La historia del bienestar de los trabajadores abrió un nuevo capítulo a inicios del presente mes, cuando entró en vigor el Acta de Pensiones Laborales, que reemplaza las disposiciones relacionadas con la pensión en la Ley Estándar de Trabajo, promulgada en 1984.
Bajo la ley anterior, los trabajadores tenían derecho a una pensión de jubilación después de haber laborado 25 años con un mismo patrón o haber alcanzado la edad de 55 años después de trabajar durante 15 años con el mismo empleador.
Los estudios demuestran que alrededor del 80 por ciento de los trabajadores en Taiwan son empleados por pequeñas o medianas empresas, que tienen una vida promedio de unos 13 años. Así, la mayoría de los empleados no puede acumular suficiente antigüedad para recibir una pensión, de acuerdo con el viejo reglamento.
El Acta de Pensiones Laborales corrige esta situación al exigir que los patronos hagan una contribución mensual en nombre de sus empleados, en una cantidad igual a por lo menos el seis por ciento de sus salarios, en cuentas individuales de jubilación (IRA, siglas en inglés) transferibles, administradas por bancos designados y regulados por el Consejo para los Asuntos Laborales (CLA, siglas en inglés).
Los fondos de las IRA serán invertidos con una tasa garantizada de reembolso por lo menos igual a la que pagan los bancos locales en certificados de depósito de dos años y pueden ser retirados de las cuentas por sus dueños al llegar a la edad de 60 años. Si ellos han trabajado por lo menos 15 años antes de cumplir dicha edad, podrán optar por recibir un pago de pensión total única o pagos mensuales por el resto de sus vidas. Si ellos han trabajado menos de 15 años, tendrán que retirar la cantidad completa.
Aparte de los trabajadores a tiempo completo, aquéllos temporales o contratados por hora que no están cubiertos por el sistema de pensión bajo la Ley Estándar de Trabajo, quedarán ahora incluidos. Los que se encuentren trabajando antes del 1º de julio podrán escoger continuar trabajando bajo las reglas viejas. Sin embargo, si cambian de patrón, se aplicarán las nuevas reglas.
La participación en el nuevo sistema de pensiones es opcional para ciertas categorías de trabajadores que generalmente laboran por su propia cuenta, tales como los médicos, abogados y artistas. El sistema no se aplica a los extranjeros.
Si bien el nuevo sistema aumentará los egresos relacionados con pensiones de la mayoría de los patronos, ellos ahorrarán con respecto al pago de compensaciones por despido. Bajo el viejo reglamento, los empleadores tienen que compensar a los empleados despedidos con un pago de indemnización equivalente a un mes de salario por cada año de trabajo, mientras que el Acta de Pensiones Laborales exige sólo la mitad de esa cantidad.
El CLA sostiene que para la mayoría de los patronos, la implementación del nuevo sistema aumentará los costos generales en no más del 0,7 por ciento. Esto se basa en los datos recopilados por la Dirección General de Presupuesto, Contabilidad y Estadísticas, que indican que los salarios ocupan un promedio de aproximadamente 12 por ciento de los costos de los empleadores.
Anteriormente, los patronos que no pagaban nada al fondo de pensión, tendrán que depositar ahora primas de pensión de las IRA bajo una tasa estándar del seis por ciento de los salarios del empleado, lo cual significa que tendrán que desglosar adicionalmente el equivalente del seis al doce por ciento.
Sin embargo, muchas compañías están procurando encontrar formas de reducir el peso del pago de las primas de las IRA mediante la disminución de los salarios fijos y cubrir la reducción con compensaciones variables y no salariales que pueden ser excluidas al momento de calcular las primas del fondo de pensión.
La implementación del Acta de Pensiones Laborales ha sido considerada por algunos observadores como buena para la competencia. En cierto sentido, la gente podrá cambiar libremente de trabajo al saber que los fondos pagados para sus IRA no se perderán, y que el tiempo que han trabajado no será descontado al momento de calcular los pagos de pensión que deben recibir. Esto, presumiblemente, presionará a los patronos a ofrecer mejores paquetes de compensación y condiciones de trabajo.
Algunos comentaristas afirman que el uso de esquemas de compensación variables y no salariales por parte de los empleadores, motivará a los empleados a brindar sus mejores esfuerzos.
Para salvaguardar los intereses de los trabajadores, ayudar a los patronos a cumplir con las nuevas reglas y resolver las disputas en forma más rápida, el Gobierno ha destinado cerca de 32 millones de dólares estadounidenses a un Programa de Protección al Bienestar Laboral. Alrededor de 120 especialistas del CLA familiarizados con las nuevas reglas han sido asignados a las oficinas de los gobiernos locales para ayudar a atender las quejas.
Con el propósito de asegurar que los depósitos del fondo de pensión se hagan a tiempo, el Ministerio de Economía ha creado un fondo especial de 160 millones con el fin de extender préstamos a corto plazo para los patronos que tengan problemas de flujo de fondos.
El CLA ha anunciado que en noviembre emitirá tarjetas de cajero automático que permitirán que cada uno revise los detalles de su IRA. Se espera que para fines de este año, tres millones de trabajadores estarán inscritos en el nuevo sistema de pensión, y para fines de 2006, los depósitos acumulados de las IRA alcanzarán 2.400 millones de dólares.