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Taipei avanzará hacia segunda etapa de las Directrices
16/03/1993
El Gobierno de la República de China aplicará una política con "visión de futuro" respecto a China continental y estimulará los intercambios entre ambos lados del Estrecho de Taiwan, dijo el primer ministro Lien Chan.
En su primer informe ante el Yuan Legislativo, Lien señaló que el Gobierno está decidido a pasar a la segunda fase de las Directrices para la Unificación Nacional. Estas son un conjunto de normas y estrategias para regir tres etapas graduales de intercambios conducentes a la unión del país.
"Nunca hemos renunciado a nuestra meta de unificación nacional. Pero no hay necesidad, ni intención de nuestra parte, de hacer caso omiso de las diferencias existentes (entre Taiwan y China continental) y apurar una unificación nominal", expresó el Primer Ministro.
Añadió que si la República de China continúa progresando en su desarrollo económico, el Gobierno en Taipei tendrá mayor capacidad para negociar con los comunistas chinos.
En la segunda etapa estipulada en las Directrices, Taiwan y China continental deberían establecer canales oficiales de comunicación; autorizar el correo, el transporte y el comercio directos; intercambiar visitas de funcionarios de alto nivel; y ayudarse mutuamente a participar en organizaciones y actividades internacionales.
Actualmente, la interacción entre ambos lados del Estrecho está aún en la primera etapa, llamada de "intercambios de reciprocidad". Según fuentes gubernamentales, todavía quedan obstáculos por sortear antes de pasar a la segunda fase.
El Primer Ministro instó a las autoridades comunistas chinas a abandonar la fórmula obsoleta de unificación "un país, dos sistemas" y avanzar en la dirección de la libertad y la democracia.
"Los comunistas chinos deberían respetar la existencia de facto de la República de China en Taiwan, de modo que ambos lados del Estrecho puedan progresar con estabilidad", dijo.
Respecto a su propia idea de cómo gobernar, Lien manifestó que su principal deseo es modernizar a fondo la República de China y convertirla en un país desarrollado antes de que empiece el siglo XXI.
La estabilidad es requisito previo de la modernización, expresó, para luego agregar que, cuando haya estabilidad, "las diferentes ideologías políticas no causarán conflictos internos; las relaciones bilaterales no retrocederán; y las vidas y propiedades de la gente no se verán amenazadas".
Lien también destacó la importancia de seguir adelante con el avance económico del país, incluyendo el Plan de Desarrollo Nacional de Seis Años, iniciado por su predecesor, Hau Pei-tsun. Indicó que, sin embargo, es necesario hacer una revisión de más de 700 proyectos de construcción del plan, cuyo presupuesto es de 303 mil millones de dólares estadounidenses.
En el terreno de las relaciones exteriores, Lien reiteró que seguirá aplicando la "diplomacia pragmática".