El proceso de liberalización iniciado bajo el mandato del Presidente anterior, Chiang Ching-kuo, ha culminado en un sistema parlamentario competitivo, con serias medidas en pro de la unificación pacífica con China continental, pasando así del milagro económico de Taiwan a un auténtico milagro político.
Desde el 20 de mayo de 1990, Lee Teng-hui es Presidente de la República de China y Li Yuan-zu Vicepresidente. Después de ser democráticamente elegido por la Asamblea Nacional, el Presidente Lee Teng-hui designó Primer Ministro a Hau Pei-tsun.
El Dr. Sun Yat-sen
El partido político que gobierna la República de China es el Kuomintang. Este se inspira en el pensamiento del Dr. Sun Yat-sen, artífice clave de la Revol ución de 1911 y de la creación de la República en 1912. El Dr. Sun, en 1894, había fundado el partido ideológicamente antecesor del Kuomintang, llamado Hsing Chung-Hui ("Sociedad para Regenerar China"). En 1919, reorganizó el partido y le dio un nuevo nombre: Chung-kuo Kuo-Min-Tang ("Partido Nacionalista de China").
Firmemente convencido de la superioridad del sistema democrático sobre cualquier otro, el Dr. Sun proyectaba regenerar la nación china en tres fases: una militar, otra de tutela política y, por último, la de democracia constitucional.
Por desgracia, la necesidad de luchar contra los invasores japoneses de China y, después, también contra la sublevación comunista, hizo materialmente imposible alcanzar la fase tercera. El Gobierno hubo de promulgar las Disposiciones Temporales Efecti vas durante el Período de Movilización para la Supresión de la Rebelión Comunista. Estas habrían de durar nada menos que cuatro décadas. La amenaza constante de los comunistas lo hizo necesario.
Una nueva era
Aun así, bajo la Presidencia de Chiang Ching-kuo, se tomaron unas primeras e importantísimas medidas liberalizadoras para quitar hierro a la situación. Por una parte, se autorizaron los viajes a China continental de quienes tuvieran familia allí y desearan visitarla. Gracias a ello, cientos de miles de chinos residentes en Taiwan pudieron ver a los parientes de los cuales habían quedado separados al instaurarse el régimen comunista en Pekín.
Por otro lado, en 1987, Chiang eliminó el Decreto de Emergencia entonces vigente, lo cual abrió las puertas a la proliferación de nuevos periódicos y partidos políticos. Siguiendo en la misma línea, bajo la Presidencia de Lee Teng-hui, se ha dado un gran paso hacia la instauración de la democracia plena y la norma-lización de las relaciones con China continental.
Por un lado, en el año actual, se ha tomado la iniciativa de disponer la elección de nuevos miembros de la Asamblea Nacional y de reformar la Constitución. Por otro, se han anulado las Disposiciones Temporales, poniéndose fin al Período de Movilización. Además, se han promulgado las Directrices para la Unificación Nacional.
Era indispensable jubilar a los miembros más antiguos de la Asamblea Nacional, elegidos en China continental, pues estaban fijados en sus cargos desde 1947. El Consejo de Grandes Jueces ha dispuesto que se habrán de retirar de ellos para fines del año actual.
Por todo ello, hay fundadas esperanzas de que Taiwan y China continental, tras un proceso ordenado, por etapas, se vuelvan a unir en un solo Estado de régimen plenamente democrático y con economía de mercado libre.
El Kuomintang
Si bien, bajo el Gobierno actual de la República de China en Taiwan, hay una pluralidad de partidos políticos - por ejemplo, el Partido de los Jóvenes Chinos, el Partido Socialista Democrático Chino y el más importante partido de la oposición, el Partido Democrático Progresista - se debe reconocer el papel preponderante del Partido Kuomintang en la tutela de la sociedad durante una época llena de peligros, por un lado, y, por otro, en la creación de una próspera democracia en Taiwan que ha suscitado la admiración de observadores del mundo entero. El Kumointang, al haber tenido en sus manos el Gobierno es artifífice verdadero de la democratización.
Es fundamental, para entender la labor del Kuomintang, ser consciente de que éste funda su ideología en los Tres Principios del Pueblo formulados por el Dr. Sun Yat-sen: el Principio de Nacionalismo, el Principio de Democracia y el Principio de Bienestar Social.
El primero de estos principios mueve al Gobierno a procurar para China la igualdad con otras naciones y la libertad del dominio de otras potencias. También le impulsa a dar igualdad de trato a los miembros de los diversos grupos raciales que componen la nación china. Además, obliga a fomentar un verdadero renacimiento de la cultura tradicional del pueblo chino.
El Principio de Democracia protege tanto los derechos cívicos de la población como los derechos ejecutivos del Gobierno, es decir, que éste pueda, efectivamente, gobernar.
En cuanto al Bienestar Social, se trata de un principio que lleva a la prosperidad económica y a que la sociedad, en conjunto, sea justa. Tiene como meta el mercado de libre competencia, bajo principios de ordenación gubernativa para evitar abusos o en caso de crisis. La idea es que la sociedad sea rica y que se dé en ella una distribución equitativa de la riqueza.
La unificación de China
Así mismo, es el dirigente máximo del Kuomintang, el Presidente Lee Teng-hui, quien ha dado un paso de gigante con vistas a normalizar las relaciones con China continental. El punto final al Período de Movilización y la orientación trazada por las Directrices para la Unificación Nacional son un intento decidido de poner fin a cuatro décadas de hostilidad con Pekín, así como de hacer viable la reunificación pacífica de China, paso a paso, en un régimen de democracia y libertad.