Taiwan Today

Recientemente, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, George Shultz, efectuó una visita a Pekín con el objeto de persuadir a los comunistas chinos de que cesaran las ventas de misiles al Medio Oriente, pero su exhortación recibió una respuesta fría e indiferente. Como es sabido, los comunistas chinos no solamente han vendido muchos misiles "Gusano de Seda" a Irán, que amenazan gravemente la navegación de las flotas occidentales en el Golfo Pérsico, sino que también entregaron a Arabia Saudita misiles de alcance intermedio "CSS-2", capaces de llevar ojivas nucleares, poniendo así en peligro al territorio de Israel que, bajo tal situación, amenaza con efectuar un bombardeo para destruirlos, como lo hizo años atrás en Irak. El Oriente Medio es una zona altamente sensibilizada, que suministra más de la mitad del petróleo mundial. La estabilidad de dicha zona garantiza la fuente energética del mundo libre. Sin embargo, los conflictos religiosos y raciales entre el mundo árabe e Israel, existentes desde la postguerra, siempre obran como potenciales detonantes de otras guerras en el futuro. Por añadidura, dentro del mismo mundo musulmán existen otras contiendas ideológicas, algunas de las cuales condujeron al estallido de la guerra entre Irán e Irak, que ha entrado en el octavo año y sigue abrumando a sus respectivos pueblos. Mientras el mundo occidental trata de "apagar el fuego", los comunistas chinos siguen sembrando cizañas entre los países contendientes vendiéndolos armas sofisticadas, cuyó . costo, según se estima, supera los US$ 3.000 millones. Aunque Shultz trató de convencer a los comunistas chinos de que la venta de misiles balísticos a Oriente Medio introducirá otro elemento peligroso en una zona ya turbulenta, no podrá esperar resultados satisfactorios porque Pekín depende fuertemente de esas ventas de pertrechos para ganar divisas preciosas para mejorar su déficit presupuestario, que registró US$ 2.000 millones en 1987. Si en el futuro Pekín sigue vendiendo armas a Oriente Medio y al Tercer Mundo, ello significará que la situación tumultuosa de dichas zonas no va a mejorar nada y que el mundo seguirá viviendo bajo la amenaza de otra crisis. Bajo tal situación, llegamos a la conclusión de que China comunista es el mayor culpable de esas tensiones, y es ahora el momento en que el mundo libre debe unirse para cortar, o al menos aminorar, las ventas de armamentos de los comunistas chinos a esas regiones. Sin embargo, fue sumamente desalentador conocer la decisión que la Organización de Naciones Occidentales que controla la venta de alta tecnología a los países o áreas comunistas,COCOM, tomó últimamente para aflojar las restricciones de entrega de alta tecnología a China comunista, lo cual favorece su producción de armas y programa de ventas. COCOM fue establecida para proteger la seguridad vital y colectiva de los intereses del Occidente. Pero, parece que se ha auto engañado por la idea falsa de que China comunista se está convirtiendo al sistema capitalista y debe ser alentada por Occidente. Lo que ha de tener claro es que inspirar a un régimen comunista a convertirse en capitalista es una cosa, y armar a ese régimen con la tecnología más avanzada antes de que abandone su ideología de revolución mundial comunista, es completamente otra. Además, si un régimen comunista se ve forzado hacia una economía más libre, no significa necesariamente que sus amenazas ya no son válidas. Es posible que China comunista esté usando la propia tecnología occidental para fortalecerse y enfrentarse al mismo Occidente en el futuro. Siendo el cuarto proveedor mundial de armas, las amenazas de China comunista han aumentado considerablemente. La decisión de COCOM de reducir las restricciones de ventas de alta tecnología a ella es sumamente peligrosa para el mundo entero y, a la vez, es contradictoria de su propia existencia.