A pesar de las protestas por parte de las autoridades de China continental ante el discurso del presidente Chen Shui-bian en ocasión del Día Nacional de la República de China, Taipei ha demostrado que mantiene la esperanza de que las conversaciones de paz son factibles al invitar al principal negociador a través del Estrecho de Taiwan, Wang Daohan, para que visite la isla y participe en una nueva ronda de negociaciones entre ambas partes.
La propuesta de paz de Chen tuvo una buena acogida a nivel internacional. En Asia, Japón, Australia y Singapur han respondido positivamente al discurso pronunciado por el presidente Chen en el Día Nacional del Doble Diez, señalando que la propuesta de paz de Chen ayudará a reducir la tensión en el Estrecho, reveló un funcionario diplomático de la República de China el 19 de los corrientes.
Chen Shan-lin, subdirector del Departamento de Asuntos de Asia y el Pacífico del Ministerio de Relaciones Exteriores, hizo dicha observación en una conferencia de prensa de rutina. "Los tres países de Asia y el Pacífico elogiaron simultáneamente la propuesta de paz a China continental del presidente Chen, señalando que tales iniciativas contribuirán a relajar las tensiones entre los dos lados del Estrecho de Taiwan y acelerarán la reanudación de los diálogos bilaterales", indicó el funcionario.
La Cancillería japonesa emitió un comunicado inmediatamente después de que el presidente Chen pronunciara su discurso el pasado diez de octubre, reafirmando el compromiso de Japón para mantener las relaciones sustantivas no gubernamentales con Taiwan e instando a los dos lados del Estrecho de Taiwan a resolver sus disputas a través de las negociaciones pacíficas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Singapur también emitió un comunicado público reconociendo la propuesta de paz del presidente Chen. El comunicado indica que Singapur está complacida de ver que Chen ha pronunciado un discurso que puede contribuir a relajar la tensión entre los dos lados del Estrecho de Taiwan.
Por otro lado, los principales periódicos de Australia publicaron editoriales reconociendo el llamado del presidente Chen para el establecimiento de un mecanismo de confianza mutua militar entre los dos lados del Estrecho como una acción para reducir las tensiones entre ambas partes. Los medios de comunicación australianos también instaron que los dos lados del Estrecho pongan fin a sus hostilidades lo más antes posible.
El presidente Chen tomó la iniciativa al mostrar su buena voluntad hacia Pekín proponiendo en su discurso del Día Nacional que Taiwan y China continental utilicen la reunión de Hong Kong en 1992 como base para buscar posibles esquemas que si bien no son necesariamente perfectas, sin embargo son aceptables, como un paso adelante en la reanudación de los diálogos bilaterales.
El Mandatario instó también a los dos lados a considerar seriamente el tema del control de armamentos y procurar establecer un código de comportamiento en el Estrecho de Taiwan que pueda servir como una garantía tangible de una paz permanente dado que "cualquier conflicto en el Estrecho de Taiwan resultaría en un daño irreparable para los pueblos de los dos lados".
En una sesión de prensa regular realizada recientemente en Washington, D.C., el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Richard Boucher, describió el discurso de Chen como "un bienvenido y constructivo mensaje que ofrece algunas ideas creativas para reducir la tensión y reanudar el diálogo a través del Estrecho". Estados Unidos seguirá instando a China continental y Taiwan para que "aprovechen la oportunidad para dedicarse al diálogo con el fin de resolver pacíficamente las diferencias", agregó.
En una recepción realizada en Berlín para celebrar el Día Nacional del Doble Diez, el expresidente alemán Walter Scheel hizo eco de las propuestas para las conversaciones pacíficas de Chen indicando que no hay que usar la fuerza para resolver las diferencias a través del Estrecho.
Pero, a pesar de la actitud positiva que han adoptado la mayoría de los países en el mundo, las autoridades de China continental han recibido el discurso presidencial con ciertas sospechas. En una conferencia de prensa realizada el 13 de los corrientes en Pekín, un portavoz de la Oficina para los Asuntos de Taiwan, subordinada al Consejo de Estado de China, rechazó categóricamente el llamado para las negociaciones de paz diciendo que las declaraciones de Chen no son más que simples palabras de ocasión.
Zhang Mingqing, el funcionario en mención, acusó a Chen de falta de sinceridad en su petición para aliviar las tensiones a través del Estrecho, señalando que la aseveración por parte del Presidente de que Taiwan es una nación soberana constituye una "afirmación separatista", lo cual a su vez se convierte en una amenaza a la paz y estabilidad en el Estrecho de Taiwan.
China continental ha reclamado soberanía sobre Taiwan desde que ambas partes de China se separaron en 1949 después de la Guerra Civil china. En las últimas cinco décadas, Pekín ha rehusado renunciar al uso de la fuerza en contra de la isla y ha amenazado en varias ocasiones con invadir la misma en caso que declare una independencia formal.
Posteriormente, el presidente Chen declaró ante un grupo de periodistas que no se sorprendía por la retórica proveniente de las autoridades de China continental y aconsejó al pueblo de Taiwan a tener paciencia con respecto al desarrollo de las relaciones a través del Estrecho.