Una comisión enfocada en la justicia histórica y transicional para los pueblos aborígenes buscará compensar a los aborígenes de Taiwan por derechos que fueron quebrantados en el pasado, según las directrices que aprobó el primero de agosto la presidenta Tsai Ing-wen.
Tsai anunció el establecimiento de dicha comisión durante una ceremonia que tuvo lugar ese mismo día, y en la cual presentó disculpas formales en nombre del Gobierno a los pueblos aborígenes de Taiwan, por la discriminación y la negligencia que han sufrido en los últimos cuatro siglos.
La Mandataria, quien presidirá la citada comisión, dijo en la ocasión que éste es el comienzo de la reconciliación en Taiwan.
Conforme a las directrices establecidas por el panel, la comisión tendrá entre 29 y 31 miembros, incluyendo un representante de cada una de las 16 tribus aborígenes reconocidas en Taiwan.
Ninguno de los miembros de la comisión, ni su presidente o vicepresidente, recibirá remuneración por su participación.
La comisión estará dividida en cinco subgrupos que tratarán temas como la tierra, la cultura, el idioma, la historia y los asuntos pertinentes a la reconciliación. Se realizarán reuniones cada tres meses, y también se podrán convocar a otras en caso de ser necesario.
Las cinco tareas principales de la comisión serán la recopilación y la exposición de los hechos históricos relacionados con la infracción o privación de los derechos de los aborígenes por regímenes o inmigrantes foráneos. Asimismo, se procurará que dichos derechos sean restablecidos o compensados.
La comisión también será responsable de revisar las leyes o políticas que sean discriminatorias o violen los reglamentos básicos de los pueblos aborígenes.
La cuarta tarea es impulsar la adopción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, así como las convenciones internacionales sobre los derechos humanos relacionadas.
La última responsabilidad a cargo de la comisión será recolectar, recopilar y discutir los asuntos relacionados con la justicia histórica y transicional de los pueblos aborígenes.
Ese mismo día, la Mandataria también giró instrucciones para que se realice un informe sobre las políticas relacionadas con el almacenamiento de desechos nucleares radioactivos en la isla de las Orquídeas, ubicada en las aguas cercanas a la costa sudoriental de Taiwan, y que es hogar de la tribu aborigen tao, conocida también como ami.
La presidenta Tsai ordenó dicha directiva inmediatamente después que un anciano aborigen yami, Capen Nganaen, exhortó al Gobierno a tomar medidas para trasladar los desperdicios nucleares radioactivos lejos de la isla de las Orquídeas.
La presidenta Tsai es el primer jefe de Estado de la República de China que ha presentado formalmente disculpas en nombre del Gobierno a los pueblos aborígenes de la nación.