“Como estado soberano, la República de China no abandonará sus esfuerzos para expandir su espacio internacional y sus fronteras diplomáticas” recalcó el Presidente.
También reiteró la firme oposición del país a la fórmula de “un país, dos sistemas” propuesta por Pekín para alcanzar la unificación nacional, diciendo que dicha fórmula es contradictoria y viola el concepto básico de la democracia.
“Los dos lados del Estrecho de Taiwan no pueden ser unidos bajo sistemas que no sean libres y democráticos”, explicó Lee.
Instó a China continental a que deje a un lado su disputa política con Taiwan y se concentre en sus esfuerzos de modernización y reformas democráticas.
Señalando que la verdadera esencia del asunto a través del Estrecho de Taiwan es una competencia entre dos sistemas diferentes, Lee dijo que espera que cada lado se concentre en las reformas internas y logre el objetivo de modernización. “Al hacer eso, podremos crear juntos un ambiente favorable para la unificación final”.
Por su parte, la República de China continuará promoviendo intercambios constructivos a través del Estrecho; tomando la iniciativa para impulsar una pronta reanudación de los diálogos institucionalizados entre Taipei y Pekín; y fomentando la confianza mutua.
Lee manifestó su firme creencia de que la reanudación de los diálogos regulares es esencial para que las relaciones entre Taiwan y China continental se normalicen.
“Esperamos que las autoridades de China continental valientemente hagan frente a la realidad de que los dos lados del Estrecho de Taiwan actualmente se encuentran bajo gobiernos separados”, dijo Lee.
Agregó que en los últimos años China continental ha reforzado su ofensiva diplomática contra la República de China. Indicando que Pekín ha utilizado la “diplomacia monetaria” para disminuir el espacio internacional de la República de China, Lee dijo que la República de China no será intimidada por la estrategia de Pekín y continuará con sus esfuerzos para crear fronteras diplomáticas de una manera pragmática.
Después del fin de la Guerra Fría, la libertad, la democracia, la igualdad y los derechos humanos se han convertido en los valores principales de la comunidad internacional, dijo. “Mientras tanto, el crecimiento económico y la elevación de la competitividad nacional se han convertido en los principales objetivos de todos los países del mundo”.
En vista de esta nueva situación internacional, la República de China debe ser más activa al expandir sus relaciones exteriores, elevar su imagen internacional, y salvaguardar su seguridad nacional.