Jan Jyh-horng, subsecretario general de la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho de Taiwan (SEF, siglas en inglés), —con sede en Taipei—al frente de una delegación de cinco miembros, llegó a Pekín el 27 del mes pasado para realizar una ronda de conversaciones con representantes de China continental.
En una reunión, Jan y su homólogo de la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwan (ARATS, siglas en inglés), Li Yafei, acordaron que el presidente de la ARATS, Wang Daohan, visitará Taiwan en septiembre u octubre del presente año.
Jan y Li también acordaron que la gira de siete días de Wang se iniciará en Taipei, en el norte de Taiwan, y finalizará en Kaohsiung, al sur de la isla.
En la reunión, las dos partes también aprobaron un intercambio de visitas de delegaciones antes del viaje de Wang. Entre julio y agosto, una delegación sobre asuntos legales de Taiwan visitará China continental y una delegación agrícola de Pekín vendrá a la Rep. de China.
Sin embargo, Pekín rechazó durante la reunión la petición de Taipei de discutir asuntos prácticos sin implicaciones políticas, tales como la repatriación de inmigrantes ilegales y secuestradores de aviones, así como la solución a las disputas pesqueras.
En una conferencia de prensa llevada a cabo después de su reunión con Li, Jan manifestó que lamenta la renuencia de China continental al reestablecimiento de un diálogo institucionalizado con Taiwan para colocar de nuevo las operaciones de las dos organizaciones en el carril correcto.
El rechazo de Pekín en este aspecto obstruye seriamente la deportación de inmigrantes ilegales de China continental por las autoridades de Taiwan y ha reducido el efecto del acuerdo de Quemoy sobre este asunto firmado por ambas partes en 1990, comentó Jan.
El mismo estipula que Pekín debe recibir de vuelta a los inmigrantes ilegales de China continental que lleguen a Taiwan, en un plazo no mayor a 20 días desde su arresto.
En la reunión, la SEF presentó un informe sobre este problema, donde se detalla que las autoridades de la República de China han detenido un promedio mensual de 270 inmigrantes ilegales provenientes de China continental entre 1987 y julio del presente año. Estas operaciones han tenido un costo superior a los 19 millones de dólares estadounidenses.
Pekín ha usado todo tipo de excusas para retrasar el límite de extradicción de 20 días. En la actualidad, cada inmigrante ilegal pasa un promedio de 155 días en los centros de detención en Taiwan antes de ser retornado a China continental. Según el informe, unos 37.000 ilegales han sido repatriados; pero todavía hay más de 800 detenidos, y algunos de ellos han esperado hasta seis años para ser enviados a sus hogares.
La entrada ilegal de personas de China continental en diversos países se ha convertido en una preocupación internacional. El informe insta que, siendo un miembro de la comunidad global, Pekín debe asumir la responsabilidad de restringir la emigración ilegal de sus ciudadanos y fortalecer el control de sus fronteras.
De su parte, Jan reveló que había rechazado una petición de Pekín para copatrocinar un foro no gubernamental para que las dos partes expongan sus puntos de vista sobre asuntos bilaterales económicos, políticos y de otra índole.
Jan reiteró que tanto la SEF como la ARATS son organizaciones privadas con un mandato gubernamental especial y deben enfocar en las negociaciones bilaterales, en vez de dedicarse a patrocinar un foro sin propósito específico. Un foro de esta naturaleza crearía competencia con muchas otras organizaciones privadas que persiguen metas afines.
La SEF y la ARATS son organismos intermediarios establecidos por Taipei y Pekín, respectivamente, para manejar los intercambios a través del Estrecho dada la ausencia de lazos oficiales entre Taiwan y China continental.
A inicios del presente año, Shi Hwei-yow, secretario general de la SEF, indicó que la ARATS intenta convertir el foro en un “segundo canal” para el diálogo, con el propósito de reemplazar los contactos entre los dos organismos.
En esa ocasión, Shi acusó al foro de ser una conspiración de Pekín para arrojar una “granada de mano” en Taiwan.
A pesar que no se ha decidido la fecha exacta de la visita de Wang, se espera que él se reúna por lo menos en dos sesiones de diálogo con su homólogo de Taiwan, Koo Chen-fu, presidente de la SEF.
Koo realizó una visita trascendental en octubre del año pasado a Shanghai y Pekín para reunirse con las autoridades de China continental y romper el estancamiento de los diálogos entre los dos lados del Estrecho de Taiwan.
Desde ese entonces, la SEF ha hecho grandes esfuerzos para concretar una visita de Wang a Taiwan.
Koo y Wang se reunieron por primera vez en Singapur en 1993, constituyéndose en el primer encuentro de alto nivel entre Taiwan y China continental en 50 años. Durante la reunión, ambos lados establecieron una fórmula para encuentros regulares entre la SEF y la ARATS.
Sin embargo, las conversaciones Koo-Wang fueron suspendidas unilateralmente por Pekín después de que China continental acusara al presidente Lee Teng-hui de usar su visita a Estados Unidos en mayo de 1995 para promover la independencia de Taiwan.
Al retornar a Taiwan el 29 de junio, Jan indicó que lamenta la falta de voluntad de China continental en la solución de varios asuntos importantes que conciernen a ambos lados.
Jan señaló que la ARATS no quiso fijar una fecha exacta para la planeada visita de Wang Daohan. En la reunión con Li, Jan propuso dos fechas para la visita de Wang: 12-19 de septiembre ó 12-19 de octubre.
Sin embargo, los funcionarios de la ARATS no tomaron una decisión en este sentido y manifestaron que “tenían que reportar a sus líderes” antes de dar una respuesta a sus homólogos de Taiwan.
El Subsecretario General de la SEF también sugirió varias soluciones con respecto a la repatriación de inmigrantes ilegales, el contrabando y la prevención de enfermedades en animales domésticos. Pero, China continental se limitó a acusar a Taiwan de maltratar a los inmigrantes detenidos y no respondió positivamente a tales sugerencias.