Taiwan Today

La República de China obtuvo un gran triunfo diplomático al forzar al régimen de Pekín a que cortase sus relaciones con la isla-nación sólo 20 días después de que se establecieran relaciones entre Granada y al República de China. El Ministerio de Relaciones Exteriores que informó recientemente de la apertura oficial de la Embajada de la República de China en Granada, había estado preparando desde hace algún tiempo este mayor paso diplomático a través de su enviado a la isla caribeña, Lin Sung-huan, que se encargará de todas las labores hasta la asignación al puesto de un embajador permanente. Los esfuerzos denodados de Pekín durante esos 20 días para que Granada reconsiderara sus lazos con la Rep. de China fracasaron rotundamente. Los comunistas chinos enviaron a su representante Loh Chung-ching a Granada para que esta rectificara su decisión, pero la misión de Loh después de sus conversaciones con varios funcionarios del Gobierno granadino así como con el primer ministro no tuvo un resultado positivo. El primer ministro, en vez de atender a las peticiones de Pekín, aseguró al representante de la República de China que la decisión tomada por Granada era firme. Una vez que Pekín se dio cuenta de que la decisión de Granada era irrevocable, optó por cortar relaciones con ese país del Caribe. Esa inevitable admisión de derrota muestra que las naciones libres están planteándose el problema de si conviene o no mantener relaciones con el régimen de Pekín después de los sucesos en Tienanmen. Además demuestra que Granada prefiere mantener relaciones diplomáticas con la República de China porque estos dos países pueden ayudarse mutuamente sin temer la infiltración de elementos comunistas subversivos. Hay grandes posibilidades de cooperación tecnológica que acercarán a las dos naciones y aportarán beneficios a ambos lados. Granada ha reconsiderado su posición respecto al régimen de Pekín después de que los acontecimientos de junio pusieran de manifiesto la naturaleza de este grupo de rebeldes chinos. La zona de Centro América que mantiene muy buenas relaciones tanto económicas como diplomáticas con la República de China ha sido el eje principal motivador de este cambio, ya que la creciente cooperación entre los países del Caribe y la Rep. de China crea perspectivas muy positivas para las economías de naciones que precisan de ayuda exterior. El rápido crecimiento económico y del nivel de vida en Taiwan, con el incentivo añadido de una gran reserva de divisas extranjeras, constituyen el mayor atractivo de la Rep. de China en el foro internacional, algo a lo que los comunistas chinos no pueden aspirar. Se espera que otras naciones que se encuentran en este dilema opten por una decisión similar al reconsiderar sus relaciones con el régimen inhumano de Pekín. La situación actual del régimen comunista chino deja mucho que desear, no es posible que este pueda ayudar a nadie en vísperas de una quiebra financiera. Tener relaciones con Pekín representa un riesgo más que una ventaja. Es pues hora de que se reconozca el valor de la República de China y de que se reconsideren las relaciones con el régimen de China continental. Utilizando las palabras de nuestro director general, Shaw Yu-ming, en su reciente gira por los EE.UU.: "Durante los dos últimos años, las gentes chinas de todo el "globo" han hablado abiertamente en contra del régimen comunista chino. El pueblo chino, en casa y también en el extranjero, no sólo ha llegado al acuerdo de terminar con el régimen de Pekín sino que, a través de este consenso, ha creado un gran movimiento solidario basado en un sentimiento nacionalista compartido. Esto tiene un significado profundo y con extensas implicaciones históricas."