06/05/2024

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Fundación de La República de China

06/01/1988
Por: Eugene Liu El lo. de enero de cada ano se celebra un aniversario más de la fundación de la República de China y el 10. de enero de 1988 coincidirá con su septuagesimoseptimo aniversario. La aparición de la República en 1911, terminó con la monarquía absoluta que duró aproximadamente 3.000 años en la historia de China. Por ser la República de China la primera república nunca antes establecida en Asia, este fenómeno tuvo efectos de gran repercusión en muchos países, en la misma forma que lo habían ejercido también más de un siglo antes, la independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa. En el transcurso de la revolución, gigantesca hazaña iniciada y consumada por un gran hombre, el Dr. Sun Yat-sen, Padre de la nación, la República ha tenido que atravesar no pocas pruebas. Aparentemente la victoria llegó mas bien tarde, puesto que ya antes habían abortado diez sublevaciones contra la dinastía Manchú, hasta lograr triunfar en el undécimo intento, en 1911. Este undécimo movimiento histórico estalló ellO de octubre de 1911, bajo la guía del Dr. Sun, siendo conocido como la Sublevación de Wuchang. El Dr. Sun no tenía más que 20 años, la primera vez que se sintió indignado ante la corrupción e incompetencia del gobierno Manchú, acompañado por los brutales tiranos de algunos poderes extranjeros. Ocho años después, en 1894 creó en Honolulu, la Hsing Chung Huei (literalmente: Asociación para la Rehabilitación de China), inicial organización revolucionaria cuya meta era el derrocamiento del gobierno Manchú, persiguiendo la creación de una nación y la igualdad internacional. En 1905, se formó bajo sus auspicios en Tokio, otro grupo revolucionario: la Tung Meng Huei (Liga Aliada), de la cual se hizo miembro tres anos después, el Generalísimo Chiang Kai-shek. La Tung Meng Hueidesempeñó un papel muy importante en 10 sucesivas rebeliones y sus enormes sacrificios nunca frustraron sus nuevos esfuerzos. La décima operación que tuvo lugar el 29 de marzo de 1911, fue un intento frustrado en la Residencia del gobernador general de K wangtung-K wansi, en donde 72 valientes jóvenes sacrificaron su vida por esta grandiosa causa. Sin embargo, tan espectacular evento alarmó a todo el país y sobresaltó al gobierno Manchú. No tuvieron que transcurrir más que 185 días para que la sublevación de Wuchang en la provincia de Hupei, lograra derrocar al gobierno Manchú, siendo así como nació la República de China. Para rendirle homenaje a estos mártires, se construyó un cementerio en las afueras de Cantón, en un sitio llamado Huang Hua Kang (literalmente: "Colina de las flores ainarillas") y la fecha de este evento, 29 de marzo, se ha conmemorado desde entonces como el Día de la Juventud, un día de feriado nacional. Como consecuencia, se adoptó el l0 de octubre, considerado comúnmente como el Doble Diez, para celebrar la fundación e la República de China. Durante el transcurso de las actividades revolucionarias, los chinos de ultramar contribuyeron grandemente a alcanzar tan sagrada meta. Es por eso que los habitantes de hoy en día los consideran como "la madre de nuestra revolución". A pesar del triunfo de la Sublevación de Wuchang, la República ha sufrido grandes y numerosos reveses y como consecuencia, el país ha sido dividido y separado por ambiciosos señores de la guerra y por codiciosos poderes extranjeros, devastando la situación de China. En 1926, un ejército expedicionario guiado por el entonces comandante en jefe Chiang Kai-shek, se dirigió hacia el norte y unificó en 2 años a todo el país. Sin embargo, este triunfo fue contrarrestado por numerosas revueltas de los soviéticos, inspiradas por los comunistas en las provincias de Hunan y Kiangsi, situadas al sur. Para terminar de complicar la inestabilidad de China, el ejército japonés invadió y ocupó en 1931 las provincias del nordeste, que aceleraron y culminaron con los 8 anos de la Guerra Sino Japonesa 1937-1945) que concluyó con la rendición incondicional de los japoneses. El Generalísimo Chiang Kai-shek, devolviendo bien por mal, no exigió ninguna compensación y por el contrario evacuó al ejército japonés, devolviéndolos seguros a su país.

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