Después de más de dos meses de acalorados debates, la Asamblea Nacional finalmente ha completado su tarea de enmendar la Constitución de la República de China.
Las enmiendas están basadas en un consenso multipartidista alcanzado durante la Conferencia de Desarrollo Nacional que se llevó a cabo en diciembre del año pasado. Dichas reformas integran una base constitucional para la puesta en marcha de las medidas necesarias para hacer frente a los nuevos retos de Taiwan.
En su discurso de investidura en mayo de 1996, el presidente Lee Teng-hui enfatizó la necesidad de simplificar el proceso gubernamental y de realizar más reformas económicas y sociales, las cuales son indispensables para mantener la competitividad global de la República de China. Aunque hubo un acuerdo general en lo referente a la utilidad de estos objetivos, se expuso una diversidad de opiniones y propuestas sobre cómo alcanzarlos.
Sin tener actualmente una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, el Kuomintang, partido en el Gobierno, tuvo que asegurar el apoyo bipartidista con el fin de pasar las medidas de reforma. Además, dado el existente ambiente político, era imperativo que hubiese consultas y compromisos dentro del Kuomintang y el Partido Democrático Progresista, principal partido de oposición. Por lo tanto, el proceso de enmiendas se tornó tan importante como los objetivos de las reformas mismas.
Incluso en EE UU y otras democracias avanzadas, las iniciativas de reforma casi siempre dan lugar a debates políticos, lo que es característico de una sociedad abierta. Dicha controversia frecuentemente dura varios meses e incluso años antes de que se llegue a un consenso final. Aún así, no todos los grupos sociales quedan satisfechos.
En la reciente sesión de la Asamblea Nacional, surgieron debates apasionados y a veces ásperos, especialmente debido a que los principales partidos mantuvieron orientaciones ideológicas divergentes. Por ejemplo, las propuestas diseñadas para mejorar las funciones administrativas por medio del congelamiento del Gobierno Provincial de Taiwan causaron enfrentamientos.
Pero la lucha política en la Asamblea también manifiesta el crecimiento y madurez de la política partidista en Taiwan después de la abrogación de la ley marcial el 15 de julio de 1987. A pesar de las fuertes disputas, las enmiendas fueron logradas por medio de un proceso democrático. Una mayoría del público también expresó su aprobación con la creencia de que las iniciativas finalmente servirán los intereses nacionales.
Algunas propuestas permanecen en la agenda de reformas a ser deliberada en la próxima sesión de la Asamblea Nacional. Estas incluyen, entre otras, nuevas normas para determinar al ganador en las elecciones presidenciales y estatutos para un sistema de plebiscito.
En todos los aspectos, las enmiendas adoptadas servirán para revigorizar el dinamismo económico y social eliminando los obstáculos a la eficiencia administrativa; la liberalización comercial y financiera; y la renovación educativa y judicial. Todos estos aspectos son indispensables para la promoción de la competitividad en una nueva era de crecimiento y desarrollo.