Taiwan Today

Durante su reciente viaje a Corea del Sur, el Papa Juan Pablo II les dijo a los nuevos sacerdotes ordenados en la misa al aire libre que fue oficiada con la participación de más de 65.000 fieles sudcoreanos, que debían "darle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios." En otras palabras, esto quiere decir, que mientrás trabajan por la humanidad, los clérigos católicos no deben tratar de derrocar a los gobiernos existentes. Deben trabajar con los mismos, pero no oponerse a ellos. La Iglesia Católica en la República de China coopera con el Gobierno; sin embargo en Filipinas, Corea del Sur y algunos países de Latinoamérica no siempre ocurre lo mismo. En las Filipinas y en América Latina, la Iglesia es muy poderosa e incluso puede promover rebeliones y conducir al pueblo a sublevaciones. Los sacerdotes izquierdistas han estado implicados en actividades anti-gubernamentales. Sin embargo, esto no quiere decir -y el Papa bien lo sabe- que la Iglesia no deba persuadir a los gobiernos que traten de ayudar a los pobres, los oprimidos y los alienados. Pero como les dijo a los nuevos sacerdotes que fueron ordenados por él en Corea del Sur: "No se dejen engañar por otros mensajes aunque estos sean proclamados en nombre de Cristo." Los gobiernos pueden reformarse poco después de su derrocamiento. Nuestro propio gobierno puede citarse como un ejemplo. Ahora es más eficiente, honesto y dedicado al servicio del pueblo en mejor forma de como lo fue en un principio. Se han producido muchas reformas y continúan produciéndose aún. Las iglesias de la República de China han ayudado, en lugar de entorpecer o dificultar al gobierno sus labores normales y el gobierno ha agradecido esta ayuda. El Papa conoce lo que dice, puesto que viene de un país de detrás de la cortina de hierro, que siente continuamente el peso de la opresión soviética. Las tentaciones para los clérigos jóvenes que se oponen al gobierno, son terriblemente fuertes, especialmente cuando se pronuncia la opresión; pero la oposición activa debe reservarse para aquellos quienes también desean extinguir la Iglesia. Es necesaria la posición del Papa en contra del comunismo, para conservar la Iglesia existente aún en China Continental.