La República de China no abandonará sus esfuerzos para participar en las actividades de la Organización de las Naciones Unidas a pesar de la actual falta de apoyo hacia dicha iniciativa, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Chen Chien-jen.
Chen hizo esa observación al enterarse de que la campaña de la República de China para ingresar al organismo mundial fracasó al no ser incluida en la agenda de discusiones de la reciente sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Durante dos horas y cuarenta y cinco minutos de debates ante el comité directivo de las Naciones Unidas, 47 estados expresaron sus opiniones al respecto. Entre ellos, 15 naciones acordaron presentar la iniciativa ante la asamblea, mientras que 32 se opusieron. El presidente del comité directivo, el ex ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Hennadiy Udorenko, dijo que había una falta de consenso sobre el asunto y que por lo tanto debería ser excluido de la agenda de la Asamblea General.
Este fue el quinto año consecutivo desde 1993 que la República de China ha cabildeado para ingresar nuevamente a las Naciones Unidas, y la quinta vez que el esfuerzo es retrasado en las discusiones del comité directivo de la Asamblea General. Este año la iniciativa de la República de China adoptó la forma de una petición de parte de catorce aliados diplomáticos que exigieron que la Resolución 2758 adoptada el 25 de octubre de 1971 por las Naciones Unidas sea revisada basándose en los recientes cambios en la situación internacional y en la coexistencia de dos gobiernos en el territorio chino.
La Resolución 2758 de las Naciones Unidas entregó la calidad de miembro de la República de China en la ONU así como su escaño en el Consejo de Seguridad de ese organismo a Pekín y lo reconoció como el único representante de China.
De los catorce aliados, nueve países eran signatarios originales de la petición: Burkina Faso, el Commonwealth de Dominica, Gambia, Granada, Guinea-Bissau, Nicaragua, Senegal, las Islas Salomón y Suazilandia. Los cinco restantes, que presentaron su apoyo después, fueron: Honduras, El Salvador, San Vicente y las Granadinas, Liberia y Chad.
Todos, excepto San Vicente, expresaron su apoyo a la iniciativa de la República de China durante la sesión del comité directivo que se inauguró el 16 del mes pasado. Papua Nueva Guinea y Malaui también hablaron a favor de la admisión de la República de China en el organismo mundial.
Wu Tzu-dan, director de la Oficina Económica y Cultural de Taipei en Nueva York, dijo que aunque el esfuerzo de la República de China fue frustrado una vez más ante el comité directivo, las declaraciones hechas por los países que brindaron su apoyo fueron extensas y concretas. Las observaciones en contra, sin embargo, fueron cortas y aparentemente presentadas debido a las presiones de Pekín.
Wu también enfatizó que la República de China no abandonará sus esfuerzos.
El hecho de que San Vicente y dos países que el presidente Lee Teng-hui visitó recientemente -Panamá y Paraguay- no hablaron a favor de Taipei ante el comité directivo fue criticado por los legisladores de los partidos de oposición quienes opinaron que los programas de asistencia económica del Gobierno no han valido la pena.
Aunque Paraguay no manifestó su apoyo a la iniciativa de la República de China durante la reunión del comité directivo, su presidente, Juan Carlos Wasmosy, habló a favor de la República de China ante la sesión de la Asamblea General el 23 de septiembre para pedir que el organismo vuelva a examinar la Resolución 2758. Reiteró que la resolución viola el derecho de los 21,5 millones de habitantes del área de Taiwan de participar en las actividades de las Naciones Unidas.
El presidente de El Salvador, Armando Calderón Sol; de Honduras, Carlos Roberto Reina; y de Nicaragua, Arnoldo Alemán, también respaldaron la posición de la República de China.
Calderón Sol instó al organismo mundial a respetar el principio de universalidad. "A todos los países amantes de la paz dispuestos a adherirse a la Carta de las Naciones Unidas, se les debe permitir unirse a la organización. Y basándose en este principio, mi país apoya totalmente el ingreso de la República de China a las Naciones Unidas", dijo Calderón Sol.
Reina también expresó admiración hacia los persistentes esfuerzos de la República de China de obtener apoyo internacional para su causa y manifestó su respaldo a la campaña de Taipei.
Por su parte, Alemán lamentó el hecho de que los 21,5 millones de habitantes de la República de China no son representados en la ONU. Indicando que la República de China fue uno de los fundadores de las Naciones Unidas y uno de los signatarios de la Carta de la ONU, Alemán dijo que la República de China nunca ha violado las reglamentaciones de la Carta.
En lo referente a la política nacional, Alemán indicó que la República de China respeta la democracia, la libertad y los derechos humanos. En el frente internacional, el poderío económico de la República de China y el desarrollo democrático han sido uno de los factores claves que han contribuido a mantener la estabilidad en la región de Asia y del Pacífico, agregó.
Los presidentes de Costa Rica y Guatemala, dos aliados diplomáticos de la República de China en América Latina, también hablaron durante la sesión de la Asamblea General pero no aludieron el tema de la iniciativa de ingreso de Taiwan.
Así mismo, durante la sesión de debates, el canciller de República Dominicana, Eduardo Latorre, insistió en que la participación paralela de los dos lados del Estrecho de Taiwan en las Naciones Unidas contribuirá a mantener la paz. Dijo que la comunidad internacional necesita considerar la importancia de la República de China en términos de su ubicación geográfica. Agregó que la estabilidad y la seguridad de la República de China son de gran importancia para la paz y la prosperidad de la región.
En un discurso que presentó en esa ocasión, el rey Mswati III de Suazilandia hizo un llamado a las Naciones Unidas para que revise la Resolución 2758. Indicó que en 1971 la ONU adoptó la resolución que ahora viola el derecho de los casi 22 millones de habitantes de la República de China de ser representados en la organización y de contribuir en todas las iniciativas mundiales emprendidas por la misma.
El Rey dijo que el Gobierno y el pueblo de la República de China han logrado considerables avances en los campos económico, social y político y han demostrado que están preparados para compartir sus experiencias con todas las naciones del mundo. "Ha llegado el momento de revisar la resolución de hace 26 años. Creemos que hay una urgente necesidad de volver a examinar el asunto tomando en consideración los profundos cambios que ha habido en la situación desde 1971", propuso Mswati III.
Esta fue la primera vez en cinco años que la República de China decidió retar directamente la Resolución 2758 de las Naciones Unidas, exigiendo un reconocimiento de la existencia de la República de China en Taiwan y enfatizando la injusticia de aislar a sus 21,5 millones de habitantes de la comunidad internacional.
En los años anteriores, la iniciativa de la República de China adoptó la forma de peticiones hechas por aliados que instaron a las Naciones Unidas a establecer un grupo para analizar la excepcional situación en lo que respecta al escaño de China en la ONU y a hacer recomendaciones para tratar la exclusión de la República de China.