A mediados del siglo XIX, llegaron los primeros chinos a Costa Rica. Salieron de China huyendo del estado de zozobra socioeconómica que existía entonces allí, y encontraron en Costa Rica un país que les dio desde el principio la más cordial bienvenida.
Estos primeros chinos eran pobres labriegos que habían sido contratados como mano de obra barata y frecuentemente eran sometidos a tratamientos crueles. Sin embargo, a diferencia de Cuba y Perú, donde llegaron también grandes contingentes de chinos, las autoridades de Costa Rica prometieron a los recién llegados el derecho a disfrutar de las mismas garantías individuales que los costarricenses.
Los primeros chinos desembarcaron en Puntarenas el 22 de mayo de 1855, contratados para trabajar de labriegos en la Hacienda Lepanto. Fueron 32 en total, llegados a una tierra extraña y diferente al lugar de donde provenían. La sociedad costarricense los recibió con curiosidad y grandes expectativas. Durante la construcción del ferrocarril desde el interior al Atlántico, se introdujo una gran cantidad de chinos, especialmente desde Macao, para aliviar la escasez de mano de obra en dicho proyecto.
A partir de 1880, la mayoría de estos primeros colonos chinos empezaron a hacer su vida en forma independiente, dedicándose principalmente al comercio. Muchos de ellos contrajeron matrimonio con gente local.
La mayor parte de ellos se radicaron en las ciudades de Limón, Guanacaste y Puntarenas. Posteriormente, algunos se trasladaron a San José, la capital. Estas cuatro ciudades son las que contienen el grueso de la población de origen chino en el país.
Por espacio de más de un siglo y en medio de grandes vicisitudes, estos primeros emigrantes chinos llegados a Costa Rica se fueron integrando a la población costarricense. En la actualidad, el chino no solamente se halla integrado, sino que ha aportado importantes personalidades en los campos político, económico, cultural y científico.
Relaciones oficiales
Los contactos oficiales entre Costa Rica y China fueron casi inexistentes antes de la fundación de la República de China en 1912. Incluso en los primeros años de la vida republicana china, los contactos eran escasos debido a que la nación china vivía altamente convulsionada por desórdenes internos.
En 1941, la República de China inauguró una legación oficial en Costa Rica, que posteriormente fue ascendida a embajada. En 1954, el gobierno de Costa Rica nombró un cónsul honorario en China y en 1959, estableció la embajada en la ciudad de Taipei.
A través de la dinámica labor desempeñada por los respectivos embajadores acreditados a través de los años en las capitales de ambos países, las relaciones sino-costarricenses han ido fortaleciéndose y acrecentándose hasta forjar los entrañables lazos que existen en la actualidad.
Al respecto, el embajador costarricense ante la República de China, Rafael Cob Jiménez, ha manifestado que: "Hoy, más que nunca, las relaciones entre la República de China y Costa Rica están en el máximo punto de cordialidad y amistad. Esto tanto en el plano político, como en la asistencia que hemos recibido de parte del Gobierno de la República de China".
La ayuda china
La República de China y Costa Rica han firmado una serie de convenios y tratados que cubren un amplio campo de actividades. Desde 1944, existe un tratado de amistad entre ambos países. Además existen acuerdos en las áreas cultural, comercial, pesquera, artesanal, de cooperación técnica industrial, así como un tratado de extradición.
El 8 de noviembre de 1989, ambos países firmaron el protocolo para la creación de una zona de procesamiento industrial para la exportación en Costa Rica. Con este convenio, la República de China iba a compartir sus experiencias en el campo de las zonas francas del área de Taiwan con esa nación centroamericana hermana.
La República de China ha mantenido un permanente interés en ayudar técnicamente al desarrollo económico de Costa Rica y, en la actualidad, mantiene un total de 24 técnicos destacados en ese país. Entre las misiones técnicas enviadas por la República de ehina a la nación centroamericana, sobresale la misión técnica agrícola, que cuenta en estos momentos con 14 miembros.
En el campo económico, ha habido un creciente intercambio comercial entre ambos países en los últimos años. El volumen del comercio exterior entre ellos en 1990 alcanzó un total de US$ 36.915.000, con un saldo favorable para la República de China.
El embajador Cob Jiménez insta a los inversionistas chinos para que vayan a Costa Rica, pero aclara que "no piensen en trasladar sus empresas allá, sino simplemente traten de proyectarse hacia Costa Rica, que sea una especie de extensión de sus empresas en Costa Rica". Asimismo asegura que el Gobierno de su país da la máxima prioridad y ofrece todas las facilidades para que los inversionistas chinos vayan sin ningún riesgo o problema.
Los intercambios
En 1958, Costa Rica y la República de China firmaron un convenio cultural que ha permitido un ininterrumpido intercambio entre ambos países. En forma permanente, existe un intercambio de estudiantes becados entre universidades de ambas naciones.
En mayo del presente año se llevó a cabo una exposición de objetos de oro, jade y cerámica precolombina de Costa Rica en el Museo Nacional de Historia de Taipei. La exhibición, de 144 objetos que databan del período de 1000 a 500 a.J.c., ha sido la primera de este tipo realizada fuera de su país de origen.
Los extraños motivos artísticos y las formas únicas llenas de misterio, imaginación y sentido ritual de las piezas exhibidas, revelan la íntima relación que tenían los pueblos precolombinos del Istmo Centroamericano con la naturaleza. Ese respeto por la naturaleza continúa vigente en los costarricenses, y queda reflejado en la gran cantidad de parques nacionales que tiene dicho país.
Los intercambios no se han limitado únicamente al campo cultural, sino que también son frecuentes en otras áreas. Ha habido un constante flujo de actividades en el campo deportivo. En el plano social, existen lazos de hermandad entre las principales ciudades chinas y "ticas". La ciudad de Keelung se convirtió en ciudad hermana de Puntarenas en 1980; entretanto, las ciudades de Kaohsiung y Cartago, así como las de Taipei y San José, también han firmado pactos de hermandad.
En el campo político, las relaciones han sido siempre entrañables, como lo demuestran las frecuentes visitas que mutuamente realizan los funcionarios y personalidades políticas de ambos países. El actual Presidente de la República de China, Dr. Lee Teng-hui, visitó Costa Rica en septiembre de 1985, siendo entonces Vicepresidente. El Presidente de Costa Rica, Licenciado Rafael Angel Calderón Fournier, visitó oficialmente la República de China en noviembre del año pasado.
Bajo la dinámica labor del Embajador de la República de China en Costa Rica, Hsioh-kwen Shao y su homólogo en China, Rafael Cob Jiménez, se han fortalecido aún más los lazos de amistad y cooperación entre ambos países. Costa Rica y la República de China comparten los mismos ideales de libertad, democracia y paz. Juntas, continuarán trabajando en pro del desarrollo y el bienestar de toda la humanidad.