Refiriéndose al aniversario, Chen indicó que el 20 de mayo es una especie de responsabilidad para él. Además, instó a todo el pueblo para que trabaje junto con el Gobierno para llevar adelante el Plan "Desafío 2008", que fue presentado recientemente por el primer ministro Yu Shyi-kun.
El Presidente manifestó que en adelante, el objetivo de su Administración será profundizar la democracia, reformar el gobierno, proyectarse hacia la internacionalización e invertir en el futuro. Chen optó por celebrar su segundo aniversario en el cargo haciendo trabajo voluntario en el Hospital St. Mary, ubicado en el distrito nororiental de Ilan. Allí, instó a la ciudadanía a dedicarse más al voluntariado y solicitó donaciones para dicho hospital católico.
En vísperas de su segundo aniversario, el Partido Democrático Progresista (DPP, siglas en inglés) emitió una declaración donde se pone de relieve los logros del Mandatario en los últimos dos años.
En su declaración, el partido gobernante manifestó que ha alcanzado "logros concretos" en la administración gubernamental, en el desarrollo económico y en otros campos. La economía se está recobrando gradualmente y estamos viendo un brillante futuro adelante, señaló el comunicado.
El DPP indicó que desde su llegada al poder hace dos años, ha fijado un nuevo y sólido cimiento para el posterior desarrollo económico y la promoción de la democracia en este país.
Aparte de mencionar otros logros, incluyendo la participación de la República de China en la Organización Mundial del Comercio, el documento del DPP insta a las personas en todos los niveles de vida dentro del país para que contribuyan con el futuro de la nación.
En una reciente encuesta realizada por la Universidad Nacional Chengchi, un poco más de la mitad de los entrevistados manifestaron su aprobación a la actuación de Chen en los últimos dos años.
Huang Teh-fu, catedrático de dicha universidad, indicó que de 1.099 ciudadanos adultos seleccionados al azar en toda la isla durante la encuesta telefónica, 52,3% señalaron que estaban satisfechos con la actuación del presidente Chen, mientras que 36,5% indicaron estar descontentos con su actuación.
En la encuesta, también se hizo un análisis de la composición y preferencias políticas de los entrevistados. El estudio reveló que la aprobación de la gestión presidencial de Chen era más alta en personas mayores de 50 años de edad y con menor nivel educativo, siendo en su mayoría campesinos, obreros, amas de casa y taiwaneses nativos.
Las personas que manifestaron no estar satisfechos con su actuación en su mayoría tienen menos de 49 años de edad, poseen un mejor nivel educativo y trabajan en el sector público o en las Fuerzas Armadas. El sondeo de opinión pública también reveló que la tasa de desaprobación a la gestión presidencial también era mayor entre los profesionales, personal administrativo y simpatizantes de los partidos de oposición.
En cuanto a la actuación del DPP, 44% de los encuestados manifestaron su desaprobación, mientras 42% indicaron aprobar la misma. Solamente 12% de los entrevistados consideraron que la interacción entre el Ejecutivo y el Legislativo ha sido buena durante los dos últimos años, mientras que 70,2% indicaron estar insatisfechos por la relación entre los dos poderes del Estado.
Otra encuesta, realizada por la televisora TVBS, mostró que la popularidad de Chen ha rebotado al 51%, de apenas 41% el año pasado. Esta cifra se coloca en una posición media entre el más alto porcentaje de popularidad que ha tenido el Presidente en las encuestas, que fue del 77% un mes después de haber asumido al cargo, y el más bajo, de 34% en febrero del año pasado, cuando la tasa de desempleo llegó a su punto más alto.
El mejoramiento de su popularidad en las encuestas más recientes podrían reflejar el reciente recobro de la economía, que sufrió un crecimiento negativo del 1,91% el año pasado. La tasa de desempleo también alcanzó un 4,57%. Estas cifras sacudieron la confianza de los votantes en Taiwan, acostumbrados a muchos años de continuo crecimiento, que se sintieron decepcionados al ver cómo la economía en China continental se expandía saludablemente en el mismo período de tiempo.
A pesar de que Chen pertenece al DPP, un partido que favorece la independencia de la isla, las relaciones a través del Estrecho de Taiwan han sido un tema que ha estado en la lista de prioridades del Presidente. En vísperas del segundo aniversario de su mandato, Chen viajó con un grupo de ejecutivos de los medios de comunicación a Quemoy.
En dicha oportunidad, Chen dijo que la normalización de las relaciones a través del Estrecho es la base para una paz duradera en el Estrecho. El Presidente reiteró que la integración política debe comenzar con la cooperación económica, comercial y cultural.
Chen invitó a los líderes de China continental para que viajen a la isleta de Tatan, cerca de Quemoy, y conversen con él a la manera de buenos vecinos. También prometió que al asumir la presidencia del DPP el 1o de agosto próximo, enviará una delegación del partido para que visite China continental con el fin de promover el mutuo entendimiento y facilitar la reconciliación entre los partidos políticos de ambos lados.
China continental no confía en Chen, ya que considera que desea empujar a Taiwan hacia la independencia. Frente a las sospechas de Pekín, que reclama que Taiwan es una provincia de la República Popular China, Chen ha hecho ofrecimientos de paz y a la vez está probando la paciencia de China continental con una serie de pasos paulatinos destinados a darle una nueva identidad separada a la isla.
Chen ha culpado a la oposición y a China continental por muchos de los contratiempos que ha tenido su Administración. Sin embargo, ahora que el DPP controla la mayoría en el Yuan Legislativo y China continental ha suspendido sus medidas de intimidación militar, el Presidente se está quedando corto de excusas.
Dejando las políticas hacia China continental a un lado, la Administración de Chen también ha dedicado gran parte de sus esfuerzos para desarrollar a Taiwan en una isla del silicio verde. Al respecto, se han puesto en marcha dos proyectos importantes en los campos de la nanotecnología y los estudios genéticos.
Según Ma Maw-kuen, miembro de la Academia Sínica, el Gobierno espera invertir 662 millones de dólares estadounidenses en los próximos seis años para desarrollar la nanotecnología. Ma predijo que el valor de producción de esta nueva tecnología podría alcanzar 8.570 millones de dólares para 2008. Aparte de ésto, el Gobierno también contempla invertir 285 millones de dólares anualmente en investigaciones genéticas y bioinformática.
Chen le ha dedicado atención especial al campo diplomático y sus dos primeros años en el poder han sido caracterizados por sus viajes oficiales a países africanos y latinoamericanos. En su último viaje a Centro y Sudamérica, el Presidente realizó una histórica parada en Nueva York, donde se reunió en forma privada con congresistas y funcionarios del Gobierno estadounidense. En una reciente entrevista con la Agencia Reuters, Chen manifestó que las relaciones Taipei-Washington "no han podido ser mejores en los últimos 30 años".
El Presidente hizo hincapié, tal como lo ha hecho en muchas otras ocasiones, en que el Gobierno de la República de China no mal interpretará la situación ni tomará acciones que pueden producir tensión a través del Estrecho.
Algunos críticos han acusado que los pronunciamientos de Chen han sido bien coreografiados para ser mostrados en los medios de comunicación. Otros incluso han atacado sus conversaciones en Tatan como habladuría barata destinada a los votantes en el país.
Sin embargo, también hay muchas personas que consideran que Chen merece con certeza ser elogiado por sus esfuerzos para mejorar las relaciones a través del Estrecho, la diplomacia, la reforma del DPP y el desarrollo económico.
Particularmente, los dos últimos aspectos han obtenido ciertas ganancias políticas para el DPP en el país. Chen ha jugado un papel clave para lograr que las principales políticas nacionales se conviertan en parte de la plataforma del partido gobernante.
Su actuación en los últimos dos años podría estar sujeta a diferentes interpretaciones. Sin embargo, el Presidente conoce mejor que nadie que no hay tiempo para perder y debe proporcionarle al pueblo un mejoramiento sustancial, no simbólico, de su nivel de vida y de la calidad de la administración gubernamental en lo que falta de su mandato.