El Presidente hizo un llamado por la unidad bajo el “espíritu de Taiwan” con el fin de acelerar el desarrollo nacional en 1999.
Lee pronunció esas alentadoras frases durante una ceremonia que se llevó a cabo en la Oficina Presidencial el 1º de enero para celebrar el 88º Aniversario de la Fundación de la República de China. El vicepresidente Lien Chan, otros altos funcionarios y varios representantes elegidos participaron en la ceremonia.
Haciendo repetidas referencias a la importancia de la unidad, Lee enfatizó que a pesar de sus trasfondos históricos, todos los grupos subétnicos en Taiwan han hecho “contribuciones irreemplazables” al desarrollo nacional.
Debido a que la soberanía de una nación pertenece a todo su pueblo, los ciudadanos mismos deben continuar con sus responsabilidades para asegurar las reformas y el crecimiento en el transcurso de este año, dijo el Presidente.
Lee describió 1999 como un año de progresos significativos para Taiwan en las áreas de la política, economía, seguridad nacional, asuntos internacionales y relaciones con China continental.
Las enmiendas constitucionales que propusieron la reestructuración gubernamental se realizaron paso por paso durante el año que acaba de terminar. Lee añadió que otro acontecimiento positivo fue la responsable participación del pueblo de todos los estratos sociales en Taiwan en las elecciones para los alcaldes de Taipei y Kaohsiung; los concejales de dichas ciudades; y los nuevos integrantes del Yuan Legislativo, que se efectuaron el pasado 5 de diciembre.
Estos avances en la democratización no solamente realizaron el ideal de la soberanía popular, sino que también fortalecieron la base para la estabilidad en Taiwan, recalcó Lee.
“La democracia no es sólo un sistema político; también es una forma de vida”, indicó.
Un sistema económico robusto y medidas gubernamentales adecuadas ayudaron a Taiwan a surgir relativamente intacta de la crisis financiera de Asia, dijo el Jefe de Estado.
“La crisis no ha tenido un impacto excesivamente adverso en nuestra estabilidad económica”, comentó.
El año pasado, la comunidad internacional elogió mucho al Gobierno de la República de China por sus políticas sobre defensa nacional, las cuales tienen como objetivo mantener la paz y la estabilidad en la región de Asia y del Pacífico, dijo Lee.
El Gobierno está dedicado a alcanzar sus objetivos democráticos, fortalecer sus relaciones económicas y contribuir a la comunidad global, enfatizó. Teniendo ésto en mente, el mundo debe reconocer la existencia de la República de China a pesar de los intentos de Pekín de aislar a Taipei internacionalmente, agregó.
Después de una interrupción de tres años en los contactos, se efectuó un diálogo constructivo entre los dos lados del Estrecho, cuando los presidentes de los dos organismos de enlace de Taipei y Pekín se reunieron en China continental en octubre del año pasado.
Durante esta reunión entre los líderes de la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho de Taiwan –con sede en Taipei– y la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwan –con sede en Pekín–, el Gobierno de la República de China expresó claramente sus preocupaciones, dijo Lee. A Pekín no le quedó ninguna duda de que Taipei requiere que las relaciones entre las dos partes sean justas y mutuamente respetuosas, señaló.
En lo que respecta a la unificación de China, ésta sólo puede ser lograda bajo los principios de democracia, libertad y prosperidad equitativa, enfatizó el Presidente.
Mirando el año que se inicia, Lee recordó a los residentes de Taiwan que a medida que marchan hacia el siglo XXI, tendrán que hacer frente a muchos retos nuevos.
El Presidente instó a todos los ciudadanos a que hagan lo que esté de su parte para contribuir al desarrollo de la sociedad de Taiwan y a que aprovechen las oportunidades.
Varios objetivos importantes fueron delineados en el mensaje de Año Nuevo. En 1999, la sociedad de Taiwan debe consolidar las instituciones democráticas y constitucionales; continuar el programa de reestructuración del Gobierno; y sostener el crecimiento económico. También, necesita acelerar las reformas judiciales, respetar la justicia social y salvaguardar los intereses de los desfavorecidos.
El logro de estos objetivos cultivará aún más el espíritu de democracia entre el pueblo de Taiwan, dijo Lee. Similarmente, el alcanzar estos fines incrementará la competitividad nacional de la República de China. La nación debe tener más habilidad para reaccionar a los retos, agregó.
El Presidente instó a las agencias gubernamentales pertinentes a que aceleren las reformas con el fin de ayudar a la sociedad a alcanzar sus objetivos.
Poco después del alba el día de Año Nuevo, Lee; Lien; el primer ministro, Vincent C. Siew; el alcalde de Taipei, Ma Ying-jeou, y otros funcionarios participaron en la ceremonia para izar la bandera en la plaza ubicada frente al Palacio Presidencial. Más de tres mil residentes de Taipei presenciaron el acto anual de izar la bandera para recibir el Año Nuevo.