Taiwan Today

La sucesión del Dr. Lee Teng-hui para completar el séptimo periodo presidencial de la República de China, dejado inconcluso por el súbito fallecimiento de Chiang Ching-kuo, significa el inicio de una nueva era en la historia de la China moderna. Puede decirse que el movimiento de democratización iniciado por su predecesor, no dará sus frutos, sino hasta cuando el Dr. Lee concluya su mandato. Como el primer hijo nativo de Taiwan en convertirse en jefe de estado, el Dr. Lee ha llegado a alcanzar la cúspide a lo largo de un largo camino que pocos podrían prever que habría de conducirlo hasta alcanzar la primera magistratura de la nación. Adiestrado como agrónomo, con un grado doctoral de la Universidad de Cornell, el Presidente ha pasado trabajando la mayor parte de su vida en el campo de la investigación y la enseñanza. Fue durante los años que trabajó para la Comisión Conjunta sobre Reconstrucción Rural, que el futuro presidente atrajo la atención del presidente Chiang, cuando ocupaba el cargo de Primer Ministro. Como ministro de Estado en el gabinete de Chiang y posteriormente, como alcalde de Taipei y gobernador de Taiwan, Lee se distinguió como administrador, al igual que lo había hecho en el campo académico. De ahí que para nadie fue una sorpresa, cuando Chiang lo escogió como su Vicepresidente, para su segundo período. En los últimos tres años y medio, al vicepresidente Lee le fueron encomendadas numerosas tareas importantes, conforme la salud del presidente Chiang se fue deteriorando. Durante los últimos dos años, había encabezado una comisión del Kuomintang, encargada de diseñar las reformas políticas. Habiendo aprendido el teje y maneje del gobierno, bajo un mentor tan capaz y previsor como lo fue su antecesor, se espera que el Dr. Lee Teng-hui, en su calidad de Presidente habrá de conducir a la República de China hasta el sitial de honor que merece.