Taiwan Today

Los jefes de los organismos intermediarios que repre­sentan a Taiwan y China continental tienen planeado reu­nirse a fines de este mes, con el propósito de lograr una mayor fluidez en las relaciones entre las personas de am­bos lados. En las entrevistas participarán el director de la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho de Taiwan (SEF, siglas en inglés), Koo Chen-fu, de Taipei, y su homólogo de la Asociación para las Relaciones a través el Estrecho de Taiwan (ARATS, en inglés), Wang Dao-hang, de Pekín. Esta es la primera reunión entre ambos líderes, desde que las entidades fueron creadas en marzo y diciembre de 1991, respectivamente. Antes, funcionarios de las dos instituciones sostuvieron conversaciones sobre diversos aspectos de los intercambios privados entre la isla y el territorio continental. Pero esa vía de comunicación se interrumpió en noviembre del año pasado, tras fracasar las negociaciones sobre certificación de documentos emitidos en cada lado, debido a la insistencia de Pekín en tratar temas políticos. El director del Consejo para los Asuntos de China Continental (MAC, siglas en inglés), Huang Kun-huei, dijo que estas negociaciones deberán centrarse en aspec­tos puntuales de las relaciones y en definir un sistema para que la SEF y la ARATS puedan mantenerse en con­tacto de ahora en adelante. Explicó que no está en el pro­grama el tema de las comunicaciones directas, ni ningún otro de incumbencia política, como el significado de "una China" para Taipei o Pekín. La SEF es un organismo semioficial, bajo supervisión del MAC, creado para encargarse de los problemas que han ido surgiendo con los crecientes contactos entre am­bos lados del Estrecho, desde que en 1987 el Gobierno en Taipei autorizó los viajes para visitar familiares en China continental. El comercio y las inversiones indirectas han ido en aumento y, paralelamente, se han producido problemas como crímenes y contrabando, ingresos ilegales de continentales a Taiwan y disputas entre pescadores. De ahí que sea sumamente importante reiniciar el diá­logo y establecer un método para que no sólo se celebren reuniones periódicas, sino que también se abran canales de comunicación efectivos y puedan hacerse encuentros cada vez que las circunstancias lo requieran. Asimismo, es necesario que los representantes de cada parte adopten una actitud pragmática frente a los temas que puedan tener ciertos matices políticos, para evitar poner reparos y trabas a cada paso. En su búsqueda de soluciones, la meta principal debe ser, antes que nada, el bienestar y los intereses de todos los chinos. De hecho, se espera que de estas conversaciones sal­gan resultados concretos, como un acuerdo sobre la certificación de documentos y la correspondencia certificada indirecta extraviada. También se deberá conversar sobre la protección a las inversiones de taiwaneses en China continental, la forma de solucionar litigios comerciales, la protección a los derechos de propiedad intelectual y el modo de colaborar en la prevención de la delincuencia en el mar, el contrabando y la inmigración ilegal. Esta es la primera vez que se encuentran los directores de la SEF y la ARATS y ojalá que no sea la última. Es en ocasiones como ésta, cuando son los intereses del pueblo los que priman, en las que va creciendo la buena voluntad y se acercan las posiciones. Por eso, hay razones para tener esperanzas.