Taiwan Today

Con la firma de un comuni­cado conjunto y tres acuerdos culminaron las conversaciones entre los jefes de los organismos intermediarios comisionados por Taipei y Pekín, que tuvieron lu­gar en Singapur entre el 27 y el 29 de abril. Ambas partes coincidieron en la necesidad de establecer un canal permanente de comunica­ciones, seguir ampliando la gama de intercambios entre Taiwan y China continental y en discutir a futuro diversas posibilidades de cooperación en las áreas del comercio, la economía, la explotación de recursos, además de la búsqueda de soluciones a problemas civiles, delictivos y judiciales, entre otras cosas. Las históricas conversa­ciones -las primeras no ofi­ciales entre personajes de alto nivel en más de cuatro dé­cadas- fueron encabezadas por el director de la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho de Taiwan (SEF, siglas en inglés), Koo Chen-fu, y su homólogo continental de la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwan (ARATS, siglas en inglés), Wang Dao-hang. Los tres acuerdos cubren la verificación de documentos, la investigación y la compen­sación respecto a correspondencia certificada perdida y el establecimiento de un calen­dario regular de encuentros entre funcionarios de la SEF y la ARATS. El "Comunicado de las conver­saciones Koo-Wang" señala que las partes acordaron reunirse nue­vamente en una fecha aún no de­terminada, con el objetivo de dis­cutir temas que requieren mayor deliberación. Los principales de éstos son la protección de la inver­sión taiwanesa en China continental y la celebración de una confe­rencia económica bilateral. Gran cantidad de capitales tai­waneses han sido llevados al terri­torio continental desde que las relaciones empezaron a mejorar a fines de la década pasada. En 1992, la cifra oficial del dinero in­yectado en el otro lado del Estre­cho fue de 2.400 millones de dó­lares estadounidenses, un 30% más que en el año anterior. No obs­tante, dado que muchos empre­sarios no registran sus negocios, se estima que la cifra real rondó los 5.000 millones de dólares. La SEF sugirió que Pekín modificara sus actuales normas para la inversión extran­jera. A juicio de dicha entidad, algunas de esas reglas discri­minan contra los capitales de Taiwan, por lo que sería ade­cuado firmar un pacto de garantía a las inversiones. Sin embargo, la ARATS in­sistió en anteponer a dicha propuesta la apertura de víncu­los directos comerciales, postales y de transporte entre la isla y el continente. Esta actitud puso a los repre­sentantes de Taipei en una posi­ción extremadamente difícil, ya que los lazos directos sólo serán abiertos una vez que Pekín re­conozca a la República de China como una entidad política, según señalan las Directrices de Unificación Nacional. Estas últi­mas constituyen el programa elaborado por las autoridades en Taiwan para un acercamiento gradual con China continental. Por lo tanto, según la posición de la SEF, el tema de los vínculos directos alejó la reunión del perfil no político acordado previamente por ambas organizaciones. A causa de estas diferencias, la finna de los textos debió retrasarse un día, ya que originalmente el cierre de la reunión estaba planeado para el 28 de abril. Más cooperación Sí hubo coincidencia en la necesidad de discutir los siguientes temas antes de fin de año: establecimiento de un canal para el regreso de los inmi­grantes ilegales a cada parte; es­fuerzos conjuntos para combatir los delitos en el mar y el contra­bando; solución de disputas pesqueras; protección de los dere­chos de propiedad intelectual; y oferta de asistencia judicial. A futuro, también se discutirá la posibilidad de cooperar en el campo de la energía y los recur­sos, además de promoverse más intercambios en las áreas juve­nil, científica y tecnológica y de los medios de comunicación.