Taiwan Today

Refiriéndose a la vida en algunos países comunistas, el Papa Juan Pablo II expresó con motivo de la Semana Mayor en el Vaticano, que los cristianos que viven bajo los gobiernos totalitarios son "los mártires de los tiempos modernos". Dirigiéndose a 40.000 peregrinos y turistas reunidos en el atrio de la Basílica de San Pedro, el Santo Padre no mencionó en su mensaje a ningún país en particular, así como tampoco hizo mención a "la guerra de las cruces" que los miembros de la iglesia en Polonia, su ciudad natal han emprendido en contra del régimen comunista. "Esta es la hora en la cual muchos de nuestros hermanos en la fé están pagando a un precio muy valioso su adhesión (a Cristo)", dijo el Papa durante su regular audiencia semanal. "Ellos son los mártires de los tiempos modernos, perseguidos por los sistemas totalitarios en el ejercicio de la libertad más elemental por profesar abiertamenta su fé religiosa," agregó el Soberano Pontífice, siendo esta la segunda vez en menos de una semana que se refiere a los problemas de los cristianos a quienes no se les permite practicar abiertamente su fé. Durante la procesión de Vía Crucis alumbrada con antorchas en el antiguo coliseo romano, Juan Pablo II lamentó la falta de libertad religiosa existente en muchas partes del mundo al referirse "a los creyentes quienes son forzados a reunirse secretamente y a las monjas y clérigos a quienes les está prohibido ejercer su ministerio." Durante su homilía del Miércoles Santo, Juan Pablo II dijo que las privaciones y sacrificios de los católicos que viven bajo los regímenes antireligiosos "constituye una advertencia y un ejemplo" para el resto de la Iglesia Católica Romana. Finalmente incitó a los cristianos que son libres de practicar su religión, a seguir el ejemplo de estos "mártires modernos" y ser testigos de Cristo. Por otra parte y de acuerdo con la Revista Económica del Lejano Oriente, el Vaticano no establecerá relaciones diplomáticas con China Comunista a costa de sus lazos diplomáticos con Taipei. Esta firmación fue hecha por el representante del Vaticano en Seúl, Corea y fue publicada en el número correspondiente al 3 de mayo de dicha revista. Aunque el Vaticano deseara ampliar sus lazos con China comunista, esto no implica que rompería sus relaciones con la República de China.