Desde que asumió el poder, hace unos seis meses, Chen ha estado haciendo un esfuerzo para alcanzar un consenso, resolver las diferencias y seguir adelante con el desarrollo nacional. Pero esta tarea de construcción no ha sido fácil.
Los pilares de la casa fueron sacudidos recientemente cuando el Gabinete, dirigido por el Partido Democrático Progresista (DPP, siglas en inglés), al que pertenece Chen, anunció que suspenderá la construcción de la cuarta planta nuclear de Taiwan. Los partidos de oposición protestaron contra la decisión del DPP.
En un intento de evitar una crisis política y prevenir un voto de destitución en su contra, el Presidente recientemente bajó su cabeza y pidió disculpas al público en general y a Lien Chan –presidente del Kuomintang (KMT), principal partido de oposición– en particular. Muchas personas opinaron que fue de muy mal gusto que el Gabinete anunciara su decisión el mismo día que Chen y Lien sostuvieron una reunión histórica, supuestamente para llegar a una reconciliación.
“Me hago totalmente responsable por el momento elegido por el Gabinete para tomar la decisión de suspender la construcción de la planta nuclear”, dijo el Presidente en una declaración transmitida por televisión.
“Deseo expresar mis disculpas al pueblo así como al presidente del KMT, Lien Chan”.
Esta disculpa de parte del líder nacional fue bien acogida, y analistas dijeron que podría contribuir a aliviar las fricciones entre la Administración, encabezada por el DPP, y los partidos de oposición. De hecho, una encuesta de la opinión pública mostró que en comparación con otros sondeos realizados antes, Chen recibió un índice de aprobación más alto tras de pedir perdón en público.
Chen también recibió respuestas positivas de parte de la oposición. El portavoz del KMT, que todavía domina el Yuan Legislativo a pesar de perder las elecciones presidenciales de marzo pasado, dijo que el partido aprecia los intentos del Presidente de mantener la estabilidad política. El KMT agregó que la disculpa que Chen pidió al presidente del partido podría ser el punto de partida para aliviar las tensiones.
Sin embargo, una excusa tal vez no baste para la oposición. El KMT pidió que Chen respete la Constitución de la República de China y haga que la democracia siga su cauce normal.
Dado que el DPP mantiene una minoría en la Legislatura, la fricción política entre éste y el KMT ha existido desde que Chen asumió la presidencia. Aunque el Presidente ha fomentado la reconciliación entre los partidos y la cooperación sobre varios asuntos, la sorpresiva declaración del Gabinete de suspender la construcción de la cuarta planta nuclear ha sido considerada como una medida para avergonzar al KMT.
También, la decisión –dada a conocer por el primer ministro Chang Chun-hsiung el 27 del mes pasado– fue criticada como posiblemente anticonstitucional. Indicando que el Yuan Legislativo ya aprobó el presupuesto para el enorme proyecto de infraestructura, los diversos partidos de oposición formaron un frente unido contra la Administración del DPP. Ellos han amenazado con destituir al Presidente y presentar un voto de no confianza contra el Primer Ministro.
El asunto de eliminar o no el parcialmente concluido proyecto desde hace tiempo ha sido una causa de conflicto entre los dos principales partidos de Taiwan. El KMT dice que la cuarta planta nuclear es crucial para el desarrollo económico y para evitar una futura escasez de electricidad. Por otra parte, el DPP opina que la planta nuclear amenaza la seguridad pública y desea desarrollar fuentes de energía diferentes.
Después de considerar mucho el asunto, Chen dijo que –como líder de la nación– debe hacerse totalmente responsable de los actos del Gobierno. “Tengo que enfocar mi atención en solucionar problemas, y a veces es difícil evitar herir los sentimientos de algunas personas”, dijo Chen en el video que fue transmitido el 5 de los corrientes.
Sin embargo, en cuanto al asunto de la cuarta planta nuclear, el Presidente afirmó que apoya la determinación del Gabinete de tomar una decisión final. Indicó que el controvertido proyecto ha estado en la mente del pueblo durante casi 20 años, agotando los recursos sociales.
Incluso así, reconoció que las ideas polémicas deben ser discutidas razonablemente por el público y solucionarse mediante negociaciones entre los diferentes partidos.
“Las funciones del Gobierno deben conducirse de acuerdo a la Constitución”, señaló.
Pero aunque que el Presidente ha ofrecido una mano en son de paz a la oposición, el conflicto entre las fuerzas gobernante y de la oposición es grande. Los legisladores del campo de la oposición parecen estar determinados en lanzar una campaña para destituir al Presidente. Y han decidido enmendar las leyes relevantes como una base legal para adoptar dicha medida.
Ting Shou-chung, legislador e iniciador del movimiento para destituir al Presidente dijo que no parará a pesar de la disculpa presentada por el Presidente. “Chen no consideró los actuales conflictos políticos”, dijo Ting.
La oposición señaló que el movimiento para la destitución es por el bien del público. “En un país democrático, el pueblo tiene el derecho constitucional para destituir a su presidente”, dijo Chung Jung-chi, secretario general del Partido Pueblo Primero.
Aunque la oposición afirma que sus actos son por el bien del público, las encuestas de la opinión pública revelan que la mayoría de la gente en Taiwan está contra la destitución del Presidente.
La Asociación de Taipei, un grupo supervisor integrado por profesores de diversos campos, criticó a los partidos de oposición por no brindar una base legal que justifique una moción para la destitución. El grupo también señaló que el camino apropiado sería un voto de no confianza contra el Primer Ministro, no la destitución del Presidente, en los desacuerdos que han surgido a causa de la decisión de la Administración de suspender la construcción de la planta.
La asociación dio a conocer su apoyo sobre la decisión de la Administración, aunque reconoció que el momento en que el Gabinete dio a conocer su decisión no fue el más oportuno.
Analistas políticos han sugerido que de hecho el KMT quizás tampoco desee presentar un voto de no confianza contra el Primer Ministro. Si dicho voto fuese aprobado, el Presidente podría decidir disolver la Legislatura. En una reelección subsecuente, el KMT correría el riesgo de perder algunos escaños y, por lo tanto, su mayoría en el órgano legislativo.
La crisis ha generado una amplia discusión sobre los problemas del actual sistema político de Taiwan. Muchos expertos políticos, incluyendo legisladores del DPP, consideran el conflicto como una oportunidad para cambios. Ellos intentan que se hagan revisiones para crear un sistema constitucional más perfecto.
Bajo el sistema actual, la Constitución da al presidente autoridad para designar al primer ministro sin la aprobación del partido mayoritario en el Yuan Legislativo. No obstante, ésto puede hacer difícil que un presidente de la minoría, como Chen del DPP, ponga en marcha sus políticas en un organismo legislativo dominado por la oposición.
Lu Ya-li, un experto sobre asuntos constitucionales, dijo que la legitimidad constitucional para destituir al presidente Chen sigue siendo una cuestión discutible. Recalcó que dicha medida podría tener consecuencias negativas en el orden social.
Por lo tanto, sugirió que Chen considere la formación de un gobierno de coalición en línea con la actual realidad política.
En vista de la tormenta política, Frank Hsieh, presidente del DPP, dijo que su partido no desea la destitución del Presidente ni la adopción de un voto de no confianza contra el Primer Ministro.
Sin embargo, admitió que la oposición posiblemente recurrirá a una medida estratégica contra la Administración de Chen.