El presidente Chiang Ching-kuo expresó que la República de China no debe cambiar su actual sistema constitucional, puesto que la Constitución fue promulgada por la Asamblea Nacional, con el beneplácito de toda la ciudadanía.
El Presidente indicó que es obligación del pueblo y gobierno de la República de China, mantener el sistema democrático enmarcado dentro de la Constitución.
La declaración anterior fue efectuada en una entrevista ofrecida para Global Views, revista mensual, cuyo texto fue publicado en su último número.
Los habitantes -dijo- deben comprender que la promoción de la democracia y el predominio de la ley, deben ir de la mano y complementarse una con el otro, con objeto de realizar una democracia estable.
Para poder progresar, deben continuar las reformas políticas -agregó- pero si las reformas han de enraizar, su desarrollo debe llegar en una forma estable.
Además reafirmó la política gubernamental anticomunista, así como la política de no contactos, negociaciones, ni compromisos con los comunistas chinos.
Al rebatir los cargos de que el gobierno de la República de China ha sido inflexible a este respecto, el Presidente expresó que dicha política está diseñada para garantizar la seguridad para el bastión del resurgimiento nacional, que comprende Taiwan, Penghu, Kinmen y Matsu.
Puesto que Pekín sabe que no puede alcanzar sus metas de comunizar Taiwan por la fuerza, está ofreciendo negociar con la República de China -indicó- agregando que "Si damos un paso equivocado, le ofreceremos al enemigo la oportunidad para subyugarnos".
Asimismo indicó que el gobierno debe cargar con su responsabilidad para la seguridad del bastión del resurgimiento nacional, su responsabilidad para el futuro de China y su responsabilidad para con la historia.
Al referirse a la apertura de los viajes a China continental para reuniones familiares, el Presidente expresó que dicha medida fue tomada puramente por razones humanitarias; sin em bargo -agregó- cuando los habitantes visiten el Continente, podrán apreciar por sus propios ojos, la disparidad entre los niveles de vida a ambos lados del Estrecho de Taiwan y juzgar por sí mismos, cuál sistema es el más adecuado para el futuro de China, tanto en términos del interés nacional, como en cuanto al bienestar del pueblo.
Finalmente, el presidente Chiang expresó que lo que se ha podido lograr en Taiwan, indica claramente la superioridad de los Tres Principios del Pueblo sobre el comunismo y que sólo bajo estos mismos, China podrá reunificarse.