Taiwan Today

El primer ministro Yu Kuo-hwa declaró recientemente que la unificación del país es la aspiración común de todos los chinos, pero debe ser lograda bajo un gobierno libre y democrático y no bajo la férula de un régimen esclavizante como el comunista. Yu enfatizó que la reunificación de China es una meta a largo plazo, que no puede ser realizada rápidamente y mediante conversaciones o negociaciones entre un reducido grupo de gente, toda vez que no solamente significa integración territorial sino que, primordialmente, debe tener en consideración el bienestar del pueblo. El premier abogó por el mantenimiento de la política actual del gobierno de "ni contacto, ni negociación, ni compromiso" con el régimen de Pekín, pero puso bién en claro que esa insistencia en la política de los "Tres No" para nada significa que se descarte el deseo de ver a China unificada. El obstáculo principal que se opone a esa unificación, reafirmó el primer ministro, es la negativa continental a desistir de sus "cuatro principios cardinales", y la propuesta comunista de "un país, dos sistemas" sólo tiene como propósito degradar al gobierno de la República de China en Taiwan, ante los ojos de la comunidad internacional, al rango de gobierno local bajo la égida de Pekín. Finalmente, el rechazo del liderazgo comunista chino a renunciar al empleo de la fuerza militar como factor a ultranza para doblegar a Taiwan, demuestra palmariamente que las propuestas pseudopacíficas formuladas por Pekín tienen un valor muy relativo. Yu Kuo-hwa formuló esas declaraciones ante el Yuan Legislativo en respuesta a un pedido de informes efectuado por un legislador del propio partido gobernante Kuomintang, en la que puso de relieve que, al buscar la reunificación nacional, la República de China en Taiwan no sacrificará su actual sistema político y económico bajo el cual el pueblo puede gozar de una vida libre, democrática y próspera, cuyos beneficios procura extender a los mil millones de compatriotas que padecen bajo el yugo comunista en el continente. "Por lo tanto", dijo el primer ministro, "es imposible para el gobierno de la República de China, tal como sugirieron algunos legisladores, participar en negociaciones trilaterales que incluyan a los comunistas chinos." Yu reiteró, ante el Yuan Legislativo, que el gobierno no escatimará esfuerzo alguno para lograr la reunificación de China dentro del plazo más breve posible. Sin embargo, enfatizó que el objetivo auténtico de la reunificación no deberá ser solamente la integración de los territorios hoy separados, sino hacerlo bajo un sistema político realmente deseable, en el que todos los chinos puedan disfrutar de libertad, democracia y prosperidad económica. A fin de lograr esa meta, prosiguió Yu, el camino más factible es promover aún más el desarrollo económico y político de la República de China y hacer conocer sus logros al pueblo del continente, creando así una presión irresistible sobre los comunistas que les haga renunciar a su gobierno totalitario y emprender reformas. "A medida que la brecha política, económica y social entre ambos lados del Estrecho de Taiwan se vaya cerrando, madurará gradualmente el momento para la reunificaci6n de China" , concluyó el primer ministro.