El presidente Chen Shui-bian condecoró el 25 del mes pasado al cardenal Jean-Louis Tauran con la Orden de la Estrella Brillante en el Grado de Gran Cordón Especial en reconocimiento a sus contribuciones durante mucho tiempo al fomento de los lazos entre la Santa Sede y la República de China.
En la ceremonia de condecoración, Chen dijo que Taiwan y el Vaticano no solamente son aliados diplomáticos, sino que también comparten los mismos valores de democracia, derechos humanos, libertad y paz. "Estoy convencido de que tales valores seguirán floreciendo más aún conforme vayamos fomentando los lazos bilaterales entre nuestros dos países", agregó el Mandatario.
Chen expresó su admiración por Tauran, que elogió a Taiwan en repetidas ocasiones durante su cargo como secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano entre 1990 y 2003, diciendo que es una sociedad dinámica donde se disfruta de una amplia libertad religiosa.
Según el Mandatario, Tauran elogió también a Taiwan por su ayuda ofrecida durante un largo tiempo a los países africanos y latinoamericanos --esfuerzos que han sido reconocidos altamente por la Santa Sede como acciones que reflejan el espíritu católico--, señaló Chen.
El ex canciller de la Santa Sede resaltó en numerosas ocasiones que Taiwan es un puente entre las comunidades católicas de China continental y el Vaticano, indicando que a través de la isla, las iglesias católicas chinas han logrado percibir que el Vaticano no las ha abandonado, añadió Chen.
De su parte, el cardenal Tauran agradeció a Chen por haberle otorgado la honrosa presea, que según él simboliza la importancia que el Gobierno y pueblo de la República de China otorga a la amistad con el Vaticano.
Haciendo hincapié en que la Santa Sede continuará desarrollando las relaciones de cooperación con Taiwan, Tauran instó a los ambos lados a hacer sus mayores esfuerzos para contribuir a una mayor armonía de la comunidad internacional.
Además, el cardenal Tauran mencionó la labor que ha desarrollado la iglesia católica en la sociedad de Taiwan, diciendo que estaba profundamente impresionado, tras visitar varias instituciones católicas en la isla, por sus contribuciones a los sectores educativo, humanitario, cultural y de salud en los grupos menos privilegiados.
Durante su estadía, el cardenal también reveló que el Vaticano no excluirá la posibilidad de establecer una nueva relación con China continental si mejora allí el estado de la libertad religiosa.
En un discurso pronunciado el día 22 en la Universidad Católica Fu Jen, el cardenal Tauran dijo que el mayor obstáculo en los lazos entre la Santa Sede y China continental radica en la falta de libertad religiosa en China.
Sin embargo, si ocurriese la normalización de las relaciones con China, la Santa Sede no abandonará a Taiwan, explicó Tauran, agregando que se buscaría una "manera apropiada" para mantener los lazos con Taiwan.
Tauran arribó a Taipei el 21 del mes pasado para efectuar una visita de seis días de duración. Anteriormente, visitó Taiwan en 1999 en representación del fallecido Papa Juan Pablo II para ofrecer sus condolencias al pueblo de la isla cuando fue azotada por el devastador terremoto del 21 de septiembre de ese año.