El gobierno anunció recientemente que el 31 de diciembre próximo, terminará la prohibición a la fundación de nuevos periódicos, en tanto que a los existentes les será permitido expandirse más allá del límite anterior de las 12 páginas. Esta supresión indudablemente habrá de abrir una nueva época para el periodismo en la República de China.
En los últimos años se ha apresurado el ritmo del movimiento de democratización del país. El gobierno ha adoptado una serie de reformas políticas y medidas de liberalización, que han obtenido grandes elogios tanto en el país, como en el extranjero. La decisión de abolir las restricciones a la prensa, es un paso más en el proceso de democratización.
En una sociedad democrática, la prensa desempeña un papel muy importante para mantener la justicia social y prevenir la corrupción política, tarea que no puede realizarse a menos que exista suficiente libertad de prensa.
En la República de China la prensa ha disfrutado siempre un alto grado de libertad de expresión. Los editoriales y artículos noticiosos jamás han sido examinados por las autoridades antes de su publicación. La prensa ha sido libre de criticar al gobierno, siempre y cuando ésto no ponga en peligro la seguridad nacional.
El gobierno nunca ha establecido reglamentos específicos que la prensa tenga que cumplir. Cada periódico ha ejercido autocontrol fuera de la consideración de los intereses nacionales.
Sin embargo, a través del tiempo, la prohibición a la fundación de nuevos periódicos, existente desde 1951, ha sido un fema controversial. Los críticos han expresado que la misma restringe el crecimiento de la industria de periódicos, fomentando en cambio, la monopolización del mercado por parte de los diarios existentes.
Hay que admitir que existe algo de verdad en dicha crítica. La prohibición de nuevos periódicos ha limitado la competencia e impedido por lo tanto, el desarrollo de publicaciones de periódicos como profesión y como negocio.
La abolición de esta prohibición dará como resultado una mayor variedad en este negocio y como resultado, el público tendrá una selección mucho más amplia de periódicos. La supresión también del límite de páginas de los mismos, les permitirá enriquecer su contenido y desempeñar una mejor labor, suministrándole al lector, información y entretenimiento.