El presidente del Instituto Americano en Taiwan, Raymond F. Burghardt, arribó a Taipei el 22 del presente mes para informar al Gobierno y a la oposición acerca de la reciente visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a China continental.
Dentro de su agenda, Burghardt se reunió con el presidente del Yuan Legislativo, Wang Jin-pyng; el primer ministro Wu Den-yih; la ministra del Consejo para Asuntos de China continental, Lai Shin-yuan; y la presidenta del Partido Democrático Progresista, Tsai Ing-wen. También fue recibido en audiencia por el presidente Ma Ying-jeou el día 24 de noviembre.
Un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que la gira a Taiwan por Burghardt se produce a apenas cinco días después que Obama se reunió con el líder chino-continental, Hu Jintao; el más rápido envío de un funcionario estadounidense a Taiwan después de una reunión cumbre Washington-Pekín.
Durante su estadía en Taiwan, Burghardt reveló el contenido más importante de las conversaciones entre Obama y Hu a funcionarios de alta jerarquía en Taiwan.
Burghardt también ofreció declaraciones con respecto a la actitud de la Administración Obama hacia la venta de armamento estadounidense a Taiwan, así como las controversias que han surgido con respecto al aflojamiento de las restricciones en las importaciones de carne de res procedente de Norteamérica.
Aunque el Acta de las Relaciones de Taiwan, de 1979, no fue mencionada en la reciente declaración conjunta Estados Unidos—China continental; ésto no necesariamente significa que Washington haya reajustado su política hacia la República de China.
Respondiendo a las preguntas de los periodistas locales acerca de la visita de Obama a China continental, realizada del 14 al 18 del mes en curso, el más alto funcionario estadounidense encargado de enlace con Taiwan señaló que Obama no cambiará en nada la política que durante tantos años ha mantenido EE UU hacia Taiwan.
Dirigiéndose a los medios de comunicación después de haberse reunido con el presidente del Yuan Legislativo, Wang Jin-pyng; Burghardt manifestó que el Presidente estadounidense expuso claramente la política de EE UU hacia Taiwan en sus pronunciamientos tanto en Pekín como Shanghai, afirmando que de ninguna manera cambiará la política establecida de Washington.
Según Burghardt, Obama también mencionó en declaraciones de prensa el compromiso de Washington con el Acta de las Relaciones con Taiwan, la ley de EE UU que gobierna las relaciones con Taiwan ante la ausencia de lazos diplomáticos formales, en los encuentos bilaterales. “Fue un deseo personal suyo de asegurar que fuese mencionado”, afirmó Burghardt.
Por su parte, Wang reveló que le dijo a Burghardt que los líderes estadounidenses deben considerar cuidadosamente cualquier declaración pública que involucre la soberanía de Taiwan, ya que podría tener un grave impacto en el estatus de la nación. Cualquier comentario de tal naturaleza por EE UU debe ser claro y no debe dejar campo alguno para la interpretación o imaginación, indicó.
Wang también declaró que espera que Estados Unidos evalúe seriamente cómo proteger la seguridad de Taiwan y los derechos de su pueblo.
Refiriéndose a las preocupaciones acerca de la seguridad de la importación de carne de res, Burghardt las calificó como un “asunto fingido”, ya que la carne a ser importada a Taiwan es la misma que a diario consumen millones de norteamericanos. Sin embargo, ha sido rechazada en Taiwan.
Burghardt también explicó las más recientes posturas sobre la venta de armamento a Taiwan de los funcionarios de seguridad de alta jerarquía en el ramo ejecutivo de EE UU en vista del repetido apoyo manifestado por el Congreso estadounidense a tales ventas.
En la reunión con el presidente Ma, Burghardt reafirmó los conceptos antes mencionados, intercambiando opiniones acerca de los temas arriba aludidos con el Mandatario.
Al concluir la audiencia, Ma señaló que ha sido el más completo y adecuado informe que la República de China haya recibido de una gira presidencial estadounidense a China continental.
Refiriéndose a la postura estadounidense con respecto al reclamo de soberanía sobre Taiwan por parte de China continental, Burghardt hizo hincapié en que Estados Unidos nunca ha “reconocido” el reclamo de Pekín.
En el Comunicado de Shanghai de 1972, Estados Unidos solamente manifestó que “está al tanto” (acknowledge) del reclamo de soberanía de China continental y el Gobierno de EE UU nunca ha vacilado en esta posición, afirmó Burghardt.