Lee dio a conocer dicha tentativa conciliatoria durante una reunión informal que sostuvo con destacados funcionarios el 8 de los corrientes.
Los “tres enlaces” se refieren a los intercambios comerciales, de transporte y postales directos a través del Estrecho. De acuerdo a las actuales estipulaciones de la República de China, dichos intercambios pueden efectuarse sólo indirectamente vía un tercer lugar.
Esta fue la segunda vez durante la primera semana de septiembre que Lee ha aludido a las relaciones Taipei-Pekín, subrayando su constante interés en el asunto.
En su charla de 75 minutos, Lee también dijo que si Pekín muestra buena voluntad hacia Taiwan, su Administración considerará ajustar su política de “no precipitación, paciencia” sobre las inversiones en China continental.
Lee continuó diciendo que los líderes de China continental quizás estén preguntándose por qué las donaciones de Taiwan para ayudar a las víctimas de las inundaciones en ese territorio han disminuido considerablemente este año.
“Esto se debe esencialmente a la hostilidad de Pekín hacia Taiwan. En particular, sus constantes intentos de aislar a la República de China en la comunidad internacional han distanciado al pueblo taiwanés de China continental”, indicó Lee. Añadió que la actitud hostil y hegemónica de Pekín ha sido el principal obstáculo para el desarrollo de las relaciones a través del Estrecho de Taiwan.
Citando a un conocido suyo que participó en una reunión médica celebrada en China continental a fines del mes pasado, Lee señaló que muchos doctores chinos continentales le dijeron a su amigo que a ellos no les gustaría ver que Taiwan se reunifique con China continental bajo la fórmula de un país, dos sistemas, propuesta por Pekín.
“Mi observación es que los intelectuales de China continental ansían la libertad y la democracia. Si un Taiwan democrático se unificara a China continental bajo el concepto de ‘un país, dos sistemas’, la esperanza de democracia entre los círculos intelectuales allí se evaporará”, señaló Lee.
Refiriéndose a las perspectivas para las futuras relaciones Taipei-Pekín, Lee dijo que los residentes de Taiwan deben actuar cautelosamente.
“China continental ahora se encuentra en un momento crítico en términos de sus cambios estructurales, y la incertidumbre es la principal característica de la situación actual en China continental”, señaló Lee. “No debemos pasar por alto esta característica cuando formulamos nuestra política y estrategia hacia China continental”, afirmó.
El Presidente indicó que comprende totalmente las dificultades que el presidente de China continental, Jiang Zemin, está enfrentando al gobernar una nación tan inmensa como China continental.
“China continental es tan vasta. Hay muchos asuntos que atender. Más importante aún, el territorio está experimentando extensos cambios estructurales. Se necesita mucha sabiduría y fuerza de voluntad para guiar a China continental a través de los numerosos retos que ahora enfrenta”, dijo Lee.
El Presidente también dijo que aunque Taiwan se preocupa por el bienestar del pueblo en China continental, debe manejar las relaciones a través del Estrecho con prudencia debido a las diferencias fundamentales que existen entre las dos partes.
“Somos una democracia y una sociedad abierta, mientras que China continental sigue siendo un régimen cerrado y despótico. En vista de las hostilidades de Pekín, la política de ‘no precipitación, paciencia’ es necesaria para que Taiwan proteja sus intereses y seguridad”, explicó Lee.
Taiwan adoptó dicha política de inversiones en China continental después de que –desde mediados de 1995 hasta la primavera de 1996– ésta condujo una serie de pruebas de misiles y maniobras militares en aguas cercanas a Taiwan.
De acuerdo a la política de “no precipitación, paciencia”, Taiwan prohibe que sus empresarios inviertan en la industria de alta tecnología y en los principales proyectos de infraestructura de China continental.