Lien dijo que a pesar de que la República de China es considerada como un modelo de desarrollo económico y político por la comunidad internacional, “solamente hemos alcanzado algunas metas parciales tanto en el desarrollo económico como en la democratización”.
En un discurso de fondo titulado Visiones y promesas: democracia de calidad, economía madura y cuidado por la sociedad, pronunciado en la Conferencia Internacional sobre la República de China en el Umbral del Siglo XXI, Lien dijo que todavía falta un largo camino a seguir para alcanzar nuestro ideal.
“Cuando hablamos sobre las tendencias políticas y económicas, no podemos ignorar la importancia del desarrollo social”, observó Lien, añadiendo que lo último todavía no se ha logrado. “Creo que solamente al completar estos tres modelos es que podremos hablar de la verdadera ‘Experiencia de Taiwan’, que también es el futuro sendero de China”, puntualizó.
Los tres elementos de la “Experiencia de Taiwan” son un sistema democrático de alta calidad; una economía madura; y una sociedad donde exista atención y compasión, añadió el Vicepresidente.
La democracia ha sido el sueño de los chinos desde el siglo XIX. Es la verdad aprendida y acumulada de dolorosas lecciones, y en la última década hemos alcanzado este sueño a pasos sorprendentes, observó.
Las olas de reforma y liberalización, tales como el levantamiento de las restricciones pertinentes a la publicación de los diarios y formación de nuevos partidos políticos; las reformas al tamaño y la autoridad del Parlamento; la eliminación de las restricciones sobre los medios de comunicación; y las enmiendas constitucionales, se han ido materializando, dijo Lien.
Para establecer un ente democrático con un sentido de moral, Lien dijo: “Necesitamos fortalecer el Acta sobre la Declaración de Bienes de los Funcionarios Públicos para que sea una política transparente y abierta. También necesitamos mejorar el actual sistema electoral para prevenir que el crimen organizado y ciertos grupos de interés aprovechen las elecciones para legalizar sus actividades ilícitas.
En el campo del desarrollo económico, Lien dijo que el ingreso per cápita de Taiwan ha alcanzado 13 mil dólares estadounidenses; el valor de la producción de la industria informática de la isla se encuentra en tercer lugar en el mundo; y Taiwan ocupa el décimo puesto a nivel mundial en términos de competitividad internacional.
“Comprendemos que el poderío actual no garantiza el éxito futuro. Si bien la crisis puede desaparecer algún día, la competencia seguirá persistiendo”, resaltó Lien.
“Como Taiwan se enfrenta a una nueva ronda de competencia, debemos fijar algunos principios para poder transformarnos en una economía madura”, dijo. Esos principios incluyen la implementación simultánea de la liberalización y las reglamentaciones; el estímulo al crecimiento económico a través de la innovación tecnológica; y la materialización de un desarrollo sostenible como núcleo del crecimiento económico, explicó Lien.
Dijo que todavía hay personas desafortunadas y con desventajas en la sociedad. “El cuidado de cada individuo es la mejor forma de vencer los infortunios y la manera más calurosa de alcanzar la justicia social”.
Para lograr ésto, hay que hacer más esfuerzos para garantizar la seguridad pública, salvaguardar y promover los derechos de las minorías, y mejorar las condiciones educativas del país.
Aparte de reducir la violencia en la sociedad, estas medidas ayudarán a establecer nuevos valores básicos: el respeto por toda forma de vida, la auto disciplina y la compasión, puntualizó Lien.