción de emisiones de la sureña municipalidad. Chu dice que el gobierno local ya había formulado sus metas de bajo carbono antes de que fuese seleccionada como una de las ciudades experimentales en 2011.

El Gobierno de la Ciudad de Tainan promulgó una ordenanza de bajo carbono en diciembre de 2012. La ley, señala la secretaria ejecutiva, constituye el marco legal e institucional para promover el crecimiento de bajo carbono y reducir las emisiones de carbono. Un comité integrado por 31 representantes de los sectores académico, gubernamental, industrial y no gubernamental fue creado para formular estrategias de desarrollo urbano de bajo carbono y supervisar el progreso de los programas relacionados.

Para llevar a cabo la visión de sostenibilidad de la ciudad, Rose Chu dice que se ha llevado a cabo un total de diez proyectos que enfocan en múltiples aspectos de las operaciones municipales con respecto a edificios, energía, medio ambiente, reciclaje, turismo y transporte. Tales esquemas han sido diseñados tomando en cuenta las características locales, añade.

La Escuela Primaria Changkeng en Nuevo Taipei ha construido un techo verde con la ayuda de un subsidio del gobierno municipal. (Foto cortesía del Gobierno de la Ciudad de Nuevo Taipei)

Por ejemplo, Tainan disfruta de abundante luz solar y es hogar de unas 50 empresas de PV. El gobierno de la ciudad lanzó un proyecto en 2011 que promueve la colocación de paneles solares en los techos de instalaciones agrícolas, fábricas, y edificios gubernamentales y residenciales. Por medio del programa, las autoridades de Tainan ofrecen subsidios para que las compañías adquieran e instalen equipos PV. Además, se permite que las empresas privadas alquilen los techos de edificios gubernamentales e instalen paneles solares. La energía generada es vendida a la estatal Compañía de Electricidad de Taiwan. Hasta agosto de 2015, se han aprobado más de 2.500 solicitudes para el programa, con una capacidad total estimada en más de 144 megawatios.

Más aún, el Gobierno de la Ciudad de Tainan está esforzándose a fin de transformar un área rezonificada en el sector de Annan en una comunidad experimental de bajo carbono para 2019. Rose Chu explica que la planificación general del área rezonificada de Jiufenzi, que cubre 101 hectáreas, hace hincapié en la diversidad ecológica, eficiencia energética, construcción verde, enverdecimiento del paisaje, uso de energía renovable y administración efectiva de los desechos. Una vez terminado, se convertirá en la primera comunidad de bajo carbono a gran escala de Taiwan.

Como resultado de las iniciativas antes mencionadas, la ciudad ha eliminado un total de 2,8 millones de toneladas métricas de emisiones de gases de invernadero entre 2012 y 2014. Esto equivale a la reducción de 1,4 kilogramos de CO2per cápita diariamente. Esas estadísticas han sido certificadas por la Sucursal en Taiwan de la Institución B ritánica de Estándares. Gracias a este logro, la ciudad alcanzó su meta de 2014 de una reducción del 13 por ciento en comparación con el escenario de operaciones normales. Ahora, procura bajar sus emisiones al 26 por ciento de las operaciones normales para 2020.

La estrecha colaboración entre los gobiernos central y local ha logrado que Taiwan tenga un continuo progreso en la reducción de su huella de carbono, a la vez que ofrece mejor calidad de vida para sus ciudadanos. “El impacto de los programas a nivel local es potencialmente inmenso. Resulta alentador ver innovadoras iniciativas urbanas que enfocan el riesgo climático que persiste”, dice Hsu, de la EPA. “Al fijar ambiciosas metas de reducción voluntaria y cumplir con estrictos estándares de informe según lo establecido en el Pacto de Alcaldes u otras organizaciones internacionales, las ciudades en Taiwan demuestran su compromiso de ser parte de la solución climática global”.

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