Yuan Ejecutivo aprobó a inicios del mes pasado dos borradores de ley para proteger los derechos e intereses de los aborígenes en cuanto a su autonomía, trabajo y bienestar social. De ser aprobadas por el Yuan Legislativo, la ley conllevará a la población aborigen de Taiwan a un paso más cerca de la autonomía por la que ha estado luchando durante mucho tiempo. Durante su campaña electoral, el presidente Chen Shui-bian había prometido salvaguardar los derechos de los aborígenes.
El acta sobre la región aborigen autónoma permitirá que las 11 tribus aborígenes establezcan regiones autónomas en donde puedan administrar sus propios asuntos políticos, económicos, sociales y culturales. Ellos podrán consultar el sistema tribal tradicional para diseñar su propia organización autónoma de acuerdo con los principios de democracia e igualdad.
El acta otorgaría a las regiones aborígenes autónomas el estatus de "entidades públicas legales". Las tribus aborígenes podrán establecer regiones autónomas en forma individual o colectiva, así como determinar el territorio administrativo basados en su historia, cultura, áreas donde habitan, condiciones geográficas y relaciones intertribales.
Se exige que las tribus aborígenes establezcan "comités preparatorios sobre la autonomía" con previa autorización del Consejo de Pueblos Aborígenes del Yuan Ejecutivo, para encargarse de los asuntos relacionados con la creación de las regiones autónomas.
Para asegurar un desarrollo equilibrado de las diversas regiones autónomas, el Gobierno Central ofrecerá subsidios a las regiones que tengan dificultades financieras. Las disputas jurisdiccionales entre el Gobierno Central y las regiones autónomas serán remitidas al Yuan Legislativo para arbitraje. Las disputas entre las regiones autónomas también podrán ser presentadas al Yuan Ejecutivo para ser solucionadas.
Durante muchos años, los descendientes de los primeros habitantes de Taiwan han estado clamando por el retorno de sus tierras ancestrales que ahora están ocupadas por personas han --el mayor grupo étnico en la isla-- aún cuando la mayoría de ellos han sido asimilados. Para arreglar las disputas, el Gobierno ha prometido enmendar las leyes existentes y promulgar nuevos reglamentos para gobernar las tierras reservadas para los aborígenes.
El acta para el desarrollo aborigen tiene como meta proteger los derechos e intereses de las personas aborígenes. Según el acta, se exige a los gobiernos locales con regiones aborígenes crear unidades especiales para encargarse de los asuntos aborígenes.
Además de ofrecer tierras para ser usadas por los aborígenes, el acta también estipula que los gobiernos locales deben establecer fondos especiales para ayudar a promover el autogobierno, trabajo y bienestar de los nativos. Para resguardar las culturas y tradiciones aborígenes, el Gobierno tendrá que proteger sus obras creativas y permitir la cacería de animales silvestres para propósitos no lucrativos.
"La aprobación de las dos actas por el Yuan Ejecutivo marca un gran paso hacia la promoción del desarrollo aborigen", manifestó el primer ministro Yu Shyi-kun.
Como lo estipulan los Artículos Adicionales de la Constitución de la República de China, la nación debe preservar y promover activamente el desarrollo de las lenguas y culturas aborígenes, así como salvaguardar el estatus y la participación política de estos ciudadanos.
La actual Administración ha aprobado las dos actas para ofrecer una base legal para la ejecución de diversas políticas relacionadas con los aborígenes. "Los aborígenes son miembros y bienes importantes de nuestra sociedad pluralista", observó Yu. "En el futuro, el Gobierno continuará promoviendo leyes relacionadas para perfeccionar el sistema legal que protege los derechos e intereses de los aborígenes", agregó el Primer Ministro.
Desde que Chen asumió la Presidencia en 2000, se han formulado leyes para materializar sus promesas electorales a las poblaciones nativas de la isla. Las mismas incluyen la Ley de Educación Aborigen y el Estatuto Temporal que Gobierna la Pensión Mensual para los Ciudadanos Aborígenes de la Tercera Edad.